Prólogo
Tsuna corría aceleradamente en un intento de escapar de sus perseguidores, los cuales mas grandes y atléticos que el, inesperadamente, no lograban alcanzarlo. Tsuna , a sus siete años de edad, había sido agredido, insultado, acosado y ,finalmente, siendo degradado a su posición de Dame-Tsuna por lo que habia desarrollado una velocidad de carrera casi innata. Las calles empezaron a vaciarse de gente, lo que había empezado como un paseo inocente se hubiese convertido en una mala peli de terror. La calles empezaron a mostrar rasgos de abandono y el suelo ,antes cubierto por una alfombra de cemento se encontraba en su forma original. Las casas empezaron a alejarse las unas de las otras hasta que en el camino no se veía ninguna vivienda. Los pasos de Tsuna empezaron a volverse mas lentos hasta que el niño paro completamente. Sus piernas temblaban incontrolablemente provocando que este cayese al suelo ensuciado sus pantalones y dañando las rodillas descubiertas. Su mirada se dirigió a un fragmento de escalera que se podía distinguir entre la espesura de los matorrales. Tsuna se levanto con mucho esfuerzo y camino hacia la escalera como si la vida le fuese en ello. Miro la escalera y subió un peldaño, mientras entonaba una pequeña cancion.
Uno es fuego.
Esta mañana había visto a papa entrar en casa junto a una mujer bastante atractiva que no le gustaba nada. No es como si fuese vestida como una ramera, llevaba un jersey de cuello alto y una falda holgada que le llegaba casi a los tobillos. Era su mirada lo que le asustaba, una mirada que congelaba al que la veía y lo envuelve como si fuese una serpiente en busca del punto débil de su presa, y esa sonrisa que parecía tan ensayada que parecía la de una muñeca de porcelana. Subió otro peldaño, continuando con la melodia.
Dos es sangre.
Su padre y su madre se habían encerrado en el salón junto a esa mujer y aunque Tsuna nunca había cotilleado estuvo escuchando a sus padres detrás de la puerta. Tsuna no había escuchado muy bien lo que decían pero había podido distinguir palabras como infiel, responsabilidad, custodia y divorcio. Su pie siguió ascendiendo por la escalera, mientras la melodia flui por sus labios.
Tres es tormenta.
Al escuchar esas palabras su cuerpo sufrió un shock quedándose congelado en la puerta del salón. No le importaba si el sonido de los pies de los adultos se dirigiera a la puerta. Ni que su madre la abriese estando el
aun en frente de la puerta. Lo que en verdad le importaba era la expresión de su madre al salir de la habitación. Se veía tan desvalida, tan indefensa, tan desconsolada… Dio otro paso en la escalera y el siguiente verso de la cancion salia de sus labios.
Cuatro es agua.
No dudo un segundo en salir de allí, buscar una solución al problema que se había presentado ante el. Tenia que haber algo… y entonces se acordó:
Flash Back
Tsuna estaba sentado al pie de un cerezo que aun le faltaba varios meses para florecer pero que tenia el sentimiento que transmitían los cerezos a sus observadores. Paz y tranquilidad.
Lamentablemente el no sentía esa sensación ,estaba demasiado ocupado en esconderse de los matones de su colegio. Tsuna se escondió detrás del árbol mientras escuchaba el sonido de las pisadas de losmatones.
Mierda, lo perdimos…- dijo uno de los matones mientras daba una patada a un arbol, provocando que de este cayese algunos pétalos rosaceos.
Tsuna temblaba descontroladaemnte, temeroso de que los matones se acercasen al arbol y lo pillaran. Los pétalos caian sobre sus mejillas y su pelo, que dandose pegados por el sudor producido por la carrera.
Puta mierda…- dijo el acompañante del maton mientras sacaba de sus ropas una pequeña navaja, la cual brillo con la luz matutina- Con las ganas que tenia de probarla…
Tsuna se estremecio cayendo al suelo mientras se enrollaba en si mismo, temblando y llorando. No sabia el porque la habian tomado con el y solamente deseaba que todo esto parase…
Herbívoros- digo una voz infantil, cuyo tono era la de un adulto, específicamente uno con ansia de sangre- ¿Qué haceis aquí?
Mierda…- los matones empezaron a correr intentando escapar de la amenaza que habia aparecido en ese momento- Es Hibari…
Tras eso escucho un conjunto de gritos, ruegos y el sonido de articulaciones y huesos rotos. Lo unico que podia hacer era mantenerse enrollado en una bola y rezar a quien quiera que estuviese allí arriba o allí abajo, en momentos como estos no se sentia uno como para tener preferencias.
Minutos despues el sonido paró y Tsuna se irguio lentamente esperando que todos se hubiesen ido. Miro por uno de los laterales del arbol topandose con unos frios ojos negros que adornaban un rostro salpicado por lo que posiblemente fuese sangre. El castaño no pudo evitar dar un brinco cayendo en un pequeño arbusto...
El otro chico solo entrecerró los ojos mientras observaba como el otro se dedicaba a `nadar´ en el arbusto. Entonces el castaño se giro hacia el moreno con los ojos llorosos y las mejillas rojizas que aun tenian algun que otro pétalo pegadas a estas. La mirada de Hibari se volvio mas filosa, aunque las mejillas sonrojadas no eran facilmente disimulables. Tsuna comenzo a temblar ante la presencia del otro, lo unico que hacia falta para hacerlo mas adorable sería que este tuviese unas orejas de conejo. Una sonrisa maliciosa cruzo la boca de Hibari para despues agarrarle, con una tonfa, de la camiseta para elevarlo a su altura.
Venga, conejo…- dijo Hibari arrastrandolo detrás suya- Tu profesor ha dado el aviso de que te habias ido…
No me llamo conejo… - dijo debilmente Tsuna al tiempo de que Hibari dijo que su profesor habia avisado de su desaparicion.
Matsudaka-sensei era su profesor en la guarderia Namimori y era la única persona del profesorado el cual le hacia caso. Era un hombre de veintiocho años, soltero – es la norma no escrita el que el profesor más atractivo fuese soltero- y que traia detrás de el a una multitud de maestras y madres enloquecidas, a lo que daba gracias a Dios que su madre no fuese como el resto de las madres y no le resultase atractivo… ` solo amo a tu padre Tsuna-chan´ decia cada vez que le preguntaba el porque. Minutos despues, Hibari y el, llegaron al patio de la guarderia donde fueron recibidos por Matsudaka-sensei.
Tsuna-san… - dijo al momento que lo abrazaba, lo que causo un ligero sonrojo en el rostro de Tsuna- Gracias a Dios que estas bien…¿Dónde estabas?
Unos alumnos se acercaron a la pareja, mientras sonreian escalofriantemente. Tsuna se hundio mas en los brazos del profesor mientras miraba a los niños que se acercaban y sus ojos volvian a su eterno estado de lagrimeo…
El solamente fue a ver las huellas de la bruja- dijo uno de los niños del grupo, una chica de pelo negro decorado por una corona de diamantes de plástico.- Dicen que si sigues los pasos mientras recitas un hechizo tus deseos se haran realidad.¿Verdad, Tsuna?
Al decir eso la chica agarro disimuladamente el brazo de Tsuna retorciendole fuertemente su brazo. Hibari dio un paso colocandose entre ellos, dandole una mirada a la niña que prometia mucha sangre y dolor si no se alejaba. A eso la chica retrocedio con una sonrisa mientras volvia al grupo mirando a Tsuna.
Tsuna-san no vuelvas a hacer eso –dijo el profesor mientras miraba a los ojos a Tsuna- Me has preocupado…
-Fin Flashback-
Se habian asegurado de que la historia fuese cierta, para evitar que algun maestro descubriese el engaño. El dulce viento azoto sus cabellos y mientras que sus ojos achocolotados temblaban imperceptiblemente al dar el siguiente paso las sombras del bosque se movieron.
Cinco es trueno
Las sombras se movian alrededor de Tsuna como si de pequeños animales se tratasen, sin embargo Tsuna estaba tan ensorto en los pasos que daba que ni siquiera notaba como las hombras se iban acercando cada vez mas. Las sombras empezaron a abrir ojos de color ambár y con rayas horizontales que mostraban una naturaleza oscura,salvaje… y que nadie podria dominar durante mucho tiempò. Los ojos de Tsuna se cerraron para dar el siguiente paso.
Seis es viento
El suave viento empezo a animarse convirtiendose de una suave brisa a rafagas tormentosas, las cuales se lanzaban contra el infante dirijidas por una extraña fuerza. Sin embargo Tsuna no dejaba de avanzar por la escalera que empezaba a resquebrajarse lentamente mientras que los animales formados por las sombras, que empezaron a transfigurarse en gatos los cuales seguian acechandole como si de un raton se tratase. Solamente volvio a dar otro paso.
Siete es sombra
Al decir esa parte los gatos se pararon de repente y se puesieron a mirarle…pero esta vez con curiosidad y inocencia, como si se calmasen al escuchar las palabras de Tsuna. Tras eso se pusieron a sentarse uno por uno, como si fuesen gatos comunes que solo se hubiesen sentido amenazados al entrar en su territorio. Los ojos seguian puestos en Tsuna cuando dio otro paso.
Ocho es odio
Un escalofrio recorrio el cuerpo de Tsuna cuando dio ese paso. No sabia el porque, pero al dar ese paso sentia como si el peso que llevase se hubiese incrementado y que pequeñas cadenas se enredasen en sus pies. Sus ojos se abrieron fuertemente, mostrando un azul brillante que resplandecio al mismo nivel que los ojos de los gatos. Los mininos empezaron a maullar alegremente mientras Tsuna dio otro paso.
Nueve es tinieblas
Las cadenas se desvanecian al pasar al siguiente escalón y Tsuna se detuvo unos segundo esperando que el peso se desvaneciese. Pasaron varios segundos para que el peso se desvaneciese, no por completo pero si, parcialmente. Los gatos pararon de maullar para volver a acercarse acercarse bufando. Tsuna los ignoro y continuo.
Diez es sufrimiento
Tras decir esa ultima rima el corazon de Tsuna sintió como si fuese partido por una lanza y los gatos empezaban a mirarlo con una incandescencia y maldad casi antinaturales. Estos gatos bipolares se giraron de improvisto mirando hacia el último escalon como si esperasen algo u… alguien.
Once es vida
El dolor de Tsuna desparecio al decir esa rima en un susurro y se agarro con fuerza el pecho, sintiendo como los musculos volvian a trabajar tras lo que parecian haber sido horas. Los gatos se lanzaron a sus pies intentando pararle mientras arañaban sus muslos. Tras gatos se colocaron en el siguiente escalón y empezaron a bufarle.
Doce es muerte
Los ojos de Tsuna se empañaron y los gatos que estaban en el escalon numero doce se apartaron mientras maullaban enfadados. Los rasguños en las piernas de Tsuna empezaron a sangrar y al llegar hasta ese escalón se empezaron a curar lentamente dejando unas finas lineas ojos de Tsuna se cerraron,otra vez, y la comisura de los labios de Tsuna empezaron a temblar cuando recito el siguiente verso…
Con trece pasos llegaras a la casa de la bruja, de allí no saldras, eso te lo aseguro
Tras decir eso Tsuna se sintio liberado del cualquier problema y frustración ,como si todos los problemas se desvanecieran rapidamente. Los ojos de Tsuna se abrieron mostrando de nuevo unos orbes de color azul marino, el cual facilmente podia rivalizar con el color del cielo despejado. Al abrirlo se encontro con una persona delante suya. Era una mujer de veintitantos años , vestida con un traje barroco nde color negro, lleno de bordados dorados que describian dificultosas líneas y patrones, su boca y pómulos estaban tapados por un abanico de color negro con mariposas doradas pintadas en el. Su pelo dorado era casi ocultado por un sombrero de ala ancha de color negro coronado por algunas rosas rojas, aunque algun que otro mechon de pelo se podia ver caer por los límites de su rostro. Unos ojos azules, exactamente iguales que los de Tsuna, le devolvieron filosamente la mirada. Tras varios segundos Tsuna volvio a cerrar los ojos y a tambalearse…a partir de hay todo fue oscuridad.
