Disclamer: Katekyo Hitman no Reborn pertenece a Akira Amano, mientras que La Storia de la Arcana Famiglia es propiedad tanto de J.C. Staff y la compañía de juegos HuneX.
N/A: Y no he terminado mis otras historias, y como siempre la mala costumbre se presenta. No pude sacar la idea de mi cabeza tras verme KHR de nuevo, y terminar de releer el manga. Sumado al hecho de por fin acceder a información de las rutas de los juegos primero & del "Episode Especial" Yuureisen no Majutsushi - Vascello Fantasma de La Arcana Famiglia del blog: Love-Colored Sky
A lo largo de la historia se revelaran spoilers del juego no mostrados en el anime. Por supuesto, yo tengo una diferente forma de abordarlos a la presente en los otomes. Por lo cual no todo será tal cual en los games. Sin mencionar que, como esto es un fic, y yo soy la autora, no confíen en todo lo que escriba. Lean las notas de autor al final para saber que es verídico y que no.
Advertencias: Errores ortográficos. Posible OOC. Spoilers.
Cronología: Post-Manga (KHR). Post-Anime (LSDAF).
Ante mi se abre un camino incierto…
Prólogo
El llamado de la lechuza
Cuando piensas en una carta. Lo primero que se te viene a la mente es una hoja de papel con un mensaje escrito, a veces resguardada por un sobre. Con una bella (a veces horrible, a veces muy chueca o poco entendible) y prolija letra, empleada tanto en la dirección como en el remitente, sin mencionar el nombre del destinario de dicha carta.
Sin embargo, el sello de cera roja con la figura de la cabeza de una lechuza, resguardada por una corona de olivos y la letra "A" por sobre la cabeza del animal. Representaba algo más.
Algo inesperado. Incluso para Timoteo Vongola IX. Así como para el resto de los ocupantes del gran salón. Quienes estaban repartidos a lo largo de una mesa rectangular. Cada uno, con un sobre con el mismo sello delante de ellos.
Sin remitente. Solo el destinario.
Pero no es que fuera necesario tampoco. Solo una famiglia poseía ese escudo.
—¿Es esto una broma de mal gusto?—soltó uno de los tantos presentes, arrojando la carta despectivamente a un lado.
— ¿Quién fue la persona que trajo esto?—exigió saber otro, con tono glacial—Desde lo sucedido hace cuatro meses tras la Ceremonia de Sucesión del Decimo Vongola, parece que atentar contra nuestras vidas es alguna especie de moda.
—Normalmente, ellos, no se muestran con tanta facilidad—acotó con ligera respiración agitada un anciano, situado en una de las esquinas de la mesa. Tomándose una corta pausa, se humedeció los labios y prosiguió—Incluso tras el incidente que ocasionaron los Shimon, ellos enviaron a un representante. No dieron explicaciones siquiera. Algo si se me permite, muy descarado.
—Bueno…—habló con calma otro, reclinando la espalda en la silla— ¿Hubiéramos estado tranquilos con ellos aquí?
Un tenso silencio se formo en la sala.
—Bueno, pero ellos no emplean Box Animal o Weapons…
—No podemos asegurarlo. Por lo poco que mis informantes han podido descubrir al parecer continúan usando la alquimia y llevando a cabo diversos tipos de investigaciones.
— ¿Es obra de ese mocoso arrogante no es verdad?
—Jolly…Uno de los Consejeros. Si no es el cabeza…después de Dante.
Los comentarios iban y venían, al igual que las teorías, pros y contras de algo que ni siquiera sucedia, todavía. Por otro lado, Timoteo Vongola miraba sin expresión alguna el sello de cera. Pasando la yema del pulgar derecho sobre el relieve del sello, tocando las pequeñas hojas de la corona de olivo, así como parte de la cabeza de la lechuza.
Arcana Famiglia.
¿Cuántos años había pasado desde que escucho (siquiera en su mente) pronunciar ese nombre?
Una de las más antiguas famiglias del submundo: relativamente pequeña y aislada del mundo, sin otra cuna que una isla de nombre Regalo. Pero a su vez llena de misterios, secretos y enigmas. Poseedores de un poder único, sirvientes de una fuerza desconocida.
El Tarot.
Buscando en su mente, Timoteo trato de siquiera hacer un boceto mental de las facciones de un joven impetuoso, diez años menor que él. Ofreciéndole una copa de vino, mientras lo invitaba como si no fuera el Noveno Vongola, a tomar una merienda en el puerto. Tirando su mano de cartas al aire, maldiciendo la suerte de perder por séptima vez contra él.
Cabello rojizo, con un ligero toque de marrón. Ojos verde esmeralda. En los cuales brillaba el carisma, la determinación, el fuego, la nobleza, la bondad y el honor que Timoteo en su juventud, habia visto apagarse demasiado rápido en la mayoria de la gente.
Pero no en Mondo, cabeza de la Arcana Famiglia.
Y es por eso que no fue necesaria la intuición heredada de los Vongola para dudar del contenido de la carta. Mondo era un hombre de bien, y si habia hecho lo que hizo (aislarse, nunca aliarse con nadie, y tener una muy escasa interacción con el resto del mundo), Timoteo sabía que las razones habrían de ser de un peso mayor del que la gente normal pudiera comprender. Sin mencionar el amor de este por su tierra natal.
—Ganauche, un abrecartas por favor—pidió Timoteo, con voz audible.
Ganuche III, Guardián del Rayo del citado Noveno. Parpadeo un par de veces, antes de comprender la orden de su señor. Haciendo caso de la misma inmediatamente, sin vacilación alguna. Apartándose un poco de su Jefe, para tomar una pequeña bandeja de plata. Depositándola con cuidado a un lado del anciano.
Tomando el pequeño abrecartas de la bandeja, con un rápido movimiento. Timoteo rasgo el sobre. Extrayendo la hoja de papel carta doblada.
Las respiraciones de todos los ocupantes del salón se detuvieron, al igual que el enredado tramo de palabras, oraciones y susurros nerviosos.
Todos observaron expectantes al Novelo Vongola, quien repasaba con la mirada cada línea escrita, sin cambiar la mirada de su rostro. Al menos, así fue hasta que alzo una ceja, en obvia señal de interrogación.
— ¿Qué es lo que dice la carta, Noveno?—se animó a preguntar alguien del fondo.
El Noveno levanto la vista, tomando una profunda respiración. Aclarándose la garganta y humedeciéndose los labios. Con la carta en sus manos, comenzó a leer:
Buon pomeriggio, notte o giorno[1]. Sea la hora que sea o el día, espero que esta carta llegase a tus manos en buenas condiciones siquiera; Timoteo Vongola.
Primero he de disculparme contigo y el resto de los Vongola. Sé que es una situación obligatoria el asistir a una fiesta, sobre todo si se le invita a uno. Y créeme que me sentí con deseos de asistir a la Ceremonia de Sucesión del futuro Decimo Vongola.
Lamentablemente no me fue posible, como estoy seguro que te ha informado mi representante, una vez pasado el lio. Me ha dicho que el Decimo Vongola parece un buen muchacho, y no lo dudo ¡Tienes un juicio que rivaliza con el de mi esposa! ¡Y mira que es un cumplido!
Pero no te escribo a ti, y al resto para esto. No, el motivo por el cual envió esta serie de cartas (y mira que lo odio, ¿sabes lo que se cansa mi mano de escribir todo a mano?) es por una única razón en especifico.
Ha llegado el momento Nono. Ha llegado la hora de que Arcana se despliegue al mundo en toda su vasta extensión.
¿La razón?
Hace unos días, justo al mismo tiempo que se llevo a cabo la Ceremonia de tu sucesor. Lo mismo fue conmigo.
Inicie el Arcana Duello. Donde se decidiría quien sería mi sucesor, independientemente de su posición en la Famiglia. El ganador se lo llevaría todo, incluyendo a mi única hija, Felicitá.
Pero ¿a que no adivinas que paso…? ¡Ella gano! ¡Derroto a su padre y demostró que tiene lo apto para ser la próxima cabeza! ¡Ella será la Donna de Arcana! ¡La Reina de Regalo!
Pero, por más confianza que tenga en mi tesoro. Sigue siendo una jovencita de diecisiete años y este mundo nuestro, repleto de peligros que tú y el resto conocemos del derecho y del revés se ha vuelto complejo y yo ya no tengo lugar en él.
Es por eso que envió estas cartas. Para invitarte a ti y a toda Vongola. Así como al Mundo de la Mafia por extensión a Regalo.
A conocer nuestros secretos, que siempre hemos mantenido ocultos.
A revelarles el origen de nuestros poderes, que la gran mayoria ha temido a lo largo de la historia.
A que veas con tus propios ojos, la gran amazona que es mi hija, la futura Donna.
Los llamo a todos, en vistas de futuras alianzas.
De aquí a tres semanas. Tú, con la juventud. Pasado y futuro. Cada Famiglia, con sus sucesores y mejores hombres. En Regalo.
Con mis más efusivos deseos de salud y prosperidad, para ti, además de una esperanza de vida larga y placentera.
Mondo, "Papá" de la Arcana Famiglia.
PD: No te preocupes por el transporte, Dante y sus hombres los escoltaran en la dirección correcta, para que no se pierdan.
N/A: Lo sé, lo sé. El prologo es bien cortito. Pero no sería un prologo si fuera demasiado largo. Además, me gusta la idea de cortarlo aquí. Estoy segura de que si le agrego más no me va a gustar y terminare tirando la PC por la ventana de mi cuarto.
Glosario:
[1] Buon pomeriggio, notte o giorno: Buenas noches, tardes o días. Use el Google Traductor, lo admito.
Donna: Significa Reina, Princesa, Lady o Señora en italiano, si se le emplea en términos mafiosos. Este titulo, que se le da a Felicita, es tanto canónico en el anime como en el juego.
Tal vez no muchos lo sepan o lo recuerden. Pero Mondo tiene 59 o 60 años. Lo que lo hace más joven por una diferencia cerca de diez años con Timoteo, que al inicio del manga/anime tiene 70. Es por eso que él, lo recuerda joven a Mondo.
Hay veces que yo no sé que es el ave del escudo de Arcana. Teniendo en cuenta que tienen a Fukurota, el búho mascota de Fel, podríamos decir que es eso. Pero me gusto más pensar que representa una lechuza.
Espero se hayan interesado en esta historia, siquiera, para dejar un review con su opinión.
Con respecto al ritmo de actualización no puedo asegurar nada. Tratare de no retrasarme mucho. Aunque estoy en la universidad y es muy difícil mantener la vida como fangirl con sus hobbys (fics) y los estudios.
Pero por otro lado, es una buena cosa mencionar que tengo otro crossover "Fly to me the moon" que lleva ya 8 capítulos. Así que no deberán preocuparse porque no sea un fic largo y lo actualice. Hay esperanzas, al menos. No, chiste, si voy a actualizar. Promesa de fangirl.
