DGM no me pertenece. Esto es solo un pequeño oasis para pasar el mal trago de los últimos capítulos del manga XD
Un nuevo camino
Allen había utilizado nuevamente el arca, a pesar de haber dicho que no lo haría, con tal de lograr escapar del General Tiedoll, Jhonny y Kanda para no causarles más problemas. Él debía estar solo, si estaban con él solo sería una carga. No quería que más exorcistas comenzaran a dudar de la inocencia y se convirtieran en caídos.
Aunque parecía que su travesía de escape no había funcionado como él hubiera deseado.
— ¡Idiota brote de habas!—le dijo Kanda enojado, sosteniéndolo de su abrigo— ¡¿por qué estás tan empeñado de alejarte de nosotros?!
—No debiste venir Kanda, no quiero causar problemas, no más. Además, es peligroso estar a mi lado.
—Ya de por sí eres un problema andante así que, qué más da.
Allen se deshizo de su agarre y lo miró detenidamente.
—Eres un idiota. Nunca debiste volver a la Orden, estabas bien siendo libre.
—Alma ya está muerto, así que tomé la decisión de venir en tu ayuda, estúpido.
Las típicas peleas entre ellos eran cosa de todos los días, pero ahora había un poco de camaradería en ellas.
Ninguno de los dos pudo decir algo más, ya que Kanda fue empujado por alguien, chocando con otra persona conocida.
—Cuidado, Yu.
— ¡¿Lavi?! ¿Qué haces tú aquí?
—Me trajeron—explicó señalando con la cabeza a la persona que lo había llevado allí, la cuál fue la culpable de empujar a Kanda—ya sabía que haría algo así al verlo.
Kanda se fijó de lo que el conejo hablaba y no entendió nada de lo que sucedía.
— ¿Y esos dos qué hacen?
Allen se encontraba sentado en el suelo, debido a que también había recibido el impacto de un cuerpo sobre de él. Estaba un poco sorprendido por tal bienvenida, pero no es como si no hubiera sucedido antes. Road Kamelot estaba sobre de él, abrazándolo y besándolo como aquél día en el arca.
—Te extrañé tanto, Allen—exclamó Road sonriente soltándolo un poco.
— ¿Road? ¡Road! ¿Estás bien? ¡Pensé que el apócrifo te había….! ¡Ese día desapareciste y no supe nada más de ti!—Allen la sujetaba del brazo con fuerza para verificar que ella en verdad estuviera ahí.
— ¿Te preocupaste por mí?
Allen notó la sonrisilla en su rostro y decidió soltarla.
—No…es solo que desapareciste por protegerme y eso no me agrada…
— ¿Crees que moriría con ese simple ataque? ¿Qué tan poco me conoces, Allen?
—Eres demasiado extraña como para conocerte bien, además siempre estás llena de misterios y no dices las cosas claras.
— ¿Ahora estás enojado?—Road rio.
Allen la miró molesto.
—Mejor dime, ¿qué haces aquí? ¿cómo me encontraste?
—Durante estos tres meses he estado intentando conectar mi sueño contigo, pero no lo he logrado. Por suerte, sentí que utilizaste el arca y vine hasta aquí a verte.
— ¿Sentiste que utilizara el arca?
—Yo fui la que pasó toda la información de tu arca a la nueva, además puedo sentir quién la usa, por lo que sé cuándo eres tú quien la utiliza.
—Ahora entiendo.
— ¿Quieres ir a la mansión Campbell, verdad? Yo puedo llevarte, especialmente ahora que no tienes a Tim.
El rostro de Allen se llenó de dolor al recordar a su compañero de viajes y amigo.
—Tim era un buen compañero para ti, ¿verdad?
—Él ha estado conmigo todo este tiempo.
—Tal vez no pueda reemplazar a Tim, pero sí puedo servirte de compañía Allen, además puedo ser útil para ti—Road sonrió.
Allen la miró confuso. Jamás podía entender a esa Noah. Parecía tan agresiva al principio, pero ahora cada vez que se la encontraba, lo ayudaba. ¿Quién era ella realmente y por qué hacía esas cosas por él?
Allen soltó una pequeña carcajada y suspiró.
—Se supone que eres mi enemiga, pero siempre me estás ayudando. ¿Por qué haces eso? ¿Quién soy yo para ti?
— ¿Quién eres para mí? Ya te lo he dicho antes, me gustas Allen.
— ¿Te gusto por ser Allen o por tener las memorias del decimocuarto?—ese detalle era algo importante en ese tema.
—Neah no tiene absolutamente nada que ver con mis sentimientos por ti, a mí me gusta Allen y solamente Allen, tonto.
Allen solo pudo reír ante ello. En realidad eso era tranquilizante y reconfortante. Era bueno tener a alguien que lo quisiera por ser quién es.
—Me alegra escuchar eso Road. Me alegra saber que hay alguien aún en el mundo que no le importe que yo sea el decimocuarto.
Y sin pensarlo ni proponérselo, Allen acarició el cabello de Road, acercándose a ella para poder besarla.
Ella aunque sorprendida por aquélla acción, aceptó con gusto.
Mientras tanto Lavi y Kanda miraban aún confundidos.
—Bueno, no me esperaba que Allen también la besara.
— ¿Qué relación traen esos dos?
—No lo sé, pero parece que se han olvidado de nuestra presencia.
—Hay que golpearlos entonces.
—Hey, espera un poco Yu, no seas tan brusco, dales un poco de espacio.
Al separarse, Allen miró a Road sorprendido por su propia acción.
—Yo…no quería…bueno…es que…
—Me besaste—dijo ella con una sonrisa en el rostro.
—Lo sien…
—No te atrevas a disculparte por ello—silenció Road posando un dedo en los labios de Allen.
Él sonrió tímidamente.
—Entonces, gracias Road.
Road se acercó nuevamente a Allen con la intención de repetir el beso, pero el chico del parche los interrumpió.
—Oigan ustedes dos, comprendo que están felices de encontrarse, pero no creen que se han olvidado de nosotros y de a dónde debemos de ir…—Lavi se encontraba sentado junto a ellos con una sonrisa divertida en el rostro.
—Calla Bookman Jr., no interrumpas ahora…
Road lo empujó un poco, apartándolo con su mano, para aprovechar el momento y darle a Allen ese beso que tanto quería repetir.
Allen la miró sonrojado. En verdad había olvidado la presencia de Kanda y ni siquiera se había percatado de Lavi, pero se avergonzaba que ellos hubieran visto toda la escenita que armó con Road.
—Lavi, no te vi llegar—le confesó riendo avergonzado.
—Obviamente, si andabas besuqueándote con Road.
Allen no pudo debatir eso.
—Road fue quién me trajo—explicó el pelirrojo.
— ¿No se suponía que los Noah te tenían secuestrado?—intervino Kanda.
—Yo lo saqué de ahí—explicó Road—nos será útil hacia dónde vamos.
—Te lo repito Road—le dijo Allen—sabes más cosas de las que dices.
Ella solo sonrió.
— ¿Cómo pueden confiar en ella? Es una Noah.
Kanda aún no confiaba en ella. No después de haberlo provocado cuando hicieron despertar a Alma.
—Yo solo confío en ella—confesó Allen—aunque realmente no sé por qué, pero lo hago.
Road rio encantada con esa respuesta.
—Antes de ir a nuestro destino, es mejor que comas y duermas un poco Allen.
Las tripas de Allen gruñeron ante la mención de la palabra comida.
Kanda gruñó exasperado.
—Y ahora tenemos que esperar que el estúpido brote de habichuelas descanse y coma. Genial…
— ¡Es Allen, Baakanda!
—Después de tanto tiempo siguen tratándose igual, ¿eh?
— ¡Cállate Lavi!—le gritaron los dos.
Road no pudo evitar soltar una carcajada.
—Ustedes tres me recuerdan un poco a Tyki y a los gemelos. Son tan divertidos.
Allen la miró avergonzado por la típica pelea que había iniciado.
—Pero como soy la única que sé el camino, tendrán que hacer lo que yo diga, así que dejemos a Allen descansar y comer.
—No hubiéramos perdido el tiempo si ustedes no se hubieran tardado tanto en su reencuentro—mencionó Lavi burlón.
— ¡Ahora tú Lavi!
—Loufa estará muy triste de saber esto, Allen.
— ¡Lavi!
—Eres un rompecorazones, Allen.
—¡Oye!
