Disclaimer: los personajes así como su universo del harryverso pertenecen a Rowling.

Este fic participa en el minirreto de octubre para La Copa de las Casas del foro Provocare Ravenclaw.

Tenía que tener el miedo de un personaje, lo que vería ante un boggart, ya esté este o no; y debía tener entre 100 y 400 palabras. Pues bien, cojo un miedo -deformado y tonto- y tiene exactamente 400 palabras. Todo correcto, todo en orden.


Eileen Snape era una mujer fea, de piel amarillenta como la cera y ojos hundidos; pero, sobre todo, era una madre afectuosa.

Por eso se tragó su miedo (¿tragas o escupes? Ya sabéis lo que hacía la señora Snape) y se acercó a la tienda de Bichos feos de cojones, al final del Callejón Diagon. Ella odiaba a esos chuchos pulgosos, pero su pequeño hijo —debemos matizar que tenía ya quince años y los huevos, como quien dice, negros— deseaba con todas sus fuerzas un perro como mascota.

Bien era cierto que Eileen podría haber acudido a la tienda de mascotas del barrio muggle o haberle pedido un cachorro a la vecina, que recientemente había tenido un affair con el perro del alcalde. El resultado fue un híbrido, pero eso, señores, es otra historia.

Lo que finalmente aconteció, para bien o para mal, fue que la pobre compró un boggart, ya que este adquirió la forma de un feroz perro de pelaje negro y dos ojos. Esto es importante, si no, no haría semejante redundancia.

oOoOoOoOo

—¡Oh, mamita linda! ¿Me lo has comprado?

Severus Snape, adolescente escuchimizado y asqueroso, dejó en la entrada su baúl de Hogwarts y se dirigió hacia el salón. No podía creer las palabras de su madre, que aseguraba haber adquirido un bonito ejemplar de canis lupus familiaris.

—Tonto la haba que es este niño —murmuró Tobías mientras se reincorporaba, ataviado con unos calzoncillos blancos bastante holgados, y buscaba tanteando su botella de Ron Barceló—. Si eso es un Furby.

Sí, Tobías era muggle y cuando miraba al boggart, lo veía tal como era. Peludo, ojazos, color llamativo. Un puto Furby, en resumidas cuentas. Y he aquí el temor y desilusión de uno, y las buenas intenciones que quedan en nada de la otra.

Severus, con las lágrimas bailando un buen y señor paso doble en sus ojos, miró hacia el Furby barra perro barra boggart barra…

—¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! —gritó despavorido el joven, como lo haría una maricona en pleno Chueca—. ¡Champú para pelo graso antiencrespamiento! ¡Os odio!

Le propinó una patada al champú, en un ataque de valentía gryffindoriana, giró sobre sus talones y se marchó hasta su habitación, cerrando la puerta con un tremendo golpe.

¿Qué pasó con el boggart?

El siguiente día que el señor Tobías Snape fue a su bar favorito, tenía un nuevo llavero de color magenta y ojos enormes.


En fin..., no tengo mucho que añadir, solo una buena dosis de vergüenza; pero tenía que publicar algo ya para que no le quiten puntos a mi casa xDDD

¿Reviews?

Venetrix Black