Personajes le pertenecen a J. .

Siempre quise escribir algo así, espero que resulte como me lo imagino. Cualquier crítica es bien recibida.

La historia se localiza en el sexto año de Harry Potter, antes de la muerte de Dumbledore.

OCULTO

CAPÍTULO 1

Hermione temblaba de pies a cabeza, al agua se resbalaba de sus ropas y su cabello escurría, pareciera que su cuerpo era víctima del frio y el agua helada del río, pero éste se sacudía violentamente por el miedo, gruesas lágrimas bajaban por sus ojos, no podía moverse de ahí, estaba aterrada recargada sobre un árbol frondoso. El cuerpo inerte de Harry estaba frente a ella.

Se lo repitió muchas veces, no debían seguir a Draco en la profundidad del bosque, pero nunca la escuchó, ahora tendría que cargar con la culpa. ¿Qué le diría a Ron? Ella le había prometido que lo cuidaría, ¿Qué explicaciones daría? La carga de toda una guerra ahora se depositaba sobre sus hombros, y el enorme dolor de la muerte de su mejor amigo, su familia la estaba matando por dentro.

Ya de nada servían los datos que habían logrado sacar en esa salida furtiva, Harry había tenido razón, Malfoy algo ocultaba y ella nunca le creyó. Pudieron ver como Draco se entrevistaba con su tía Bellatrix Lastrange, la mujer le entregaba un paquete que se escondía por debajo de la túnica. Dos altos mortifagos custodiaban la espalda de la enloquecida mujer.

Lo insensato fue la reacción de Harry, en cuanto la vio su mirada se ensombreció y tocó su varita con fuerza, el instinto asesino del joven resurgió de la nada. Quiso acercarse, matar a esa mujer con sus propias manos, ella le había arrebatado al hombre que era como su padre, Sirius quién dio todo por él estaba muerto. Hermione supo las intenciones de su amigo, ella tenía que hacer que se fueran, suplicó buscando la mirada de Severus quién custodiaba la espalda de su ahijado, y había notado la presencia de ese par de irresponsables.

Los mortifagos se dieron cuenta de que se encontraban ahí, el grito de Bellatrix resonó por todo el bosque, exigía su captura inmediata. La mirada de Severus fue determinante, estaba furioso y exigía una huida inmediata. Hermione tomó a Harry y comenzaron a correr por una colina.

Todo sucedió rápido, ella resbaló de la piedra donde estaba parada, rodó por la colina hasta caer al río de agua helada, Harry reaccionó corriendo hacía ella, corrió tan rápido como sus piernas se lo permitían, la corriente se llevaba a su amiga y sino la sacaba de ahí, terminaría ahogándose. Los hombres lobos hicieron presencia, haciendo que Harry saltara al riachuelo, esperando poder sacar a Hermione de ahí y llegar a los límites del castillo…

Y lo logró, se tomaron de las manos y abrazados lucharon por llegar a la orilla, pero una oleada los arrojó del otro extremo, se soltaron y perdió a Harry de vista, tan sólo escuchó sus gritos prometiéndole que la sacaría de ahí.

SS&HG&HP

Gateó hasta donde se encontraba Harry, la sangre salía de su boca, se habían golepado demasiado con las rocas y la maldición que logró darle Bellatrix bajaron su magia, si tan solo esa maldita bruja no le hubiera alcanzado a arrojar esa maldición, habría podido ayudarlo, si algún tipo de magia caía sobre su amigo, él ardería en llamas, su cuerpo se consumiría.

Se mordió el labio llorando sobre su pecho, ya no había nada que hacer.

Los pasos apresurados llegaron hasta ella, alzó la vista reflejándose en las oscuras orbes de Severus Snape, quién parecía no entender lo que pasaba.

Está muerto – sollozó abrazando a su amigo con dolor.

Hazte a un lado – le ordenó levantándola con fuerza, Hermione cayó al piso quedándose callada.

Ella se congeló, él nunca le había hablado de esa manera. Severus se hincó sobre el cuerpo de Harry notando sus signos vitales de forma muggle. Si alguien hubiera prestado atención en la mirada negra del profesor pudieron pasar miles de recuerdos, pensamientos y sensaciones.

Estaba estático frente al cuerpo de su alumno, jamás creyó que aquello pudiera pasar, negó con cabeza completamente perdido en sí mismo.

No, no… ¿cómo…? No…

Saltó al río para ayudarme…y… la corriente… nos hundió – le explicaba ella entre lágrimas, – si Bellatrix no lo hubiera… maldecido habría… podido hacer… algo, cualquier hechizo lo habría matado y… de todos modos… murió – pero él no la escuchaba.

No vas a morir – siseo enojado rasgando la ropa de Harry con fuerza.

Comenzó a darle reanimación cardiopulmonar como un muggle, dejo de interesarle si algún mortifago estaba cerca y lo veía. Hizo las primeras compresiones cardiacas sin detenerse, veía el rostro inexpresivo de Harry mientras su cuerpo se movía involuntariamente por las acciones del hombre.

Hizo el intervalo de respiración, regresando a las comprensiones sin escuchar a la joven que lo miraba asustada y atemorizada.

Vamos Potter… … respira – le ordenó dándole respiración de boca a boca – Demonios hazlo – repitió continuando sobre su pecho.

¿Y bien? ¿Por qué tenía que venir el día de hoy? – le preguntó aquel hombre al niño de cinco años, ambos caminaban por la cera rumbo al colegio.

Tienes que venir, eres mi invitado especial – respondió con mucha madurez, él hombre arqueó la ceja entrando al salón del niño, el titulo en el salón decía "Héroes"

¿Qué significa eso?

Tenemos que traer a alguien que admiremos, no debes hechizar a nadie, mira Severus – le señaló a los otros invitados de los niños – eres el mejor.

Su mandíbula se tensó contorsionándose parte de su rostro, no estaba pensando con claridad y sabía que el mareo podía hacerlo vomitar. Las manos de Hermione descansaban sobre sus hombros intentando detenerlo, pero él hacía su trabajo sin una pausa, él no iba morir ahí.

¿Severus? ¡Basta! ¡Murió!

Cierra la boca Hermione… quítate.

Eso es… no llores solo es un golpe – le pedía de forma exigente al niño de siete años que descansaba sobre la mesa del comedor mientras el hombre limpiaba un golpe en su mejilla que comenzaba amoratarse.

¿Por qué no vivo contigo? – ambos se quedaron viendo sorprendidos, uno con la posibilidad de que eso pudiera volverse realidad y el otro con la imposibilidad de ese deseo.

Veré que puedo hacer.

Prometo portarme bien… ¿Debo volver con mis tíos? Ella estará furiosa porque le gritaste.

Yo me arreglaré con Petunia, tú te quedaras lo que resta de la semana… sube a tu habitación – el niño asintió, por lo pronto había logrado cinco días lejos de la casa de los Dursley.

¿Cuántos errores había cometido? Cada paso que daba buscaba la redención, buscaba lograr su cometido, cada día se encontraba más cerca, podía sentir toda su vida realizarse, podría recuperar cada parte de su vida, cada fragmento, cada recuerdo sería suyo y de él, podría y lo intentaría, pero el destino le jugaba una mala pasada.

La rabia se apoderó de sus manos dándole la fuerza para seguir adelante.

¿En serio podemos ir a tu trabajo? – le preguntó emocionado mientras lo veía empacar todas las cosas en un baúl, el pequeño Harry metía a escondidas todas sus posesiones.

Sí, pero tendrá que ser en vacaciones.

¿Y las pasaremos ahí? ¿En el castillote ese?

Sí, Petunia está encantada de que puedas estar conmigo ¿Listo? – el niño asintió tomando la serpiente movible regalo de su último cumpleaños, el hombre encogió el baúl y lo tomó en brazos mientras enrollaba sus piernas en su torso sintiendo el tirón de la aparición.

Los profesores no podían dejar de ver a ese niño lleno de vida, con ese mismo carácter que tanto les recordaba a la pelirroja Evans, corría por todos los terrenos de Hogwarts siendo vigilado de cerca por su tutor, se cayó al pasto obteniendo una mirada asustada de Minerva McGonagall pero dejaron que se levantara riendo mientras señalaba el estadio de Quidditch.

Mira… oh… es Quidditch.

Así es… ven debemos instalarnos, te presentaré a los otros profesores – pero al niño no le interesaba conocer a esas personas, su mirada estaba perdida en los aros y su amplia imaginación.

¿Sabes? Yo jugaré Quidditch.

Preferiría que no lo hicieras - respondió intentando no sonar venenoso.

¿Y si fuera bueno? – Ya sé que serás bueno mocoso.

Bueno prometo estar ahí en tu primer partido y evitar que caigas de la escoba y te rompas el cuello.

¡Será genial! Tú me veras, atraparé la snitch para ti – le prometió captando la atención del hombre.

¿Buscador?

El mejor puesto.

¿Y porque para mí? – el niño alzó los hombros con desinterés quedándose callado.

Eres mi familia.

Sus manos intentando hacer funcionar su corazón bajaban y subían continuamente, la mirada de Severus desencajada de dolor, había dejado esos recuerdos muy lejos de él.

Vamos Harry respira ¡maldita sea! ¡Respira no me hagas esto! – Hermione se alejó despacio con la boca abierta, ese odio desmedido que le tenía a su amigo de pronto fue sustituido por la preocupación.

¿Severus?

¡No me toques!

La castaña se giro para verlo viendo lo que nunca había podido presenciar en el rostro del hombre que amaba, pudo ver el dolor desencajado en su rostro, su mirada apagada siendo consumida por la obsesión y la locura, su cerebro no reaccionaba a lo que acontecía, estaba fervientemente mentalizado para ayudar a Harry, no se daba cuenta que ya era tarde para eso.

Se detuvo con temor, Severus Snape respiraba agitado cerrando los ojos y abriéndolos a su realidad, casi podía ver sus orbes negras cristalinas, sólo él sabía que en ellas iba reflejado un niño de pantalones cortos y una camisa pulcramente cuidada, la risa y el cariño desmedido que un infante puede tenerle a quién lo procura y cuida.

El enojo volvió repitiendo las compresiones conteniendo la respiración lentamente.

Harry no lo hagas ¡respira! Tu puedes, sólo un poco… aguanta – sacó su varita apuntándolo.

Lo maldijo, lo sabes… Severus…

Déjame, yo sé lo que hago – le ordenó aventándola, susurró unas palabras en latín, algo que ella no comprendió y continuó con su labor – Despierta maldita sea… - Hermione sabía que algo no iba bien, en eso ocurría algo que no lograba comprender, ese sufrimiento que veía en él no era normal, estaba completamente enloquecido…

¿Review?