Los caminos de la vida siempre deparan en lugares inimaginables, separan, unen, mezclan, pero por sobre todo: Siempre sorprenden.
Muchas veces se preguntó por qué no había forma de volver al pasado, cambiar de alguna u otra forma los eventos de su existencia. Los recuerdos perduraban a través de los años, también carcomían en su mente todas aquellas veces en las que pudo actuar, pero por miedo o inseguridad no lo hizo. En esos años no valoraba, o más bien, no era consiente de los regalos de la juventud, la etapa que permite cometer cuantos errores uno desee, de caerse, gozar y de que no importasen las consecuencias, aquellos años son para no quedarse con las ganas y decir: "al menos lo intenté".
Pero lo entendió demasiado tarde.
No había semana en que Marinette no se preguntara que será de Adrien, si en su vida seguía todo en orden, si aun estaba interesado por la ciencia, si aun recordaba vagamente a su ex compañera de clase o si tan solo recordaba el momento en que pudieron ser… Pero no lo fueron.
Estando ya dentro de la universidad, poco y nada habían conversado, gracias a las redes sociales la oji-azul le enviaba mensajes de vez en cuando, siendo respondidos de forma común, un saludo, un cuídate y nada más. Pero ella aun así, seguía al pendiente de él, tenía la esperanza de que algún día tuviese una conversación algo más prolongada.
Solo necesitaba saber de él.
Sabía que para él ya todo estaba olvidado, tenía novia desde ya hace unos años, en quién se había fijado en el mismo paseo en el que pudieron ser algo. Kagami no desaprovechó el titubeo de Marinette, tal como había dicho en la pista de hielo, a penas hubo un espacio, entró y se quedó con Adrien.
Soltó un gran suspiro. Aun no entendía por qué seguía recordando todo esto, ya era una adulta, casi veintidós años. En cierto momento pensó que lo había olvidado por completo, fue en el momento en que decidió darle una oportunidad a Luka, en aquel entonces se consideró una mujer afortunada, era un chico apuesto, gentil y amable, se preocupó de enamorarla completamente, y lo hizo, la franco-china podría jurar que sentía amor verdadero hacia su pareja, pero los recuerdos y pensamientos aun seguían allí, latentes. No podía entenderlo.
—Estas callada Ma-ma-marinette —Susurró su novio mientras la abrazaba por la espalda. Se estremeció de inmediato, casi pensó que leía el pensamiento.
Bueno, si ese fuese el caso ya habría descubierto que era ladybug, razonó.
Soltó un suspiro abatido. —Solo pienso en la universidad, —Mintió—. Estoy preparando los exámenes finales —Eso no era del todo mentira.
Luka la atrajo hacia si mismo, haciendo que quedasen cara a cara. —Tu tranquila, pasarás todo. Eres la mejor diseñadora que conozco —Y le besó la frente—. ¿Deseas hablar sobre ello?
Ella se mordió el labio. ¿Por qué debía ser tan jodidamente tierno? No lo merecía.
—Es solo… tengo un montón de pensamientos en mi cabeza… ya sabes… creo que elegí una mala fecha para mudarme contigo, has hecho la mayor parte del trabajo y… no es justo… —Luka la calló con un beso, colocándose a horcajadas sobre ella en la cama.
Marinette se sintió terrible. No sabía en que momento había aprendido a mentir tan bien.
—Tu tranquila, conozco el sentimiento —dijo mientras la besaba en distintas partes de su cara—. Saldrás de los exámenes y verás que no había tanto de que preocuparse —Murmuró, mientras bajaba a besarle el cuello.
La chica se estremeció ante el tacto y soltó un gemido. Movió sus manos hacia la espalda de su novio y comenzó a acariciarlo, se dieron un beso largo y profundo, él apretó su cintura con ansias, pidiendo más.
—Lu-luka y-ya… —Él la calló con un beso desesperado, haciendo que Marinette ardiera en deseo, y es que lo amaba, de verdad lo hacía.
Se separaron un segundo, mirándose fijamente a los ojos. —Te amo Mari, eres la única mujer para mi.
Ella quiso llorar, se mordió el labio y lo abrazó. Él era su hombre, y ella su mujer, llevaban juntos ya casi cuatro años, y ahora daban el paso para vivir juntos. No podía perderse en recuerdos efímeros. Lo tenía todo, ahí, frente a ella.
—Te amo Luka —Susurró por fin, y lo besó.
Tenía que empezar a trabajar a no perderse en memorias tontas. O perdería todo lo que había construido en estos años.
Hola! Traigo este fic como idea, tengo la idea ya formada en mi cabeza...
¿Qué les parece? Espero sus comentarios y críticas.
DISCLAIMER: Ladybug no me pertenece, su autoría cae en Thomas Astruc, solo soy una fan que tomó su maravilloso mundo y personajes.
