Un reencuentro y una cita inesperada
Son las 7:58 AM., hora de entrada a clases. Los alumnos se dirigen a las salas correspondientes al día y la hora. Los pasillos ya están vacíos y los maestros están a punto de comenzar sus clases.
-¡Vamos Kagome, corre! Voy a llegar tarde.
De pronto siente que cae al suelo luego de un impacto.
-¡OH!, discúlpame.
-¡No, perdóname a mí, iba muy apurada y…!
Kagome levanta la vista y ve a un joven muy apuesto, el líder del equipo de basketball de la universidad Shikon.
-¡Listo!, ahí está el último libro… ¡Ay! ¡No, puff.....! Queda uno…- se agacha, recoge el libro y lo observa- ¡Wow! ¿De moda?... ¿Diseño?
-Sí, ¿Y tú?- Su voz sonaba igual que como lo recordaba en su cabeza.
-¿Yo? Bueno soy el líder del equipo de basketball y estoy estudiando leyes.
-¿Leyes y basketball?- igual de simpático como lo recordaba.
-Sí, son dos cosas muy distintas, pero me gustan… y, ¿en qué año estás?
-Primer año ¿y tú?
-Tercero. ¡Ah! Eres nueva.
-¿Y no has tenido complicaciones?
-Sí, a veces se me juntan los partidos con los exámenes, pero siempre logro resolverlo. ¿Y tú, has podido acostumbrarte al cambio?
-Sí, pero me ha costado un poco. ¡Mandan libros e investigaciones todos los días!
-Sí, es una lata…
-Hablando de lata…-dijo Kagome mirando su reloj- ¡Wow!, ¡Ay no!, ¡Voy a llegar tarde!, tengo que irme… ¡Chao!- y salió corriendo.
-¡OH! Espera –Gritando- No te lo pregunté… ¿Cuál es tu nombre?
-Kagome… Higurashi ¿Y el tuyo?
-Inuyasha… Tashio.
-Un gusto conocerte… nos vemos… ¡Adiós!
-¡Adiós!
Kagome corre y llega a la sala, toca la puerta y entra.
-Y usted, señorita ¿Por qué llega a esta hora?
-Es que…
-No me dé explicaciones. Tome asiento y trate de no interrumpir.
-Gracias.
Kagome tomó asiento, puso sus libros sobre la mesa y comenzó a tomar apuntes, pero muy distraída y sin poner atención, ya que su "reencuentro" la dejó muy emocionada. Fue un "reencuentro", bueno ahora les explicaré por qué. Sucede que ella ya lo conocía de antes, porque iban en el mismo colegio. Él era algo así como su "amor platónico", ella estuvo muchos años enamorada de él y finalmente se dio cuenta de que lo amaba, pero su amor no era correspondido. Pasaron los años, él llegó a último año de secundaria, y se fue del colegio a la universidad, en ese momento ella sintió que su vida ya no valía nada ya que él no estaba, ese fue el instante en el que ella se sintió más débil pero a la vez más fuerte y en vez de rendirse llegó a sobrepasar sus propios límites para demostrar que era la mejor y quizá en un futuro cercano, poder volver a verlo. Ella nunca perdió las esperanzas y ahora, este era el momento más feliz de su vida, el momento que había esperado desde hace mucho tiempo y que al fin se había hecho realidad. Cuando chocó y levantó la mirada, un nudo se le hizo en la garganta a causa de la emoción. Él no había cambiado desde la última vez que lo vio. Seguía igual de alto, con su cabello plateado y muy largo, como lo llevaba siempre, y sus ojos dorados, esos ojos que siempre la cautivaron y de los que se enamoro. Sentía que su corazón latía con más fuerza que nunca y sus manos sudaban, pero cuando escuchó su voz, esa suave pero varonil voz, todo esto desapareció y el ambiente se volvió cálido.
Durante ese día pensó en ese momento tan mágico y anhelado por años, que casi no puso atención en las clases.
-¡Señorita!- dijo la maestra con un golpe en la mesa- ¡Esta no es hora de dormir, es hora de aprender!
-Lo siento maestra- respondió Kagome un poco distraída y asustada debido al súbito del golpe en la mesa.
-Respóndame la pregunta que acabo de hacer.
- Ehm… lo siento maestra, pero no puedo responderle.
-Eso, veo, ya que está tan distraída que ni siquiera sabe la pregunta- dijo la maestra con un tono muy golpeado y agresivo- Por favor señorita, tome apuntes y ponga atención. Porque la próxima semana tenemos examen.
-Si maestra.
-Lo ven, jóvenes, estas son las cosas que pasan cuando…
Pero ella no obedeció las órdenes de su maestra y casi ni la escuchó, ya que estaba tan distraída pensando en Inuyasha, que no le interesaba nada más.
Al término del día, cuando ya habían terminado las clases, Kagome se dirigió a la cancha para ver como entrenaban algunos alumnos, en verdad, para verlo entrenar a él, ya que sabía de antemano que el se encontraría allí.
-¡Hey! ¿Tú aquí?- dijo Inuyasha, algo sorprendido, cuando la vio caminando cerca.
-Mm...Sí, es que no tenía nada que hacer después de clases a si que pasé por aquí a ver si encontraba algo interesante.
-A si… yo te daré algo que hacer- dijo él con voz seductora- Que tal si nos vemos a las 5:00 PM. en el café que está en la esquina.
-Mm... Sería buena idea… y… ¿Para qué sería?- dijo ella coquetamente haciéndose de rogar.
-Bueno… podría ser para hablar de moda… o leyes- dijo riendo.
-Okay, está bien- respondió ella riendo. Su risa era igual como la recordaba.
-Entonces… ¿5:00 PM. Está bien?- Peguntó para confirmar.
-Sí, perfecto.
-Estupendo, adiós- dijo él, le dio un tierno beso en la mejilla y salió corriendo al llamado del entrenador.
Kagome se quedo paralizada mirándolo, por ese beso deseado por años, y se dio cuenta que Inuyasha se volteó para guiñarle el ojo. Ella le dirigió una coqueta sonrisa, se despidió con la mano y se fue feliz a su casa. Ella vivía en un departamento con sus dos mejores amigas, Ayame y Sango, quienes también van con ella a la universidad. Se conocieron en el colegio y pasaron toda la secundaria juntas. Durante ésta acordaron vivir juntas cuando entraran a la universidad, cosa que finalmente cumplieron. Llevaban viviendo juntas alrededor de un mes y a pesar de sus diferencias, siempre tratan de dar lo mejor de ellas.
Kagome llegó al departamento, abrió la puerta y notó que todavía no habían llegado sus amigas.
-¡Ay! ¡Que horror este desastre!
Todas las cosas estaban desordenadas, tiradas y sucias.
-¿¡Pero que pasó aquí!?
Dejó sus cosas en algún lugar limpio y comenzó a ordenar. Al poco rato terminó y llegaron Sango y Ayame.
-¡Wow! Que limpio…- dijo Sango mirando para todos lados- Hola.
-¡¿Qué pasó aquí?!- preguntó Ayame a la vez que saludaba a Kagome.
-Cuando llegué estaba todo sucio y desordenado, así que me puse a ordenar y a limpiar.
-¡Msch!- exclamó Sango.
-Y… ¿te pasó algo interesante hoy? ¿Alguna novedad?- repreguntó Ayame a Kagome.
-Mm... Más o menos- respondió Kagome con un tono interesante
-¡Uh! Cuenta, cuenta…- dijeron Ayame y Sango mientras corrían apresuradamente hacia el sillón. Se sentaron y miraron a Kagome con unos ojos tan abiertos, por la emoción, que casi se les salían de sus órbitas.
-… No me van a creer con quién choqué hoy día…- les contó a sus amigas
-¿Con quién?- preguntó Ayame.
-¿Se acuerdan de Inuyasha, del colegio?-
-¡No te creo!- dijeron a coro Sango y Ayame.
-¡Sí!- gritó Kagome.
-¡Me muero!
-Cuéntanos que pasó- ordenó Sango.
-Ya, lo que pasa…-comenzó Kagome.
Ella les contó todo lo sucedido y sus amigas se alegraron inmediatamente.
-…y lo mejor es que me invitó a salir como a las 5:00 P.m.
-¡No te creo!- exclamaron sus amigas
-Se los juro- respondió Kagome muy emocionada- y ustedes… ¿Algo que contar?
-Mm… si… podría ser…- dijo Sango.
-¿A si?- preguntó Kagome- ¿y que sería?
-¡Me voy a Kioto!
-¡¿Cuándo?!
-En invierno
-Que bien- dijo Ayame.
-¿Y qué vas a hacer con tu relación?
-¿Con Miroku?
-Sí… van a estar muy separados…
-Sí, pero vamos a estar bien… vamos a estar en contacto
-Sí, pero las relaciones a distancia nunca funcionan- le recordó Ayame.
-Lo sé, pero es por poco tiempo
-¿Por cuánto?
-Mm… ¿una semana?
-Mm…- pensó Kagome- Bueno, será… y tú Ayame… ¿Algo que contar?
-Mm… ¡A sí! Ya, yo les quería proponer una salida hoy día en la noche. Me enteré que va a haber una fiesta y yo pensaba que podíamos ir y relajarnos un poco.
-Ay no, que lata, tengo que estudiar- reclamó Kagome.
-¡Ya! Hace tiempo que no salimos- le dijo Sango.
- Por favor- suplicó Ayame.
-Mm… ¡Ay, no!- volvió a reclamar Kagome.
-¡Por favor!- insistieron sus amigas poniendo caritas para poder convencer a Kagome.
-Ay bueno, está bien- dijo ésta finalmente.
-¡Sí!- gritaron estas abrazándose de alegría.
-¿A qué hora es?-
-Mm… creo que a la 10:30, o algo así-
-A, entonces tenemos bastante tiempo- dijo Sango mirando el reloj- son recién las 4:45.
- ¡Qué, las 4:45? Ay no, voy a llegar tarde- dijo Kagome con voz desesperada y corriendo en dirección a su pieza.
-¿Para qué…? ¡Ah!- recordó Ayame.
Kagome corrió hacia su pieza, se cambió, se maquilló y se peinó. En un 2x3 estaba en el living lista para salir.
-¡Hey! ¡Esa polera es mía!- alegó Sango.
-Sí, te la saqué- le contestó Kagome con voz graciosa
-¡Ja Ja!- rió Ayame.
-Bueno… me voy, no quiero llegar tarde-
-Pues entonces apúrate, porque te quedan cinco minutos- le recomendó Ayame.
-Ya, me voy, ¡Adiós!- gritó Kagome, y se despidió de sus amigas.
-No la vayas a manchar, o sino te mato- le contestó Sango a Kagome con un grito mientras esta se iba.
-Ya, ya- le dijo Kagome con voz burlona.
-¡Ja Ja! Suerte- le dijo Ayame.
Kagome salió corriendo en dirección al café. Estaba a 3 cuadras de llegar y cuando ya estaba en la esquina, se detuvo y se arregló un poco para no parecer desesperada. Entró al café y ahí estaba él, tan lindo como siempre. Kagome se acercó a la mesa y le dijo:
-Hola.
-Hola- respondió él muy amistosamente- siéntate- y se paró para mover la silla en la que ella se iba a sentar.
-Gracias.
-De nada- y contesto él, sentándose pero sin dejar de mirarla.
-Perdóname por llegar un poco tarde, es que me quedé conversando con unas amigas y de repente me di cuenta de la hora y salí corriendo a cambiarme de ropa para salir, ¡Pero no puedo creer que estés aquí antes que yo!
-¿Por qué?
-Porque generalmente los hombres siempre llegan más tarde que las mujeres, pero veo que tu no eres así.
-Al parecer no. Traté de hacer todo lo más rápido que pude… quería verte.
Kagome lo miró fijamente a los ojos
-Que lindo- se sonrojó y agregó- yo también.
-¡Ja ja! Bueno, ahora ya estamos aquí ¿Qué podemos hacer?
-Te propongo que nos quedemos sentados aquí, tomemos algo y conversemos.
-Está bien.
Hubo momento de silencio, un silencio muy incómodo, pensaba Kagome.
-¡Ya sé!- saltó Inuyasha repentinamente- tengo una idea- le dijo a Kagome muy entusiasmado.
-¿Qué cosa? ¿De qué?
-Tengo una idea para conocernos.
-¿Qué?- Preguntó Kagome curiosamente.
-Mira, es un juego… de preguntas. Por ejemplo, yo comienzo preguntándote algo y luego tú me preguntas a mí.
-Mm… me gusta… ¿De cualquier cosa?
-Sí, cualquier cosa, pero una sola pregunta a la vez.
-OK.
-Ya, yo parto- dijo Inuyasha muy entusiasmado por comenzar- Mm… ¿Cuál es tu animal favorito?
-El tigre.
-OK, tú.
-¿Cuál es tu color favorito?
-El azul. Ahora yo. ¿Qué haces en tu tiempo libre?
-Escuchar música y… salir. ¿Y tú, qué haces en tu tiempo libre?
-Juego basketball o escucho música y estar con mis amigos- dijo Inuyasha- ahora voy yo… Mm… ¡ya!, aquí va.
-¡Vamos, dime!- le dijo Kagome, desesperada por saber la pregunta.
-¿Tienes algo que hacer en la noche?
-¡Wow, que gran pregunta! A ver…- pensó Kagome- Sí- respondió.
-¿Y qué vas a hacer?- le preguntó enseguida Inuyasha.
-¡A, a! No, sólo una pregunta a la vez. Pregunto yo: ¿Cómo consideras que son tus padres?
-Mm… Regulares. Ni muy estrictos ni muy relajados- dijo Inuyasha- ahora sí, yo: ¿Qué vas a hacer esta noche?
-Voy a salir con unas amigas a una fiesta.
-¡OH!- exclamó Inuyasha con un poco de lástima- Es que… yo te quería proponer que saliéramos en la noche.
-Pero si quieres puedes ir con nosotras. Nos podríamos juntar allá. ¿Te parece?
-Qué bien. Entonces está confirmado. Hoy día en la noche.
Ambos siguieron conversando en el café hasta muy tarde y finalmente acordaron verse en la fiesta.
-¿Nos vemos allá?- le preguntó Inuyasha antes de irse.
-Sí, obvio- respondió Kagome.
-Bueno, entonces… hasta la noche.
-Adiós.
-Adiós.
Se despidieron y se fueron, cada uno por su lado.
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Eran alrededor de las 10:30 PM, cuando comenzó la fiesta, tal como Ayame había dicho.
-Parece que tenías razón- dijo Kagome.
-Sí, parece que sí- respondió Ayame.
-¿Y viniste sola?- preguntó Kagome.
-Si, pero…por ahí encontraré a alguien.
-¿Y Sango?
-No sé, por ahí debe andar, la vi hace un rato con Miroku.
-Parece que esos dos andan bien enamorados…
-Sí. Y hablando de enamorados, mira atrás tuyo que viene alguien- dijo Ayame.
Kagome se dio media vuelta y ahí estaba Inuyasha acercándose a ella.
-Al fin te encontré- dijo él una vez que estuvo a su lado.
-¿Me estás buscando hace mucho rato?- le preguntó Kagome coqueta pero divertida.
-Mm… Hace un rato- respondió él de la misma forma.
-Mira tú.
-¿Quieres bailar conmigo?- le preguntó Inuyasha mientras le extendía su mano y la rodeaba por la cintura.
-Bueno- le dijo Kagome sonrojada.
Claro, a ella no le sorprendía su actitud. Él siempre había sido así con las mujeres, coqueto, galán y atento. Siempre sabía que decir y como hacerlo. Además de saber tratar a una dama, con delicadeza y galantería. Él es de los chicos más populares de la universidad y claro, como todo galán, tiene a sus hienas babeando por él y ella no era la excepción, solo que pertenecían a mundos distintos.
Salieron a bailar y Ayame se fue a sentar al bar.
-Creo que todas tienen pareja menos yo…- pensó.
De pronto se le acercó un joven.
-¿Ayame? ¿Ayame Takamura?- preguntó el muchacho.
Era un joven alto, de pelo oscuro y ojos claros.
-¿Kouga Takahashi?- preguntó Ayame cautelosamente.
-Sí- respondió el joven.
-¡Tanto tiempo!- exclamó Ayame sorprendida y emocionada mientras le daba un gran abrazo.
-Sí, desde… ¿Quinto año de primaria? Si mal no recuerdo.
-¿Y que has hecho de tu vida?
-Mm… nada. Seguí en la primaria Monte de las Animas y luego me fui a su secundaria y ahora estoy tocando en una banda. ¿Y tú?
-¡Wow! Yo me fui a la primaria De los Siete Espíritus y luego a la secundaria Tetsusaiga , después de eso no me volví a cambiar y ahora estoy viviendo con unas amigas y estoy estudiando en la Universidad Shikon.
-¿A si? ¿Y que estudias?
-Piano.
-Que interesante.
-¿Y tú?
-Por el momento, nada. Me estoy dedicando a la música.
-¡Me encanta!
En ese momento la música cambió y se escuchó una voz.
-Ehm… silencio por favor- dijo Inuyasha a través del micrófono.
Todos se voltearon a mirarlo.
-Quiero dedicar la siguiente canción a la persona que me acompaña esta noche.
Inuyasha se acercó a ella, la abrazó por la cintura y la atrajo a su musculoso cuerpo.
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Weno espero que les alla gustado el primer capitulo de fic. Es el primero que escribo y me gustaria que dejaran reviews con criticas o comentarios... eso que la pasen bn. =B
