Shinzou Connect / Sekai Jumyou To Saigo No Ichinichi

"La historia de la tragedia del mundo y el corazón del chico."

Mi nombre es Kaiba, Shizuke Kaiba. Estoy en lo que parecen ser mis últimos días sobre la faz de la agonizante tierra. Todo ha cambiado tanto en sólo 7 días…La verdad es algo increíble lo fuerte que pueden ser los deseos de un corazón herido, de los deseos de la estúpida gente. Pero a la vez lo molesto e indeseable de los mismos.

Mi historia transcurre en este pequeño diario que escribí día tras día después de darme cuenta de que los síntomas del fin del mundo no podrían ser curados.

"Hace una semana, la destrucción del mundo fue anunciada. Fue muy repentino y cruel. Allì, me detuve de cepillar mis dientes, cómo si recordara algo."

Capítulo 1: El chico que odiaba a la humanidad.

Lunes: 1/8/20xx —El inicio de los síntomas—

Era una mañana normal, el sol brillaba, las aves cantaban. Podía oír a las cigarras con su característico sonido matutino, que yo usaba cómo un improvisado despertador.

Con algo de dificultad logré despertar de mis sueños. Que eran completamente oscuros, yo soy alguien a quien siempre le ha costado ver las cosas de manera positiva. Un completo pesimista sin vida social era lo mejor que podría describirme.

—Ahh…—Abrí los ojos pesadamente y con estos entreabiertos me dediqué a que se acostumbraran a la luz. No es cómo si mi cuarto fuera un lugar muy iluminado. Para mi gusto, era perfecto. Lo poco que era iluminado era una fracción de lo que dejaba ver mi ventana, tras esas cortinas oscuras que ocultaban el sol.

Cuando por fin pude enfocar todo con claridad, me incorporé en la cama mientras frotaba mis ojos para quitar el cansancio en ellos. Demonios. Esa PSP no me deja vida.

Suspiré. Y luego me levante de la cama y a la vez alzaba mis brazos para estirarlos y quitarles la pesadez. Hoy es lunes. Lo bueno es que no voy a la escuela. Soy el chico que decayó en octavo, sí, el primer año de la secundaria. ¿Qué quiere decir esto? Que soy un nini. Ni estudio ni trabajo, pero soy un adicto total a los videojuegos, no hay nadie que comprenda mi adicción, por lo que siempre me paso el tiempo jugando solo en la penumbra de mi cuarto.

—Hoy es el día...—Susurré para mí mismo. Hoy era el día en el que se estrenaba un nuevo juego para mi amada consola PSP. Su nombre era "Shinzou Connect" O "Corazón Conectado". Un nombre bastante peculiar, además en Internet todos hablan de él. Así que sin falta debo ser de los primeros en conseguirlo.

Sólo que había un problema…Uno que detestaba, odiaba, repudiaba, aborrecía y quién sabe qué más. Yo odio con todo mi ser a la raza humana, a la humanidad, a su monótona forma de comportarse…¿Para qué querría ser uno más del montón? Siempre me lo pregunto. Y la respuesta es clara…Sería totalmente aburrido.

—Ojalá se mueran...—Y esbocé una sonrisa cínica de lado. Además de todos mis defectos mencionados anteriormente, soy apático. Por lo tanto no tengo intención alguna de tener amigos en la vida real.

Caminé un poco y me dirigí al baño de mi cuarto. Me miré en el espejo y mi aspecto era uno deprimente totalmente. Cabello sucio y enredado, ojeras bajo mis ojos que son azules, pero con la expresión que siempre llevo en el rostro se ven tenues y oscuros, era un triste color azul oscuro.

—Me gusta más así que nada…—Abrí el agua y me mojé la cara varias veces para despertar totalmente. Luego de eso tomé mi cepillo de dientes y la pasta, cuando estuve a punto de comenzar a cepillarlos, me quedé estático sin razón alguna.

¡Por favor que alguien me perdone!

Me quedé en silencio mientras esa frase era repetida por la voz en mi cabeza, mi propia voz rogando el perdón de alguien a quien yo mismo desconocía. ¿Quién será? ¿Por qué quiero su perdón? Sea quien sea no me interesa.

Le di poca importancia y seguí con lo mío. Me aseé, vestí y preparé para salir de la casa en la que había estado confinado desde el inicio de este año.

—No entiendo nada de esto, ¿Por qué lo hago?—Tomé una gran bocanada de aire y abrí la puerta de entrada de mi casa. Y vi el sol de frente nuevamente en bastante tiempo.

Y así inicié mi tortuosa marcha hacia la tienda en la que se vendería el juego por tiempo limitado. No duré ni cinco segundos oyendo sus susurros y murmuros que no iban dirigidos a nadie. Tan sólo pensaban en voz baja.

—A la mierda, no lo soporto…—Y me coloqué mis audífonos, puse mi canción favorita en mi Ipod y así comenzó a sonar. Irónicamente, la canción se titulaba. "El primer y último día de esperanza de vida de la tierra."

Así pasé un tiempo caminando, cabizbajo, sin intenciones de llamar la atención de ninguna de esas personas. Que para mí no eran personas…En lo absoluto. Todo este país está hecho de mentiras. No le encuentro ningún sentido a nada de esto.

Toda la gente es igual…Sólo quieren encajar y sentirse amados por alguien…Eso tiene sentido para ellos…Pero a mí me parece una pérdida de tiempo…Al final de todo, todos nos volvemos simples recuerdos, y de a poco nos perdemos en las difusas memorias de la gente que finge que le importamos.

Bendita sea la hora en la que llegué a la tienda, la fila era bastante corta, siete u ocho personas en total. Era fácil. Sólo debía espera mi turno, tomar el juego, pagarlo y listo, volver a casa cómodamente con mi preciado juego. Y rápidamente tomé mi lugar.

En eso, algo que no me esperaba para nada sucedió. Una de esas "personas" que para mí eran simples siluetas negras, tomó color. Era una chica. Su cabello era de un muy extraño degrade en azul, y su ropa era parecida a la mía. Tenía una expresión decaída y venía justo detrás de mí en la fila.

Yo le rogaba a los dioses para que avanzara rápido la maldita y a la vez bendita fila, y que ella no me dirigiera la palabra en absoluto. Ya que si lo hacía iba a ser una completa vergüenza para mí intentar tener una jodida conversación con alguien, siendo que no he hablado con alguien directamente en seis meses.

—Rápido...—Susurré, y cómo por arte de magia, las personas que estaban delante de mí avanzaron rápidamente, dejándome sólo a una persona de mi preciada oportunidad de probarlo….

Los segundos pasaron, y antes de que me diera cuenta, ya estaba de regreso a casa con el juego en mis manos. Estaba emocionado hasta por las nubes. Pero claro, mi expresión seria no lo denotaba nada.

—Genial...—Miraba con atención cada detalle de la caja. El fondo era una cuidad, que extrañamente se parecía a esta ciudad. Y luego unos kanjis japoneses en los que se podía leer "Shinzou Connect" Era genial. Todo era perfecto…Llegué a mi casa y me encerré en mi cuarto no bien crucé la puerta de entrada.

Puse el juego en la consola y un fondo verde aqua con un corazón de pixeles apareció llenando la pantalla de mi PSP. Estaba cargándose. No podía esperar más…Me quedé en silencio viendo cómo los números subían rápidamente y entonces algo sonó e hizo eco en mi desolada habitación.

"¡Bienvenido al mundo apocalíptico que siempre has deseado!"

Mientras veía con asombro la primera frase del juego, un mensaje llegó a mi bandeja de correo. Me acerqué a la PC dejando la PSP encendida y abrí el mensaje.

Para: Kaiba

De: x x x

"Tù también has notado algo raro en el juego. ¿No es cierto?"

¿Eh? ¿Un mensaje sin remitente? Pero momento…Debió ser alguien que estaba conmigo en la fila, si sabe del juego y de lo extraño que es, supongo que debe saber algo que yo no.

Para: x x x

De: Kaiba

"Tú sabes algo del juego. Dime lo que sepas, esto no es nada normal."

Y casi de inmediato llegó mi respuesta.

Para: Kaiba

De: x x x

"Simple, este juego contiene tus propios deseos, es tu propio juego, uno que puedes manipular a tu gusto. Podrás manipular al mundo, a tu merced a cualquier persona que conozcas."

A cualquier persona que conozca…Pero, si veo a todas las personas cómo figuras negras…Es completamente absurdo. No conozco a ninguna persona…

—La chica…—De pronto recordé a la joven en la fila. Si podía encontrarla, tal vez podría probar mis nuevos poderes…Pero, si es mi propio juego, y mi propio deseo…¿Será que el juego también le ha dado poderes a ella?...No hay nadie más con quien pueda probarlo…Sin dudas, comenzaré este juego, me enfrentaré a ella. Y por fin podré tomar venganza de la raza humana y ser el dios de todos ellos.

"¿Deseas iniciar la partida?"