El otro día me dió un pronto y me puse a escribir ésto, que es una historia original mía

Es un universo alterno, en el cuál hay seres imaginarios cómo los vampiros.
La historia se desarrolla, en ésta época en la ciudad de...No...Todavía no lo sé, tengo que investigar xD

Espero actualizar pronto, ya que teng puestas esperanzas en éste fic ^^

¡Dejen sus rewiews! Me harían muy felices si así lo hicieran nee...

Vampire's Esence

Capítulo 1: Sed

Los últimos rayos de sol ya han desparecido por el horizonte, y suaves brisas nocturnas alcanzan mi pelo balanceándolo suave y armónicamente. Nada se oye en la oscuridad nocturna, pero ésta es la calma que precede a la tempestad...

Abro mis ojos perezosamente, los cuáles ven perfectamente en la penumbra, logro vislumbrar un resquicio de luz que se cuela entre la persiana y los barrotes que cubren mi ventana, pero ésta luz no es la luz que da vida por el día, es tan sólo la que nos alumbra por las noches.

La puerta se abre lenta pero sonoramente hasta dejar un pequeño hueco en el cuál se puede ver una sombra con ojos extraños distantes, una sombra que viene por mí...

- Ya es la hora - Dice únicamente antes de salir de allí, dejando abierta la puerta tras su partida.

Ya es la hora ésas simples palabras se repiten en mi cabeza...Estoy acostumbrado a oírlas, pero jamás me he parado a pensar cuál es su significado, que encierran tras de sí, a que se refieren...

¿La hora de qué? ¡Ah ya! Recuerdo de que es la hora, cómo olvidarlo cuándo se convierte en hábito, en rutina... ¿Cómo olvidar aquello que determina qué soy?

Antes resultaba satisfactorio, excitante, divertido, ahora es algo corriente... Espera...

¿Corriente? No...Me temo que no hay nada corriente en mi vida, no desde ése día que deseo olvidar, pero que recuerdo frescamente...

No es momento de recordar, no tengo tiempo para eso, no ahora, además...

¿Quién quiere recordar? Yo desde luego no...

Me levanto y visto con pasividad, decido ponerme algo llamativo como prenda, no me gusta llamar la atención, pero me temo que ésta fue una semana dura para mí, y debo reponerme de inmediato, si no quiero que la semana que va a entrar sea igual de insatisfactoria que ésta.

- Te estás tardando - Me vuelve a advertir la sombra, una sombra que conozco demasiado bien – Hoy deberás esforzarte más si quieres recuperarte de lo de ésta semana. En verdad ha sido nefasta para ti.

- Hmph... - No creo que haga falta más frase para que entienda que quiero que se calle, me molesta su tono, su presencia, su sombra... ¿Quién se cree que es? No es nadie, tan sólo un desafortunado hijo de la noche, igual que yo...

Pero él no lo ve de ésa manera, él lo ve como un don, un orgullo, como algo por lo que creerse superior. ¿Superior a quién? ¿A ellos? ¡Cualquiera es superior a ellos! Un cerdo es más noble que los humanos, al menos el primero no destruye lo que ama o miente al que quiere...

Los seres humanos son del todo detestables, lo único que me reconforta cuando pienso en lo que dejé atrás es el saber que yo soy mejor que todos ellos, que ninguno puede comparárseme, que no soy uno de ellos...

¿Realmente fui como ellos? Prefiero no pensarlo, no recordar es un buen remedio par un pasado doloroso cómo el mío, o así lo veo yo. Me debo ir ya, al fin y al cabo, ése maldito tenía razón con lo que me dijo, me debo esforzar más...Por lo menos hoy...

Salgo a la solitaria calle, no sé de que me asombro, nadie se acerca a nuestro hogar. Demasiado lúgubre, apartado, solitario y en realidad hacen bien en no acercarse, quizás no regresaran...

Empiezo a caminar por la calle empedrada, mientras dirijo mi mirada a la resplandeciente luna que brilla con fuerza, despidiendo vida y fuerzas a quién la mira. En verdad me encanta el cielo nocturno, jamás imaginé que algo tan simple e inalcanzable me pudiera cautivar de tamaña manera...

- ¡Date prisa y deja de mirar la luna! Si no me llevaré yo todo y tu te quedarás sin nada dattebayo - Dice una sombra a mi derecha, una sombra sobre la cual tengo una teoría, mi teoría es que le gusta sacarme de quicio... Y lo consigue el maldito...

- ¡Cállate ya, Naruto! - Le aviso encolerizado - Me sé cuidar solito, sé lo que debo hacer, no como tú...

- Tranquilízate tigre. Yo sólo lo decía por ti...

- Naruto, deberías estar acostumbrado a que Sasuke-kun te hable de mala manera cuándo tiene hambre, es decir, cómo ahora mismo... - Le dice la voz femenina que está a mi lado, y cómo siempre utiliza un tono meloso al pronunciar mi nombre, un tono que no me gusta en absoluto...

Pobre humana ilusa. Cree que entre ella y yo hay algo, ya que una vez necesite de ella para sobrevivir. ¡Oh si amará a todas de las que necesité alguna vez! No me cabe la menor duda, tendría el corazón más grande del planeta.

- Sasuke-kun, te estás quedando atolondrado, necesitas de alguien muy rápido. Si quieres yo te ayudo - Dijo la humana, descubriendo su cuello antes tapado por el sedoso pelo rosa - Dos veces no matan a nadie...

- Hmph... En marcha... Sakura, más te vale mantener tapado eso y estar en la mansión. No te quiero ver en toda la noche - La gruño amenazadoramente. Puedo ver el abatimiento en su mirada, y sé que me hará caso, como siempre hace...

Al fin y al cabo, la joven es cómo todas las demás, una interesada. Naruto y yo sabemos perfectamente que la chica lo único que quiere es nuestro don. Pero también sé que ninguno de los dos se lo proporcionaremos, no de momento...

En fin, me pongo en marcha, el camino es muy corto, o por lo menos para nosotros. En menos de cinco minutos hemos llegado a la entrada de la ciudad, en la que ya se pueden ver personas y bares abiertos a rebosar de gente que desea olvidar quiénes son.

Naruto como siempre dando la nota, va silbando y echando piropos a todas las muchachas atractivas que logra ver. Todas ellas inconscientes del peligro que acecha tras sus extraños ojos azules y su cabellera rubia cual trigal.

Me pregunto... ¿Cuál será hoy? Ésa muchacha de allí me mira, sin embargo no parece apetitosa y yo necesito más de una. Debo de encontrar a varias, si tomo a una solamente no me podré reponer, necesito a más.

Ando lentamente por la calle principal mirando en los bares en busca de las que serán mías ésta noche, ésta magnífica noche de luna llena. Pero mis ojos sólo ven carnadas solitarias, al igual que yo...

Cansado de buscar sin recompensa me encamino hacia un pub en el que parece, hay gente de mi edad, y por lo tanto, debe haber grupos de jóvenes mujeres deseosas de probar bocado...

Y en efecto, un grupo de tres bellas chicas, de entre 16 y 17 años, me miran divertidas y risueñas. Una de ellas, la más bajita, de ojos azabache y pelo corto castaño sujeto en dos coletas bajas se ríe mientras le comenta a la más morena algo que no alcanzo a oír.

La morena tiene el pelo y los ojos negros, y una esbelta figura con unas piernas larga y sensuales. Pero la que más me llama la atención es la pelirroja de ojos aguamarina que me mira de forma juguetona, invitándome a ir y entablar conversación, y obviamente es una invitación que no voy a rechazar...

Me dirijo allí de manera despreocupada, fingiendo interés por las tres amigas, las cuáles me observan y hablan conmigo, mientras la pelirroja se va acercando más a mí, hasta que por fin pega sus caderas a las mías y recorre mi cuello con su lengua experta.

Mis manos van a su pequeña cadera y descienden hasta llegar a su bien formado trasero. Las amigas ven, enfurruñadas, cómo su amiga se divierte conmigo, y llenas de envidia deciden pedir la cuenta.

- ¡No os valláis todavía! ¡La noche es joven preciosas! ¡Disfrutémosla mientras podamos! - Exclamo aparentemente lleno de energía y vida, pero por dentro aburrido de tanta pantomima - Veniros conmigo hoy, seguiremos la fiesta en mi habitación de hotel, y ésta vez participaremos todos – Digo en mi tono más pícaro y seductor...

Cómo esperaba, ni siquiera se lo piensan antes de decirme un sí. Aunque ellas no tienen la culpa de no ver el peligro que las acecha. Demasiado despreocupadas, cómo niñas bobas me miran dulcemente antes de responderme...

- No me puedo resistir a ti, Sasuke-kun, eres tan encantador... - Dice abatida por mis encantos la más bajita.

- Seguidme pues...

Entre risas y coqueteos varios me quedo rezagado, estoy cansado, sediento y aburrido. Oigo los grititos de las tres chicas que van delante mía y que poco a poco me van pareciendo más y más insignificantes, cuándo de pronto me paro...

¿Qué olor es ése?

Un olor extremadamente atrayente llega a mi agudo olfato, un aroma que nunca antes he tenido el gusto de oler, y por su puesto que quiero disfrutar de nuevo.

Aturdido alzo mi vista en busca de la dueña de dicha fragancia embriagadora, en busca de la mujer con el aroma más sensual que haya podido oler, pero no doy con ella. Miro por todas partes, pero no doy con ella. Los olores se entremezclan confundiéndome y no me permiten encontrar el rastro.

Las chicas se han parado al darse cuenta de que nos las seguía, y me gritan "Sasuke-kun, Sasuke-kun" con su voz melosa, pero no puedo atenderlas, no puedo quitar mi conciencia de la búsqueda de dicha fragancia.

Miro para mi derecha, luego para delante, para atrás y finalmente hacia mi izquierda...

Ésos ojos...
¿Qué son ésos ojos que irradian luz propia?

No me doy cuenta de lo que hago, ése aroma, ésos ojos me están volviendo loco... Busco de nuevo en mi izquierda pero la hermosísima joven ya ha desaparecido entre la multitud...

¿Acaso he visto un espejismo? ¡Nadie puede ser tan perfecto! Ésa joven no puede ser humana... Sus ojos eran como la luna, pero vacíos, melancólicos, tristes...

¿Cómo alguien puede guardar eso en la mirada? ¿Acaso está muriendo por dentro cómo yo? ¿O es que mi sufrimiento se ha reflejado en sus perlados ojos?

Un grito me saca de mis pensamientos, y me hace ver que ya estoy en el hotel con las tres muchachas. Seguro en veinte minutos he terminado con ellas, estoy demasiado cansados para juegos hoy, sólo debo tomarlas una a una, y disfrutar con cada trago...

La pelirroja y la morena se divierten en el sofá, con el minibar y las bebidas que he pedido, mientras yo me ocupo de la más bajita y menos atractiva de todas, lo que no quiere decir que sea fea.

Lentamente consigo que ella se suma en un estado de media conciencia, en el cuál la sangre circula fresca y vital por el sistema circulatorio, pero en el que su estado es de muerte cerebral...

Es ahora cuándo se muestra mi auténtica naturaleza

Aparto sus pequeñas coletas del sabroso cuello de la que será mi primera víctima ésta noche, y suavemente clavo mis enormes colmillos, haciendo una herida de la que enseguida brota sangre, sangre que no llegará al suelo, pues yo la succionaré...

Despacio extraigo toda la sangre que me es posible, no debo hacerlo muy rápido o la mataré, y la sangre de una víctima muerta jamás debe succionarse o correrás la misma suerte...

- Vuestra amiga se quedó dormida en lo mejor... ¿Por qué no viene tú - Señalo a la morena - y terminas lo que empezó?

La mulata se encamina hacia mí, dejando sola a la pelirroja que se divierte viendo un programa de televisión en el cuál te hacen preguntas estúpidas que debes responder y acertar.

Comienzo el mismo juego que hice con su amiga, sólo que más rápido, deseo probar la dulce sangre de la pelirroja en poco tiempo...

Cuándo me alimento me convierto en algo completamente diferente a mí, me vuelvo cercano, cariñoso, protector y cálido, pero sobretodo ansioso. Una mala costumbre, que me ha llevado por mal camino en varias ocasiones en las que la sed y la excitación me pudieron he impusieron sus reglas sobre mí...

La sangre de la mulata está llena de energía, llena de vitalidad, lo cuál me transmite a mí de forma asombrosamente rápida. Puedo notar cómo la fuerza regresa a mí y se desploma en mi interior llenándome de vida, de vida de otra persona...

Creo que me estoy pasando con ella, si sigo así la mataré, y no deseo víctimas, no ésta noche... La dejo suavemente en la cama al lado de la otra, ambas exhaustas y pálidas y por la pérdida de sangre.

Suavemente llamo a la pelirroja para que me brinde el dulce sabor de su sangre y de su cuerpo. Miro el reloj de la mesilla de noche.

Todavía queda tiempo...

La beso suavemente en los labios, haciendo que ella los abra y que deje paso a mi lengua que campa a sus anchas en el interior. La joven me susurra al oído que se llama "Galatea", y después me succiona el lóbulo sensualmente, mientras me pega al cabecero de la cama y se sienta encima mío.

Despacio muy despacio, la voy desnudando encima mía...a la vez que ella me desnuda a mí. Una vez cómo dios nos trajo la mundo, ella aún sentada encima mío, nos contemplamos maravillados con el cuerpo del otro...

Ella coge mi mano y la coloca en su trasero, el cuál tiene un tacto divino, y coloca sus exuberantes pechos en mi cara. Saboreo el sabor de sus pechos, succionándole los pezones y dándole pequeños mordiscos mientras ella me mira divertida y excitada.

Por lo visto ha notado mi "pequeño problema" , el cuál no es necesariamente pequeño, y se levanta de encima de mí, para luego bajar, cosa que no la dejo hacer, ya que de un movimiento la tumbo boca arriba debajo de mi colocándome entre sus largas piernas, las cuáles entrelaza en mis caderas haciendo rozar nuestros sexos...

Roce que me vuelve loco y me ciega hasta tal punto que me meto dentro de ella de manera brusca y sin delicadeza, provocando un pequeño gruñido de dolor por parte de ella que me mira sorprendida y enfadada ante tal acto.

- ¿Te gusta?

La pelirroja sonríe ante mi pregunta, dándome a entender que sí. Empiezo con un vaivén suave, pero constante, mientras subo la velocidad a medida que pasa el tiempo. Al poco tiempo Galatea se mueve para un lado impidiendo mi penetración, y de un rápido movimiento de piernas se posiciona de nuevo encima de mí, dónde empieza a moverse arriba y abajo mientras grita y gime de placer.

Exhausta cae a mi lado, pero yo aún no he llegado al clímax, por lo que vuelvo a la carga esta vez poniéndome encima yo. Rápidamente me hundo en ella, haciéndola gritar mi nombre y cogerme del pelo, en poco tiempo ella llega al clímax, pero me temo que aún no he llegado yo, por lo que sigo embistiéndola hasta derramarme en su interior.

Agotada me mira sonriente y radiante, y con brillo extraño en los ojos. Me doy cuenta de que es hora de saciar mi sed con su sangre, así que después de besarla los labios, procedo a chupar la sangre de Galatea, la primera víctima que me sé el nombre, y con la cuál compartiré lecho más de una vez si la suerte está de mi parte.

Hundo mis colmillos en su blanca y limpia piel, haciendo manar sangre de su cuello, sangre que huele también como sabe. La joven me mira expectante y temerosa, pues ha visto mis colmillos...

Tsk... Se me olvido dormirla... ¿Es que ésta semana no puedo hacer nada bien? ¿Qué hago ahora? ¿La llevo conmigo? ¿La dejo aquí?

De pronto ése aroma vuelve a mí cabeza, y los perlados ojos a mi pensamiento, y todo mi cuerpo se contrae haciendo que la joven, asustada ante mis acciones, se cubra. Pero de pronto, hace lago que no me esperaba, y es que ese aprieta la herida haciendo que la sangre fluya constante y viva, y acerca su cuello a mi boca contraída en una mueca extraña.

- Bebe... Y llévame contigo - Me dice al oído.

La miro aún más sorprendido por sus palabras, pero el aroma embriagador vuelve a hacer mella esta vez más fuerte. Fuera de mí, cojo a Galatea y hundo mis colmillos de forma salvaje en ella, destrozando su piel y chupando rápido y en grandes cantidades, hasta que ella deja de moverse y se queda inmóvil, fría y pálida...

Muerta...

Continuará...

Les gustó nee??
Espero sí...

¡Dejen sus rewiews!

¡Ñaña matta ne!