capitulo 1 Ilusiones rotas
Los personajes son de pertenencia de la gran Rumiko Takahashi
La historia fue escrita por Azalyn Shihiro con mucho apoyo moral de parte de mi querido Akirax
Miroku e encontraba contemplándola mientras ella dormía entre sus brazos, deseaba que esos pequeños instantes fueran eternos que el tiempo se detuviera, pero sabía que las horas avanzaban y antes del amanecer tendría que dejarle ir, no podía evitar que unas pequeñas lagrimas se escaparan de sus ojos pero eso jamás lo admitía él era un hombre rudo o eso le gustaba hacer creer. La alarma de su teléfono comenzó a sonar y él se quitó las lágrimas de su rostro, sabía que era la hora ella volvería a su vida mientras que el… él se quedaría en la soledad, la sintió aflojarse de sus brazos y comenzar a levantarse, dio un respiro hondo y la contemplo mientras ella comenzaba a vestirse, sin decir una palabra. Había días en que deseaba que ella se quedara a su lado toda la noche, pero sabía que eso jamás pasaría.
- que estés bien, descansa cariño – decía ella
- cariño….
- no, ya lo hemos hablado tantas veces – respondía dulcemente
- está bien… entonces vuelve cuando desees
- lo are cariño….lo are
Miroku escucho como se cerraba la puerta de su apartamento de ese modo volvía a la fría y dura soledad, sus amigos se lo habían advertido le dijeron que sería el peor error de su vida pero Miroku desde que estaba a su lado era feliz, ella le complementaba a la perfección aunque fuese un par de horas, siempre que se veían ella le regalaba una sonrisa y dulces besos que lo embriagaban. Su cabeza daba tantas vueltas y la habitación completa tenía el aroma de su perfume
- será mejor que salga a caminar o me volveré loco – se decía a si mismo
- Bankotsu, está encerrada en el baño y no quiere salir – decía una mujer
- bien iré a ver que le ocurre – decía caminando al baño de empleados
El largo pasillo era oscuro y algo tenebroso pero él estaba acostumbrado a caminar por él ya que su oficina se encontraba del otro lado del pasillo, una vez en el baño de empleados escuchaba los gritos desgarradores de la chica que más quería en ese mundo, sabía que sufría por amor, sus manos temblaban Bankotsu jamás tuvo el valor para contarle toda la verdad pero lamentablemente ya se había enterado
- ¿cariño podemos hablar? – preguntaba Bankotsu
- no, lárgate tú lo sabias verdad…. Que imbécil claro que lo sabias es tu hermano – mientras lloraba
- San… am… cariño… sal y hablamos por favor, no deseo verte sufrir
- entonces déjame sola, déjame en paz…. Me quiero morir – decía entre lágrimas
- ¿pero que fue lo que paso?
- ¿Qué paso…. Que paso? – decía ella encerrada
Dos horas antes
"- Me pareces admirable Sango yo en tu lugar perdería las esperanzas, en estos cuatro años cuantas veces le has visto – decía Sarah
- no importa cuántas, está estudiando muchísimo se ganó una beca para poder ser abogado, idijo que cuando volviera formalizáramos esta relación, no es que no sea formal pero sería su prometida y por fin dejaría este lugar – decía emocionada
- San, sabes que llevo aquí diez años…. No volverá por ti déjalo ir
- déjame en paz el me ama tanto como yo a él y todos en este bar lo saben
Tras la discusión, su corazón acelerado la impulso a llamarle para poder escuchar su voz, solo eso necesitaba para ser feliz….
- Ren, cariño hace días que no me llamas, que ocurre – preguntaba sonriente la chica
- nada San no es el momento, podemos hablar otro día – respondía nervioso Renkotsu
- claro cariño, tus estudios deben te estar estresándo – decía preocupada
- sí, San de veras, podemos hablar otro día – decía Renkotsu
(¿Cariño con quien hablas?)
- con mi hermano cariño… San te llamo después – decía nervioso al teléfono
- como que te llamo después ¿quién demonios es ella?, Ren…. Ren… ¡Ren!..."
Bankotsu el dueño del bar logro abrir la puerta del baño y la encontró sentada dentro de una cabina con sus rodillas en su pecho mientras las abrazaba y lloraba
- cariño, no tenía el valor para decírtelo, tú lo has dado todo por él y bueno…. No te merece
- dime quien es ella, por favor Ban, dime que no es lo que creo…. que solo son amigos – decía sin levantar su mirada
- lo lamento San….
- lo sabía…. Soy una imbécil…. – decía llorando
- San cariño ve a casa descansa hoy no podrás seguir trabajando – decía intentando abrazarla
- no lo mejor es quedarme a trabajar – decía levantándose
- pero tus ojos querida están inflamados de tanto llorar
- por favor Ban… solo déjame sola
- como lo desees
Sango se miraba en el espejo del baño tomo un poco de papel con el que se secaban las manos y lo coloco en el desagüe del lavabo y abrió la llave, se miraba fijamente mientras en su cabeza se preguntaba una y otra vez
- Ren en que te falle… que hice mal…. Amor
El agua rebalsaba y caía del lavabo, mientras ella se miraba fijamente, sus zapatos con altos tacones transparentes y su corta minifalda se mojaban, se odiaba no era más que una mujerzuela barata y el sería un abogado en esa nueva vida no tenía cabida ella. Se lavó la cara con abundante agua y dejo de llorar, seguiría trabajando eso era seguro…. El show debía continuar
Miroku llego al bar Star alrededor de las dos de la madrugada, no había recorrido mucho cuando se decidió por este local, entro y se sentó en la barra en ella había una mujer de cabello rojo con un brasier color rosa metálico y una falda que apenas cubría su trasero, pero que más esperaba si había entrado en un cabaret. Cuando la mujer se volteó hacia él pudo apreciar un pequeño antifaz que cubría parte de su rostro pero sus ojos brillaban a través de él, además de ver un delicado piercing en su ombligo, Miroku se paralizo cuando ella le dedico una dulce y tierna sonrisa, de esas que solo su amada Kikyo le daba pero no era lo mismo esa chica no se podría comparar con la elegancia y refinados modales de Kikyo y lo confirmo cuando uno de los clientes intento tocarla
- hey quien demonios te crees – decía enterrando el cuchillo en un tabla – se cortar todo tipo de limones
- es demasiado grosera para mí – susurraba Miroku
- hola, ¿qué te sirvo? – decía apoyando sus brazos en la barra destacando su busto
- no te comprendo, no deseas que te toquen pero tú misma los provocas – decía el
- creo que no te he pedido la opinión y quien eres el policía de lo inmoral – decía mordiéndose un dedo
- vez hay estas de nuevo te vez fácil, de seguro cobras por sexo
- ¿quieres pagar por dormir conmigo?
- no me interesas…. Dame un whisky seco
Sango se alejó para servir dos vasos luego volvió con Miroku
- ten decía dándole un vaso – mientras ella tomaba el otro – brindemos
- y por qué brindaría contigo… no te conozco
- ok… brindemos por el desamor… ¿te parece bien?
- como desees – decía tomándose el trago de un sorbo junto a la chica
- huuuuuuu… eso estuvo increíble – decía ella
- ¿San por que no vienes a beber conmigo también?- preguntaba un hombre mayor
- claro Totosay levántame por favor – le pedía al otro barman
- muy bien…. Haremos una competencia de quien bebe más, ¿entraras tu Myoga?
- claro querida
- ¿qué me dices tú Jinenji?... ¿y que tal tu chico de los ojos de zafiros?
- no bebo por competir – decía molesto
- que amargado…. uhhhhhhhh bien vamos a comenzar todos con sus vasos… Totosai dale uno a cada chico…. Nos divertiremos esta noche uhhhhhhhhhuuuuuuuuu – decía mientras bebía
Bankotsu alarmado por la situación se acercó a la barra el dejarle quedarse a trabajar había sido una pésima idea y ahora lo sabia
- Sango por el amor de dios baja de ahí – decía nervioso
- nooooooo yyyooo es….estoy bi…en con mis ammiiiggosss – decía la chica
- Sango por favor cariño baja de ese lugar
- nooooooo, déjame…. De…..jame morirrrrr – decía tomando su cuchillo - … deja arrancarme el corazonnnnn – decía llorando
- Sango amor por favor…. digo cariño por favor…. amiga – decía con tristeza
- nooooooooo prefiero…..morrrriirrr a estar sin elllllll
Miroku miraba la escena a la distancia, era la típica escena de amor no correspondido el sujeto idiota enamorado de esa ramera y ella seguramente de su amante adinerado que le dijo que jamás dejara a su esposa
- por favor nadie quiere ver esa escena barata de dolor, sabias perfectamente que él no dejara a su esposa por una ramera de mala clase como tu…. Mírate no eres nadie – decía molesto Miroku
- y quién demonios eres tu…. No eres mejor que yo o que cualquier persona en este bar, tú también sufres por el desamor acaso es una mujer casada que no te ve más que como un juguete sexual – decía caminando hacia el con el cuchillo en la mano – era mi novio desde hacía siete años, me he esforzado por ayudarle con sus gastos en Estados Unidos, he sacrificado mi vida, mis comodidades, y muchas cosas más…. para ayudarle a cumplir sus sueños y que ahora que le queda un año de carrera tiene a alguien más y se casaran, él me engaño…. Y no, no era un hombre adinerado trabajaba como estríper en este mismo bar – dijo antes de desplomarse sobre la barra
Miroku le miraba con incredulidad para él esa mujer estaba drogada, insensiblemente llamo al otro barman por sobre el cuerpo de la chica
- ¿tu estas sobrio verdad? – pregunto a Totosai
- señor ella no es así siempre le pido las disculpas pertinentes – decía mientras la miraba con tristeza
Bankotsu le quitaba el antifaz y Miroku pudo apreciar su rostro que pese a sus inflamados ojos era hermosa pero no tanto como su Kikyo pensó para sí. Bankotsu lo miro con odio y tomo entre sus brazos a la mujer y le saco de ese lugar
- pobre San hasta que le rompió el corazón…. Sarah se lo dijo y todos también…. Y pobre de Ban años amándola y ella solo con ojos para Renkotsu – se lamentaba Totosai
- Si quisiera ver dramas vería telenovelas y no vendría a un bar – decía molesto Miroku - ¿cuánto es?
- no se preocupe si le molesto tanto Sango… el vaso va por la casa – decía molesto
- ¿Totosai, todo termino verdad? – preguntaba Sarah
- si San se enteró de todo, no sé como pero lo hizo – decía triste
- bien que tengan una buena noche y espero que esa cabaretera no vuelva por aquí… el lugar es bueno pero ella lo arruina – decía Miroku
Él no quería sonar como un insensible pero no le interesaba los problemas maritales de los demás le bastaba con su vida, Miroku había conocido a Kikyo hacia cinco años cuando ambos trabajaban para el actual esposo de su amada, Kikyo era una mujer sencilla que se esforzaba por salir adelante, provenía de un barrio humilde pero cuando Onigumo puso sus ojos en ella comenzó a darle regalos caros y encandilarla con la buena vida. Miroku y ella vivían en un departamento en el centro de la ciudad hasta que ella lo abandono por el jefe, de eso habían pasado dos años y llevaba casada uno y medio, pero él no podía dejar de amarle ella era todo lo que el necesitaba para ser feliz.
Una vez en casa abrazo la almohada que pertenecía a su amada Kikyo era su único consuelo ante la soledad. Por la mañana sonó su teléfono celular
- Miroku…. Estas hay amigo
- sí, si aquí estoy, ¿Qué deseas Inuyasha?
- Kagome tendrá al bebe puedes venir por favor
- voy de inmediato
Miroku se levanta de su cama y se viste para ir al encuentro con su amigo
Un mes después
Kikio volvía por otras breves seis horas a la vida de Miroku y como cada vez dejaba un sabor amargo, aunque cada vez que se marchaba él se prometía que no volvería a caer pero no podía engañarse sabía que la recibiría y la amaría como nunca. Decidió salir y despejar su mente condujo sin rumbo hasta que llego al mismo bar lo pensó unos segundos antes de decidirse a darle una segunda oportunidad miro alrededor pero no encontró a esa mal educada, se sentó en la barra a mirar el show al parecer tocarían en vivo, al cabo de una media hora salió una chica con una falda de tul negro y un corset del mismo color y unas zapatillas negras, la chica comenzó a cantar cuando la música le indico
Ven aquí
Deja que te lleve de viaje
Partiendo en nombre del amor
Es silencio y vacío
Eres parte de un billón de estrellas
Por favor, no digas ni una sola palabra
Todo alrededor de la galaxia
Es silencio y vacío
La chica lo miraba a él cuándo cantaba y le tendía su mano cada tanto, Miroku miraba con extrañeza jamás en el tiempo que asistía a esos clubes nocturnos alguien le cantaba a él, siempre era a los que se encontraban en el frente, luego el chico que la acompañaba le cantaba a ella aunque la chica le sonreía a Miroku
El amor propaga amor, para siempre
El miedo propaga miedo, el centro del mal
Toma mi mano y sígueme
Es mágico
Este momento cambiara mi vida
(¿Puedes escucharme?)El amor propaga amor, para siempre
(¿Puedes escucharme?)El miedo propaga miedo, el centro del mal
(¿Puedes escucharme?)Toma mi mano y sígueme
(¿Puedes escucharme?)Es mágico, entonces aquí vamos
Al terminar el número Miroku sentía que quizás esa canción había sido escogida para él era como si su corazón y el de la cabaretera se habían unido por un segundo como si latieran al mismo ritmo, esa sensación no se comparaba a nada que haya sentido antes era algo nuevo algo que ni Kikyo le podía hacer sentir. En la barra solo estaba el hombre mayor la mujer histérica no se encontraba, pero su dicha no duraría mucho al verle llegar a la barra cantando el tema anterior y vestida como la mujer del escenario
- bien chico manos a la obra – decía animada
Miroku no la había reconocido esta vez tenía el cabello muy corto se encontraba a la altura de su cuello, pero no podía negar que tenía una hermosa voz, era un desperdicio en un lugar como este
- ¿qué tal…. Que le puedo ofrecer señor? – decía con una amable sonrisa
- un whisky seco…. ¿Por qué me cantabas hace un rato?
- disculpe usted si lo ofendí…. Solo busque la mirada más tiste entre los asistentes y ese era usted
- no comprendo, me estabas cantando a mí eso no lo imagine
- perdón nuevamente, mi trabajo consta de coquetear con los presentes vuelvo a insistir si lo ofendí le doy mis más sinceras disculpas – repetía la chica comenzando a molestarse
- está bien pensé que no era coincidencia
- sabe ya comenzó a molestarme ya le dije que no era coincidencia, pero tampoco significa que me interese pudo ser usted o mi compañero Totosai…. Puedo besarle a usted si fuera necesario o a Bankotsu y seria exactamente igual…. ¿Entendió o no? – decía molesta con el ceño fruncido
- no hagas eso que envejecerás prematuramente – decía con su dedo en la frente de la chica
- Totosai todo tuyo este sujeto – decía dándole la espalda a Miroku
Miroku sonrió al parecer lo señorita no le duraba mucho a esta mujer, en eso era distinta a su…. No, no era su amada ella estaba casada con alguien más y él debía olvidarle, estaba pensando en eso cuando a la barra se acercó ese maldito con un gran ramo de rosas rojas para la cabaretera mal educada y luego beso su mano, Miroku sintió como l ira lo inundaba Kikyo no merecía ese trato a ella le debía respeto y fidelidad como se lo prometió al momento de casarse
- llegaste tarde hoy cante – decía ella
- si lo sé pero vine por ti – respondía Onigumo mientras la joven hacia una mueca de desagrado
- Sango sabes, que hoy tenemos reunión después de cerrar, lo lamento Onigumo Sango no puede acompañarte – decía Totosai
- es una lástima hoy precisaba de tu agradable compañía – decía mientras le besaba la mano y ella sonreía falsamente – bien amor me retiro
- que pases buena noche cariño – decía la chica
Cuando el hombre se retiraba ella se agacho en la barra e hizo un gesto con los dedos a modo de vomitar, Totosai solo negó con la cabeza mientras Miroku con ira miraba la escena, esa ramera estaba jugando con el esposo de su amada Kikyo y él se preguntaba cuanto podía estar sufriendo ella, pidió otro trago y se dispuso a hablar con el barman
- ¿disculpe ese es el padre de la mujer? – preguntaba Miroku
- creo que eso no le incumbe señor
- si me importa él es un hombre casado por eso le pregunto si es su padre
- ¿acaso le ve algún parecido… yo soy lo mas cercano a un padre para esa pequeña niña?
- ¿entonces es su amante? – vuelve a preguntar
- sabe yo solo estoy aquí para servir bebidas no para hablar de la vida privada de mis compañeros
- entiendo…. Me disculpo
Totosai lo miraba con cierta incredulidad después de todo ese hombre algo se traía ente manos y fuese lo que fuese sería peligroso para Sango. Miroku necesitaba saber desde cuando Onigumo engañaba a Kikyo con esa mujerzuela y los haría pagar por el daño causado a su mujer.
