Prologo: Como empezó todo

La chica salió de su casa a la misma hora de siempre en dirección a su instituto, ella no iba acompañada de nadie, como las otras chicas que veía en el camino, ella tenía que adoptar esa actitud fría para poder estar en el equipo de futbol, no se le permitía ser sociable ni sonreír, solo ser una chica callada y fría a la que nadie se atreviese a llevarle la contraria, no creáis que les pegaba ni nada, solo los miraba con una mirada que los dejaba helados. Todo esto empezó el primer día de instituto:

Este es mi instituto – Decía asombrada y contenta la chica, mientras se decidía a entrar. Cuando llego a clase…

Es usted la nueva estudiante señorita - Dijo serio el profesor.

Así es – contesto la chica.

Pues bienvenida, ahora preséntese a la clase- dijo haciendo pasar a la chica.

Bueno, me llamo Hannah Spay- dijo ella tranquilamente

Ok, siéntese allí señorita Spay- contesto mientras señalaba a un chico de pelos largos.

Después de clases, nuestra protagonista estaba pensando a que club unirse, cuando de repente…

Cuidado- le grito un chico desde lejos

La chica mira que viene un balón hacia ella y lo para sin demasiada dificultad. El chico la mira un poco sorprendido y le grita - ¡¿Me devuelves él balón?- A lo que la chica sonríe sin contestar deja el balón en el suelo y le pega una patada llegándole a los pies del chico. Entonces la chica le grita -¡Ten más cuidado la próxima vez!- Y con esto se alejo dejando de ver al chico.

Después de eso, acabe entrando en el equipo, pero eso le costó acostumbrarse a no mostrar cómo es ella. Nadie de su instituto sabía como era ella en realidad. Acabo siendo una chica seria, sin ninguna amiga con la que pasar el tiempo.

Solo su familia sabia como era ella, es decir sus hermanos, sus padres y sus abuelos.


Esta es mi primera historia que publico, espero que les guste

Puede que sea un poco corto el prologo, pero ya no se que más ponerle.

Hannah Spay me pertenece.