El copyright y la Marca Registrada del nombre del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000. A excepción de sucesos no relacionados con lo antes mencionado.
Este fanfic ha sido basado en la canción We are never ever getting back together por Taylor Swift.
El Ipod de Rose
Capítulo 1
"We are never ever getting back together"
-Taylor Swift
Aunque el remitente fuera otro, ella podría reconocer aquella caligrafía en donde fuese que la viera, ¿Cómo podría olvidar una letra tan elegante y fina como la de él? El problema era, ¿Ahora qué era lo que quería? Fue hace seis meses cuando recibió una carta de él, la despedida.
Él la había citado en un café, hacía un mes desde que no se veían, ella sabía que las cosas no iban a pedir de boca, pero no se imaginaba que ese sería el día y el momento que él terminaría con ella.
— Esto es, ya he tenido suficiente —había dicho el con determinación mirándola con esa mirada metálica, perforándola desde lo más profundo del alma.
— ¿Qué? —Fue lo primero que pudo pronunciar la chica luego de varios segundos en silencio, un silencio donde lo único que él haría sería verla con una seriedad tan mortífera, donde el ritmo de su corazón golpetearía hasta dejarla sorda—. Dijiste que necesitabas espacio.
Por eso, habían dejado de verse un mes. Un mes donde ella contaría los días, los días para verlo, en el cual, él cortaría con ella.
— Fue para aclarar mi mente —Ella frunció el ceño, no podía creerle, era un idiota, un imbécil el cual había caído en la desgracia de enamorarse.
— Te odio, no vuelvas a buscarme — Ella no sabía cómo sentirse, enojada, humillada, herida o triste. Simplemente se levantó de su asiento, sacó algo de dinero para pagar su café y desapareció hasta llegar a su alcoba.
No iba a llorar por él, sería una estupidez, al contrario, echaría al fuego todos los regalos y pertenecías de él.
Y eso fue lo que hizo.
Ahora, era extraño y sumamente cínico de su parte que le enviara una carta "Necesitamos hablar" era lo que él pedía "He estado pensando mucho estos meses…", lo típico, "Te he extrañado y juro que voy a cambiar, confía en mí". Por favor.
Ella puso los ojos en blanco, al tiempo que caminaba alrededor de su habitación, pensando en las estupideces escritas en esa carta, que estrangulaba en su palma en un puño.
No tenía idea que era lo que más le dolía, el corazón o el orgullo.
Definitivamente, ahora era el orgullo.
¿Debía responderle, o hacer como si jamás hubiera recibido la carta?
Ella jamás iba a volver con él, jamás iba a volver, nunca de los nunca.
Pronto sus mejillas comenzaron arder, sin pensarlo, tomo la pluma y el tintero para responderle de una buena vez. Si él quería verla, pues bien, esta vez ella sería la que le diría: Jamás, de los nunca volverían.
...
— ¿Qué tal te ha ido, Rose? —La pelirroja levantó la vista del pesado libro que sostenía sobre su regazo a la luz de la sombra de un árbol. Entornó los ojos ligeramente para apreciar a la persona que la miraba con una sonrisa tan cálida como aquel día de verano.
— Hola Albus—Saludó sonriente, después hizo un ademán a su primo para que se sentara a su lado— ¿Qué dice el trabajo? —Albus suspiró cansinamente.
— Lo usual, mi padre ha estado saliendo de viaje por lo que tengo que hacerme cargo de su puesto —se encogió de hombros—, por cierto, he estado viendo mucho a Scorpius —el semblante de Rose se endureció.
— Ah que bien.
— Me preguntó por ti.
— Que le hagan una fiesta.
— Dice que quiere verte.
— Eso ya lo sé—Rose lo miró apáticamente, no tenía humor para hablar acerca de su ex novio, no cuando lo quiso tanto, desde sus años de escuela, aún lo ama, pero sabeperfectamente que tiene que superarlo.
— ¿Entonces?
— No quiero saber nada de él. Entiendo que sea tu mejor amigo, pero yo soy tu prima, Albus, y lo que él me hizo no estuvo bien, ¿Cómo esperas que acepte verlo, cuando la última vez me pidió tiempo y al mes terminó conmigo? —respingó airadamente, es su primo ¡Se supone que debería estar de su lado!
— Lo conozco tan bien como tú lo haces Rose, y esta vez, te aseguro que es en serio —dictaminó observándola tan fijamente con esas orbes de color esmeralda.
— No va a pasar —a esto, se levantó del suelo, sacudió su ropa y tomó su libro para marcharse de allí, no quería oír sermones de nadie.
Subió hasta su habitación, donde le esperaba una gran pila de trabajos por hacer, y todo este asunto de Scorpius la había retrasado bastante, ¿Por qué no la dejaba en paz? Le hartaba esa faceta de él, siempre buscaba el mejor momento para molestarla y hacerla sacar de sus casillas, como aquellos primeros días de Hogwarts, cuando recién se conocieron y habían dictaminado una profunda enemistad que duraría el resto de sus vidas, también cuando competían por responder las preguntas en clase y ganar más puntos para su casa, o, los juegos de Quidditch cuando ambos se peleaban en campo abierto por anotar más goles al equipo contrario.
Sin embargo, lo que dejó marcado su relación, fue el momento en que ambos descubrieron que, en aquella rivalidad, había algo más que una enemistad, y era que se gustaban desde el verdadero primer día.
Conforme fueron relacionándose, se dieron cuenta que disfrutaban pasar el tiempo juntos, por ejemplo, las tardes en la biblioteca debatiendo temas hasta el punto de gritarse el uno al otro, sólo por querer tener la razón. Terminarían ofendidos e indignados, pero al día siguiente sería como si nada hubiera pasado, ella lo vería y le sonreiría y él le devolvería gesto.
No importaba lo que ocurriera, ellos podríanser ellos mismos, estaban destinados a estar juntos, desde aquel primero de septiembre, cuando su padre le advirtió de él. Ella solía decir: Nunca digas nunca, pero, lamentablemente, las cosas habían cambiado.
"Todavía te quiero", vaya que esto si era casado, definitivamente no volvería con él.
Rose se quedó ensimismada en sus pensamientos. Su relación con Scorpius había traído muchos beneficios como desventajas. Él podía hacerla sentir muy especial, como uno en un millón, así como podía sacarla de sus caviles y comportarse como un verdadero idiota. Aun así, tenía que reconocer que no podía guardarle rencor y lo mejor sería verlo y aclarar todo de una buena vez. Él podría perseguirla el resto de su vida, era un Malfoy después de todo y ellos obtienen lo que quieren.
...
Habían acordado verse cerca de un parque por La Madriguera en domingo, un día familiar para todos los Weasley, el único día más próximo que podía disponerle. Él llego temprano como siempre, jamás la hacía esperar, eso era uno de los detalles que más le agradaban de él.
— Albus me convenció de hablar contigo —dijo Rose después de haberlo saludado, Malfoy torció una sonrisa no muy convencido de lo que iba a escuchar. Principalmente, la seriedad de la pelirroja era un signo de que las cosas no iban a pedir de boca.
— Te escucho —Rose cerró los ojos y tomó una larga bocanada preparándose para decirle, no era tan fácil como pensaba.
— Esto no puede seguir así —respondió después de un rato—, no puedes seguir amándome.
—¿Por qué no?
— Me pediste espacio, tiempo en pocas palabras… esto era más que una rutina, siempre hacíamos lo mismo… Tú mismo lo sabes —Scorpius bajó la mirada pensativo.
— ¿De verdad me odias tanto? —Alzó la cabeza para mirarla detenidamente, casi sosteniendo la respiración.
— No —ella negó varias veces—, estaba enfada, eso es todo —hubo silencio después de eso, donde sólo podía oírse el ruido de las hojas crujir con el viento—. Ya encontrarás otra chica. Aún somos jóvenes —aunque ayer ella quería ahorcarlo, hoy era diferente, ahora el sonreía cálidamente y se sentía mejor, como si le hubiera quitado un gran peso de encima.
Él le correspondió la sonrisa ¿Cómo podía no hacerlo? La chica que tenía frente a él era grandiosa, alguien a quien desearía llamar amiga, pero no estaban tan seguro después de lo que pasó.
Una vez que acordaron sus diferencias, ambos se sintieron mejor, ya no tenía ese peso de compromiso cargando sobre ellos, ni esa hostilidad que Rose desprendía hacia él, así como Scorpius una dependencia a ella. Albus al enterarse, se alegró por ellos, ahora podría invitar a su amigo a su casa sin tener que preocuparse si Rose aparecía igual.
Todo había vuelto a la normalidad, y lo más importante: Ellos jamás volverían a estar juntos, nunca jamás.
N/A: He estado desaparecida bastante tiempo, la razón es: Inicio de escuela, parciales, exámenes de admisión para la universidad, parciales de nuevo y proyectos! Pero en fin, Me he querido animar a participar a un concurso del foro: El Escorpión que coleccionaba Rosas, para el reto de "El Ipod de Rose". Este es mu primer concurso, a ver que tal. Así que he decidio escoger la canción de Taylor Swift y darle vida con estos dos personajes tan fabulosos y encantadores.
Estas viñetas estarán compuestas por 15 capítulos, el siguiente: Set Fire to the Rain por Adele.
Denle gracias a mi beta por ayudarme con la corrección, Emmie_Gin.
- (arroba)LivingInFairy
