CAPITULO PRIMERO: Un Principio Extraño.
5,000 años atrás...
Una noche oscura y sin estrellas.
-Finalmente a muerto la luz de Horus, por lo que no puedo desaprovechar esta oportunidad; el joven príncipe heredero no es lo suficientemente capaz para sobrellevar el gobierno de este país-pensaba una sombra mientras paseaba a las orillas del gran Nilo, haciendo planes ahora que el faraón había perecido y que le conferiría la oportunidad de apoderarse del reino sobretodo con un joven e inexperto príncipe como heredero.
Y mientras aquella misteriosa sombra hacia planes para desaparecer al joven nuevo faraón, otra sombra no menos misteriosa que la primera atravesaba con rapidez inusitada los espectrales pasillos del majestuoso palacio dirigiéndose hacia un lugar en concreto al cual no tardo en llegar, donde un guardia le esperaba permitiéndole la entrada al recinto e inmediatamente después cerrar las puertas del mismo para que nadie interrumpiera su conversación con la otra persona dentro de aquel sitio…
-¡Has venido, Arukab! Te he necesitado tanto, amigo mío-dijo la figura que ya estaba dentro de la habitación, llena de todos los lujos que correspondía a su posición y linaje.
-Me he puesto he marcha para estar a tu lado tan pronto me enterado de lo que ha pasado ¿Cómo te encuentras? Te debe resultar muy difícil todo esto, en especial por que estabas muy unido a tu padre-dijo la segunda figura al ingresar en el sitio sin sorprenderse al sentir y ver como su amigo se refugiaba en sus brazos, ocultando su rostro en su pecho para de inmediato sentir como unas lagrimas empezaban a humedecerlo.
-¡No es justo, Arukab, no es justo que mi padre muriera tan pronto! Era todavía muy joven, todavía podía gobernar durante mucho tiempo pero esa extraña enfermedad tuvo que llevárselo, dejándome a mi solo y con la responsabilidad de un reino, que no estoy seguro de poder gobernar; soy demasiado joven, debido a lo cual ni los sacerdotes me tomaran en serio-dijo el primer chico (por que es un chico, y con las pistas dadas, pienso que ya les cayo el veinte de quien es y sino sigan leyendo) mientras sus lagrimas seguían empapando el pecho de su amigo, quien solo se limitaba a deslizar suavemente su mano por la espalda del chico, en un gesto consolador y lleno de cariño.
-¡No te preocupes por eso, Imay! Eres el príncipe de todo Egipto, la nueva luz de Horus y dentro de unos días el faraón y gobernador del reino, eso es algo que nadie puede negarte, es tu derecho y tu obligación sin importar lo que los sacerdotes puedan pensar, decir o hacer, ninguno de ellos puede quitarte lo que te pertenece por tu sangre y linaje pero lo mas importante: la gente común, la gente que hace de este reino lo que es, brindándole su fuerza y poder, esa gente te respeta, te admira pero sobretodo te quiere como su príncipe y es por ellos que debes mostrar la entereza de tu espíritu, lo entiendes ¿Cierto?-dijo el segundo joven, arrastrando consigo a su amigo, llevándolo hasta la cama, donde le sentó para que estuviera mas cómodo pero sin romper nunca el abrazo.
-¿Estarás siempre a mi lado, no me dejaras solo nunca?-pregunto el chico alzando su rostro hacia el de su amigo, observándolo a través de sus humedecidos ojos.
-¡Siempre estaré contigo, Imay! Jamás te dejare solo por que antes de ser el príncipe de Egipto, eres mi amigo, el más querido y por eso estaré contigo pase lo que pase pero ahora debes descansar y reponer tus energías pues mañana te espera un día muy difícil ya que comenzaran los preparativos para el entierro de tu padre y vas a mostrarles a todos que su príncipe tiene una gran entereza y fuerza de espíritu-dijo Arukab secando los restos de lagrimas que habían humedecido el rostro de su apreciado amigo, luego de lo cual deposito un ligero beso sobre la frente del mismo, con ternura y cariño.
-¿Te quedaras conmigo, esta noche? Necesito que alguien querido este conmigo, por favor-pido suavemente Imay.
-¡Me quedaría toda la vida contigo, Imay! Asi que no te preocupes esta noche me quedare hacerte compañía y lo haré siempre que me necesites-dijo con dulzura Arukab mientras acariciaba con suavidad el bello rostro de su amigo, quien entreabrió los labios ansioso.
-¿Puedes besarme, Arukab?-solicito delicadamente Imay mientras sus labios temblaban ansiosos a la espera de una respuesta de su mejor amigo.
Y asi…
Continuara….
Notas de la Autora: bueno pues este es solo el comienzo, de una historia que es paralela a la de un Milenio para amarnos, pero que a diferencia de esta que es un fic Yami x Yugi, este es un fic Bakura x Ryou donde entenderemos un poco mas la relación existente entre estos dos peliblancos pero sobretodo entenderemos mas acerca de porque Bakura es como es y por que se volvió un ladrón, tomando por la fuerza o el robo todo lo que desea. Espero les guste y Diosa Athena, este fic es para ti por tus porras, asi como para Guerrera Lunar por seguir mis fics. Gracias!!! Y por cierto la próxima actualización de este fic y todos los demás de mi creación será hasta Enero ya que entro en vacaciones y hasta entonces regreso a la escuela.