Jueves de junta mundial, como siempre todos estaban haciendo un ruido bestial.
Arthur y Francis se peleaban como siempre, América presumía de ser un héroe, Canadá era ignorado nuevamente, España sacaba su alabarda, en fin, todo normal, excepto por la mexicana a quien se le veía con extremo nerviosismo y desesperación, tanto, que esperaba que ya fueran las 10 en punto para poder largarse a ver la continuación de Tokyo Ghoul, pinche Kaneki, está bien bueno.
En medio del alboroto, América se acercó a preguntar que tenía:
Hey, Mary, ¿Qué tienes? Se te nota muy nerviosa el día de hoy- decía un sonrojado Alfred
Es que tengo que… mmmm TENGO QUE…- dijo medio gritando María a causa del ruido de la junta.
¿Tienes que hacer qué?- dijo alzando la voz Alfred por la misma causa que la mexicana.
¡TENGO QUE VER LA CONTINUACION DE TOKYO GHOUL!- gritó exasperada maria .
Toda la sala de juntas se quedó en silencio, osea, ¿a maria le gusta el anime?
Lo que menos querían era a otra hungria en la sala de juntas, pues unidas, podrían ser un peligro para la sociedad mundial.
¿Qué has dicho, princesa?- preguntó la nación española.
Que necesito ver la continuación de Tokyo Ghoul- contestó ya menos enojada la mexicana.
España le lanzó una mirada furica a japon, quien desde la confesión de maria no ha parado de sonrojarse e imaginarse escenas no muy apropiadas con ella.
¿QUE COÑO LE HAS HECHO A MI PRINCESA?- gritó furioso España.
Japon se asustó un poco, pero aún asi, quizo decirle la verdad a España.
España-san, yo…-
Papá, deja en paz a Kiku- le interrumpio maria .
Pero princesa, ¡el te convirtió en adicta a esos dibujos feos!- dijo a modo de berrinche el peninsular.
Padre, no son dibujos feos, se llama anime y es parte de la cultura de Kiku, respetala-
Pero, ¡mi pequeña!- protestó Antonio.
Pero nada papá- la mexicana se volteó para irse de una buena vez.
Es porque te gusta ese bastardo, ¿verdad?- preguntó con aura oscura el español.
Papá, no es…-
¿TE GUSTA CIERTO?-
¡SI!, SI ME GUSTA ¿Y QUE?- gritó furiosa maria
Si la sala de juntas estaba en silencio, ahora parecía que no existía el sonido ahí.
La mexicana se sonrojó al máximo cuando se dio cuenta de lo que dijo. Japon, que estaba a metros de ella, casi llora de la felicidad al saber que sus sentimientos eran correspondidos.
Maria-san, ¿eso es cierto?- preguntó el japonés, rojo como un tomate.
Ehhhh, yoo… si Kiku, me gustas mucho-
Un awwwww general se escuchó en la sala, todos estaban contentos, excepto el español obviamente y cierta nación ojiazul de lentes, quien solo guardo silencio y se mantuvo con una expresión neutra.
Entonces, maria-san, ¿te gustaría cenar hoy a las 7?- dijo galante Kiku.
Claro- contestó sonrojada maria.
Antonio se echo a llorar, pues su "pequeña princesa", ya no era tan pequeña después de todo.
-Ah, Kiku, no olvides que debo ver la continuación, asi que llévame a casa temprano-
-Uhmm, maria-san, pensé que podríamos ir a…-
- ¡LA CONTINUACION DIJE!-
FIN
