Era un día soleado, un poco caluroso, pero lindo. Uno de los días ella que más amaba de esa época. Ahí en Central Park, en una banca practicando con su guitarra una de sus tantas canciones, se encontraba Quinn Fabray; un chica inglesa, rubia, alta, de ojos verdes, y en compañía de sus amigos.

Santana, una morena latina, alocada, y que conocía desde los 6 años en aquel pueblo de Ohio, se encontraba junto con su novia Brittany: "hermosa, de ojos azules, especial y dulce", fueron las palabras de Santana apenas la conoció en uno de sus viajes a Disney World, que hizo hace 4 años a petición de su hermano menor. Por obra del destino Brittany se mudó a Ohio meses después y desde entonces son inseparables. Por último está Blaine, un encantador chico de su edad, morocho de ojos verdes, se conocieron hace un año al ingresar a NYU, y con ellos tres comparte un hermoso y gran departamento cerca de allí.

Estaban disfrutando de esa linda tarde de jueves, ya que se encontraban de unas vacaciones las cuales estaban por terminar.

Blaine se encontraba sentado al lado de la rubia, escuchándola y leyendo una de sus tantas revistas de farándula y moda, se limitaba a hablar sólo cuando ésta pedía su opinión sobre la canción que componía. Mientras Santana impedía que Britt se metiera al estanque de los patos, aunque no era tarea fácil.

Q: ¿Que tal tu pierna? - le preguntó al chico, el cual dejó su revista a un lado, suspiró y la miró con desánimo.

Bl: El venir acá no me va quitar el dolor, pero por lo menos me divierto viendo a esas dos luchar.

Q: Esa era la idea de venir, despejar tu mente... - volteó a ver a sus amigas - aunque olvidé la loca fascinación de Britt hacia los patos...¡Santana! Si siguen así van a terminar las dos en...

No pudo terminar la frase cuando ambas chicas ya se encontraban clavadas en el estanque. Una rubia feliz al lado de sus amados patos y una latina no muy contenta.

Quinn y Blaine se miraron y comenzaron a reír pero al ver la reacción de la morena decidieron guardar sus cosas, sabiendo que ese era el final de la "tarde en el parque". De lo contrario tendrían que soportar a una Santana furiosa y armando un escándalo en pleno parque y eso no era nada bueno.

Quinn guardó su guitarra, la colocó en su hombro y ayudó a su amigo a levantarse para irse. El chico se había lastimado el pie izquierdo al intentar imitar unos pasos de baile de Brittany, por una tonta apuesta que perdió con Quinn, y ahora trataban de consentirlo por "arruinar" sus vacaciones, como la salida al parque.

Una hora después ingresaban al departamento, luego de que costó un mundo sacar a Brittany de ahí (un guardia de seguridad junto con Santana lograron hacerlo), la latina iba que echaba fuego, quejándose del olor que emanaban. Blaine se recostó en su sofá, sabiendo lo que venía y queriendo no oír nada. Quinn se sentó junto con la otra rubia en la isla de la cocina.

S: No lo puedo creer! Cómo es que están tan tranquilos viendo lo que hizo Britt?! - decía caminando de un lado a otro agitando sus manos al aire.

B: Disculpa? Yo qué hice? Tu nos lanzaste al estanque! Yo te dije que te quedaras ahí, sólo quería tocarlos! - dijo sintiéndose ofendida por su actitud.

S: Tocarlos? Los estúpidos patos estaban en medio del estanque, ibas a entrar a hacerlo y no lo podía permitir!

B: No les digas así! Además quería saber... como era nadar con ellos ahí... y... – dijo casi en susurro, aunque la morena igual la oyó.

S: NADAR? PERO TE HE DICHO TANTAS VECES QUE…!

Q: OK YA BASTA LAS DOS! Se van ahora mismo a duchar porque me están ensuciando el piso y huelen fatal! - Tu ve a mi baño - le dijo dulcemente a Britt, que comienza a hacer su camino- y tu al tuyo ahora! - la latina solo se limitó a buscar su ropa y dirigirse al baño refunfuñando- Pff son como niñas! - dice caminando un poco hacia Blaine.

Bl: Jajaja creo que la próxima vez, no más parques ni patos... ni ningún animal!

Q: Hecho!... Haré café, eso siempre me calma, quieres?

Bl: No, gracias, estoy cansado... creo que mejor voy a mi habitación, pero dale uno a San, BIEN cargado, creo que lo necesita más que tu – se levantó y dirigió hacia su cuarto.

Q: Cierto, descansa!… – entró a la cocina.

Luego de salir de la ducha, tomar un café bien cargado y horas después una terrible cena en silencio, Brittany se limitaba a ver TV junto a Lord Tubbington, y tratar de ignorar a la morena, que lejos de importarle se dirigió a ver TV en su habitación bajo el ceño fruncido de Quinn. La rubia decide seguirla dejando a una rubia de ojos azules con lágrimas asomándose por sus ojos.

Q: Debes disculparte! - se colocó al lado de Santana al borde de la cama.

S: Qué? Estás loca? Por ella caí ahí, sería un milagro si no pesco un resfriado, odio los patos! – iba cambiando de canal en canal en la TV.

Q: Oye! en primer lugar, ella no te pidió que entraras… segundo, tú te lanzaste sobre ella provocando la caída… y tercero… estas siendo injusta, me duele verla así y te puedo asegurar que ahorita se siente muy mal por ti, aunque si sigues con este berrinche…

S: Pues que bueno, para que aprenda que eso no se hace – la interrumpe con altanería como si fuera su madre.

Q: Y la vas a… "castigar" así? – hizo comillas con los dedos siguiéndole la corriente – porque tú sabes cómo funciona su mente, puede estar pensando mil cosas sobre tu actitud y no creo que sean buenas.

S: Por hoy – fue lo último que dijo para luego acomodarse en su cama viendo un canal de música.

Q: Eres patética – se levanto frustrada para salir de la habitación - pareces una niña caprichosa y hace un drama enorme solo por odiar a esos patos – salió cerrando la puerta tras ella.

Al entrar al salón se encontró con la otra rubia sollozando, al verla ésta corrió a los brazos de Quinn.

B: Ya no me quiere cierto? – dijo en el abrazo.

Q: Claro que te quiere, no es para tanto, solo quería evitar que te resfriaras o te pasara algo… ella siempre intenta protegerte, además sabes que está prohibido lo que hiciste y… - se dio cuenta de lo que decía - ahh deja que se le pase, puedes dormir en mi habitación si quieres – encaminó a la chica a su recamara.

B: Pero me dan miedo las alturas – señalando la litera de arriba.

Q: Tranquila, yo duermo arriba si quieres.

B: Y si me caes encima? – la miró un poco aterrada por sólo pensarlo, haciendo reír a Quinn.

Q: Eso nunca va a pasar Britt, es muy fuerte, de madera muy sólida, tranquila – arropó a su amiga en la cama para luego ir por su vaso con agua como todas las noches. Después se subió a la litera para caer rendida inmediatamente.

Quinn las quería a ambas, pero habían ocasiones, como decía Blaine, que daban ganas de ahorcarlas, o sólo a Santana… en la mayoría de los casos. Aún así no le gustaba verlas separadas.

A la mañana siguiente (7am para ser exactos), siguieron las discusiones, pero al parecer ya no eran sobre lo sucedido el día anterior, sino más bien porque la latina le había dicho "estúpido gato" a Lord Tubbington, por atravesarse en su camino, y éste le rasguñó la pierna, según la rubia no quería disculparse con el animal.

Quinn prefirió ignorarlas y dirigirse a la cocina por agua para salir a su ejercicio diario. En eso entró también Blaine con una cara de disgusto. La rubia pensaba preguntarle si era por las idiotas que discutían en el salón o era el pie, cuando Blaine la detuvo.

Bl: No es por ellas… es mi hermana… decidió venir hoy cuando la esperábamos hasta la otra semana – dijo con la cabeza entre las manos, sentándose en la isla de la cocina.

La hermana menor de Blaine, Rachel Berry, llegaba para quedarse con ellos ya que entraría a la misma universidad que los chicos. Hubiera ingresado junto a San y Britt, pero por cosas del destino, hace tres años a su padre Hiram le sucedió un accidente que lo dejó semanas en cama. Esto ocasionó que la morena perdiera clases para cuidarlo, aún cuando su padre y hermano le dijeron que no lo hiciera; él es su adoración así que se negó a apartarse de él. El hecho hizo que perdiera clases y por ende muchas materias, así que a final de curso le notificaron que debía repetir año. Aún así luchó por ingresar a NYADA el cual era su sueño, pero el destino se lo impidió de nuevo, así que optó por su segunda opción la cual era al lado de sus amigas y más motivada se dirigía a la gran manzana a cumplir su sueño de estudiar danza y actuación en ese lugar.

Q: Espera Blaine… no dijiste que se encontraba en Florida con unos parientes suyos?

Bl: Sí y no sé porque la precisa de venir ahora… ah y quiere que la vaya a recibir al aeropuerto en… dos horas! Y sólo eso dijo, al parecer ya estaba subiendo al avión!

Q: Mmm pero tú no puedes ir así!

Bl: Lo sé y se lo pediría a Santana pero… - los dos miraron en dirección al salón donde Brittany abrazaba al gato (perdón Lord Tubbington) y le decía unas cosas a la latina que los veía feo. Luego el chico miró a la rubia como si fuera obvio lo que quería decir… y sí fue obvio.

Q: Qué? No, yo no puedo te… te… tengo tres años de no verla… tal vez no la reconozca, ni ella a mí… en el facebook no muestra muchas fotos suyas y menos recientes... además iba a realizar mi rutina diaria de ejercicio y Harry me espera en el bar a las 10am, si no llego ésta vez estoy frita! - dijo tan rápido que apenas le entendió.

Bl: Quinnie... tienes tiempo de sobra, te vas un poco antes y llegarás apenas, te lo aseguro… y si quieres te puedo dar una foto para que la reconozcas. – esto último lo dijo sin aguantar la risa pero la otra no veía el chiste.

Q: No lo sé Blaine… sabes que odio conducir en coche por New York a estas horas y… - tratando se zafarse la rubia.

Bl: Tu odias conducir y punto… deja de poner escusas, además me debes una… sabes qué? Te la pongo así, si vas te prometo que no me vuelvo a quejar de mi pie ni de la apuesta ok? – le regaló su mejor sonrisa. La rubia lo miró por un instante.

Q: Sabes? Eres muy bueno convenciendo a la gente, aunque... si no fueras gay y te considerara mi hermano, con esa sonrisa hubiera aceptado a la primera – los dos se echaron a reír, luego la rubia se levantó – pero tú vigilas a esas dos, voy a arreglar un poco la habitación.

Bl: Gracias, gracias te adoro – la abrazó y luego se dispuso a comer el desayuno que sirvió la chica.

Quinn había ofrecido su habitación para la invitada, ya que no había otro lugar en la casa y su cuarto era el más grande por obvias razones (era la dueña), aunque con las cosas de la rubia, decidió que era mejor una litera a comprar dos camas, siempre quiso tener una litera. Aún siendo un pent-house, la única habitación que sobraba la remodelaron para que fuera un estudio de música y danza de Britt, por petición de la latina que no se le puede decir que no. Blaine por otro lado insistía en que ellos aún cuando se parezcan en muchas cosas, son como agua y aceite, y en su cuarto no había espacio. La rubia por otro lado no tenía ningún inconveniente, era una de esas personas relajadas, amables y comprensivas que muy pocas veces le molestaba algo, sólo SANTANA LÓPEZ la ponía a prueba y lograba sacar a relucir ese lado de Quinn Fabray tan… poco agradable.

Hora y media después se encontraba conduciendo al aeropuerto un tanto incomoda y perturbada pues la foto que Blaine le dio aún entre risas, burlándose de Quinn y su "poca memoria", mostraba a una chica con traje de ballet al lado de Britt, abrazadas a una latina muy cómoda en medio de ambas. Rachel tenía el cabello recogido en un moño alto, y mostrando un rostro encantador y feliz, así la recordaba, pero lo que la perturbaba no era Rachel, era la visión de Santana sonriendo en la foto… ¡San odia las fotos! ¡San se aburre con el ballet! ¡San sólo va a ver a Britt y entra cuando la presentación está por la mitad! Eso no lo sabe Britt claro, ¡Y San se retira apenas culmina la presentación para esperar a la rubia fuera! Además Blaine le pidió o más bien le suplicó que no mencionara la foto, pues le podría traer problema con la latina y era cierto.

Ya en el aeropuerto, Quinn se dirigió a la puerta o lugar de salida de Rachel, no sin antes haber creado una especie de pancarta con el nombre de la morena, por la dudas y porque le divertía el simple hecho, siempre quiso hacerlo. Encontró la puerta y se dispuso a esperar con cartel en mano, unos minutos después la puerta se abrió y las personas empezaron a salir. Como la rubia no divisaba a la chica, decidió levantar un poco el cartelito tapándole casi por completo el rostro. En qué momento me metí en esto? Ah ya… la apuesta claro, qué idiota. Pensaba Quinn mientras recibía una llamada de Santana.

Q: Estoy ocupada, qué quieres?

S: Ya lo sé rubia… es Britt, me dijo que cuando estuviera más yo, le avisara y se fue después de ti… no sé nada de ella y se llevó al estúpido gato-vaca ese y…

Q: Te dije anoche, que dejaras de ser tan caprichosa o se enojaría de verdad… no sé qué te pasa, búscala o yo que sé… ahora no puedo ayudarte, igual va a volver… tranquila siempre lo hace, tal vez esté en el parque o… - sin darse cuenta la rubia iba bajando la mano que sostenía el dichoso cartel, revelando su rostro por completo.