Hola, como va? Acá de nuevo con una nueva historia, sobre nuestros osos Emm y Rose, espero les guste :3


Ángel Custodio.

Capítulo 1

Se supone que en esta vida, alguien decide por nosotros cuando es nuestro momento de partir.

Bueno, por algún motivo, ella sabía que llegaba su hora. Ya no le quedaba mucho tiempo, las horas del reloj y los minutos, sólo consistían una pequeña parte del tiempo que le quedaba.

Todo había pasado tan deprisa.

El descuido de una madre a su hija de cinco años, quien se encontraba jugando con una pelota, la cual terminó en la calle a causa de haberla lanzado muy fuerte.

Rosalie corrió tras ella, sin importarle lo demás, sólo quería su pelota de nuevo. Tal era así que no notó cuando ese camión se aproximaba a ella a toda velocidad.

–ROSALIE!– la llamó su madre, de forma desesperada. Rosalie miró en dirección al grito, ya con la pelota en sus manos, pero era tarde.

Él estaba observando, todavía no entendía como había llegado hasta ahí. Hacía unas horas, estaba con su mujer pasando la mejor de las noches, su cabello rubio con rizos acariciaba su abdomen desnudo...

"–ROSALIE!"– escuchó. Y en una milésima de segundo se encontraba con la niña en brazos, poniéndola a salvo. En lo único que pudo pensar fue "Ella no".

Pov Emmett

Me encontraba con mi hermoso ángel, admirando como nuestra sobrina tocaba el piano con su padre, se veían muy bien juntos. Ambos estaban tan sincronizados. Rose sonreía de orgullo al igual que yo y todos los presentes.
Renesmee aparentaba unos diez años, era la niña más hermosa de todo el mundo. Definitivamente no había nadie como ella.
Me preguntaba cómo era Rose de niña, me imaginaba un pequeño ángel rubio con ojos azules hermosos.

–¿En qué piensas, amor?–me preguntó mi osita. La miré con ternura y le di un dulce beso en los labios.

–En ti, como siempre–ella sonríe con ternura–me preguntaba como eras tú de niña–sus ojos llenos de alegría, se apagaron dejando ver cierta tristeza…o nostalgia, no sabría decir bien lo que reflejaban. La estreché en mis brazos y besé sus cabellos.

–Lo siento amor, no quería hacerte sentir mal–dije sin dejar de mimarla.

–No recuerdo mucho… sólo recuerdo que era algo torpe, pero me gustaba estar arreglada y verme bien, tenía muchos vestidos, y los fines de semana mamá me llevaba al parque y…–sus ojos se quedan viendo hacia la nada, tal vez recordando esos momentos. Sacude su cabeza y me mira seria, para después esbozar una sonrisa.

–Era adorable, si es lo que quieres saber– me dijo al final. La besé y le guiñé un ojo, esa era la forma en qué nos comunicábamos para ir a nuestra casa a tener un poco de intimidad.
Entrelazamos nuestras manos y nos fuimos como dos balas.

Me agradaba mucho estar con ella, mi ángel, me había salvado. Cada día me demostraba todo su amor.
Me encontraba acariciando su espalda desnuda, nos besábamos como si fuera la última vez, siempre que lo hacíamos me sentía el hombre más afortunado del mundo.
De repente dejo de sentir sus caricias, dejo de sentir su cuerpo. Abro los ojos para ver donde se había ido, me sorprendí a mi mismo notando que no podía sentir su olor. ¿Dónde está mi osita? También noté cambios en nuestra habitación.
No lo pienso dos veces y voy a la mansión, algo pasaba.

–Carlisle, Esme, Edward, Jasper, Alice…–los llamé apenas crucé el umbral de la puerta. Todos ellos aparecieron, incluso Bella.

–¿Qué está pasando?–preguntó Edward.

–¿Alice?–preguntó Jasper. La duende estaba con cara de sorpresa, tratando de analizar sus pensamientos.

–No vi nada, de repente todo se esfumó y…–Alice miró a Edward por unos segundos.

–Emmett, ¿Rose?–preguntó Edward, cambiando la dirección de su mirada de Alice a la mía.

–Estábamos…–Bella carraspeó interrumpiéndome, haciéndome notar que detrás de ella se encontraba Nessie, aferrada a su cuerpo– Estábamos hablando y de repente ya no estaba conmigo.

–¿Qué pasó con tía Rose?–preguntó mi sobrina.

–Debemos ir a buscarla, sea donde sea, Alice, trata de ver cualquier cosa–dijo Carlisle.

–Estoy segura que tu tía está bien, amor–le decía Bella a Nessie, a modo de consuelo.

–Emmett, vamos a la cabaña– me dijo Edward. Asentí y lo seguí.

No se cuanto tiempo pasó, pero nunca llegamos a la cabaña, la casa que teníamos con Rose.

–Edward…

–Alice vio cuando Rose desapareció, pero le pareció algo imposible. De repente todos nos encontrábamos alerta, como si hubiéramos viajado en un parpadeo. Hasta Renesmee, se despertó asustada.

Lo miré asustado, ¿y si éramos nosotros los que nos habíamos ido y mi Rose se quedó sola?

–Tranquilo, solucionaremos esto–me tranquilizó. El celular de Edward sonó y ambos estuvimos alertas.

–¿Alice?–dijo. Traté de escuchar lo que ella le decía.

"–Creo haber visto a Rose, no lo sé, es confuso… deben venir ya"–
le decía. Edward le respondió y nos dirigimos nuevamente a casa.

–Una niña–dijo Edward apenas llegamos, supuse leyendo los pensamientos de nuestra vidente hermana.

–¿Crees que sea ella?

–Probablemente, tiene las mismas facciones…

–Si no nos damos prisa…

–¿Alguien puede explicar qué sucede?–habló Esme.

–Alice vio a una niña, cree que es Rosalie, y yo también. Debemos ir al parque donde se encuentra–Edward nos miraba serio, o ¿preocupado?

Todos asentimos y fuimos al dichoso parque. Noté que las calles de Forks habían cambiado.

–¿Esto es Forks?–pregunté.

–Estamos en Rochester 1920–Informó Carlisle señalando un calendario en uno de los bares que pasábamos.
¿Qué demonios?

–Será mejor mantenernos alejados, podría ser peligroso–dijo Carlisle.

Nos aproximamos lo más que pudimos al parque, había muchos niños jugando. Entre ellos, una niña rubia y un niño rubio jugando con la pelota.
Ambos estaban tan concentrados jugando, bueno a decir verdad parecía que no se llevaban tan bien. Ella le sacaba la lengua y él quería quitarle la pelota de las manos.
Ella se aleja y lanza la pelota, que termina en la calle. Me preguntaba donde podría estar su madre.
Miré a mi familia y todos parecían observar en la misma dirección. Alice tenía esa expresión que ya todos conocíamos muy bien.

–¿Qué sucede, Al?–pregunté. Todos estábamos expectantes, esperando que ella dijera lo que tenía que decir.

–La niña…–dijo. Todos voltearon a ver. Mis sentidos se pusieron alerta. La niña se encontraba en medio de la calle, tomando la pelota en sus manos.
Miré al enorme camión que se aproximaba hacia ella, la pequeña tenía una cara de susto que me daba ganas de ir y calmarla.
"Ella no" pensé. Acto seguido me encontraba corriendo a velocidad sobrehumana hacia ella, tomándola en brazos y evitando el terrible impacto.

–Emmett–escuché como me llamaba mi familia. Miré a la pequeña que tenía en mis brazos, ella apenas estaba consciente, sus ojitos estaban cerrados y una herida se asomaba por su frente y el inicio del cabello. La deje cuidadosamente en el suelo y fui con mis hermanos.

–Fue muy arriesgado lo que hiciste, ¿qué hubiera pasado si no te resistías al olor de su sangre?–me reprendió Carlisle.

–Yo…–Ni siquiera me había importado su sangre, algo me impulsó a protegerla. Ella debía estar a salvo.

–Emmett no quería lastimarla, él quiere protegerla–dijo Edward leyendo mis pensamientos. Asentí correspondiendo a lo que dijo.

–¿Dónde están Alice y Jasper?–pregunté.

–Ya sabes, Jasper no podía resistir mucho tiempo–dijo Bella.

Se me hacía extraño estar sin la compañía de Rose. Miré a Nessie que tenía sus brazos alrededor de la cintura de Bella, su rostro lleno de preocupación me recordaba a la niña.

–¿Creen que va a estar bien?–pregunté, mirando en dirección a la niña. Su madre ya estaba con ella y se la llevaba.

–Bueno, podríamos ir a ver que se encuentra bien. De seguro su madre la llevará a un hospital–dijo Carlisle.

–¿Y qué estamos esperando?–dije.

Luego de eso, todos estábamos en marcha al hospital más cercano.
Alice y Jasper ya nos esperaban ahí.

–Vi que íbamos a terminar todos aquí, y bueno…–dijo ella.

–¿La has visto?

–La están examinando, creo que se encuentra bien, pronto la dejarán en el parque del hospital para hablar con su madre–dijo ella sonriendo.

–Alice, ¿esa niña era Rose?–preguntó Edward. Lo miré sorprendido. ¿Esa niña podría ser Rose? ¿Cómo era posible?

–Si… su madre la llamó por ese nombre, y no tengo ninguna duda de que ella es Rose–dijo ella segura.

–¿Cómo es posible?–preguntó Esme.

–Ninguno de nosotros es capaz de llevarnos al pasado, me sorprendería mucho que alguien pudiera hacer algo así…–decía Carlisle.

–Tal vez no fuimos nosotros, sino alguien más–dijo Bella.

–¿Los Vulturis?–habló Renesmee por primera vez. Todos la miramos. Edward se acercó a ella y ambos se fundieron en un abrazo.

–¿Podrían?–preguntó Bella. En ese momento, vimos como la madre de la niña… la madre de Rose, salía del consultorio.

–Será mejor que vayamos a ver qué Rose esté bien–dije. Ni había terminado de hablar y ya me dirigía al dichoso parque.

Miré hacia el grupo de niños que jugaba en el pequeño parque del hospital. Una niña rubia se columpiaba, sonreí al verla.

– ¿Es ella?– le pregunté a Alice.

–No, la tuya es esa que tiene una bendita en la frente–dijo mi hermana señalando a otra niña de unos cinco o seis años, rubia y de ojos azules. Esa si era mi Rose, y tal como Alice había dicho, traía una bendita en la frente.

– ¿Podemos ir a hablarle?– pregunté. Carlisle no sabía que responder.

–Ella no te conoce todavía, Emmett, ni siquiera a nosotros. Podríamos alterar su presente...–decía Edward.

–O su futuro– concluyó Jasper, que no había dicho nada desde que llegamos.

–¿Esa es tía Rose?–preguntó Nessie. Todos la miramos, y al igual que yo, a excepción de Bella, le sonreímos. Nessie se escondió detrás de las piernas de Bella, ruborizándose.

–Nessie puede ir a hablar con ella, Rose no la conoce–dijo Edward.

Todos nos envolvimos en una conversación de cómo hacer que Renesmee se acerque a ella sin asustarla, debíamos pensar bien nuestros movimientos. No queríamos que Rose desapareciera ni nada por el estilo, u esas cosas que solían pasar en las películas.
Quería acercarme a ella y hablarle, conocerla… Era la niña más bonita que jamás haya visto, y me sentía afortunado. Si tan solo ella supiera quién era yo. Iba a cuidarla, hasta que todo vuelva a la normalidad iba asegurarme de que nada malo le pasara. Custodiarla, incluso hasta su sombra. Ese sería mi nuevo trabajo.


Reviews?
Actualizaré esta historia únicamente los Domingos, ya que no es muy larga. Todavía nose si convertirla en un Two Shoot o dividirla en capítulos.
Nos leemos, saludos desde Argentina! :)