Contraparte.
Qué pasaría si no pudieses oír los latidos de su corazón, o ver sus mejillas teñir de un rojo hermoso, de verla cerrar los ojos y acompasar su respiración aún ritmo lento. Te lo imaginas sin embargo no quieres verlo.
La respuesta es tan sencilla que te abruma, vale, no todos los días te explican algo tan complejo con tres simples palabras, aquellas que volverían tú mundo de cabeza y dejarían un vasto agujero. Peor aún, te harían tan desdichado de sólo pensarlo, porque ya lo sufriste una vez; un error idiota si me es permitido decirte.
Dejarías de existir.
Si ella desapareciera de tú mundo, le seguirías. Podrías quizás tardar algunos meses, quizás si de verdad fueses fuerte un par de años, pero te a seguro que no más, eres tan cobarde. Sin embargo supones que ella puede vivir sin ti.
¿Y si no fuera cierto?, si en un remoto caso ella tampoco pudiera vivir sin ti, yo te diría lo que sentirías, felicidad; de un modo tan intenso que te asustarías en un principio. Y no sería muy justo juzgarte en ese estado, ya que, sin duda alguna no tendrías demasiada culpa. Sólo la suficiente para impedirte convertirla y condenarla, al igual que tú y tus hermanos. Suena obvio ¿No?
En contraparte escondes tus miedos en el afán de protegerla¿Pero de qué la proteges exactamente?, sabes que sí ella fuese Vampiro habría menos problemas. Pero eres demasiado egoísta al ponerla en plato para otros, porque exactamente ese es tú miedo.
De que ella se dé cuenta que no vales mucho y que por supuesto, hay Vampiros infinitamente mejor que tú, y eso mi amigo, te carcome. No quieres que ella se sienta atraída por los buenos y moralistas inmortales que, estás completa y absurdamente seguro, lucharían por el corazón de alguien como Bella. Pero sí hasta los Licántropos tratan de quitártela.
Porque siendo sinceros, palabra entre amigos. Edward Cullen no se merece a alguien tan hermoso como Bella, lo supiste desde el primer momento en que la vistes, cuando sin querer, fuiste memorizando cada rasgo, particularidad y gesto de ella; para descubrir que ese día…
¡Lo sabes!, más sin en cambio te niegas a aceptarlo¿Quieres que lo deletreé?
E-l-l-a t-e a-m-a.
Ves como se forma tú sonrisa, ves como el miedo se disipa cuando la oyes susurrar.
-Te amo.
Entonces sientes el frío metal correr por tú dedo anular. La has atado y lo seguirás haciendo de todas las formas posibles, ella será tuya irremediablemente, hasta que ella lo quiera así.
Pero creo que tú sentido común te dirá que no es momento de pensar en eso. Menos el día de tú boda, el primer día juntos en una eternidad.
Porque siempre has estado seguro que tú contraparte lo deseaba y lo hizo. La ponzoña en el cuerpo de Bella es un signo inequívoco.
Pero no cualquier ponzoña.
Solo la tuya.
