HOLA A TODOS LOS QUE ME LEEN, ESTE ES OTRO FIC DE MI AUTORÍA Y ES EL PRIMER FIC DE UNIVERSO ALTERNO QUE ESCRIBO YO SOLITA, PUES OTRO LO ESCRIBO JUNTO CON MI HERMANO.
TAMBIÉN QUIERO AGRADECERLES A TODOS LOS QUE LEYERON MI OTRO FIC ("LO QUE SIENTO POR TI: LO QUE NOS UNE Y NOS SEPARA"), AUNQUE YA LLEVABA TIEMPO TRABAJANDO EN ESTE DECIDÍ PUBLICARLO CUANDO TERMINARA EL PASADO Y PUES AQUÍ ESTA MI HISTORIA.
NOTARAN QUE EN ESTA YOH Y SUS AMIGOS SON SHAMANES SOLO QUE LA HISTORIA SE PLANTEA DE FORMA DISTINTA, ESPERO LES GUSTE Y ME MANDEN MUCHOS REVIEWS QUE PROMETO CONTESTAR.
IZUMO: UN AMOR DE VERDAD
CAPITULO 1. – PRIMERA VISIÓN.
El no podía dar crédito a lo que le mostraban sus ojos, aquella joven que ahora observaba al final del pasillo le parecía tan hermosa que incluso pensó que no era real. Los rubios cabellos de la chica, adornaban perfectamente su rostro, le encantaba como el cabello de la muchacha caía hasta sus hombros, su tez era blanca y le pareció que contemplaba un hermoso ángel, de pronto a la niña que observaba se le acercó otra, esta tenía el cabello de color rosa, las dos intercambiaron algunas palabras para después entrar en el último salón de dicho pasillo.
Él las miro desaparecer pero no pudo evitar quedarse embobado mirando la puerta de ese salón, de pronto sintió como alguien tocaba su hombro, era un joven de cabello negro y bellos ojos dorados.
-Buenos días Yoh– pero ante la sorpresa del chico, su amigo no le contestó, era extraño no ver a Yoh Asakura con una gran sonrisa en su rostro, porque la distracción era algo muy común en él pero después de algunos segundos el chico de cabello castaño sonrió y salió de su abstracción.
-Ah, hola Len– contesto el joven al saludo.
-Yoh ¿estas enfermo?– preguntó el chico de cabello negro con mucha preocupación.
-No, ¿por qué?
-Bueno, es que siempre que llego me contestas con tu típica sonrisa y sé que es el primer día después de las vacaciones pero normalmente eres tú el que me dice…
-¡Buenos días!– interrumpió la voz de una chica detrás de ellos.
-Buenos días Pilika– contestó Yoh al saludo.
-Bu-buenos días– contestó Len algo nervioso –esteee Yoh voy a dejar mis cosas al salón– dijo entrando velozmente al lugar donde recibirían las clases.
-¿Tan mal le caigo a Len?– preguntó la chica de largo cabello azul.
-No, no es eso– contestó Yoh –y dime ¿cómo se siente terminar la preparatoria con un año de adelanto?– preguntó el joven para desviar el tema pues sabía que la chica era un año menor que ellos pero a pesar de eso ella estaba en su mismo grado.
-Creo que bien– contestó Pilika.
-¿En qué salón te toco Pilika?
-En el último de este pasillo– dijo señalándolo y de inmediato Yoh recordó a la joven que había visto, "vaya" pensó él "entonces le tocara en el mismo salón que a ella" –Yoh ¿te pasa algo malo?– preguntó mirando lo pensativo que se había quedado el joven.
-No, nada.
-Bueno ya me voy– dijo la chica –porque no tardan en comenzar las clases, Ah casi lo olvidaba, podrías darle esto a mi hermano Horo- Horo, por favor– dijo entregándole una pequeña bolsa –es su almuerzo, cuando salí de casa apenas estaba desayunando así que de seguro saldrá corriendo y olvidara llevar su comida por eso decidí traérsela.
-Sí, no te preocupes, en cuanto llegue yo se lo entregare.
-Gracias Yoh– dijo para después retirarse y entrar al salón que le había mencionado al chico.
Yoh entro en el salón inmediatamente después de retirarse Pilika, al entrar busco a Len y se sentó en un pupitre junto a este, minutos después en el salón entro Tamao, la chica de cabello rosa, la cual los saludo con alegría casi de inmediato que ella tomo su lugar el maestro llegó para comenzar la clase. Después del profesor, Horo- Horo trató de escabullirse pero fue descubierto y enviado al pasillo para que estuviera de pie durante todo el día.
El resto de la clase transcurría con mucha tranquilidad, hasta que el maestro comenzó a realizar algunas preguntas de repaso, para Len no habría habido problema pero entonces se percato de que su amigo Yoh se encontraba con su mirada perdida en la figura de la chica de cabello rosa, Len miró al maestro acercarse a Yoh así que decidió tratar de llamar su atención para que regresara al mundo real del cual, evidentemente, se encontraba ausente pero por desgracia la distracción de Yoh le hizo perder la paciencia, se levanto de su lugar y le grito –óyeme pedazo de tonto que no puedes despertar y fijarte en la clase de una buena vez– toda la clase comenzó a reír pero aún así Yoh siguió sumido en sus pensamientos hasta que el profesor se acerco a Yoh y le dijo –Asakura, Asakura ponme atención– por el tremendo grito, Yoh casi brinca y dijo –solo quiero hablar con ella– la clase volvió a irrumpir en risas y tanto Yoh como Len terminaron en el pasillo junto con Horo- Horo.
-Pero ¿qué paso con ustedes?– preguntó el muchacho de pelo azul.
-Pues paso que nuestro querido amigo Yoh, estaba pensando en la eternidad del cangrejo– dijo Len con tono molesto mientras miraba a Yoh con cara asesina.
-Que se me hace que era de la cangreja– dijo Horo- Horo con una risa de burla en sus labios.
-Pues creo que la cangreja es de color rosa– dijo Len para que los dos comenzaran a reír.
-Pues los dos se equivocan ¬¬– dijo Yoh con molestia.
-Ay por favor– comenzó a decir Len –si no le quitabas los ojos de encima a Tamamura.
-Sí, ya sé pero no pensaba en ella– comento el joven de cabello castaño.
-Pues aquí hay algo extraño Horo- Horo, porque cuando regresó a la tierra grito Solo quiero hablar con ella– los dos muchachos comenzaron a reír a carcajadas.
-Espero– comento Horo- Horo –que nuestro amigo Yoh nos aclare quien es ELLA– dijo mirándolo de manera pícara al igual que Len.
Al pobre de Yoh solo le quedó el remedio de contarle a sus amigos sobre la chica que había visto, ellos lo escucharon con atención, mientras el muchacho Asakura solo podía sentir como sus mejillas enrojecían a más no poder.
-Dices que va en el salón de mi hermana ¿verdad?– comentó Horo- Horo.
-Y que la viste hablando con Tamamura ¿verdad?– reafirmó Len.
-Sí por eso estaba pensando que tal vez alguna de ellas podría decirme el nombre de esa joven.
Apenas todos los alumnos comenzaron a salir al descanso cuando el trío fue llamado por el profesor. Después de la esperada regañiza les dejo trabajos y tareas de más y al fin todos pudieron colocarse de nuevo en el pasillo, el resto del día transcurrió sin demasiadas novedades a excepción de que a Horo- Horo le dio una ataque de llanto a causa del hambre pero al fin el pesado primer día termino y los tres chicos salieron del colegio.
-Bueno– dijo Yoh –será mejor que me vaya, si llego tarde mi hermano Hao me regañara.
-Ay– suspiró Horo- Horo –no sé como soportas al loco de tu hermano.
-No digas eso amigo– dijo el joven Asakura –él y mis abuelos es todo lo que tengo.
-Sí Yoh– comentó Len –pero el no te trata como su hermano sino como su sirviente.
-Bueno– exclamo Yoh –acepto que se la pasa la mano en darme ordenes, que es bastante cínico, un mujeriego y todo lo que ustedes quieran pero es mi hermano mayor y tengo que obedecerlo.
-Pues como quieras– dijo el peliazul –pero yo que tú me pondría en huelga– gracias a este comentario los tres chicos comenzaron a reír de forma sonora.
-Bueno nos vemos mañana muchachos– se despidió Yoh para tomar otro camino.
-Yoh, espera– grito Len –puedo mañana llevar a Basón a tu casa, me gustaría que entrenara un poco junto con Amidamaru.
-Sí, hoy le pediré permiso a Hao.
Al poco rato el chico de cabello castaño llegó a la mansión Asakura en donde su familia había residido durante generaciones, aunque el también era un Asakura había ocasiones en las que se sentía fuera de lugar, desde que tenía uso de razón había vivido bajo la sombra de su hermano, Hao, que como el mayor, sería el heredero de la grandiosa dinastía de shamanes, representante de su familia y portador del deber de mantener el honor de la familia. Sabia que dentro de un año Hao se casaría con una joven itako, con la cual lo habían comprometido desde los 7 años.
El chico entró en su casa y apenas había puesto un pie dentro cuando escucho una voz muy conocida para él…
-¿Ya terminaste de perder el tiempo?– pregunto sarcásticamente un joven de largo cabello castaño, como odiaba Yoh escuchar ese tonito en la voz de su hermano.
-Buenas tardes hermano– contestó de manera desganada.
-Estabas con tus inútiles amigos ¿verdad?
-Pero casi ni me quede con ellos…
-No me interrumpas– reprendió secamente –necesito que me hagas un favor.
-¿Cual?
-Quiero que le entregues esto a mí novia.
-¿A cual de todas?– preguntó Yoh de una forma insolente.
-A la única que tengo, mi prometida– respondió Hao claramente molesto por el comentario de su hermano.
-¿A la Srta. Kiouyama?– preguntó sorprendido –¿ya regreso?
-No– contestó Hao con aquel tono que el más joven de los Asakura odiaba –quiero que vayas hasta la montaña Ozore y regreses aquí para la cena ¡claro que ya regreso tonto!– de su bolsillo saco una caja y la abrió para mostrar su contenido, el cual era una pulsera dorada con 12 pequeñas piedras de diferentes colores –dile que este regalo es el que indica que a partir de hoy comienzan a correr los doce meses que faltan para nuestro matrimonio.
-Pobrecita– murmuro Yoh.
-¿Qué dijiste Yoh?
-Nada– dijo mientras tomaba el paquete para salir de la mansión, él no podía evitar sentir pena por la joven que tendría la desgracia de casarse con su hermano, después de todo, esa niña y él habían sido amigos cuando eran pequeños.
Al poco rato de caminar llego hasta el templo de Izumo, en el cual se encontraba su abuela, pues ella era la encargada de dicho templo y todas las tardes regresaba a la mansión Asakura.
-Hola abuelita– dijo el muchacho haciendo una reverencia a una mujer de edad que se encontraba frente a él.
-Yoh, que sorpresa que andes por aquí, ¿necesitan algo?
-Sí, ¿es verdad que ya regreso la Srta. Kiouyama?
-Sí ¿por qué?
-Es que Hao me envió con un regalo para ella.
-Bueno ve a entregárselo, su habitación está en el último pasillo del templo.
Después de la indicación el chico se puso en camino…
CONTINUARA…
BUENO, ESO ES TODO POR ESTE CAPITULO, ¿LES GUSTÓ? SEA CUAL SEA SU RESPUESTA PARA ESO SON LOS REVIEWS.