Descargo de responsabilidad: ® Todo el universo de Shingeki no Kyojin es propiedad de Hajme Isayama. La imagen de portada no me pertenece, no así la edición.
Capítulo 1. Presentimiento
Un horrible presentimiento se adueñó de Levi, aunque no lo demostró. Esa sensación incómoda de que algo malo está pasando, o que va a suceder, que te deja un mal sabor de boca, que te hace sentir intranquilo. Y odiaba sentirse así, que sus instintos ganados en tantas luchas se activaran de repente, posándose en el estómago como una fría mano de hierro.
Cualquiera que hubiera sabido de su estado mental en aquel momento, pensaría que exageraba, que estaba siendo pesimista. El titán femenino de cierto modo había sido derrotado, el bosque estaba tranquilo y se había dado la orden de retirada. Pero ese era problema, la tranquilidad que reinaba en aquel lugar era demasiado real, al punto de resultar perturbadora.
Levi decidió regresar con su equipo entonces, el Escuadrón de Operaciones Especiales, o como la gente comúnmente los llamaba "Unidad Levi". Él y su equipo se habían separado minutos atrás, luego de capturar al extraño titán. Con la esperanza de lograr saber quién se ocultaba en la nuca del gigante, y proteger a Eren a la vez, Levi les ordenó a sus subordinados que se alejaran de allí, y llevaran a Eren a un lugar seguro.
Pero mientras la Unidad Levi se alejaba del bosque junto a Eren, el titán femenino hizo una jugada inesperada. Mediante un grito bestial convocó a los titanes que se habían apostado en la entrada del bosque, y de alguna manera les ordenó que devoraran su cuerpo y así dejar a Erwin y su grupo sin oportunidad de encontrar evidencia. Los soldados presentes entablaron entonces un pequeño combate contra los titanes, intentando "proteger" al titán femenino. Pero eran demasiados titanes para el reducido grupo, por lo que Erwin ordenó la retirada. Pronto el cuerpo de aquella gigante comenzó a desvanecerse en vapor, al punto que nubló toda visibilidad que permitiera ver quien se ocultaba en su nuca. Al cabo de un buen rato, los titanes terminaron su trabajo y no quedó nada de aquel monumental cuerpo.
La misión había fallado. Tantos sacrificios que se habían hecho a lo largo de la precipitada huida, y no habían obtenido nada. Regresarían con las manos vacías, y con el dolor de saber que los que regresarían a las murallas, nuevamente, serían menos que los que habían salido.
Ya no había nada que hacer. Lo único que quedaba, era reorganizar la formación, atender a los heridos… y registrar las muertes y recoger los cuerpos dispersados por todo el lugar.
Ya preparándose para marcharse en búsqueda del escuadrón que lideraba, Levi fue detenido por Erwin. El mayor le ordenó reabastecerse de gas y cuchillas primero. Levi vaciló un momento, ese sentimiento de que algo no estaba bien no había abandonado su mente. Sentía la urgencia de reunirse con ellos y saber qué había pasado durante el tiempo que estuvieron separados. No necesitaba más gas para moverse, pensaba. No había más titanes en el interior del bosque por lo que no era necesario buscar nuevas cuchillas. Y cuando lo pensó, ese fatal sentimiento y esa sensación en el estómago aumentaron. No tenía tiempo que perder, debía reunirse con ellos. Después de todo eran un equipo, y los equipos necesitan a su líder, necesitan su guía. Necesitan estar juntos, trabajar solos no es una opción. Pero Erwin insistió, y, sin dar ninguna explicación, le dio la orden.
"Entendido. Confiaré en tus decisiones esta vez", le dijo Levi en respuesta. No estaba nada de acuerdo con aquello, pero decidió hacer lo que se le había mandado. Después de todo no era alguien que desobedeciera a sus superiores, y Erwin estaba por encima de su rango.
Saltando desde el árbol donde se había refugiado, Levi desapareció en la espesura del bosque para reabastecerse. Y, mientras lo hacía, la orden de retirada fue dada para todos usando las bengalas azules.
El ambiente de tranquilidad se había alterado un poco. Alejándose de la entrada del bosque los soldados que iban llegando al punto de reunión se sentían todo menos tranquilos. Podían ver titanes a lo lejos, y luego del terrible escenario que muchos habían presenciado se sentían demasiado asustados como para siquiera pensar en luchar contra ellos. Y de hecho, muchos no querían hacerlo. No querían pelear, estaban aterrados. Solo querían volver a casa, y olvidarse del horror vivido. Los nervios carcomían a más de uno, que, desesperados, apenas podían soportar la lenta tortura al esperar a camaradas que parecían no llegar. Algunos llegaron un poco después al sitio de reunión, y otros jamás lo hicieron.
La sensación de que algo no andaba bien no abandonó a Levi, de hecho, podía sentirla con más intensidad. Tal vez sería parte de su instinto como soldado, tras tantos años sirviendo en la Legión y viendo como la paz podía hacerse añicos de un momento a otro. Apresuró sus movimientos, llegando rápidamente a donde estaban los suministros.
Pero aquella aparente paz se hizo añicos cuando un relámpago cayó del cielo, iluminándolo brevemente del color del fuego. Eso solo podía significar una cosa: o bien el titán femenino había hecho aparición, o Eren se había transformado. Levi recargó rápidamente sus tanques de gas y tomó nuevas cuchillas, y dando la media vuelta se apresuró en dirigirse hacia donde cayó el rayo. Los segundos se le hicieron largos a medida que avanzaba, y cuando un segundo relámpago se hizo sentir, su inquietud aumentó. Aquel fenómeno vino acompañado de un grito desgarrador, profundo y cargado de significado. Parecía combinar la carga sentimental de uno humano, y el aullido de una bestia, y Levi no dudó en atribuirlo a Eren. La tierra comenzó a temblar, como sacudida por la intensa pelea de dos gigantes, y Levi supo entonces que algo había pasado.
Levi llevaba varios años integrando la Legión de Reconocimiento. Años de luchas, sangre, sacrificios y lágrimas. Había presenciado muchas veces como otros soldados eran devorados por titanes. Como, una y otra vez, al salir de las murallas, aquellos monstruosos seres llevaban la muerte como parcas. Unas veces de forma tan súbita que indudablemente las víctimas ni se darían cuenta del momento decisivo en que partieron de este mundo. Otras veces, no eran tan afortunados. Tales fatales ocasiones eran casi como ver a un niño de cinco años arrancándole las alas a un insecto. Se suponía que años y años de presenciar tales escenas una y otra vez lo habían preparado. Que la muerte de los compañeros de batalla no le afectaría, en el sentido que aunque lamentaría sus pérdidas, éstas no le causarían ningún tipo de shock, no lo paralizarían, no cambiaría nada en él. La muerte es la muerte y punto. Nada puede revertirla. Ya lo sabía.
Pero, esta vez, ni los años de experiencia, ni las decenas de pérdidas que había presenciado, ni aun su vida pasada, le habían preparado para lo que vería.
Porque cuando Levi se acercó al punto donde se habían refugiado sus subordinados, su vida cambió, y, algo que pensó irremediablemente dormido en su corazón, despertó.
La reunión nunca se dio. Al menos no como la esperaba. En lugar de ello, lo que obtuvo, fue una amarga reunión sin palabras.
Esta historia nació hace casi dos años, pero no había tenido la oportunidad de terminarla. Hasta ahora. Escribía para mi fic "la bailarina en el póster" cuando consideré retomarla, así que, aquí estamos.
Farewell es una palabra inglesa que si bien se puede traducir como "adiós", su significado va mucho más allá de ello. No es el adiós que le dices a alguien cuando te estás despidiendo, como "adiós, nos vemos"; sino que es más bien un último adiós.
Aclarado esto, de antemano les agradezco por leer, comentar y seguir.
Por cierto, en la historia que mencioné arriba pueden encontrar ciertos paralelismos con esta historia, a partir del capítulo 15 hasta el 17.
—Fanfiction, 28 de septiembre de 2015.
Corregido el 28 de diciembre de 2016.
