Boku no Hero Academia/My Hero Academia no me pertenece.
Inspirado por un mini-comic del usuario がま en pixiv (o gmmg004 en Twitter).
KatsuDeku. Muerte de un personaje.
Gracias
Al abrir la puerta no espera encontrarse con él. No lo espera porque no sabe cómo debe tratar con esto pero al ver su rostro se da cuenta que él tampoco lo entiende.
Le invita a pasar y se hace a un lado para permitirle entrar. Cuando cierra la puerta y se gira ve la figura del muchacho parada en medio del pasillo y ver su espalda le hace comprender que él lleva una carga igual de pesada que la suya.
—¿Te ofrezco algo de beber? —pregunta al joven sin mirarlo y le hace señas para que la acompañe a la sala.
No hay respuesta por parte del otro y no está segura de cómo interpretar su silencio.
—Haré un poco de té —anuncia antes de dirigirse a la cocina.
Le pide que tome asiento mientras la bebida está lista y el muchacho deposita el maletín que ha cargado desde que hubo entrado sobre la mesa de centro. No ha notado el objeto antes y al verlo puede alcanzar a leer un nombre que conoce a la perfección, siente un nudo en la garganta pero resiste, retiene las lágrimas aunque su respiración poco a poco se estropea.
Se quedan en silencio un momento hasta que el agua hierve y se levanta para preparar el té y llevar dos tazas junto a éste para servirlo.
No ha servido té para dos personas en un tiempo.
Le extiende una taza al joven y éste la acepta sin decir nada. Mira al menor entretanto bebe su té, no ha quitado la vista de encima del maletín desde que lo hubo dejado; lo observa con detenimiento y a pesar de que varios mechones de su cabello caen sobre su rostro se percata de que los bordes de sus ojos están casi igual o más rojos que los suyos. Ha llorado por él.
De repente el menor deja la taza en la mesa —Éstas son algunas de las cosas de Izuku —ha hecho una pausa antes de decir su nombre, le cuesta hablar de él.
Como no ha visto al joven desde aquella vez que le visitaron con la intención de comentarle sus planes tras la graduación así como de su relación no ha tenido oportunidad de conversar con él.
Sin embargo ya no lo necesita.
Sostiene entre ambas de sus manos la taza casi vacía y descansa ésta sobre su regazo, piensa en su hijo y debe soportar el dolor —Tú deberías quedarte con ellas, Katsuki.
Cuando sus miradas se encuentran no puede evitar sonreír ligeramente por la sorpresa que ve en los encarnados orbes del joven y en el momento en que advierte sus ojos llenándose de lágrimas se levanta de manera abrupta.
Llega a su lado y lo abraza, lo sostiene con todo el cariño y comprensión que puede darle.
—Gracias por haber elegido a Izuku —le agradece al borde de las lágrimas.
El muchacho acepta su abrazo y siente cómo lentamente se quiebra bajo sus brazos. Ha querido a su hijo tanto como ella y no duda que Izuku le ha amado igual.
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