Descargo: Los personajes no me pertenecen, son obra de Hiro Mashima.


Las pérdidas más dolorosas son repentinas.

Erza muere de manera repentina, sin previo aviso, sin advertencia. Amanece muerta, los médicos no logran identificar la causa, no presenta daños externos ni internos, su magia fue estable hasta el último momento, durante esos meses nunca dio aviso de una dolencia ni molestia. Ella sólo murió.

La noticia destruye Fairy tail, en todos los aspectos posibles, sacude sus cimientos y los lanza contra el piso. Nadie sabe que pensar al respecto, cómo actuar o reaccionar, incluso el maestro está perplejo, sentado en la barra como es costumbre, con los ojos perdidos y nublados con pensamientos que nadie, además de él, conoce. Durante al menos dos minutos lo único que se oye dentro del gremio son sus respiraciones, perfectamente sincronizadas, delicadas como el hielo más fino, temiendo hacer el menor ruido. Wendy rompe en llanto y eso es todo lo que necesitan para reaccionar, los murmullos se extienden, las voces se rompen con el pasar de los segundos y en poco tiempo Wendy no era la única que siente que una parte de ella era arrancada sin piedad.

Como era de esperarse la noticia se extiende con rapidez, las cartas de apoyo y las visitas de otros gremios llueven sobre ellos. Pero Fairy tail no es el mismo, durante el primer día los ojos están perdidos en el pasado, negándose a aceptar los hechos, observando el ataúd como si de algo ajeno se tratase. Los días siguientes sólo son lágrimas.

Jellal se entera un día después, en una tarde soleada, mientras recolectaba información sobre un gremio oscuro. Al inicio no lo cree, se dice a sí mismo que es sólo un rumor, Erza no moriría de un momento a otro, ella no dejaría su gremio, sus sueños; no se disiparía en el aire ni se evaporaría como la lluvia. No tiene más opción que aceptarlo cuando es Meredy quien se lo comunica, en voz baja y temiendo a su reacción. De pronto, para Jellal, el final del túnel no brilla tanto; si mira a su costado no ve los colores tan deslumbrantes y la gama de rojos, de pronto, no está completa.

El entierro de Erza se lleva a cabo en un día soleado, en medio de sollozos y gritos ahogados, acompañados de una sombra que observa en silencio, con la mirada hueca, y el rostro neutro, sin demostrar emoción alguna; pocos se percatan de su presencia, pues son pocos los capaces de sentir el dolor ajeno cuando están tan llenos del propio.

Los siguientes meses son difíciles. Fairy tail logra reponerse a la pérdida, poco a poco, paso a paso, todos van recuperando el brillo, manteniendo consigo el recuerdo de sus ojos marrones siempre cálidos. Pero aún hay momentos en los que, justo antes de que las peleas dentro del gremio se intensifiquen, todos se detienen, esperando algo que no va a suceder, observando hacia el lugar en el que Erza solía estar, luego vuelven a golpearse, beber y reír, cada vez con menos dificultad, en cada ocasión sus corazones duelen menos y están un centímetro más cerca de lo que ella hubiese querido.


Decidí escribir sobre Erza y terminé matándola, es raro, pero ya estaba escrito, así que aquí está.