skalkflkasgklalsk regresé con mi humorístico Jerza bbys! Espero y les guste esta cosita fluffy OoC xdd No sé porqué, pero en mi headcanon, Erza no sabe cocinar ¡y no me importa si sí sabe, en mi imaginación y drabble no sabe, jm!


.

.

.

.

.

{ Chocolate amargo }

Jellal estaba tranquilo, leyendo el periódico en la sala de su nuevo hogar. Mientras que su novia Erza Scarlet, se encontraba por ahí husmeando en la cocina. Oh sí, luego de tanto tiempo de cobardía, Jellal, gracias a las palabras de Erza (y espadazos, muchos espadazos) él comprendió que debía de aceptar el amor. Y que mejor, que aquel que aquella chica de cabellos escarlata le profesaba.

—Oh sí… esto es lo mejor. Sin nadie persiguiéndome, ni gremios oscuros a la distancia—suspiró contento—Una vida feliz.

Mas sus pensamientos fueron interrumpidos, al oler algo, que provenía de la cocina.

Por lo que se asustó al ver, como su querida, amada y adorada novia, estaba sacando cosas de la alacena al mismo tiempo, que se ponía un mandil amarillo con dibujos de pollitos. Y Jellal tragó saliva, cuando vio que Erza sacaba unos huevos y encendía el horno.

Ya que para nadie, mucho menos para él, era un secreto que Erza poseía unas desastrosas habilidades culinarias. Incluso recuerda como en la navidad pasada, cuando la maga de armadura quiso preparar el relleno para el pavo, muy misteriosamente aun para todos, este explotó en el horno, ni que decir de la salsa de arándonos altamente endulzada que había preparado. Aun sacaba escalofríos en todos al recordarla.

Por lo que Jellal, tragando saliva y escuchando a Erza cantar quien sabe que cosas de armaduras, se atrevió a acercarse y preguntar:

— ¿Qué estás haciendo?

— ¡Voy a hornear un pastel de chocolate!

Jellal sintió su estómago llorar.

—… ¿Qué?

—Voy a hornear un pastel Jellal—volvió a decir con una pequeña sonrisa—Mañana es el aniversario del gremio, así que pensé, en lugar de comprarles un pastel, les llevaré uno casero—elevó el cucharón al aire— ¡Sí que soy la mejor!

El mago de cabellos azules se mordió el labio, mientras que con los brazos cruzados, se quedaba un poco alejado mirando a su novia cocinar.

No vaya a ser, que le estrelle los huevos en la cara.

….

Y para desgracia de Jellal, Erza horneó el maldito pastel. Y en lugar de tener el color café común, aquel bonito y brillante marrón, el pastel estaba café oscuro, muy, muy oscuro.

Más oscuro que cualquier cosa que Jellal haya visto en su vida. Por lo que tragó saliva, y miró a la maga que comenzaba a según ella, preparar el betún.

—Erza…

— ¿Si?

—… ¿Puedo probarlo antes de que lo lleves Fairy Tail?

Preguntó, sin apartar los ojos de aquella masa oscura no identificada. Y Erza, solo sonrió.

— ¡Claro!

Y cortó un pedazo pequeño rectangular, mientras que lo ponía en un plato y se lo entregaba. Jellal tragó saliva, y con un tenedor, metió a su boca un poco de aquella cosa.

Lo probó. Su estómago lloró y pidió que lo matara ahora mismo. Esperaba que sus amigos de Fairy Tail le hicieran un altar o lo coronaran rey después de esto.

—E-Está delicioso—se mordió la lengua para decirlo—Oye Erza, creo que quiero todo el pastel para mí.

Dijo. Trató de no vomitar, o al menos, no enfrente de ella. Y Erza, solo ladeó la cabeza, pero luego sonrió. Una sonrisa muy amplia y brillante a opinión de Jellal. Él puede ver como ahora, los ojos de Erza brillan de felicidad.

— ¡Por supuesto!

Jellal sintió pánico en su interior. Ya que estaba confirmando, el pastel se había quemado, e incluso, Jellal podía jurar que había sentido unas cáscaras de huevo crujir entre sus dientes.

Pero el pastel se había quemado, había sido asesinado por el fuego ardiente.

Y Jellal lo sabe, esa noche el viviría un infierno.

—Muchas gracias Jellal.

Pero sonrió.

Porque quemado o no, era un pastel de Erza Scarlet después de todo.

.


# Usagi-chan.