Hola a todos.
Algunos me conocerán y otros no lo harán.
Pero si entraste aquí, es porque sentiste una pizca de interés en mi historia (aunque con una summary como este, no creo que uno que otro morboso haya podido resistirse, jeje, no es para ofender).
Y antes que nada, mis agradecimientos por utilizar tu tiempo para leer esto (no sé porque, pero siento la necesidad de ser muy formal y no me quedo tranquilo hasta no escribirlo, lo siento).
Esta era una idea que no pude quitarme de la cabeza al recordar un tema sobre las reacciones del cuerpo humano, por lo que si hay algún practicante en medicina leyendo esto, que no se moleste en corregirme por algunas incongruencias médicas, que es un fic, no una clase sobre analgésicos, aunque no le quito el deseo y la posibilidad de hacerlo, jeje.
Aun así.
Dejen una review si hubo algo que les gusto o que no les gusto (me gustaría más la primera, jeje. Okno.).
Espero que lo disfruten. Que tengan un buen día.
El día a día de un estudiante aspirante a héroe no es fácil. En especial para los alumnos de la U.A.
Ataques repentinos por parte de cualquier villano random. Entrenamientos rigurosos que serían catalogados como tortura. Exámenes y cursos intensivos que pondrían al viejo Albert Einsten orgulloso.
Mantener el ritmo e alcanzar la habilidad y capacidad requerida para sobrevivir un semestre en dicho lugar, era digno de admiración. Ese era uno de los puntos por los cuales los héroes egresados de la U.A. eran tanto los más cotizados como los más elogiados, tanto por la sociedad como por otros héroes en práctica. Aunque también se ganaban un gran odio por parte de villanos y de algunas escuelas en competencia.
Por esa razón.
En pleno fin de semana.
Ciertos estudiantes de dicha escuela, podían tener un breve momento de paz.
O eso era algo que creían.
El sol se escondía en los gigantescos edificios de la ciudad, dando paso a un cielo naranja indicando que muy pronto se acercaría el anochecer.
Midoriya Izuku, junto Todoroki Shouto. Se encontraban de regreso a los dormitorios después de un breve entrenamiento con respecto a la experiencia acumulada en el uso de sus quirks.
— Es increíble ver que cada vez tienes un mejor dominado de tus llamas. Casi ni sentía que la temperatura había aumentado en el campo de entrenamiento. — Midoriya comentaba emocionado por ver el desarrollo que había realizado su amigo medio albino, al recordar como todas las ráfagas de fuego que disparaba llegaban a carecer de control tanto en potencia como en calor.
— Es bueno ver que ya no te rompes los brazos cada vez que usas el tuyo. — Dijo Todoroki recordando como en medio de su entrenamiento, casi una andanada de hielo impactaba con el joven Midoriya quien se encontraba volando por el aire para practicar la fuerza de sus saltos, tuvo suerte de haber reaccionado a tiempo y contrarrestar la ráfaga con cuatro disparos de dedos seguidos proporcionados por sus nuevos guantes.
— Si, aunque no pude evitar el granizo que callo. — Respondió el peliverde tocándose la cabeza por reacción, en búsqueda de algún pedazo de hielo sobrante en dicha zona.
— Aquí hay uno.
— Gracias.
— Y otro.
— Gracias.
— Y… Otro…
— Gracias…
Al ver que los pedazos de hielo no parecían desaparecer de su cabeza, alzo su mano izquierda mientras las flamas empezaban a surgir.
Midoriya no demoro en entender lo que quería hacer.
Y obviamente, con el deseo de no ser brócoli hervido.
— No.
— Tranquilo. Solo era una broma. — Respondió Todoroki manteniendo su implacable expresión de Poker Face.
— ¿Enserio? Nunca te había escuchado hacer bromas. — Dijo Midoriya al escuchar las palabras del joven mitad hielo y fuego.
— ¿Enserio?
— N- No parecías hacer de esas… — Respondió nervioso al ver como la expresión del joven estoico había cambiado ligeramente… A unos milímetros nada más.
— ¿Así es como me ven?
— No creo que todos…
— Ya veo…
Fue así como acabo su conversación.
— Yo~… Midoriya… Todoroki…
— Hola…
Hasta que el dúo formado por el pelirrojo Kirishima Eijiro, y el rubio Kaminari Denki hicieron presencia.
— Ah… Kirishima-kun. Kaminari-kun. Buenas tardes.
— Buenas tardes.
Saludaron, uno más animado que otro, al ver como el dúo se acercaba a ellos.
— ¿Van en la misma dirección que la nuestra? — Pregunto Kaminari mientras le seguía el paso al peliverde y al medio albino junto con Kirishima.
— Parece que sí. Solo regresamos a los dormitorios después de haber entrenado el uso de nuestros quirks. — Dijo Midoriya respondiendo la pregunta del rubio.
— Si, se puede ver por los trozos de hielo en tu cabeza Midoriya. — Señalo Eijiro al ver el cabello del peliverde, siendo también muestra de la práctica que había realizado en el campo. Cosa que ya no le sorprendía al nombrado.
— ¿Por cierto? ¿Ustedes donde estaban? — Pregunto Izuku sintiendo curiosidad por las actividades de sus compañeros.
— Yo también estaba en el campo de entrenamiento para aumentar la fortaleza de mi endurecimiento con las rocas. — Respondió rápido y sincero el joven Eijiro.
— Algún día deberíamos hacer entrenamiento juntos, me gustaría un practicante en combates cuerpo a cuerpo. — Sugirió Midoriya pensando en la posibilidad de poner en practicar distintas técnicas de combate con su compañero, a la vez que aumentando el control del One For All.
— Eso suena bien. Una batalla entre hombres siempre es bienvenida. — Respondió alegre el pelirrojo chocando sus puños en forma de emoción.
— Yo también estuve practicando en el campo. — Añadió repentinamente Kaminari, ocasionando un silencio tan repentino que podría cortarse con un cuchillo.
— ¿Bromeas?
Siendo Todoroki en realizar dicho corte. Ocasionando una ligera punzada en el chico eléctrico.
— Oye, eso ofende.
— ¿Estas bien Kaminari? Te puedo llevar con Recovery Girl si lo deseas.
Fue Kirishima el que dio la oferta. Ocasionando un segundo punzón en el joven pikachu.
— ¿Tú también?
— Tal vez solo sea un efecto secundario por el uso constante de su quirk, a causa de las constantes cargas eléctricas emitidas en su cuerpo…
Y para evitar toda el parloteo del modo murmurador de Midoriya.
Finalizo con un tercer punzón para Kaminari, lo que le dejo rendido en el suelo.
¿Cómo es que no podían creer que al menos una vez no podría tomar la iniciativa para practicar?
Ah, sí…
Porque era Kaminari.
— Púdranse… — Susurro tristemente el joven, parece que estar cerca del rubio explosivo pegaba algunos hábitos.
Esto solo provoco una ligera risa ahogada por parte de su compañero pelirrojo.
— Lo siento. Lo siento. Es que no es habitual verte en el campo de entrenamiento.
— Lo mismo digo yo.
— Perdón, Kaminari-kun.
Los tres se disculparon, o al menos la mayoría lo hizo.
— No importa, creo que es normal. — Suspiro ignorando los antiguos comentarios de sus compañeros, sabiendo que esta especie de juegos eran común entre hombres.
— Aun así. ¿Que no me vieron cuando destroce una andanada de hielo con mi electricidad? Y sin sufrir cortocircuito.
— ¿Enserio? Creí que eso lo hizo Midoriya.
— Y tú realmente deberías ver hacia donde lanzas tus ataques, de no responder quedaría como paleta congelada.
— Lo siento.
— Aunque es bueno ver que has empezado a mejorar en la cantidad de poder liberado como en tus tiempos de reacción Kaminari-kun.
— ¿Eh? ¿En serio? ¿Tú crees? Digo… ¡Claro que así es!
Y mientras los jóvenes seguían con su charla, no se dieron cuenta de que el joven Kirishima se había detenido a unos metros de la entrada de los dormitorios, siendo Midoriya el único en chocar con el joven.
— Lo siento, Kirishima-kun, no me di cuenta que te detuviste. — Se disculpó rápidamente Midoriya.
— Eh… No… No te preocupes, es solo que… — Respondió Eijiro teniendo una mirada confundida hacia los dormitorios.
— ¿Hum? ¿Qué sucede? — Pregunto Kaminari acercándose al dúo verde y rojo.
— Bueno es solo que… ¿Recuerdan quienes se habían quedado en los dormitorios?— Pregunto el pelirrojo teniendo vagos recuerdos de los que se habían quedado en dicho lugar.
— Hasta donde recuerdo, Yaoyorozu y otras chicas…
— ¿Y sus nombres…? — Susurro. ¿Quién? Ustedes elijan.
— Eran las únicas personas que se habían quedado en los dormitorios. El resto de los chicos no se encontraban en los dormitorios. — Respondió Todoroki escuchando la pregunto de Kirishima, mientras se acercaba al trío.
— Eso fue cerca de una hora y media. ¿No? — Supuso el pelirrojo. A lo que Todoroki solo asintió ligeramente.
— Tal vez solo estén haciendo cosas de chicas. — Comento Kaminari rápido como un rayo.
— De ser así. ¿Por qué las ventanas están cerradas? Todavía no es de noche. — Dijo el pelirrojo sintiéndose confundido por el estado de los dormitorios. Si bien era normal que cerraran las ventanas y cortinas, eso era mayormente cuando todos los alumnos de la clase A se encontraban dentro del complejo o cuando el lugar era abandonado.
— Ahora que lo dices, también dejaron la puerta abierta y parece que no hay alguna luz encendida. — Dijo Midoriya viendo otro detalle dentro del edificio, sintiéndose tan extrañado como su compañero.
— Tampoco han enviado algún mensaje de que se retirarían o saldrían del lugar. — Dijo Kaminari revisando su celular, recordando la constante comunicación que tenían a través de un chat grupal que habían formado para el salón.
— Tal vez solo se fueron a dormir temprano. — Concluyo Kaminari de forma rápida sin darle muchas vueltas al asunto.
— Como sea. — Aunque para el joven Todoroki no le era de gran importancia, entrando al lugar que se encontraba en plena oscuridad, siendo acompañado también por el trío.
— Vaya que está vacío. Parece que ni siquiera hubo un alma aquí. — Comento Denki al ver como la oscuridad rodeaba el interior de la sala, con algunos objetos recibiendo la poca luz del sol que se filtraba por las ventanas. — Enciende las luces Kirishima.
— Ok… ¿Uh? ¿Qué rayos?
— ¿Qué sucede Kirishima-kun? — Pregunto el peliverde a su compañero.
— Es extraño, presiono y presiono el botón pero las luces no se encienden. — Informo el pelirrojo sobre el estado del objeto.
— Habrá ocurrido un cortocircuito.
Todos miraron inconscientemente al joven rubio. Quien solo alzo las manos en forma de defensa y protesta.
— Tal vez Yaoyorozu y las otras chicas…
— ¿Y sus nombres?
— Salieron a buscar a algún profesor para solucionar el problema, eso explicaría porqué el lugar está a oscuras. — Dijo Todoroki dando un posible sentido al estado de los dormitorios.
— Puede que tengas razón, aunque… ¿No han notado que huele extraño? — Añadió Midoriya detectando un extraño aroma dentro de la sala.
— Es cierto, se siente casi apagado pero hay un extraño olor aquí adentro.
— ¿Ropa lavada?
— Es mas como flores o algo así. No lo sé amigó.
— Me recuerda a una colonia lleno de increíble publicidad engañosa, aunque olía bien.
Mientras que Denki y Kirishima seguían comentando el clima.
Midoriya había decidido buscar la fuente de dicho aroma siendo guiado por su olfato.
— ¿Eh?
Hasta que encontró la fuente de dicho olor.
— ¿Qué es esto? — Encima de una de las mesas del comedor, el joven Midoriya agarro un extraño objeto, no se podía ver claramente por la oscuridad, pero se sentía largo, grueso y sólido, casi como si fuera un tubo de drenaje pero con una textura más lisa y seca.
— ¿Una vela aromática? — Dijo Todoroki alumbrando el objeto en cuestión con su teléfono celular, al recordar que utilizar sus llamas provocarían que el sistema de aspersores del techo se activaría aunque hubiera un cortocircuito.
— Sabía que estaban haciendo cosas de chicas. — Rápido como el rayo, hablo Kaminari.
— Que actividades más extrañas tiene las mujeres. — Comento Kirishima al no entender el gusto femenino.
— Oigan, miren esto. — Dijo Midoriya viendo una caja con otras 5 velas parecidas a la que tenía en sus manos.
— Es todo un paquete de velas… — Dijo el rubio demostrando lo obvio.
— ¿A quién crees que pertenezcan? — Pregunto el pelirrojo.
— Obviamente no lo sé. Pero viendo lo sofisticado del olor creo que sería de Momo-chan.
— ¿Qué te hace creer que es de Yaoyorozu? — Pregunto Todoroki por la repentina mención de la vice-presidenta.
— Bueno, parecía por el aroma, creo que sería algo que se pondrían los de alta clase para relajarse o algo así.
— Ya veo… — Finalizo Todoroki haciendo una nota mental.
— Por cierto. ¿Qué estás leyendo Midoriya? — Pregunto Eijiro viendo como su compañero peliverde, quien había dejado la vela en la mesa con anterioridad, parecía estar leyendo algo con la poca luz que le daba su celular.
— Oh… Es que dentro de la caja había una carta. — Dijo Midoriya mostrando la hoja de papel impreso a su compañero. — Parece ser la descripción del producto.
— ¿Acabaste de leerla?
— Aun no, pero parece que estas velas no son solo aromáticas. También tiene propiedades sedantes, analgésicas y anestésicas, o al menos así dice la caja.
— Oh… Mira en la zona de advertencias. Creo que está escrito algo extraño. — Apunto Kaminari hacia la zona más baja de la carta, en unas letras rojas algo sobre…
¿Excitación?
— Al tener ketamina dentro de su composición, se recomienda no mantenerlos encendido por más de una hora. Los efectos secundarios pueden ser delirios, alucinaciones, confusiones, excitación y conductas irracionales.
Cuando Midoriya había terminado de leer la advertencia en voz alta, sabía que sería peligroso que el olor del lugar se mantuviera por mucho tiempo en la sala.
— Que alguien vaya a abrir la puerta para que el aire se disperse.
Lo que no sabían.
Era que desde el momento en el que entraron a los dormitorios.
Ya estaban en peligro.
— ¡¿Huh?!
Siendo muestra de ello, la fuerza con la cual fue cerrada la puerta de los dormitorios, tomando por sorpresa a todos los chicos.
— ¿Qué rayos? — Exclamo Eijiro acercándose a la puerta y tomando la perilla para abrir la puerta. Intento que fue inútil al ver como la puerta no cedía por más fuerza que aplicara. — Oigan. ¿Quién atasco la puerta?
— Mejor déjalo por el momento antes de que arranques la puerta, lo mejor sería abrir las ventanas para liberar el aire. — Sugirió Kaminari a la cortina más cercana para abrirla.
— ¿Eeeeeehhhh…?
Grande fue su sorpresa al ver que la ventana en la que se acercaba estaba cubierta por varias capaz de papel plástico y pedazos de cartón mal colocados a su alrededor. Pero eran casi los suficientes para que ningún grito escapara de esas paredes.
— No solo es esa, también las demás. — Exclamo Midoriya sorprendido al ver como las demás ventanas que revisaba, estaban en el mismo estado que la de Kaminari.
— Esto ya está siendo extraño. — Dijo Kaminari un poco asustado por el ambiente que empezaba a tomar el lugar.
— Ciertamente. — Fue todo lo que pudo decir Todoroki ante lo irreal de la situación.
No entendían como. No sabían cuándo.
Pero lo que si sabían y temían.
Era que alguien les había tendido una trampa.
"¿Quién…"
"Esta…"
"Detrás…"
"De esto…?"
Sin que se dieran cuenta.
Cuatro pares de ojos acechaban desde las sombras del lugar.
Todos con una ligera sonrisa tanto de emoción como de felicidad.
Al ver como sus presas habían caído exitosamente en su maquiavélica trampa.
Solo era cuestión de tiempo.
— Hora de la cacería.
Dentro de poco.
— Hum…
Esos chicos.
— Jeje…
Estaban por sufrir.
— …
La mayor experiencia de sus vidas.
