Odio a todos los Nikiforov o mis hermanos son unos ángeles
Acaba a de regresar de una larga temporada en América, sus estudios de maestría acababan de terminar y regresaba con toda la disposición de por fin darle su merecido descanso a su padre Yakov de los negocios familiares. Para él este sería el nuevo inicio de muchas cosas, un nuevo momento con su familia, ser ahora el jefe y quién sabe, podría por fin darse el tiempo de buscar a una persona especial con la cual compartir su vida.
Esperaba poder ver de nuevo a sus queridos hermanos, Georgi, Mila y Yuri; la última vez que los había visto fue hace más de un año, en una fiesta de navidad. Ahora mismo Georgi acababa de terminar sus estudios superiores próxima su fiesta de graduación, Mila la tercera en edad debería estar ya a mitad de sus estudios universitarios y su pequeño hermano Yuri debería haber ingresado a la universidad estatal de Moscú. Aunque para él siempre serían los pequeños bebés que lo seguían por toda la casa, buscando su atención por encima incluso de la de sus padres. Esos pequeños niños que había enseñado a leer, escribir, incluso a ir al baño.
Llegó a la salida del aeropuerto, con la esperanza de ver a su familia esperándolo, dio algunas miradas a ambos lados pero no logró encontrar a esas caras que añoró por meses.
No puede ser que se les haya olvidado… ¿Cierto? – dijo para sí mismo.
A punto de ponerse a lloriquear, tomó sus maletas para dirigirse a la fila de los taxis, cuando escuchó un grito llamándolo a lo lejos.
¡Víctor! ¡Por acá! – Grito su hermano Georgi
¡Estamos por acá! – Se unió su hermana, quien ya era una completa señorita.
¡Víctor! – el menor de sus hermano, el bebé de la casa corrió para abrazarlo - ¡Te estábamos buscando adentro! ¡Vámonos! ¡Papá y mamá están en coche esperando! – Dijo tomando una de las maletas.
Georgi y Mila tomaron cada uno una maleta, mientras caminaban sonrientes hacía el estacionamiento.
Una vez dentro del auto saludó a su padre y madre quienes le dieron un intento de abrazo dentro del auto, era obvio que la movilidad dentro del auto con todos ellos dentro no era la ideal para las muestras de afecto.
¿Y el chofer? Creí que vendrían en otro auto por mi – rio al ver como literalmente Yuri terminó con casi todo el equipaje del mayor sobre él.
Queríamos venir como una familia más, además no queremos llamar de más la atención. Además hace mucho que no manejo, no me gustaría oxidarme - Dijo Yakov
Bueno, está bien. Apretados puedo abrazar más a estos pequeños. –Extendió los brazos en un intento de estrujar a sus hermanos. – Los extrañé mucho, me muero de ganas de que me cuenten cómo les ha ido estos días. –Volteo a ver Georgi – Llegué justo para tu graduación, me muero de ganas de ir a la ceremonia.
Claro, de verdad fue una suerte que pudieras regresar justo a tiempo. – Respondió
Y tú, debes de contarme cómo te va – dirigiéndose a Mila - ¿Ya tienes novio? Recuerda que sí alguien quiere algo contigo debe tener mi visto bueno primero. – fingió regañar a su hermana menor.
Jajajaja, sí cómo no. Pero sabes hay alguien que me interesa – de un momento al otro el ambiente entre sus hermanos se puso algo tenso-
Hablemos de otra cosa - Yuri habló para romper la tensión - ¿Nos trajiste regalos?
Claro que sí, traje muchas cosas, ropa, dulces, perfumes, algo de joyería para Mila - besó la frente de su hermana – También un traje nuevo para Georgi, jamás me permitiría que mi hermano no fuera el mejor vestido de su graduación.
Llegando a su casa, por no llamarla mansión, la entrada estaba adornada con flores y carteles de bienvenida para el hijo mayor, pasaron a la sala de estar y hablaron sobre el viaje, escuela y sus demás actividades.
Anunciaron que la comida estaba lista y se fueron de poco a poco adentrando al comedor.
Qué bueno que regresaste Vitya, te daré unos días para que te relajes un poco, pero después será momento de enseñarte bien como serán los negocios, tú madre y yo estamos planeando dejarte a cargo para tomarnos un largo viaje por el mundo - posó su mano en el hombro de su hijo – también me gustaría que pongas en orden a tus hermanos, el último año ha sido una pesadilla con ellos, no dejan de meterse en problemas y…
¡Corran! – se escuchó un gritó proveniente del comedor
Yakov fue interrumpido por su esposa Lilia, con la intención de que su hijo por fin pudiera tener una comida en compañía de su familia, pesé a ser muy seria ella había extrañado mucho a su hijo así que deseaba que su esposo no lo atiborrará de información sobre su futuro en los negocios.
Ya vamos mamá.
Bueno, ya hablaremos luego.
La cena estuvo repleta de los platillos preferidos de Víctor, incluso la servidumbre estaba feliz de ver de nuevo al heredero de los Nikiforov.
Antes de irse a acostar Víctor fue visitado en su habitación recién remodelada por el menor de sus hermanos.
¿Te gusta cómo quedo? – preguntó algo nervioso el menor
Claro que sí, quedo hermosa. Muchas gracias, mamá dijo que ustedes decidieron darme de regalo el cuarto remodelado.
Qué bueno que te guste, las cortinas y los libreros los escogí yo, pensé que te gustaría, pero si no te gustan las cortinas las escogió Georgi – señaló las cortinas, eran enormes y algo oscuras, pero combinaban a la perfección con el ambiente del cuarto.
Es el mejor de los regalos, así cada que esté aquí recordaré a mis hermanitos y cuanto me aman.
Unos días después Yakov le dio a Víctor una nada pequeña lista de sus socios de negocios, la familia Nikiforov se encargaba principalmente de la producción, distribución también ventas de materiales industriales, así como de la gerencia de algunos hospitales y museos.
Pronto empezaremos un nuevo negocio hijo. – le dijo Yakov mientras le pasaba una carpeta llena de papeles.
¿Qué clase de negocios? – sorbió un poco del café que tenía.
Hoteles, casinos. Acabo de contactar a un japonés que tiene colmillo en este negocio, al parecer podemos llegar a unos acuerdos, pronto me reuniré con él. Se llama Toshiya Katsuki, es alguien interesante. Te lo presentaré también, así que más te vale ser amable.
Muy bien, entonces estaré esperando por conocer al señor Katsuki
Pasados los días se llegó la ceremonia de graduación de Georgi, filas de autos lujosos hacían fila para poder acceder al enorme auditorio en dónde se recibirían los alumnos.
Las familias adineradas hablaban entre ellos, muchos de ellos eran socios en sus negocios y esperaban que sus hijos a la vez lo fuera, claro en busca siempre del bien económico mutuo.
Víctor al ya no estar acostumbrado a manejar (habiéndose negado a ser llevado por el chofer) por las calles de Rusia se extravió, por lo que llamó a sus padres para avisarles que estaba en camino, pero que al parecer no iba a llegar al inicio del evento.
Cuando por fin logró entrar la convivencia ya estaba en su apogeo, los graduados ya tenían sus papeles en mano, así que la entrega ya había terminado.
El lugar era un mar de personas, por más que intentaba buscar a alguno de sus familiares con la vista no lo lograba, intentó llamarlos, pero al parecer decidieron todos ignorar sus teléfonos al mismo tiempo. Mando un mensaje a sus padres:
"Ya estoy aquí ¿Dónde están?"
Víctor
No recibió respuesta alguna.
Bueno, supongo que tarde o temprano los encontraré. Dijo sin más.
Sintiendo como el hambre se apoderaba de su estómago se acercó a una de las enormes mesas que ofrecían bebidas y aperitivos.
Tomó una copa de vino y algunos canapés. Pensó en volver a llamar a sus padres, pero comenzó a sonar la música del evento.
Algunos músicos estaban en el escenario y comenzaron con su labor.
Notó que un chico se acercó mucho a la mesa, al parecer ya estaba algo ebrio; se tambaleaba mientras caminaba, observó que tomó una copa de vino.
Tal vez deberías detenerte… Creo que ya bebiste lo suficiente.
¿Eh…?
Como sí un flechazo de cupido lo hubiera atacado el ruso quedó turbado por la imagen del chico a su lado, era bastante hermoso, tenía un rostro algo infantil, pero cautivador. Olía como una fresca brisa y aún en su inconveniente estado parecía ser un ángel bajado del cielo. Incluso llegó a notar los bellos labios que tenía, en su familia no era considerado tabú las relaciones entre el mismo sexo, pero seguía sorprendiéndole que tal belleza la poseyera un muchacho.
¿Entiendes lo que digo? –Se acercó un poco más al castaño que parecía no poder mantener más el equilibrio. ¿Eres chino? – cuestionó al ver los rasgos orientales – Notó que el chico llevaba en una mano el mismo folder que los graduados.
¡Claro! ¡No soy idiota! ¡Soy japonés! ¿Acaso no notas la diferencia?– balbuceó.
Víctor sujetó al castaño de la mano y lo guío hacia uno de los balcones para que tomará un poco de aire, la escena le recordaba la primera vez que Georgi había tomado, casi se quedaba dormido parado recargado en una de las columnas de la casa.
Consideró que sería una buena oportunidad de conocerlo, le gustó a primera vista, quien sabe y este podría ser el inicio de algo más en su vida.
Ven acá chico, ayúdame un poco – a medio camino su nuevo compañero había tropezado y casi caído.
-¿Eh…? ¿Tú quién eres? – Al parecer el oriental no había notado que estaba siendo llevado por un completo extraño - ¡Ayuda! ¡Policía! ¡Me roban! – comenzó a gritar al aire.
- ¡Oye! ¡Cállate! ¡Sólo te estoy llevando a tomar aire!
En medio de gritos y empujones llegaron al balcón, ambos se quedaron ahí por un rato, mientras Víctor le llevaba agua y algunos bocadillos para que amortiguaran el alcohol almacenado en el estómago del japonés.
Y dime, ¿Cómo te llamas? – preguntó el ruso.
Yuuri… mucho gusto… ¿Y tú?
El nombre lo dejó en show por un instante, su nombre era igual al de su pequeño bebé - Soy Víctor.
Pasadas las horas la plática emanó entre los dos, Yuuri acababa de graduarse, pronto tomaría el control de los negocios de su padre al igual que el ruso, se podía ver que su resistencia al alcohol no era la ideal ya que bebió sólo un par de copas, como resultado la situación que había pasado momentos antes. El mayor sintió una calidez en su pecho, esa persona, Yuuri era un ángel más justo como sus hermanitos.
Al cabo de un rato el alcohol había terminado sus efectos y el japonés ya podía hablar con normalidad.
¿No eres alumno cierto? No recuerdo haberte visto por el campus – dijo Yuuri ya en sus cinco sentidos.
No, aunque lo fui hace algunos años. Vine porque un familiar se graduó.
Oh ya veo, perdón interrumpí tus asuntos por mis tonterías. – bajó su cabeza apenado.
"Es tremendamente lindo"
Para nada, igual no logro encontrar a mi familia y no me responden el teléfono - dijo haciendo un puchero. – No sé para qué tienen celulares si no piensan usarlos.
A Víctor le pareció muy agradable el castaño, incluso lindo.
Pero dentro de él nacieron algunas dudas, sobre dónde estaban sus familiares y por qué el chico estaba solo en un evento así de importante.
Tal vez sea mejor regresar, el evento ya casi termina y debes buscar a tu familia – Yuuri se puso de pie e intentó acomodar un poco su ropa.
Si, tienes razón. Creo que se molestarán conmigo si no me ven aunque sea al final.
Caminaron juntos hasta el salón principal, en el camino Yuuri le contó sobre que cuando era pequeño vivió también en américa, pero por causas de los negocios de la familia había cambiado su residencia a Rusia. Le contó también de su perro y sobre algunos de sus amigos.
El celular de Víctor comenzó a sonar, éste se apresuró a contestar después de ver el contacto.
"Mamá"
¿Dónde estás? Ya casi se acaba el evento y no te hemos visto.
Víctor hizo una seña a Yuuri de que continuara sin él, a lo que el menor afirmó y siguió su camino.
Llevo horas aquí buscándolos por todas partes, si alguno se hubiera tomado la molestia de contestarme los habría encontrado hace mucho.
Perdón, pero sería descortés que sonarán los teléfonos en medio de la ceremonia, así que obligué a tus hermanos a apagar los aparatos. Cómo sea, ven rápido. Tú hermano va a dar el discurso de clausura, no puedes perdértelo.
Si, si ya voy.
Colgó y se dirigió de nuevo al salón principal, cerca de la entrada encontró de nuevo al japonés.
Las luces de todo el lugar estaban apagadas con excepción de las del escenario, que iluminaban a su hermano menor.
El discurso fue por mucho magnifico, esperanzador, bien entonado; Víctor no cabía en sí del orgullo de ver a su hermano como la imagen de su generación.
Es un discurso hermoso ¿no? – Volteó a ver a su nuevo amigo
Si, lástima de quién lo dice.
¿Perdona?
Si, ese sujeto. Es un completo imbécil. Lo odio.
Espera, ¿Qué?
Así cómo lo oyes, él y sus hermanos son la peor escoria que he conocido.
La furia comenzaba a emanar de Víctor, quién se creía ese sujeto cómo para hablar así de sus angelitos, sus hermosos hermanos, aquellos a los que cuidaba como sí de pequeñas piezas de cristal se tratara.
Supongo que tienes con qué justificar lo que dices – su tono era mucho más serio.
Pues claro, entre él, la loca de su hermana y el malcriado de su hermano menor no han parado de hacerme la vida imposible.
¿Eh?
Ése es el mayor, estudió en mi generación. El muy bastardo ha estado coqueteándome desde el primer día, un día intentó besarme y lo golpe, ni con eso entendió que no estoy interesado. Ha estado molestándome toda la carrera con que quiere que sea su pareja.
Víctor estaba en shock, ese chico debía estar mintiendo, su pequeño Georgi era incapaz de un acto tan vil
Y después llegó su hermana, en cuanto me vio se me lanzó, una vez en una fiesta se me echó encima y empezó a quitarse la ropa – Víctor estaba pálido para ese momento – intenté ser un caballero, la detuve y salí. Desde ese día no para de decirme que "debo ser gay por no fijarme en ella" a veces incluso me manda fotos en ropa interior.
El ruso estaba perplejo, no podía estar hablando de su linda Mila, ella siempre fue una educada y fina niña, lo que decía Yuuri no cuadraba con su pequeña y consentida hermana.
Y este último año fue el peor, porque su hermano menor vino a ser la cereza del pastel de mi infierno. Es un niño como de este tamaño – señaló un poco arriba de su hombro - es la persona más engreída que he conocido, cuando lo conocí me pateo con todas sus fuerzas, luego dijo que yo sería su pareja quisiera o no. Se la pasa amenazando a las chicas y chicos que se me acercan. Esa familia tiene algo mal en la cabeza… Yo… Yo... ¡Odio a todos los Nikiforov!
Sí sabes lo que te conviene te alejarás de ellos.
Víctor no sabía que decir, de no ser porque ese chico le atraía probablemente ya lo hubiera golpeado por decir tales cosas de sus hermanos.
-Debo irme Víctor, fue un gusto conocerte, eres muy agradable- se acercó al mayor y le dio un pequeño papel con su número. – algún día vayamos por un café.
Vio como el menor salía del salón para después ver el pequeño papel.
Al parecer tenía mucho más trabajo que hacer de lo que creía…
Continuará…
Buenas noches (? días( ? espero que les haya gustado, este es un nuevo fic que comienzo, el tercero por cierto.
Este fic nació de la inspiración de un FF que leí hace mucho años llamado "Odio a todos lo Uchihas" NO, no es una adaptación, sólo tomé ciertas ideas de esa historia, todo lo demás es de mi autoría.
Espero que le den apoyo, no creo que vaya a ser muy largo a comparación de "Diario de la nueva escuela"
Espero sus likes, reviews y votos
Sin más por el momento me despido.
Está historia se publica en wattpad y
Queda prohibida su traducción, adaptación etc.
