Padre primerizo
Nota: Shirou cuidando de los pequeños Rin y Yukio. Serán una pequeña historia, de tres capítulos o así (sin mucha unión entre ellos), no creo que lleguen a los cinco, más un prólogo, y tal vez un epilogo, depende de cómo siga.
¡Aviso!: es posible que se hagan guiños a una historia que escribí que habla de porque Shirou decide cuidar a los gemelos, se llama: Azul como…
Resumen: Había decidido encargarse de los niños-No te preocupes Mephisto, será fácil- -Eso quiero verlo.-Aunque a veces, solo a veces, tenía que saber cuando no fanfarronear.-Pa... papá...- Aunque por otro lado merecía la pena el insomnio que sufría.
Prólogo: Será fácil
-¿Estás al cien por cien seguro de que los quieres cuidar solo?- Mephisto miró a Shirou.
Este le miró.
-Por supuesto.
Siguieron caminando en silencio por las desiertas calles. Iban hacía el hogar de Shirou, mientras este cargaba a los gemelos entre sus brazos (los cuales ya se habían calmado). Mientras que el demonio caminaba a su lado cargando la Kurikara y un par de útiles más para cuidar de los bebes.
-Solo digo que las crías humanas son difíciles de criar.- Prosiguió Mephisto, mientras miraba de reojo a los dos niños que dormían, ahora, placidamente.- Por no mencionar al caso especial.
Shirou rió con sutileza, no queriendo despertar a los pequeños, pues había costado bastante que se durmiesen. Miró al demonio que caminaba a su lado, contemplando como este parecía molesto por la risa que le había dedicado a su comentario.
-Vamos, no te enfades.- Dijo intentando eliminar la risa.
Mephisto le bufó y miró a otro lado realmente molesto, estúpido. Ni si quiera sabía que hacía ayudándolo a cargar las cosas después de que se hubiese reído de él.
Shirou sonrío con dulzura, así que el demonio estaba preocupado por el, eso si que era divertido.
-Venga, no te enfades.- Logró que Mephisto le mirase.- Estoy realmente agradecido de que te preocupes por mi.- Amplió su sonrisa.
En respuesta su interlocutor chasqueó la lengua y volvió a mirar hacía al frente.
-No te creas tan importante…- Masculló en apenas un susurro, aunque en cierta forma si estaba preocupado.
-No te preocupes Mephisto, será fácil.- Shirou sonrió con un deje de superioridad.
Mephisto sonrió con sorna.
-Eso quiero verlo.
Dos días después….
Unos fuertes llantos cortaron el silencio de la noche. Shirou cogió a ambos niños como podía y comenzó a mecerlos mientras intentaba que callasen y durmiesen de una vez.
¿Qué había sido esa vez? Ya habían comido, y hacía un rato que les había cambiado (a ambos) los pañales.
Shirou suspiró, mientras sentía como sus párpados amenazaban con cerrarse y rendirse ante el cansancio.
De acuerdo, lo había pillado, debía saber cuando no fanfarronear. No era nada fácil tener que cuidar de dos bebes sin ninguna experiencia.
Maldición… Era más difícil de lo que parecía.
-Continuará…-
¿Qué les parece? ¿Merece la pena?
Creo que iré subiendo rápido pues ya tengo el primer capitulo y el planteamiento de otros dos. (Espero no demorarme mucho, y estoy algo nerviosa pues es mi primer fic de varios capitulos, pero me esforzaré)
Por cierto acepto ideas para hacer más capitulos.
