PRÁCTICAS PROFESIONALES
Estoy a un semestre para culminar la facultad a nivel licenciatura, papá me ha dicho que no tengo de qué preocuparme ya que en su bufete de abogados tengo un lugar seguro al igual que Susana y Karen mis dos hermanas mayores. Ellas por sí solas han demostrado ser muy disciplinadas en las áreas que escogieron para especializarse, todo lo contrario a mí, yo soy más soñadora, desaliñada en mi forma de vestir, tengo amigos de todas las índoles sociales y menos responsable que mis hermanas.
El decano académico convocó a una reunión a los 400 alumnos que egresamos este ciclo escolar para informarnos los procedimientos para la titulación y para los que quisiéramos hacer prácticas para la preparación antes de nuestro examen. – Candy, nosotras haremos las prácticas profesionales para perderle el miedo a la relación laboral y tener un poco de experiencia antes de la graduación, ¿tú harás las prácticas? –Me cuestionó mi mejor amiga Samantha O'Donell
–Mmm, no. Aprovecharé las tardes libres de mi último semestre para consentirme un poco, mamá quiere que me una al trabajo del bufete de papá al momento de graduarme, obvio, después de regresar de nuestro viaje de graduación, he esperado tanto por él que no pienso perdérmelo.
–Diana y yo nos hemos enlistado para participar, creemos que nos ayudará conocer el funcionamiento de la empresa a la que nos envíen, será todo un reto. Deberías animarte.
–En caso de hacer prácticas profesionales las haré en alguna escuela, no quiero hacerlas en alguna empresa, quiero hacer mi vida laboral distante a todo lo que me ha rodeado. No necesito que nadie más evalúe mis conocimientos y aptitudes.
Diana comentó – Este año será diferente y emocionante. Todos los que se enlisten serán sorteados para cubrir las diferentes empresas que apoyan a la Universidad y eso nos da la oportunidad de conocer a diferentes personas.
–No tengo interés en conocer a más personas, conozco a tantas como puedo atender en mi vida social. Y no quiero trabajar en ninguna empresa, no quiero tener que levantarme todas las mañanas y luchar con qué ponerme para verme presentable… quiero algo más cómodo…
–No deberías negarte a la oportunidad de hacer nuevos amigos, pero respetamos lo que piensas… y tarde o temprano tendrás que usar ropa diferente –argumentó Diana
Me despedí de mis amigas y John me alcanzó antes de iniciar mi camino hacia mi última clase del día –Candy, ¿Te enlistarás?
–¿Tú también? –Lo vi asentir con su cabeza –Yo no tengo tanto ánimo de hacerlo y no creo que exista el poder para convencerme. Me niego a una vida laboral en alguna empresa por ahora…
–No será solamente en las empresas, podrás hacer tus prácticas en algunos lugares del gobierno, como hospitales, estancias infantiles, orfelinatos, escuelas públicas…
–¿Es enserio?- John tenía ese poder sobrenatural de convencerme sin pedirlo...
–¿Estuviste en la reunión con el Decano Académico?
–Ummm, Nop
–Ya veo. Bueno te dejo que ya voy tarde a mi última clase–Me dejó a unos cuantos pasos para ingresar a mi salón, pero no entré, en lugar de ello me apresuré para alcanzar al Decano quien caminaba hacia la Rectoría.
–Decano, soy Candice White y deseo saber si aún estoy a tiempo para enlistarme para las Prácticas Profesionales…
–Candice, es un gusto que quieras unirte a este proyecto piloto que en caso de arrojar resultados se implementará para el futuro, como sabemos nuestro sistema educativo es más que suficiente para que ustedes salgan totalmente capacitados para enfrentarse al mundo laboral y para ocupar las mejores vacantes, eso en algunos casos y en otros más específicos, pensamos también en todos aquellos quienes sus padres son empresarios, nuestro llamado es para que ellos puedan ampliar sus horizontes y no limitarse al núcleo familiar…
–Entiendo, mi padre tiene un bufete de abogados pero a mí me gustaría apoyar en algún centro social más que en alguna empresa…
–¿Cuál es tu especialidad?
–Ingeniería Informática.
–¿Y en qué lugar te gustaría apoyar?
–Pensaba en un hospital o en alguna escuela pública, puedo apoyar en algún área administrativa, o en clases de computación … pero que no sea en ninguna empresa, por favor.
Ingresamos a su oficina y platicamos abiertamente de mi temor a involucrarme en la empresa de mi Padre, y no es que papá sea estricto conmigo, sino que no quiero estar en compañía de mis hermanas quienes no soportan mi forma de ser.
Siempre me critican por mi mal gusto para vestir, que no me guste andar con ropa de diseñador todos los días no quiere decir que no sepa combinar mis jeans favoritos con una blusa y unos zapatos cómodos… También no sé cómo podría relacionar mi carrera con la abogacía, ellas prefieren el mundo de papel y yo el electrónico.
–Muy bien Candice, ya estás enlistada para las Prácticas Profesionales y te pondré en la categoría de Escuelas Públicas. – Indicó al terminar de capturar mi nombre en su computador.
Agradecí y me retiré de la oficina de Decanatura. Por la noche le platicaba emocionada a papá mi "próxima gran aventura" como practicante.
–Lo harás muy bien pequeña, eres muy inteligente al igual que tu madre y hermanas.
–Gracias por animarme, al principio tenía mis temores, Sam y Diana me han comentado que no estaremos juntas que se hará un sorteo, así que yo fui a solicitarle al Decano que me brindara la oportunidad de estar en cualquier lugar a excepción de alguna empresa.
–Por supuesto, eso lo solicitaste porque no quieres vestirte bien –Atacó Susana –¿Cuándo comprenderás que eres una White y no una mendiga? Al momento que pongas un pie en la empresa de papá tendrás que hacer un gran esfuerzo para verte al nivel de nosotras –Dijo señalando a Karen, mi otra hermana. Resoplé y les hice una mueca.
–¿Papá has pensado en brindar la oportunidad de trabajo en casa? Yo podría trabajar desde aquí para no darles a "tus hijas" la oportunidad de avergonzarse de mí.
Papá sonrió e hizo un gesto de "no les hagas caso" y mamá se limitó a decir –Su hermana es tan bonita como ustedes dos y si ella se siente bien usando vaqueros y tops deben respetarla.
Al culminar la cena me dirigí al cuarto de Ponny, mi nana, es una mujer mayor y mis padres le tienen un cariño muy especial considerándola parte de la familia.
–Nanita –dije al momento de recostar mi cabeza en sus cálidas piernas –Haré mis prácticas profesionales en una escuela pública y estoy muy emocionada, daré lo mejor de mí para que contraten mis servicios y así pueda evitar trabajar con Karen y Susy…
–Hija –Pasó sus arrugados dedos desenmarañando mis rizos –Son tus hermanas y deben llevarse lo mejor posible, nada te cuesta poner de tu parte para que eso sea posible. –Su tono risueño hacía cualquier reprimenda un gran cargo de conciencia.
–Tal vez, pero debes de reconocer que ellas también deben poner de su parte para que eso pueda ser realidad.
–Ellas no han venido a escuchar mi consejo, pero tú sí.
–Bueno, no venía a hablar de ellas sino que estoy muy emocionada porque el lunes me dirán a dónde tendré que ir.
–Me da mucho gusto por ti niña mía, recuerdo cuando eras todavía una cosita pequeña que dependía de mí para muchas cosas… el tiempo ha pasado muy rápido y ahora eres toda una mujercita que muy pronto se valdrá por sí sola en todos los aspectos…
Giré mi cuerpo para poner mi rostro hacia arriba –Nana, no te he platicado que me gusta John ¿Verdad? –Mi corazoncito emocionado movía mis labios y palpitaba dentro de mi caja toráxica –Es tan atractivo, tan dulce, su cabello negro le da un toque muy especial a sus ojos grises… siento que lo amo y que estoy perdidamente enamorada de él.
–El amor ha tocado a tu puerta mi pequeña–Mi nana sonrió, ella era mi confidente y mi amiga desde que iba en cuarto año. – ¿Él te corresponde?
–Es muy amable conmigo… pero no. Él siempre está detrás de Diana, mi amiga.
–Amor no correspondido, mmm, si no tienes cuidado sufrirás mucho.
–No, me he propuesto conquistarlo, a Diana le gusta otro chico, Alejandro.
Platicamos durante mucho tiempo, para precisar un poco antes de media noche, para mí mi nana es muy importante y yo para ella. Ponny es ha sido la nana de las tres pero conmigo tenía un cariño muy especial a pesar de los años.
–Nana, ¿podemos hacer mañana los panquecitos de queso crema que tanto me gustan?
–Claro que sí mi niña, hace mucho tiempo que no nos metemos juntas a la cocina y si tu corazón ya comienza a palpitar por los chicos es necesario que sepas al menos hacer cinco menús diferentes, uno para cada día. –Sonreía por su intento de broma.
–Contrataré a un cocinera… es más, cuando yo me case tú te vendrás a vivir conmigo, tú le dirás lo que ella hará y te dedicarás a descansar conmigo...
–Me agrada tu propuesta pero yo soy muy vieja, mejor te enseñaré a hacer todo lo que sé para que siempre tengas algo con qué recordarme.
–Nana, sabes que no me gusta cuando hablas así…
–Te enseñaré... y anda a tu habitación que ya casi es hora que amanezca y tenemos una cita para hacer los panecitos…
Perezosamente me levanté, es sábado y quería permanecer más tiempo en cama. Pero ni decir nada, tengo una cita con mi nana en la cocina y hoy ella me dejará hacer los panqués. Todas las veces que los hemos hecho yo le había ayudado y hoy ella me ayudará a mí… espero no arder la cocina.
–En 40 minutos tendré mi primer producción de panquecitos rellenos de queso crema, si salen bien, he pensado en hacerlos para vender…–No soy para nada empresaria y reconozco que me los comería antes de que alguien pudiera hacerme un pedido.
–Estoy impaciente por probarlos, y mientras llega el momento podemos aprovechar para limpiar la cocina que ha quedado como campo de guerra –Miré a mí alrededor y no estaba muy desordenada, bueno no tanto.
El fin de semana pasó como un relámpago en plena tormenta y la emoción de conocer el lugar a donde haría mis prácticas profesionales me hizo deslizarme de mi confortable cama. Tenía que ir lo más presentable posible, así que me dirigí a mi armario en el cual la mayoría de mi ropa eran jeans, cazadoras y blusas. Unas cuantas faldas, uno que otro vestido… todo quedaba descartado. También pensaba en cómo pasaría la mañana entre mis clases vestida con algo "presentable" así que sin dudar me coloqué unos vaqueros, los combiné con una playera ceñida al cuerpo y unas botas de agujetas color beige, con suela de goma, a mi criterio se ven presentables, me sujeté el cabello en un moño alto y di forma a mis rizos lo más que pude. Tomé mi bolso con mi portátil e hice mi camino a la universidad. Para mi gusto estaba muy bien presentable, iba a ir a una escuela pública no tenía que presentarme en traje de noche tipo Miss Universo para impresionar. De cualquier forma había agregado a mi atuendo un saco femenino que se ajustaba muy bien.
A media mañana nos convocaron a los que estábamos enlistados al Auditorio para que se nos dieran indicaciones. La mayoría iba de traje y corbata, mis compañeras iban de falda, tacones y blusas elegantes.
Fueron nombrando las empresas y los perfiles de quienes integrarían los equipos de becarios, vi como poco a poco mis compañeros iban haciendo grupos y poniéndose de acuerdo en las horas de salida y lugares de reunión para hacer su camino juntos a las empresas asignadas.
–Candice White… escuela pública Número 17 –Nadie de mis compañeros iría a ese lugar y muchos me vieron con incredulidad. Mi familia es considerada dentro de las familias empresarias y gozamos de una estabilidad económica muy buena y solvente.
Son 5.20 horas diarias de lunes a viernes de prácticas profesionales que debemos brindar por los próximos tres meses, lo que hace un total de 340 horas de servicio. Muy diferente a los residentes de Medicina y Educación, ellos hacen un año y un semestre respectivamente.
Este semestre nuestra última clase es de 11:00 a 13:00hrs. Por lo tanto nos presentaremos de 14:00 a 19:30 hrs. Dirigí mis pasos a la oficina de Decanatura por mi hoja de presentación para el rector, no me la habían entregado al mismo tiempo que al resto de mis compañeros porque mi nombre lo habían escrito mal: Candace en lugar de Candice.
–Candy, que bueno que te veo –Me dijo el decano mientras yo esperaba mi turno para pasar con su secretaria–Hay un cambio de planes. –Mi corazón palpitó con nervios como preparándose a una mala noticia.
Coloqué una sonrisa en mis labios y pregunté –¿Qué tipo de cambio?
–Una alumna se ha enfermado, es de tu misma especialidad y hemos prometido enviar 15 alumnos a la empresa de asesores financieros más grande, he pensado en ti y anexé tu nombre para cubrir el total de alumnos.
Lo miré con sorpresa y miré mi ropa –No vengo preparada para ir a alguna empresa, usted no puede hacerme esto –Dije con un poco de desesperación y nervios en mi voz.
–Por favor Candy, tú eres más que la ropa que llevas puesta y no te ves nada mal –Me dio una sonrisa que no puede corresponder.
–No, en verdad no puedo.
–Lo harás muy bien, he revisado tu expediente y tienes las mejores calificaciones que muchos de tus compañeros, sé que pondrás en alto el nombre de la Universidad.
Maldición, mil veces maldición… no tengo el tiempo para ir a mi casa y ver que puedo ponerme encima e ir a alguna tienda no me ayudará en mucho, tendría que cambiar todo mi guardarropa y no es ninguna opción pedirles a mis hermanas alguna de sus prendas…
Consulté mi reloj que se abraza tiernamente a mi muñeca y noté que apenas tenía tiempo para presentarme en la "empresa". Miré la hoja y mis ojos no podían creer el nombre de la mentada institución "Grandchester: Asesoría Financiera" Si algo había escuchado de los Grandchester era que la nueva generación era un tanto arrogante, en especial el mediano de los tres hijos.
–Mierda de todas las mierdas…. Noooooooooooooo, maldito decano académico…. - Conduje lo más rápido que pude, aun así llevaba cinco minutos de retardo. A todos específicamente nos esperaban a las 14:00 hrs. Se nos "agradecía la puntualidad". Por ir de prisa, al descender de mi auto no tomé mi saco para completar mi vestimenta. Corrí con desespero hacia la recepcionista quien me indicó que mis compañeros estaban en la sala de reuniones desde hacía 10 minutos. ¿En qué maldito momento mis cinco minutos se habían convertido en 10?
Mientras recibía indicaciones presencié una desagradable escena, un atractivo muchacho le gritaba a quien considero que es el dueño de la empresa:
–No puedes frustrar mis planes para atender a un grupo de inexpertos, me niego. Que los atienda Archie o Stear…
–Terrence, no me levantes la voz y he dicho que los atenderás, si lo prefieres que te ayuden tus hermanos. Los chicos merecen tu respeto por su tiempo y su servicio, debes mostrar más educación y tratarlos de la mejor manera. No quiero ningún tipo de quejas.
Todo el lugar estaba impecable, desde el guardia que me abrió amablemente la puerta y me señaló hacia dónde dirigirme hasta la pulcritud con la que estaban vestidos padre e hijo, y yo… en jeans…. Maldita sea mi suerte… deseé con todo mi ser salir corriendo pero no pude.
Pasó tan cerca de mí que pude percibir su aroma y su mala vibra, una mezcla un tanto rara… pero también aprecié lo apuesto que es…
–Gracias señorita. –Tomé mi carta de presentación e hice mi camino hacia el lugar en donde aguardaban mis compañeros… seguro mis 10 minutos se habrían convertido en una eternidad. Llamé a la puerta que se encontraba cerrada
–Adelante –Respiré profundo y saqué fuerzas por encima de mi voluntad que me pedía… mejor dicho… que me gritaba salir de ese lugar.
–Lamento mi demora –Cualquier explicación sonaría como excusa y no era lo más indicado para iniciar. Miré a mi alrededor y todos mis compañeros estaban vestidos adecuadamente, como si estuvieran en una reunión de ejecutivos y no de becarios.
–Se ha equivocado de lugar, señorita. Aquí no es la sala para la entrevista de afanadoras, nosotros contratamos el servicio de limpia a "Clean for ever "-sentí como me sonrojaba ante las palabras del ser más pesado y pedante. Mis compañeros se rieron de su comentario y yo me pasé mi vergüenza con el nudo más grande que jamás había sentido en mi garganta.
–Terry, –Otro de los chicos que estaban al frente me miró con una sonrisa que podría calificar como sincera –No le hagas caso, mi hermano es un poco exigente, siéntete bienvenida ¿Traes tu carta de recomendación?, llegas un poco tarde y ya habíamos pasado las presentaciones personales… soy Stear y él es mi hermano Archie, y aquél –Señaló al odioso que se mantenía sentado en una silla recargada en la unión de dos paredes, tenía una pierna encima de la otra y los brazos cruzados a la altura del pecho, demostrando lo más que podía su indiferencia hacia nosotros–es Terrence
–Sí, gracias, lo lamento –Dije estirando mi mano que revelaba mis nervios y coraje haciendo temblar la hoja que estaba entre nuestras manos.
–Tu nombre….
–White, Candice White…
El chico de nombre Archie tomó la palabra y comenzó con la inducción de lo que es la empresa y lo que esperaban de cada departamento – Ahora les indicaremos sus áreas correspondientes y les presentaremos con sus jefes directos. Cualquier asunto que quieran tratar pueden dirigirse con nosotros, pueden sentirse en la confianza de hacerlo, cabe señalar que haremos todo lo que esté de nuestra parte para apoyarles siempre y cuando no interfiramos en las decisiones de sus inmediatos. ¿Alguna pregunta?
–¿Trataremos directamente con los clientes? –Preguntó una chica de nombre Annie Britter
–No, pero estarán presentes en las negociaciones –Respondió Stear, como siempre su sonrisa estuvo presente.
–Así que les pedimos que siempre estén lo mejor presentable posible –Dijo Terrence con ironía en su voz, con su mirada azul y penetrante sobre mí…. ¿Qué yo estoy presentable, hasta desnuda soy hermosa? Le miré de la misma forma que él me miraba, yo no solía intimidarme, bastante experiencia tenía con las críticas de mis hermanas. –Se presentarán de acuerdo al área laboral a la que se les asigne… Candice por favor acompáñeme…– Mis piernas temblorosas se negaban a sostener mi cuerpo pero mi orgullo me sacó de esa situación –Tú no tendrás que preocuparte por venir lo más presentable posible, ya he pensado el área en la cual te asignaré… de acuerdo a tu presentación en este día… –Sus hermanos le miraron y Archie le negó con la cabeza y suplicaba con la mirada que no cometiera ninguna estupidez, si yo lo pude ver seguramente Terrence también…– Harás tus prácticas profesionales en el comedor de la empresa. –Todo el mundo rió, tímidamente pero se rieron de mí.
–¿Qué? Vestida como estoy puedo hacer el trabajo de todos ustedes pero ustedes vestidos como están no pueden hacer el trabajo que yo haré, eso me hace estar por encima de ustedes –Gracias orgullo.
Levantó su ceja y esbozó una mueca de lado intentando sonreír. –Sígame. –El maldito infeliz caminó tan rápido que agradecí haberme puesto jeans y botas porque con falda y tacones jamás lo habría alcanzado.
Es la nueva historia chicas...
Espero sea de su agrado
su amiga Abby
Nice Day =)
