Corazón en reparación.
El Dr. Hans, se encontraba platicando con uno de sus compañeros de trabajo, llamado Kristoff.
—Dicen que una nueva cardióloga vendrá, creo es la hermana de Anna, ya que hasta donde recuerdo ella ya terminó la universidad.
—Esa pelirroja insoportable que tienes por novia ¿Tiene una hermana? Si es así no quiero ni conocerla.
El rubio rió con ganas ante el comentario del otro, debido a que Hans no fue del agrado de su amada y ella tampoco nunca fue del agrado de él, aunque nunca hubo motivo alguno como para que se detestaran tanto.
—Elsa, te agradará.
—No.
Kristoff, tomó un sorbo de su café, a la vez que seguía de pie al lado de la máquina de café del hospital de Anderrelle.
En ese mismo momento, el rubio observó como la rubia que era hermana de Anna, se acercaba a ellos con una pequeña sonrisa en los labios, esa joven doctora estaba acompañada por el director del hospital, por el Sr. Weselton, pero en cuanto un pelirrojo llamado Oaken se cruzó en su camino tanto el director del hospital como Elsa se detuvieron hablarle.
—Mira, Hans, ella es Elsa.
Dijo Kristoff, señalando levemente a la recién nombrada, y el Dr. Hans que se mantenía pensativo y a la vez miraba hacía otra dirección, miró hacía donde el rubio le indicó quedando así deslumbrado ante tanta belleza.
— ¿Hans?
Llamó, el novio de Anna al pelirrojo pero este ni siquiera fue capaz de mirarlo porque simplemente había quedado encantado con la hermosa rubia que tenía a escasos metros de él, tanto fue su fascinación que ni parpadeó con de no perderse ni un movimiento de esa hermosa joven que le provocaba demasiada emociones juntas.
— ¡Elsa, ven!
Dijo el futuro cuñado de esta, y la rubia al percatarse de su llamado se disculpó con los presentes y se encaminó hasta donde estaban Kristoff y Hans, esperándola, aunque el pelirrojo apenas podía disimular lo encantado que estaba con ella.
—Hola.
Saludó ella, y el rubio le devolvió el saludo y ella al ver que ese atractivo pelirrojo no decía nada se quedó mirándolo fijamente y Kristoff la imitó.
— ¿Tu amigo es mudo, Kristoff?
—No, pero odia a tu hermana.
Respondió como si nada provocando el asombro de Elsa, aunque las palabras que dijo el novio de Anna carecieron de importancia en cuanto Hans habló.
—Creo que me duele el corazón.
Dijo queriendo posicionando su mano sobre su corazón, sin siquiera mirar ya que solo tenía ojos para Elsa.
La joven al ver a Hans, rió levemente.
—Ahí no está el corazón.
Dijo Kristoff, al percatarse de que el pelirrojo había colocado su mano sobre el lado derecho de su pecho, cuando era más que sabido que el corazón estaba hacia el lado izquierdo, pero todo había sido una excusa para llamar la atención de Elsa por ser una cardióloga.
— ¿Así que le duele el corazón?
Rió ante la pregunta recién hecha.
—Con solo verla a usted, Elsa, hasta el más grande dolor se espuma
Añadió poéticamente provocando un gran sonrojo en la hermosa rubia.
Amo a esta hermosa pareja n.n
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