Hola, aquí traigo mi primer fic sobre la isla de Gilligan, es algo dramatico, pero bueno, todos mis fics lo son, jejeje. Espero que alguien lo lea, y que para los fans de la isla de Gilligan, sea agradable. Que yo soy una fan de esta maravillosa serie.
La isla de Gilligan y sus personajes no me pertenecen, son obra de su autor Sherwood Schwarts, yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Lo siento.
Ya estaba atardeciendo en una pequeña isla localizada en un punto en el pacifico, en un paradero desconocido para los mapas. Los habitantes de esa inhóspita isla ya llevaban varados un año y no mostraban avances en sus planes de rescate, sobre todo por cierta personita que sin querer estropeaba todos y cada uno de sus intentos por abandonar esa isla y volver a la civilización.
En eso se encontraban tres de los siete náufragos, sentados en el comedor común elaborado de troncos de árbol, palmeras y bambú. Uno de ellos tomo la palabra.
En serio, creo que están exagerando.- Una chica trigueña con dos coletas se mostraba algo molesta.
Ay vamos MaryAnn, no me digas que a veces no te exaspera.- Una bella pelirroja refutaba el comentario de su amiga.
Es verdad que a veces su comportamiento, aunque no es intencional, suele ser algo… torpe. Pero nos ha ayudado a seguir unidos dentro de ésta isla.- Un hombre maduro, de mirada triste y cabello castaño calmaba a las chicas.
Profesor, ¿usted se imagina esta isla sin Gilligan?- MaryAnn preguntó con la mirada fija en el hombre sentado a la mesa.
Seria un lugar triste, y muy aburrido.- El profesor volteo la mirada junto con MaryAnn hacia la chica pelirroja que apoyaba su cabeza en una de sus manos.
Oh! De acuerdo, tienen razón.- La pelirroja sonrió derrotada.- Gilligan ha hecho de esta isla un lugar muy divertido.
Los tres rieron divertidos. MaryAnn se levanto entonces a inspeccionar el asado en la caldera, pues ella era la encargada esa noche de preparar la cena. En eso estaba cuando una objeto extraño cayó pesadamente en el caldero salpicando el agua hirviendo en el vestido y brazo de la trigueña.
¡Ay!- MaryAnn solo atinó a retroceder por reflejo, pues el caldo caliente alcanzo a quemarle la piel y atravesar la delgada tela de su vestido.
Oh! MaryAnn!- Ginger se levantó de prisa asustada, el profesor también se apresuro a socorrer a la pobre muchacha.
El profesor tomó el brazo de MaryAnn y rápido la ayudo a sentarse en una de las sillas del comedor.
Ginger, trae un tazón con agua por favor.- Pidió el profesor.
¡Oh no! ¡Me duele horrible!- MaryAnn estaba a punto de soltar el llanto por el dolor que le provocaban las quemaduras.
Ginger corrió a servir el recipiente con agua, cuando lo tuvo lleno y se encaminó de nuevo hacia donde se encontraban El profesor y MaryAnn tropezó con una figura que venia corriendo en dirección opuesta y le hizo tirar toda el agua sobre ella.
¡AAAh! ¡Por dios!- Se quejó la exuberante pelirroja al verse toda empapadas y tirada en el suelo.
¡Ups! Lo siento Ginger.- Esa vocecita, y esa frase tan conocida hizo a Ginger emitir un resoplido de enfado.
Gilligan…- Ginger levantó la vista y vio al joven marinero, parado extendiéndole una mano para ayudarle a levantarse.
De verdad lo siento mucho, no te vi. Es que venia en busca de la pelota de béisbol que…-
¿Pelota de béisbol?- Ginger lo interrumpió abruptamente al ponerse de pie.
Eh… si, es que estábamos jugando béisbol en el claro de la playa el capitán, el señor Howell y yo, pero al momento de hacer un home run…-
¡¿PELOTA DE BEISBOL?!- Nuevamente fue interrumpido por la ya exaltada pelirroja, quien abrió los ojos con tal furia que Gilligan dio un paso atrás asustado.
¡¿Sabes lo que provoco tu pelota de béisbol?!- Ginger estaba furiosa, tomó a Gilligan del brazo y lo arrastro donde se encontraban MaryAnn y el profesor.
Gilligan trataba de seguirle el paso a Ginger, quien no reparaba en el hecho de ir jalando al muchacho, de estar clavándole las uñas en el brazo y de ir a paso apresurado. Gilligan aunque tropezó varias veces pudo llegar en una pieza hasta el comedor común donde por fin Ginger lo soltó y lo empujo para que quedara frente a MaryAnn, quien aun seguía sentada con los ojos llorosos mientras el profesor examinaba su brazo.
¿Ves lo que has provocado?- Ginger se cruzó de brazos muy molesta.
Ginger, te dije que trajeras agua, no a Gilligan.- El profesor se sorprendió al ver a Ginger traer a rastras al joven marinero.
¡Oh! Me olvide del agua…- Ginger llevó una mano a su cabeza y luego volteó mas molesta hacia el delgado muchacho.- Pero tu tienes la culpa también de que perdiera el agua que traía.- Ginger le apunto acusadoramente con el dedo índice.
Gilligan estaba un poco mas que confundido, sorprendido y asustado. Ginger siempre se había caracterizado entre los siete náufragos de ser la mas pasional, dramática y explosiva. Sin mencionar sus facultades histriónicas para hacerlo. Pero Gilligan, si bien estaba acostumbrado a causar cierta molestia, nunca la había visto tan molesta con él, no tanto.
Lo lamento, no quise hacer que tiraras el agua.- Gilligan habló muy apenado.
Y por tu dichoso Home Run, MaryAnn se salpicó con la sopa hirviendo.- Ginger seguía cruzada de brazos molesta por las constantes torpezas del infantil Gilligan.
Gilligan al escuchar eso último levanto la vista acongojado, encontrando la mirada furiosa y retadora de Ginger, luego volteó hacia el comedor, donde pudo observar mas detenidamente a MaryAnn, quien seguía sollozando por el dolor, y se dio cuenta que su brazo derecho estaba visiblemente enrojecido.
¡MaryAnn! Lo siento tanto.- Gilligan se agacho para quedar a la altura de la chica y tomar su brazo, pero al hacerlo le lastimo mas las quemaduras.
¡AAAUUh!- MaryAnn se quejo por el contacto brusco de Gilligan con su brazo.
Eres un amenaza, ¿lo sabias?- Ginger lo apartó con brusquedad del comedor y tomó el brazo de MaryAnn
Ginger, basta. El no lo hizo con mala intención.- El profesor trato de calmar a la enojada pelirroja.
¡Auh!, no te preocupes Gilligan.- MaryAnn trató de mover el brazo lastimado pero el dolor no la dejaba.
Si quieres ayudar, ve a traer una palangana con agua.- Ginger le habló al ofuscado y cabizbajo muchacho, que seguía de pie detrás de la exuberante actriz de cine.
.- Gilligan asintió, miró de reojo a MaryAnn y corrió hacia la laguna por el agua que necesitaban.
MaryAnn aun adolorida levanto la vista hacia su amiga, con un gesto reprobatorio negó con la cabeza y Ginger no pudo evitar encogerse de hombros. El profesor suspiró algo molesto apoyando el gesto reprobatorio de la joven trigueña.
Creo que no era necesario hablarle así.- El profesor se dirigió a Ginger.
Es hora de que alguien le ponga las cosas en perspectiva.- Ginger se defendió.
Ginger, eres demasiado dura con él, no fue su intención…- Dijo Mary Ann
MaryAnn, nunca es su intención, pero si no fuera por él, ya estaría de nuevo en Hollywood, si no fuera por sus constantes tonterías, ya hubiéramos sido rescatados.- Ginger interrumpió aun mas molesta.
Ginger hizo un berrinche digno de una actriz de cine, puso las manos en puño, dio un golpe al suelo con su pie, y resopló enfadada, dio media vuelta y se dirigió a la cabaña que compartía con MaryAnn. Quien por su parte, aun sentada observó a Ginger alejarse y volteó a mirar al Profesor.
En verdad esta enfadada. Cuando una mujer se comporta así, yo me alejo lo mas que puedo.- El profesor se rindió y se dispuso a atender de nuevo el brazo de MaryAnn.
¡Oh! Ya se le pasará. Solo esta molesta de que no estuviéramos de acuerdo con ella.- MaryAnn observó hacia la cabaña de nuevo.- Pero en verdad es muy dura con Gilligan.- Suspiró triste.
Tiene mucha razón en molestarse con las torpezas de nuestro joven marinero, pero también ha sido Gilligan quien nos ha sacado de varios apuros.- El profesor defendido al muchacho sin apartar la vista de su labor.
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Bueno, espero que me dejen comentarios sobre lo que les parece, y… Gracias por leer.
