Hola? Si, no he muerto… Hace unos días me re encontré con este fic que ni siquiera me acordaba que había escrito... Me he motivado a seguir escribiendo este fic, aunque esto no significa que podré continuar las otras, depende del tiempo…
Espero les guste la historia, la verdad no sé de donde salió pero creo que es preciso que me despida del fan ficción con esta historia.
Hiba a subirla en un solo capítulo, pero la cosa cobro vida y se hizo una historia larga xd ojala no se aburran de leer…no es mucho pero cuando releí esto, personalmente, confieso que coincide con algunas situaciones de mi vida, no son iguales pero me pasaron y wow ¡ me dio miedo! Xd es como si hubiera escrito lo que me iba a pasar…ok, no,…pero algo parecido xd.
Ah y claro, esto se trata de un fic yaoi…si yaoi, que les quede claro. Aunque al principio no lo parezca pero lo será así que quedan advertidos nn!
Sin más demoras les dejo el primer capítulo: )
-.-.-.-.-
Heartless
If home is where the heart is…where do you go when you don't have any heart?
Iniciado: 23 de enero, 2011
Un pelirrojo suspiró cansadamente luego de haber terminado las últimas hojas de lo que sería una de sus publicaciones más importantes para poder obtener un acenso en su editorial. Estaba satisfecho consigo mismo; A su edad ya se había independizado y ahora se mantenía en un trabajo estable como editor de una revista, aunque ahora se esforzaba en que sus historias de amor fueran publicados en una de las revistas más leídas de la ciudad.
Sus verdes ojos recorrieron rápidamente las letras que había escrito tratando de asegurarse que no hubiera ningún error, todo tenía que estar perfecto para pasado mañana, cuando convencería a sus superiores de que publicasen sus escritos. Realmente no le encontraba ningún error.
Suspiró y cerró sus ojos, apoyándose en el espaldar de su asiento en su sala de estudios, o 'biblioteca' como soñaba con decirle algún día. A decir verdad, su casa era enorme, espaciosa y lujosa como para que una familia viviera allí. Cosa que nuestro pelirrojo no tenia y a pesar de que tenía tres cuartos para huéspedes en su hogar, no tenía a nadie a quien invitar, o más bien, a nadie que le interesara.
Llevaba una vida bastante normal, como cualquier joven adulto; con una novia, amigos, trabajo…vida. Pero siempre sentía que algo le faltaba, aunque a simple vista no lo pareciera. Podría tenerlo todo pero la verdad su vida le parecía aburrida, sin ninguna emoción que le hiciera vibrar…
Abrió sus ojos de golpe cuando sintió el timbre de su puerta e instintivamente miro a un reloj en su pared que apuntaba las 11 de la noche. Frunció el seño preguntándose quién se le ocurriría visitarlo a estas horas.
Se levantó de su cómodo asiento y camino por su casa, paseando por una gran sala hasta la puerta principal abriéndola con un poco de cuidado y desconfianza que pronto reemplazo con un ligero sentimiento de incomodidad al ver a su novia enfrente de él.
– ¡Suichi! – Su novia se abalanzo sobre él y lo abrazó cálidamente, sin dejarle otra opción que contestar al gesto. – Disculpa por venir a esta hora – susurró. Su nombre era Maya y había sido novia de nuestro pelirrojo desde la secundaria.
– ¿Sucedió algo? – Preguntó el pelirrojo, llamado Kurama separándose de los brazos de la chica – No son horas para hacer visitas ¿sabes? – Fingió reír aunque en su interior no tenía mucho humor en esos momentos; ¿La chica acababa de interrumpirlo mientras él estaba descansando luego de escribir tanto!...Pero ella no sabía.
La chica de cabellos cafés lo miró con cariño – Lo sé, ¡pero yo sólo quería verte! ¡No podía esperar hasta mañana! – Sonrió también, pero sinceramente.
El pelirrojo levantó una fina ceja – ¿Oh? Pero mañana estaremos todo el día juntos con los chicos – Él la amaba, si la palabra amor significa crear lazos de amistad…Pero realmente no sabía qué tan fuerte era aquel amor por Maya, a veces simplemente no sentía nada más que cariño.
– Lo sé amor, pero quería verte y tenerte cerca – Maya lo abrazó nuevamente, empujando a ambos dentro de la casa y rápidamente cerró la puerta tras de sí. – ¿No te molestaría si me quedo aquí por esta noche? Realmente a veces me preocupa que estés tan solo aquí – lo miro fijamente esperando una respuesta.
Kurama la miró también y sin darle más vueltas le dejó quedarse, como a veces lo hacía – Si quieres puedes elegir uno de los cuartos de huéspedes – sonrió inocente mientras le daba la espalda a su novia y comenzaba a caminar por la sala.
Maya lo siguió de cerca, escondiendo un suspiro de frustración. Ella tenía otra idea de donde podría dormir – Shuichi…– Dijo en un suspiro, nombrando al pelirrojo por su verdadero nombre – ¿Nunca dormiremos juntos? –
El pelirrojo se detuvo y la miro por sobre su hombro – Tu sabes lo que pienso de eso – dijo y continuo su caminar; No le gustaba la idea de dormir con su propia novia en una cama, juntos…lo encontraba muy inapropiado.
-.-.-.-
Luego de besar a su novia dándole las buenas noches, el pelirrojo subió a su propia habitación y rápidamente se acostó en su cama suspirando y esperando que el día de mañana pasara pronto; Mañana Maya y él se juntarían con sus demás amigos para pasar un buen día juntos, como lo hacían todas las semanas.
Cerró sus ojos firmemente, obligándose a dormir y soñar con tener otra realidad.
A la suerte del pelirrojo, el día llegó muy rápido y pronto ya se encontraba con su novia en una plaza esperando a sus demás amigos por llegar. Era día domingo y por lo tanto se veían rodeados de gente por todas partes.
– Shuichi estoy segura que hoy será un día grandioso – Su novia se abrazo de uno de sus brazos, ansiosa por pasar un día con los amigos de su novio.
-.-.-.-
Aunque a Shuichi le gustara más que lo llamaran 'Kurama', no había podido convencer a Maya que lo llamara por aquel nombre – Seguro pronto llegaran, Yusuke siempre llega tarde a estas cosas – le sonrió calmadamente mientras caminaba hacia algún asiento del parque que estuviera bajo algún árbol para darse sombra.
Por suerte lo encontraron y no volvieron a hablarse mientras ambos veían a la gente ir y venir; Por un lado Maya mirada a todas esas personas esperando ver a sus amigos aparecer y Kurama, por otra parte, miraba a toda esa gente con anhelo espero ver algo o alguien que captara su atención, o que por lo menos sobresaliera del resto…
Y entonces lo vió…
No muy lejos de donde ellos se encontraban, el pelirrojo pudo divisar a un chico sentado a los pies de un árbol con sus brazos en su nuca, vestido enteramente de negro….
El pelirrojo fijo su mirada en él ¿Quién usaría ropa negra en un día tan cálido? Sus ojos verdes siguieron mirando a aquel desconocido quien parecía estar descansando pero con una expresión molesta en su rostro, como si no quisiera estar ahí…
– Shuichi, quizás Yusuke y los otros no vendrán…– A su lado oyó la voz de su novia.
–hum… – La miró rápidamente y luego volvió la vista al chico de ropas negras y se encontró con unos intensos ojos rojos que lo miraban directamente a él, como si supiera que lo había estado mirando. El pelirrojo dejo escapar un aliento al sentirse atrapado por la mirada tan intensa que aquel chico le daba.
– ¿Shichi? –
Aunque escuchaba, no se sentía capaz de moverse en esos momentos, se sentía perdido en aquella mirada ¿Quién podría mirar con tanta intensidad a otro extraño….?
– ¡Shuichi a quién miras tanto! – Maya le gritó haciendo que el pelirrojo se volteara a verla, saliendo del transe en el cual estaba.
– No miro a nadie…– Le dijo sonriendo inocentemente mientras sentía que un rubor subía a sus mejillas, cosa que no quería que nadie notara.
Su novia lo miró dudosa – Siempre estas tan raro – hiso un pequeño puchero, para luego sonrió – Pero aun así eres adorable – Lo abrazó cariñosamente.
El pelirrojo la abrazó de igual forma, pero sus ojos vagaron nuevamente a donde sabía que vería a ese extraño de ojos rojos y lo encontró de pie arreglándose su chaqueta, mirándolo fijamente, sin expresión alguna.
Kurama abrazó a su novia con más fuerza, como si quisiera escapar de aquella mirada que en ese momento hizo latir su corazón. Casi sentía que esos ojos lo atravesarían…y eso, de alguna manera, le pareció emocionante…
Vio como el chico terminó de arreglarse y lo miró por última vez antes de desaparecer entre un grupo de personas que hicieron que el pelirrojo perdiera de vista a aquel joven.
El pelirrojo suspiró fuertemente, deshizo el abrazo de su novia y se le quedó mirando.
– ¡Hey tortolos! ¡No se diviertan sin nosotros! – De pronto sintieron una voz muy conocida por ellos y los novios se encontraron con Yusuke, su pareja Keiko y Kuwabara.
El pelirrojo sonrió cálidamente, sintiéndose un poco más relajado, pero aún así seguía acelerado con aquel encuentro de miradas con aquel hombre – Los esperábamos chicos – ¿Qué le ocurría?
– Lo siento chicos, Yusuke no quería levantarse esta mañana – Dijo amistosamente Keiko mientras ignoraba una mirada enfadada de su novio – ¿Estamos listos para ir? – preguntó al grupo recibiendo un 'si' unísono.
-.-.-.-
A Kurama, aunque no se sintiera totalmente cómodo, le gustaba pasar tiempo con las personas que lo querían y lo consideraban amigo. Le hacía bien a veces salir de su 'cueva' y socializar un poco…aunque a decir verdad, ese día en especial lo hizo sentirse un poco más vivo y a todos los lugares que fueron jamás perdió la esperanza con encontrar aquella mirada roja entre el montón de personas. Inconscientemente buscaba encontrarse nuevamente con aquel misterioso extraño…
Y para sus amigos no les fue difícil captar que durante todo aquél día el pelirrojo lucia muy distraído.
Finamente el grupo decidió terminar la jornada con una amena conversación en un restaurant disfrutando de tazas de té y café.
– Y dime Kurama, alguien ha estado muy ausente hoy ¿No crees? – Comenzó Yusuke mirando a su amigo pelirrojo en la mesa, cuando ya iban a mediados de consumir su café.
El pelirrojo abrió sus ojos ligeramente y luego bajo la mirada a su regazo – no sé de qué hablas –
– Es verdad Shuichi, estabas como ausente – Sentada a su lado su novia también lo interrogó.
¿Acaso todos lo interrogarían con preguntas?
– Hey, tú no eres así – Kuwabara lo miró también, esperando la respuesta del pobre pelirrojo.
Había hecho su mejor esfuerzo para que nadie notara lo distraído que estuvo, pero al parecer fracasó…
– Quizás Kurama ha tenido mucho trabajo, déjenlo en paz – Junto a Yusuke, Keiko comento, defendiéndolo.
Por fin alguien a favor…. Suspiró mentalmente el pelirrojo
Entonces comenzó entre sus amigos una amena y fluida conversación mientras cada uno hablaba sobre cómo les iba en sus trabajos y todo lo que les había pasado en la última semana que no se habían visto y para Kurama no fue difícil desconectarse de la conversación, como solía hacerlo y perderse en sus propios pensamientos.
– Quiero un café cargado –
Aunque era un lugar público y había una gran combinación de voces y sonidos, una voz en especial llamo su atención y lo trajo de nuevo a la realidad haciendo que el pelirrojo elevara su verde mirada buscando al portador de una voz tan profunda como la que acababa de oír y nuevamente se petrificó.
– Enseguida, señor –
Kurama se sorprendió al notar lo pequeño que era el mundo; a unas cuantas mesas de distancia, en un rincón oscuro del restaurant se encontraba aquel chico que había visto horas atrás y claro, le fue imposible no reconocerlo, estaba vestido tal cual lo había visto la última vez.
Ignoró completamente lo que sus amigos y novia hablaban y se perdió en las características de aquel chico. Le intrigaba, parecía como si aquel joven escondiera algo….tan misterioso que parecía invitarlo a descubrirlo….
Un momento ¿Qué estaba pensando?
Cerró sus ojos fuertemente y negó con su cabeza. Se le estaba escapando el asunto de las manos.
– Ne, Shuichi ¿Te sientes bien? – Sintió una suave mano a su lado y supo que era Maya – Estas muy callado –
Kurama abrió sus ojos concentrándose en los ojos de su novia – Estoy bien, yo sólo… – no pudo resistir en desviar su mirada hacia el extraño tipo de ojos rojos que lo miraba con una media sonrisa en sus labios.
No fue capaz de terminar la frase cuando vio a aquel tipo sonreír con tanta malicia.
– ¿Shuichi? – Maya nuevamente preguntó, esta vez tomando su rostro con amabas manos para que la mirara sólo a ella. – ¿Hay algo que te moleste? – preguntó preocupada por la actitud de su novio.
El pelirrojo sonrió falsamente – Lo siento, es que he tenido muchas cosas en mi cabeza últimamente –
– Date un descanso, Shuu…– Maya sonrió con cariño.
– A este paso Kurama vivirá trabajando – Bromeó Yusuke cuando todos volvieron a relajarse.
El pelirrojo lo miró fingiendo enojo y sonrió, relajándose también pero sintiendo que alguien más observaba.
Tenía una idea de quién le miraba, pero la verdad no estaba seguro si quería mirarlo a él también…. Sabía que habían unos ojos rojos mirándolo atentamente, como estudiando todos sus gestos y aunque eso le incomodaba, no quería que esos ojos dejaran de mirarlo…
Luego de unos momentos el pelirrojo logró distraerse y conversar con sus amigos resistiéndose a mirar a aquel extraño hasta que no puedo más y llevó la mirada al ojirojos; lo vio ponerse de pie encaminándose a los baños.
Suichi no lo pensó dos veces – Discúlpenme chicos, iré al baño – les sonrió cálidamente a todos y se levanto también de su asiento y fue hacia la misma dirección que aquel tipo, asegurándose que nadie lo siguiera.
Le costó unos momentos encontrar el baño de varones y antes de entrar se detuvo a suspirar y tratar de calmarse. No entendía por qué lo hacía…pero necesitaba sentir esa emoción en su pecho, que pensaba que ya no tenía.
Abrió la puerta con lentitud como si temiera ver algo indebido y a su suerte encontró a su misterioso extraño frente a un gran espejo mientras se mojaba sus cabellos y los arreglaba para que volvieran a quedar en punta.
El pelirrojo se quedó sin aliento nuevamente y cerró la puerta del baño tras de sí. Al parecer sólo estaban los dos ahí en el espacioso lugar. (N/A: Ya saben, esos baños públicos hechos para varias personas )
– ¿Por qué me estas siguiendo? – El pelirrojo despertó de su ensueño cuando escuchó nuevamente la voz profunda y fría de aquel hombre.
Kurama se calmó y frunció el ceño extrañado ¿siguiendo? ¡Él no lo estaba siguiendo! – Yo no he hecho eso…– se defendió calladamente sin moverse ni un centímetro.
El pelinegro en ningún momento lo había mirado, el seguía viéndose al espejo, arreglando sus cabellos – Claro que lo has hecho, te vi en todas partes – dijo inexpresivo
Kurama frunció el ceño con más firmeza – ¡Eso no es verdad! Tú eres el que me ha estado viendo…. – Hubiera seguido defendiéndose si es que el pelinegro no le hubiera dirigido una de sus miradas, haciendo que el pelirrojo se quedara mudo.
Se miraron unos momentos, como estudiando el rostro del otro; Unos ojos rojos miraban con una malvada diversión las facciones un poco afeminadas del otro y unos ojos verdes veían con fascinación cada centímetro del rostro de aquella misteriosa persona...
– ¿Decías que yo qué?...– Preguntó el pelinegro con una media sonrisa sin moverse de su lugar.
A Kurama le costó un poco retomar el hilo de lo que iba a decir – Dije que tú fuiste el que me seguía – Se relajó un poco, al fin.
El pelinegro frunció el ceño y dejó de mirar al pelirrojo – ¿Por qué querría hacer algo tan estúpido? – le dijo mientras le daba el toque final a sus cabellos, revolviéndolos para que lucieran más desordenados.
El pelirrojo se sorprendió al darse cuenta de lo que hacía. Quizás todo eso había sido obra de su imaginación y aquel tipo ni siquiera tenía interés en hablarle….
Que incomoda situación.
– Um…– se preparaba para responder cuando alguien tocó la puerta del baño.
– Nee, Shuichi, los chicos nos están esperando – Kurama se sonrojó de vergüenza al escuchar a su novia llamarlo desde el otro lado, no podía ocurrirle tantas cosas juntas.
Vio al pelinegro girarse a él mientras lo miraba con una expresión de burla.
El pelirrojo le quitó la mirada y desvió sus verdes ojos al piso, sin contestarle a su novia y sin saber que decirle a aquel tipo.
– Si no te importa, me gustaría salir de este baño – El pelirrojo elevó su mirada cuando escuchó a aquel tipo y le vio acercársele hasta quedar a unos pasos frente a él.
Kurama pestañeó extrañado hasta que se dio cuenta que él aún estaba apoyado contra la puerta y por lo tanto el pelinegro no podía salir de ahí – Perdona – dijo rápidamente haciéndose a un lado. ¡Estaba actuando como un tonto! Totalmente despistado…
El pelinegro fue hacia la puerta, pero antes de abrirla miró al pelirrojo. De cerca notó que se veía mucho más afeminado de lo que parecía a simple vista, pero aun así seguro tenía muchos pretendientes…y no podía negar que se entretuvo captando todas esas miradas que el pelirrojo le dedicó. Le gustaba leer el lenguaje corporal a veces…
El pelirrojo también le miró sin saber qué decir o esperando a que el otro extraño hiciera algo, cosa que nunca pasó.
El pelinegro abrió finalmente la puerta – Será mejor que salgas también, seguro tu noviecita te está esperando – le dijo en tono burlón mientras por dentro se divertía al ver la mirada desconcertada del pelirrojo.
Kurama sólo atino a fruncir el ceño, pero rápidamente se calmó cuando vio al pelinegro salir del baño e ir a su asiento. Suspiró y salió también para encontrarse a sus amigos que estaban más preocupados por su actitud.
Él los logró convencer con una inocente mirada y un encogimiento de hombros. A veces sentía pena de manipular así a sus amigos, pero tampoco le gustaba que se preocuparan tanto por él.
-.-.-.-
Bueno éste ha sido el primer capítulo ¿Qué les parece? Lo había empezado el 2011 y recién hace poco lo seguí escribiendo, aprovechando que tengo tiempo. También he aprovechado de leer los últimos fanfics que han actualizados y muchos son demasiado geniales! Aunque ya no veo que se suban fanfics tan seguido como antes, me da mucho gusto saber que hay buenas autoras por ahí que siguen escribiendo n,n
Saludos a todos!
