Disclaimer: El universo de Crepúsculo no me pertenece, ya que es propiedad de Sthepanie Meyer. La trama es mía al igual que algunos personajes creados por mi. Y el fic es sin ánimo de lucro, sólo para entretener a los lectores.
AMOR EN LAS SOMBRAS
Cap.1 ESMERALDAS
Iba de camino a casa, pensando en mis tareas que debía entregar al día siguiente. Subí al autobús y me fui casi al final.
Ha sido una semana muy apurada con los trabajos que debí entregar aprobar mi semestre. El cual acabo de comenzar, simplemente me abrumo con pocas cosas, no he sido una persona fuerte. Debo admitir que debo empezar a aceptar que mi vida ha cambiado, de ser una estudiante de preparatoria, ahora soy universitaria. Y los deberes son mayores. En fin, es muy relajante saber que tengo mi casa, y no tengo que quedarme en el campus. Es una maravilla. Así puedo hacer lo que me plazca en mi casa. Já, como si tuviera mucha vida social. El hecho de tener a mis padres en otro estado es de gran ayuda y que mi tía Betsy me haya heredado su casa fue un lindo e inesperado detalle de su parte.
Ahora puedo descansar a gusto sin las presiones de las compañeras de cuarto, una lata debo decir, cuando invitan a fiestas, cuando meten al novio, cuando quieren hacer sus reuniones. No soy de esa clase. A mi me gusta más la soledad, la tranquilidad y la paz.
Si, venia pensando en todo eso, cuando bajé del autobús con tan mala suerte que casi caigo. Una mano fuerte me sostuvo a tiempo. Y agradecida levanté mi mirada para dar las gracias. Entonces vi dos esmeraldas hermosísimas, que me veían con algo de diversión.
-Gra...gracias-alcancé a decir a ese hombre. Su perfume me impactó de una manera increíble.-¡Qué bien huele!-pensé y después me encaminé hacia mi casa, bordeando el parque donde hacia la parada el camión, solo caminaba una cuadra.
-De nada, ten cuidado la siguiente vez-me dijo cuando caminé, también su voz era hermosa. Llegué a mi casa, y me desparramé en el sofá. Dejé mis cosas en su lugar y después de unos minutos de descanso me dirigí a la cocina para preparar la cena.
-¡Demonios, olvide comprar varias cosas!-nuevamente tenia que salir, pero más cerca, sin muchas ganas, fui al mini súper. Al ir caminando por el parque, la noche empezaba a caer y el ambiente era agradable. Me senté en una banca a contemplar la noche. Daba igual si cenaba un helado que un guisado. Por lo tanto me quedé mirando hacia el infinito.
-¿Esperando de nuevo el camión?-la voz me hizo bajar la mirada del cielo y ver que un ángel había bajado. Era el mismo hombre que me había ayudado apenas hacia un rato. Y en verdad era increíblemente guapo. Me quedé con la boca abierta estúpidamente mientras él me miraba divertido.
-Oh, no. Lo que pasa es que me gusta ver el anochecer.-respondí rápidamente mientras él se sentaba en la banca.
-¿Te molesto?-preguntó con una sonrisa que hubiera derretido al mismo polo norte.
-No, en absoluto.
-Me presento, soy Edward Cullen-y me tendió la mano. La cual tomé.
-Soy Isabella Swan, Bella-comenté con aire desenfadado. Él volvió a sonreír.
-¿A que te dedicas Bella, si se puede saber?
-Acabo de entrar a la universidad, estoy terminando el primer semestre. ¿Y tú?-Por alguna razón le hablaba de tú. Jamás me tomaba esas confianzas con nadie. Sin embargo él me inspiraba mucha confianza.
-Soy arquitecto.-eso me hizo pensar de inmediato. Si era arquitecto ¿porqué viajaba en autobús? Y antes de seguir pensando respondió mi pregunta.
-Acabo de mandar mi auto al taller, de hecho lo estoy esperando, me dijeron que en una hora estará listo y como no quiero dar otra vuelta mañana, mejor espero.-Su voz era un arrullo musical, estaba extasiada viéndolo disimuladamente. Uno no encuentra este tipo de personas tan guapas a menudo.
-Oh-fue todo lo que dije.
-¿Te gustaría tomar un café conmigo?-le miré algo asustada porque me consideraba una chica de lo más normal, como para llamar la atención de alguien como él.
-Lo siento, creo que debo marcharme. Un gusto conocerlo.-me despedí y me fui a mi casa, en el olvido quedó el helado y la cena. Me desvelé recordando esos hermosos ojos verdes.
Besos
Bella Cullen H.
