Dia 9: Verano. KageHina.

-Odio esto- se quejó Kageyama una vez más, estaba debajo de una sombrilla, sentado en una toalla, en la arena, cociéndose con el sol. Miro alrededor, Suga y Daichi compraban bebidas; Nishinoya enterraba a Asahi en la arena, Yamaguchi construía un castillo de arena mientras Tsukishima se aseguraba de que nadie mirara a Yamaguchi más de la cuenta, Tanaka trataba de sorprender a Ennoshita con sus habilidades de surf. Kageyama está harto, odiaba la arena, odiaba el calor, odiaba la playa y odiaba el vereno. Pero al parecer esto no les importo para arrastrarlo hasta ese lugar.

-Vamos Kageyama-kun, vamos a nadar- le insistió Hinata, media hora antes le había propuesto lo mismo y él se había negado, no entendía como Hinata podía pensar que él había cambiado de opinión en media hora.

-Claro Hinata, me hice experto en natación en una jodida media hora, ¡YA TE DIJE QUE NO SE NADAR, IDIOTA!- le grito, sentía sofocarse por el calor y el enojo solo lograba que se sintiera peor. Hinata retrocedió cuando Kageyama grito a todo pulmón, llamando la atención de muchas personas, sabía perfectamente que Kageyama no sabía nadar y que probablemente no quería aprender, pero era un desperdicio ir a la playa sin haber nadado aunque sea un poco.

-¡Vamos Kageyama! Todos se están divirtiendo, incluso Tsukishima- dijo apuntando en dirección a donde se encontraba el rubio, que besaba una y otra vez la cabeza de Yamaguchi, fulminando con la mirada a cualquiera que murmurara en su dirección, incluyendo a Hinata. Kageyama se sonrojo, odiaba a las parejas en la playa.

-No voy a hacer lo mismo que Tsukishima- menciono desviando la mirada, Hinata se sonrojo al escucharle.

-¡No me refería a eso, Kageyama idiota!- dijo lanzándole una botella de bloqueador solar y así comenzaron a pelear, entre gritos por parte de Hinata y golpes por Kageyama, llamaban demasiado la atención, la gente pasaba y reía, logrando molestar más el humor de Kageyama, que se empeñaba en aplastar a Hinata en la arena hirviendo. Aunque Kageyama se rindió por el fastidio que le ocasionaba la arena caliente bajo sus pies descalzos, el sol y las chicas que le miraban todo el maldito tiempo.

-Te enseñaré a nadar- le dijo Hinata y eventualmente Kageyama acepto ante las miradas suplicantes del más bajo. Hinata jalo a Kageyama hasta la orilla de la playa y se sumergió hasta la cintura.

-No iremos muy hondo, no quiero que te ahogues- y fue así como Kageyama se ahogó al primer intento.

Kageyama abrió los ojos lentamente, sintiendo una extraña presión en sus labios, la sensación era caliente, le quitaba el aliento y le sofocaba de alguna manera, entonces se dio cuenta que Hinata le besaba. Cerró los ojos de inmediato, para hacerle pensar al otro que aún no había despertado. Le gustaba besar a Hinata.

-¡Suga-san! ¡No despierta! ¡MATE A KAGEYAMA! - grito desesperado Hinata y justo cuando volvía a darle respiración de boca a boca a Kageyama, una de las manos del armador le tomo de la nuca y le obligo a seguirle besando. Hinata trato de separarse repetidas veces pero Kageyama hacia más presión; la lengua de Kageyama se enlazaba con la suya, mordía y lamia cada vez que podía, arrancándole jadeos a Hinata. Cuando se separaron, Kageyama miraba el cielo veraniego, ¿siempre había sido tan maravilloso?

-¡¿POR QUÉ HICISTE ESO?!- le grito Hinata y Kageyama se encogió de hombros.

-El calor del verano... o agua de mar- Hinata le golpeo en la cabeza.

-¡¿QUE EXCUSA ES ESA?!- Kageyama ya no se volvió a quejar del verano. Por qué los besos en el verano eran los mejores.