"... así que espero, en fe de lo excelente persona que sé que eres, que no rechaces estas cartas de uno de tus mas grandes admiradores ahora que se encuentra encerrado en un Hospital Psiquiátrico (no, no estoy loco, doctor… o al menos mientras escribo esto no).
Espero tu respuesta.
W. G."
-¿Y para quién es la carta?-pregunto Alana, sentada enfrente de la reja de la cárcel que los separaba a ella y al ex analista criminal, ahora prisionero.
-para un amigo-contesto Will, demasiado tranquilo para la psicóloga, anotando los últimos datos del destinatario
-¿amigo?
-conocido-reconoció Will, extendiéndole la carta ya cerrada y con el destinatario reluciendo sobre el sobre-un escritor... bueno, no es escritor tal cual, pero escribe... y a mí me gusta lo que escribe. Y ahora que estoy aquí, creo que será descortés de mi parte que ya no escriba en sus entradas-la miro al rostro-me harías un gran favor al enviarla... aunque creo que saldrá un poco costoso el envío, teniendo en cuenta para donde va dirigida
-descuida, yo lo cubriré-Atala lo miro, inspeccionando si algún rastro de desequilibrio se pudiera notar en su personalidad, o en la rutina del día de hoy; sin embargo, no encontró absolutamente nada. Solo era tranquilidad y ya. Y eso la desconcertaba en demasía.
-tengo que irme, Will...-parecía un poco incómoda por la situación, aun no había tenido el debido tiempo para digerir que Will Graham hubiera sido apresado por el asesinato de Abigail Hobbs.
-gracias, Atala-le contesto simple, regresando a sentarse en su cama, dejando a la mujer con la palabra en la boca.
Para cuando Atala salía del edificio, miró el destinatario de la carta que Will le había pedido de favor enviar al tener obvio acceso denegado a una computadora y así a un correo electrónico.
Sinceramente, ¿Quién vivía en 221B Baker Street, en Londres, Inglaterra, como para que Will se quisiera comunicar con él a toda costa?
Gracias por leer :) Ojala y la idea que tengo en mente sea de su agrado.
