Este fic participa en el Reto#40, Cupido haciendo de las suyas, del foro Alas Negras,Palabras Negras. Me tocó crear un romance entre Theon/Asha/Qarl, y a pesar de que al principio estuve completamente perdida, el resultado me gustó mucho.

No hace falta aclarar que los personajes son de George R.R. Martin, y que esto es ligeramente AU.


Si Qarl era honesto consigo mismo, diría que ellos hacían un muy buen conjunto. No siempre lo fueron, claro. Antes estaban los celos de él hacia Theon por acaparar la atención de Asha. También tenían el ligero problema de Hediondo persistiendo en la mente del Heredero de Pyke y las Islas de Hierro.

Con el tiempo, Asha se encargó de ponerlos a los dos en su lugar. Qarl en su cama y Theon en su trono de Piedra. Pero la cosa no acabó ahí y de alguna u otra manera Qarl llegó a encontrarse en el lugar equivocado, al momento incorrecto.

"¿Qué hacen?" exclamó al ver a los hermanos gobernantes en la cama, en actividades que los Hombres Ahogados habrían declarado impías, pero Qarl encontraba incitantes. "Asha, ¡eso no está bien!"

Una sonrisa y una mirada fueron lo que bastó para que Qarl no dijera nada más, y es que lo sorprendió mucho lo irritante que era ver reflejado el mismo sentimiento en la sonrisa de su Rey y en los ojos burlones de su Mano.

Al final todo fue una confusión de extremidades, y estuvo claro que los hermanos Greyjoy ya habían participado de experiencias como esa, aun si fueron con participantes distintos. Qarl, en cambio, demostró que Doncella no sólo implicaba su falta de barba.

Después de eso las interacciones entre ellos se volvieron, sorprendentemente, más fluidas, por así decirlo. Theon aceptó más fácilmente el consejo de Qarl, al igual que Qarl aceptó de Theon caricias que antes sólo Asha le brindaba. Qarl también podía ver cómo Asha era más abierta con ambos, más ella misma, si eso es posible.

Guerras de las Tierras Verdes eran noticias para ellos, entretenimiento y nada más. En las Islas de Hierro, bajo el mando de los tres, todo floreció y la piratería y demás redadas y ataques se volvieron más una costumbre, su cultura, que una necesidad.

Y ahora, después de varios años, Qarl piensa en sus inicios y en lo que han llegado a ser. Se da cuenta de que son la triada perfecta: sal, roca y hierro.

Le gustaría decir que él es el hierro. ¡Demonios! Le gustaría decir que el Rey Theon es el hierro, pero no es así. Asha es la firmeza que los sostiene, la certeza y la fuerza.

Theon es la roca... Lo que los une más a Asha y a él. Lo que une a Qarl con el Trono de Roca. Theon es el sustento y la base de todo.

Y él mismo es la sal. El complemento. Si el no estuviera, Asha y Theon estarían juntos. Ambos gobernarían Pyke y sus alrededores. Pero ahí está y es, así, el complemento de una relación que sigue dejándolo sin palabras.

Cuando Qarl recuerda a Hediondo, y la resistencia que Asha ponía a ser llamada mujer de alguien, se rie. Y no es una risa nostálgica y romántica. Se rie con burla de esos tres individuos que ahora son un trío de amantes que no serán detenidos. Un trío de gobernantes que rigen con mano de hierro.

Y es perfecto.