Mi tío Donald creyó que sería buena idea escribir sobre todo lo que pasó en mi primer año de secundaria.

Sobre Webby. Sobre Hugo. Sobre Paco.

Sobre mí. Sobre lo que soy.

¿Y cómo es que escribir me ayudará a sentirme mejor?

De hecho no lo hará. – Me dijo. — Incluso se sentirá peor. Pero eso será al inicio. Contar la verdad es algo que duele. Pero a veces sacarlo todo es algo que te ayuda.

¿Pero si lo va a empeorar porqué quieres que lo escriba?

Porque considero que puede ayudarte a superar todo. Contar una historia trae muchos frutos.

... Eso incluye venderla historia, ¿No?

Si tú quieres. De todas formas, esto es tu propio diario.

Me encantaría... pero no estoy muy seguro de esto... Muchas cosas cambiaron desde que pasó. Desde que nos juntamos...

Entonces no se lo cuentes a nadie. Cuéntate a ti mismo la historia.

Pero es que ni siquiera yo sé cómo fue, como empezó, como terminó. ¡Nada!

Nadie sabe en realidad cómo es su vida, cada quien tiene puntos distintos. Pero eso no importa. Tú no sólo eres el autor, tú eres la historia. Puedes cambiarla, agregarle risas, drama, misterio, terror. Todo lo que tú quieras. El punto de esto es...

¿Sacarlo todo?

Liberarte. De tus sentimientos, tus temores, de tus mentiras, de todo lo que tienes dentro que no te deja dormir...

No lo sé...

Tienes muchos sentimientos encerrados, ¿no?

Me atormentan cada noche. Y... me dan ganas de llorar al pensar en todo esto...

Ahí lo tienes. Es lo único que necesitas. – Él estiró una mano y me sacudió el cabello. — Llórate tu propia historia.

Y eso hice. Me lloré una historia.

Y esto es lo que lloré.


Nota de autor: Y empieza una nueva historia. ¡Espero les sea de su agrado!