DISCLAIMER: Shugo Chara no me pertenece, yo solo juego con los personajes de Peach-Pit.

Capitulo 1:

En una noche fría, a través de una ventana abierta se podía observar a cierta jovencita pelirrosa, vestida toda de negro alistando una mochila de lona a toda prisa y cuando termino de hacerla cerró con seguro la puerta de su habitación y se acercó al balcón que conectaba con el exterior

- será mejor que me apresure o seré castigada - se dijo mientras que de un solo salto llego al piso de la calle y se echó a correr, no paso mucho hasta que paro al pie de una casa con hermosos jardines al frente de ella, la chica tomo una pequeña piedra del suelo y lo lanzó a una de las ventanas, casi al instante se asomó por la misma ventana un joven de cabellos castaños y le hizo señas para que esperase en el mismo lugar donde se encontraba, la chica hizo una mueca de disgusto y se sentó en el lugar a esperarlo; al rato el chico salto desde su ventana llegando a su lado junto a su propia mochila

- Hola Amu - saludo el chico besándole la mejilla, ella solo le movió la mano restándole importancia al saludo y empezó a caminar con el chico tras ella; ambos vestidos de negro se dirigían a la salida del pueblo - que vamos a hacer? - pregunto mirándola cuando estaban por entrar al bosque que rodeaba en su gran mayoría al pueblo

- a mi madre le llego un mensaje esta mañana, algo sobre que habían aparecido personas a los alrededores del bosque que habían sido drenada su sangre

- un asesino en serie - menciono el chico con una sonrisa en su rostro

- claro, a mis padres les llego una nota que decía, estimado señores Hinamori les pedimos que por favor se encargue de una persona ultra peligrosa ya que la policía tiene miedo de el - respondió con ironía la chica

- bueno, bueno, no es para tanto - se defendió el chico - tienen pistas sobre el blanco?

- solo dijeron que las víctimas no eran del pueblo, que aparecían alrededor del bosque y que sus cuellos estaban marcados

- uhg, todo un sanguinario de nuestra generación, sabes algo sobre las víctimas?

- todas mujeres, entre los 15 y 22 años, de buena apariencia y casi todas de buena familia

- de cuanto estamos hablando?

- de mucho, más de lo que podría sostener tu bolsillo - respondió mirando un árbol

- encontraste algo? - el chico se acercó a ella tomando su mano y quitando lo que parecía un trozo de tela sucia - es un trozo de vestido, aún tiene olor a licor en él, cuando apareció la última víctima?

- hace unas horas, cuando les llego un mensaje más a mis padres, pero yo no deje que lo vieran

El chico guardo silencio mientras se adentraban más al bosque, ambos sintieron el frío viento a su alrededor chocando contra sus rostros, tal vez las demás persona normales no lo podían percibir, pero este lugar estaba algo mal, algo que los hacia querer salir del bosque y regresar a sus acogedores hogares

- Amu, mira hacia arriba - dijo el chico despacio tocando levemente el hombro de su compañera, ella así lo hizo, no se llevó una sorpresa tan grande ya que lo había sentido desde que se aproximaban más al interior del lugar, una gran cantidad de murciélagos en los árboles y cuervos revoloteando alrededor de la zona, pero sin hacer el menor ruido

- mis padres me castigaran - dijo ella mirando temblorosamente hacia el chico

- eso te pasa por desobedecer - le dijo con una expresión tranquila - al menos yo deje una nota

- entonces esa fue la señal idiota! - la chica lo tomo del cuello de su chaqueta - ni más te invito a cazar conmigo

- hey, yo solo les dije que saldría con mi amiga - dijo el levantando ambas manos

- claro, le dices: saldré con mi amiga a dar una vuelta por el bosque pasada la media noche, no se preocupen - siguió susurrando ella - eres el más idiota Kukai!

Ambos se quedaron callados cuando oyeron pasos, se pararon junto a un árbol dándole la espalda al sonido

- sé que están ahí hijos de cazadores - era una voz fuerte y demandante - muéstrense a no ser que quieran que vaya por ustedes

Tanto Amu como Kukai se miraron y como si estuvieran sincronizados se dieron vuelta y corrieron hacia el objetivo con unas dagas en mano. Quien sea que les haya hablado ambos sabían que era a quien buscaban, el olor que desprendía lo decía todo, el olor a la sangre fresca, seguramente al día siguiente habría más víctimas como los días anteriores, pero eso estaba a punto de terminar, Kukai ataco primero, pero el objetivo se movió y falló, Amu creyó darle pero cuando observó bien se dio cuenta que la había esquivado y su daga estaba clavada en el árbol detrás de él, busco otra en su cinturón y cuando lo encontró iba a tirarla, pero vio a Kukai en su camino mientras intentaba asestarle algún golpe, todas sus patadas y puñetes eran esquivados, Amu decidió ayudarle y se puso junto a Kukai en el momento en que él retrocedió para estabilizar su equilibrio, lo miro y ambos asintieron, empezaron a golpearlos entre los dos, pero aun así no lograban darle y lo único que conseguían era cansarse, Amu utilizó la daga que tenía en la mano y se la lanzo, se oyó un gruñido como respuesta y la daga calló al suelo, las armas que ellos usaban estaban hechas de un material que las criaturas de la noche no podían tocar sin quemarse, Amu sonrió sin querer, eso ya era un logro con todo lo que estaban haciendo sin darle un solo golpe, Kukai aprovecho la distracción provocada por la daga de Amu para darle una fuerte patada en el pecho haciéndolo caer, Amu saco un pequeño cuchillo y se lanzó encima para impedir que escape sin percatarse que estaban en un plano inclinado, ambos rodaron cuesta abajo, al parecer el bosque tenia surcos llegando a la parte central, sintió pequeñas piedras clavarse a su espalda y oyó el grito desesperado de Kukai llamándola, no le importo que pasara lo que pasara siempre y cuando ella no dejara ir al objetivo, cuando dejaron de rodar ella estaba encima con el cuchillo pegado al cuello del vampiro amenazando con cortárselo si intentaba escarpar

- no intentes un solo movimiento más - dijo ella recuperándose de la caída, tomando bocanadas de aire para estabilizar su respiración

- de acuerdo, no lo haré - dijo debajo de ella

cuando ella levanto la mirada lo vio por primera vez, tenía la apariencia de un chico peliazul, piel tostada, ojos zafiros, de unos 18 años a lo mucho podría asegurar, no era como los demás a quienes había dado caza antes, él era diferente en algo, pero no sabía en que

- Amuuuuu! - oyo gritar a Kukai de lejos - estaaaas bieeeen?!

- siiiiii! - respondió ella - lo tengoooo!

- enceriooooo?! Ya voy para allaaaaa! esperaaaaaa! - después que le dijera lo obvio ella volvió la atención al chico que tenía debajo de ella

- tu eres aquel que ha estado alimentándose de las chicas a los alrededores?

- y que si lo soy? - él sonrió

- por que llevas muchas personas en tu lista - respondió - debemos darte caza cuanto antes, sabes que de esta no podrás salir?

- mientras este entre tus piernas supongo que estoy cómodo - levanto una mano poniéndola en el cuello de la chica, el tacto estaba frío, ella se estremeció y también enrojeció por el comentario del chico

- maldito vampiro pervertido - dijo ella desviando la mirada

- vaya que eres linda sonrojada - le dijo - al parecer no muchos te dicen cumplidos, deberías estar alagada, soy un buen crítico de la hermosura femenina

- no es eso! - grito la chica

- qué cosa no es eso! - escucho el grito de Kukai, ya estaba más cerca, pero no tanto como para ver la posición comprometedora en que se encontraba ella

- nada! - dijo de vuelta Amu

- él es tu novio Amu? - le pregunto

- no, no lo es - respondió rápidamente - como sabes mi nombre?

- él lo grito hace rato - dijo desviando la mirada hacia el lugar de donde provenía la voz de Kukai

- esto es mucho más peligroso - él le miro sin entender a qué se refería - tu sabes mi nombre

- bien, soy Ikuto - dijo el

- no! el que yo sepa tu nombre no importa en nada, pero si tú sabes el mío si, ya que podrías mandar a otros a matarme - Amu lo pensó un rato - Ikuto? no es un nombre muy de hoy? cuántos años tienes? 50, 60? debes ser menos de 100 para llevar un nombre así, normalmente los vampiros tienen nombres de décadas de antigüedad

- tengo 18 - dijo el - o me veo como tu abuelo?

- no, solo que pensé que tal vez tu - - bueno, eres un recién convertido?

- no - respondió el - yo nací así

- los vampiros no nacen asi - dijo Amu firmemente - es imposible que tengan descendencia

- pues te digo que mi padre es vampiro -respondió el - y siempre lo fue

- no, eso no es posible, está fuera de sus leyes de vida, los vampiros solo se crean a partir de mordidas, está escrito

- Escrito - repitió Ikuto - pero no probado - quiere que te diga un secreto de nuestra raza?

Amu se vio tentada, siempre le intereso el mundo de la oscuridad, por eso decidió combatirlo para ya no preguntarse más, pero siempre quería saber más que otros, "tanto tarda Kukai?" pensó mordiéndose el labio y asintió sin remedio

- acércate - le dijo Ikuto con una voz seductora - te lo diré al oído

Ella se agacho lentamente quitando presión en el cuchillo que tenía en la mano, Ikuto la giro quedando el arriba y le mordió levemente la oreja, cuando Amu reacciono Ikuto estaba parado y ella aun tendida en el suelo con la cara completamente roja

- lección 1: no confíes en los desconocidos Amu - le dijo él sonriéndole y desapareció justo cuando ella se paró y Kukai apareció entre los arboles detrás de ella

- y donde esta? - pregunto

- huyó - dijo Amu tocando su oreja - maldito vampiro me engaño! - Amu tiro el cuchillo al árbol que estaba junto a Kukai dándole justo al centro. Ya empezaba a amanecer

- tranquila fiera

- cállate Kukai - Amu le dio una mirada fría

- será mejor que regresemos, nuestros padres nos castigaran - dijo Kukai volviendo por donde había venido, Amu maldijo y lo siguió cogiendo el cuchillo antes de salir del lugar

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- es una chica bastante interesante - decía Ikuto

- ja! que se intente acercar - le respondió una voz femenina - ya vera con quienes está tratando esa niña

- no seas muy cruel - dijo Ikuto con una voz cansada - además, fui atacado sin razón por tu culpa

- mi culpa?! - dijo con voz indignada - te recuerdo que fuiste tú quien propuso presentarse ante esos dos y terminaste siendo atacado y casi asesinado por una chica de 14 años

- no resistí la idea de un momento de adrenalina, ustedes no son muy divertidas que digamos - dijo Ikuto despreocupado

- él tiene razón - le dijo otra voz femenina - ya deberías dejar de asesinar por placer

- las leyes nos prohíben hacerlo - dijo Ikuto

- y eso que? - dijo la primera - no se quejen de mis más grandes ideas

- a pesar que nos quedemos con un poco de sangre, no es razón para matarla, solo debemos regresarlas y ellas se recuperaran, no debes de cortarles el cuello luego de alimentarnos - dijo la más joven

- pero ellas sabrían quiénes somos - dijo la mayor

- eso no viene al caso, debemos de dejar esto por un tiempo o la próxima vez que veamos a unos cazadores no serán niños a quienes nos enfrentemos - dijo Ikuto y se alejó de las chicas adentrándose al bosque

- yo pienso igual - dijo la segunda chica - controla tu instinto asesino, sé que lo llevas en la sangre, pero no se puede hacer más que eso, o nos veremos obligados a acabar contigo

- tch, que molestos son ambos - dijo la chica y fue por el mismo camino que Ikuto

- esto a lo que te referías madre? - la segunda chica vio el cielo que empezaba a amanecer - será mejor que también me vaya, falta poco para conocernos nosotros también - sonrió a la nada y se dio la vuelta para seguir el mismo camino que habían tomado sus otros dos compañeros

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- jovencita! estas son horas de llegar?! - Amu acababa de pasar a su cuarto y justo cuando iba a quitarse la ropa su puerta empezó a sonar, no pudo simplemente ignorarla ya que sabía que ellos la habían visto llegar, todo por la estúpida nota que había dejado Kukai en su casa

- no - dijo pesadamente

- entonces?! - su mama era la más alterada - son las 5 de la mañana y tu llegas con tu ropa de entrenamiento toda sucia!

Amu y sus padres se encontraban en la sala, ella sentada en uno de los sillones y su papa en otro, mientras su mama daba vueltas entre ellos; era hija única y su madre siempre estaba alterada por su bienestar, su padre la dejaba hacer algunas cosas, aunque al igual que su madre también le había puesto reglas; como no salir con un chico hasta que el muriese, o no quedarse fuera de casa para pasar la noche en casa de un chico, aunque Kukai no contaba como uno ya que habían crecido prácticamente como hermanos desde que estaban en pañales

- Kukai te acompaño verdad? - dijo su madre y Amu la miro incrédula, "como habían dado con ella si la madre de Kukai no había llamado?" se pregunto

- no llamo su mama? - dijo sin querer

- no, lo supe porque me llego un mensaje a mi correo a la 1 de la mañana diciendo si me iba hacer cargo del caso, ya que había habido una víctima en la noche y necesitaban su solución lo más rápido posible, me dijeron que mandaron los últimos datos ya pasada la tarde, pero yo no los recogí ni tu padre, eso solo me deja a ti Amu

- ya veo - dijo sin saber que más decir

- y por lo que veo no pudiste hacer nada - dijo su padre - o me equivocó hija?

- no, se escapó - Amu miro sus manos - ya lo tenia

- te falta práctica, que se haya escapado, solo demuestra lo desentrenada que te encuentras - dijo su madre - ve a descansar, hablaremos luego

Amu subió a su habitación y cerro con fuerza su puerta, "como se le había escapado el idiota pervertido de Ikuto?" pensó, no era tan mala cazando criaturas de la noche, aunque tal vez él tenía algo que la inquietaba de sobremanera, esta iba a ser la oportunidad perfecta para demostrarles a sus padres que ella podía defenderse sola, "pero no lo logre" se tiró en su cama enterrando la cabeza en la almohada más cercana a su cara y se quedó dormida del cansancio.