Premio para procrastinación por fan destacado en Imaginación Fanfiction.
Es mi primer fic de esta pareja, así que perdón el ooc y demás. Algo triste, sorry.
Datos del fic:
Pareja: Inuyasha x Kikyo.
Estado: Completo.
Género: Drama, romance.
Advertencias: OCC.
Disclaimer: Ni la serie Inuyasha ni sus personajes me pertenecen. Los derechos son de su propia autora.
ºEn otro momentoº
Ni la muerte nos mantiene juntos
Ni la vida nos hace perfectos sin el uno y el otro.
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Sentados en la ladera. Uno junto al otro. El viento mece sus cabellos. Sus hombros se tocan. Lo sienten perfecto. Escuchan su nombre en otros labios, se miran, saben que les queda poco tiempo. Segundos de miradas. Segundos en que sus dedos se acaricien en gestos cómplices de promesas incumplidas.
Él lo sabe.
Abre su boca, pronuncia su nombre y ella le mira. Se pierde en sus ojos, sus oídos sienten el cosquilleo agradable de esa forma de llamarla, de marcar su nombre de tal forma que sabe que es especial. Única.
O eso quiere pensar. Pero ella sigue llamándole, le busca. Sabe que no puede retenerle; no es su tiempo. Ella tampoco querría eso en realidad.
Sólo es un momento. Un único y especial momento.
Se acerca más a él, roza su nariz con su barbilla, siente su aroma. Sigue oliendo a naturaleza. Sigue oliendo a demonio. Sigue oliendo a él. El viento mece sus cabellos y le cosquillea la nariz, sus ojos ven plata y verde enredándose en el paisaje.
Busca sus labios.
Los suyos tropiezan con sus colmillos, como en aquel primer beso inocente y torpe en el que ambos querían ir demasiado deprisa. Ahora no tienen tiempo tampoco y se acomoda mejor, busca su cuerpo, presiona su boca correctamente y él cede, mostrando su lengua impaciente, ansiando más.
La toma entre sus brazos y sabe que es fuerte, duro y cálido. Es como llamarle hogar.
Siente el llanto acumularse en su voz. En sus ojos no puede, no se cansa de mirarlo. Lo besa, sin cerrar los ojos, maravillándose de las formas doradas de las dos franjas que muestra cuanto la ama.
Un nuevo grito los interrumpe. Lo siente menos tangible. Solloza y él sisea una maldición. Se aferra más a ella, pero ella se suelta. Un tirón firme que le sorprende.
Él la nombra y ella sonríe, como sólo puede hacer con él, como sólo le mostró a un solo hombre en su vida.
Él sabe que su risa es única. La recuerda, en sus orejas, en su corazón y le mira la garganta. Sabe que hacerle cosquillas ahí logra sacarla, pero ella no le deja, lo empuja hacia atrás.
La voz tira más fuerte de él, desaparece su consciencia poco a poco. Sólo ve sus cabellos mecerse en el viento y un último hasta pronto de sus labios.
No quiere irse, ella no quiere que se quede. No todavía.
No hasta ese día.
Kikyo mueve los labios. Una frase de último momento. Un hermoso recuerdo. Una hermosa confesión.
Cuando abre los ojos es en un mundo en el que ella no está, pero sabe que tarde o temprano volverán a encontrarse. Que existe otro mundo en el que podrán regresar. Unirse.
Y, ambos, más cerca que lejos, miran al horizonte en espera de que ese futuro llegue a ellos.
Fin
24 de mayo del 2019
¡Gracias por leer!
