Capitulo 1:

La música estridente le llenaba los oídos, ritmo rápido, acelerado, un comienzo muy esperado se abría paso al fin…

Las luces eran cegadoras, pero eso no importa si lo único que haces es alzar tu voz por encima del gentío…

El éxtasis de la música, el cénit de los sueños…

Como un camino por recorrer sin parar…

Ni mirar atrás…

Solo para recordar…

Los momentos que se quedaron atrás…

Mirando al futuro de los sueños por cumplir…

Esa mañana…

Kagome se levantó temprano, como siempre entre semana para ir al instituto. Fue al baño y se dio una ducha para terminar de despertarse. Cuando termino, se volvió en la toalla negra que tenía cerca y se miro al espejo, mientras unos ojos marrones muy bonitos le devolvían la mirada. Era una chica muy guapa de 18 años. Salió del baño y se puso el uniforme del colegio sin muchas ganas (la verdad es que quien tiene ganas de ir al instituto XD). El uniforme era una camisa blanca de manga larga y una falda negra corta, junto con los correspondientes zapatos (típicos de las series) y una corbata a líneas negras y blancas. Tenía ya ganas de empezar la universidad, ya que así saldría de ese instituto lleno de idiotas.

Kagome, anda ve bajando –

Ya voy Souta – dijo ella mientras terminaba de peinarse con un par de trenzas sueltas a los lados. Tenía el pelo largo cortado en capas, y ondulado, lo que hacía que las trenzas le dejaran mechones sueltos y darán un aire libre a su imagen. Se colgó un colgante de un dragón y las pulseras y algún anillo. No se maquillaba para ir al instituto, no le parecía lógico maquillarse para ir a un sitio al que vas a estudiar. Salió de su cuarto y fue para abajo, a desayunar con su familia.

Buenos días, Kagome – dijo una mujer dando un beso a su niña en la cabeza.

Buenos días Souta – dijo ella mientras también saludaba a su hermano, que era un par de años mayor que ella.

Desayunaron tranquilamente mientras hablaron de cosas sin mucha importancia. No tenían padres ya que ambos habían muerto en un accidente hacia unos tres años, pero los 3 hermanos se valían muy bien por sí mismos.

Souta, ¿cuando empiezas el nuevo semestre de universidad? –

Pues en un par de días tengo que volver a la residencia, ¿Por qué? –

Nada, curiosidad –

Tienes ganas de salir del instituto ya, ¿verdad? –

No sabes cuantas – dijo ella en una sonrisa, mientras su hermano le daba un leve pellizco de cariño en la cara – Bueno me voy que si no voy a llegar tarde –

Luego saldré a comprar unas cosas que necesito para clase, ¿quieres algo? –

Mmm… pues cómprame un cuaderno nuevo, porfa – le dijo a su hermano, el cual asintió con la cabeza mientras ella salía de su casa en dirección a clase.

No era que no le gustara el instituto, de hecho, había cosas que si le gustaban, pero es que estaba lleno de… superficiales, gente que solo se fijaba en la apariencia de los demás para juzgarlos, en lugar de ver mas allá de la superficie que es la piel. Se puso el mp3 y se escucho una canción que le encantaba: Still loving you, de Scorpions. Iba tarareando la canción hasta llegar al edificio principal del instituto. Allí vio una amiga esperándola.

¡Sango! –

¡Hola Kagome! – dijo la chica, que tenía el pelo castaño y los ojos color café muy bonitos. Iba con complementos parecidos a los de Kagome y un estilo similar – Menos mal que llegaste… mira quien viene por ahí – dijo ella señalando con disimulo a su izquierda.

Por allí llegaban Kikyo y sus amigas. Se creían las líderes del instituto y disfrutaban haciéndole la vida imposible a los demás, en especial a Kagome y su amiga, aunque ellas pasaban tres cuartos de los comentarios de la chica. Aquel día iba híper maquillada, como siempre y como casi todas las chicas que la rodeaban. Parecía un payaso, y sin embargo, eso parecía gustarles a los chicos. Kikyo tenía una fama de buscona que no podía con ella (se nota que no me cae muy bien la chiquilla, ¿verdad? XD). Vio a Kagome y sango y ya empezaba con los comentarios.

Chicas, pero mirar a quien tenemos aquí… las raras de la escuela – dijo ella mientras las demás le reían las gracias - ¿Qué vais a hacer hoy? Jugareis rol, u os iréis a meteros coca… quien sabe –

Kagome y Sango las miraban como diciendo "otra vez con lo mismo", así que se fueron dejando a Kikyo con la palabra en la boca.

Empezaron las clases y las chicas se fueron al aula, ya que compartían mismas asignaturas. La clase de historia fue entretenida, si bien siempre estaba Kikyo n ellas para ridiculizarlas en cuanto podía. Y ese día no iba a ser menos.

Bien, quien puede decirme algo sobre la batalla de las termopilas, ¿Higurashi? – dijo el profesor. Kagome se levanto y explico lo que sabía por encima, sin entrar en detalles ya que tampoco sabía gran cosa. Cuando termino, el profesor la mando sentar y la califico en su cuaderno. Kikyo aprovecho la ocasión de distracción del profesor para decir algo en voz baja

Higurashi, por qué no nos cuentas también la historia de la marihuana – dijo con malicia en la voz. Todos en la clase se rieron, a excepción de Sango y Kagome, a quienes iba dirigido el comentario.

Ya vale, señorita Taikun – dijo el profesor sin mucho ánimo ni ganas de ofensa, ya que el padre de Kikyo era importante en el instituto y mas valía no tenerlo en su contra.

Usted a callar, viejo – dijo la chica, mirando con ojos desafiantes al profesor, el cual solo pudo callar y seguir con la clase. Así era Kikyo, se creía la dueña del instituto y hacia lo que le daba la gana junto con sus amiguitas y novios que tenia por ahí.

Kagome y Sango pasaron del comentario de la chica y siguieron con sus cosas. Sango le escribió una nota a Kagome y esta la leyó en seguida.

"Esta tarde es la definitiva, ¿nerviosa?" Kagome escribió a continuación y le paso la nota a Sango de vuelta.

"Pues claro, pero es lo que estábamos esperando". Sango sonrió y guardo la nota para seguir hablando mas tarde.

Las clases siguieron su curso y llegó el descanso de media mañana. Sango y Kagome se sentaron en un banco de la cafetería a charlar mientras tomaban un café cada una, ya que no tenían ganas de nada más.

Vaya, otra vez viene Kikyo – dijo Kagome con pesadez, pues estaba más que harta de tener que soportar las burlas de la chica y sus amigas. Kikyo, al pasar por su parte, dejo caer un té para que cayera encima de Sango, pero la chica, más que acostumbrada, se movió justo a tiempo para no mancharse, cosa que enfureció a Kikyo y se alejo echando pestes contra cualquiera que se le acercara.

Menos mal que solo vino con las chicas y no también con el grupito de chicos que está detrás de ellas constantemente – dijo Kagome, guiñando un ojo a Sango por su rápida reacción.

Las clases terminaron y ambas salieron del instituto para ir a sus casas, y cuando llevaban poco camino, ya que vivían muy cerca y casi siempre se iban juntas, el móvil de Kagome sonó. La chica vio el nombre y descolgó rápidamente.

¡Hola! –

Hola Kag, ¿Cómo estás? –

Bien Kouga, ¿y tú? –

También, también. Hemos quedado en el bar a las 6 para un ensayo rápido y a las 7 comenzar, ¿de acuerdo? –

Claro, ahora se lo digo a Sango y nos vemos allí –

Ok. Un beso, ángel –

Adiós Kouga – dijo ella sonriendo y colgó.

¿Quién era? – pregunto Sango curiosa.

Era Kouga, para decirnos que tenemos que estar a las 6 en el bar para un ensayo, y que a las 7 comienza – dijo ella con excitación en los ojos al dar la noticia a su amiga.

Vaya… nunca pensé que llegara este día Kagome, estoy muy nerviosa – dijo Sango con algo de nervios en la voz.

Ya verás cómo nos sale todo bien, hemos ensayado mucho – dijo Kagome abrazando a su amiga – Además, piensa en la juerga que nos vamos a meter luego sabiendo que es viernes y que mañana no hay clase – dijo ella con una sonrisa.

Ya ves… ¿te vendrás a mi casa a dormir? – pregunto Sango.

Claro, se lo diré a mi madre en cuanto llegue, y si no a Souta –

Ambas siguieron hablando hasta que llegaron a la zona donde se desviaban sus caminos. Quedaron en que Kagome iría a recoger a Sango a su casa a las 5'30, para así irse juntas para allá. Kagome llego a su casa y lo primero que hizo fue buscar a su hermano y abrazarlo. Souta preguntó la razón de tanta efusividad y ella le conto lo que iba a pasar. Souta le devolvió el abrazo también muy contento.

¡Kagome! Vaya, ¡Es genial! Estoy muy orgulloso de ti, ¿puedo ir contigo? –

Claro Souta, como quieras – dijo ella mientras le regalaba un beso en la mejilla a su hermano mayor.

La tarde paso rápido y Kagome fue a recoger a su amiga con su ropa en una maleta. Souta insistió en llevarlas al bar y ya quedarse allí con ellas durante el ensayo y demás. Llegaron a casa de Sango, quien lucía muy nerviosa. Los tres salieron en el coche de Souta hasta llegar al bar "Excalibur", donde los esperaban los demás. Souta aparco y fueron al bar, donde fueron recibidos por Kouga.

¡Chicas! Los demás ya están dentro –

¿Llegamos tarde? – pregunto Kagome preocupada.

Que va, pero es que los demás se adelantaron – dijo el chico. Kouga era moreno, con el pelo castaño largo recogido en una coleta y los ojos del color del océano profundo. Ya iba vestido listo para la presentación, con sus jeans negros con algunas cadenas y camiseta negra con dibujos rojos. – Bueno, vamos a ensayar y ya luego os preparáis – dijo mientras las chicas entraban – ¡Sola Souta! – dijo saludando al hermano de Kagome, con quien hablo un poco. Llegaron a una sala donde estaban los demás, quienes las saludaron y fueron a ensayar.

El grupo allí reunido comenzó un ensayo que resulto ser muy positivo a expectativas de lo que ocurriría luego. Cuando pasaron una media hora afinando y ensayando, las chicas del grupo fueron a cambiarse.

¡Estoy muy nerviosa Kagome, Sango! – dijo una chica, que se encargaba del bajo.

Nosotras también Ayame, pero recuerda que es una gran oportunidad – dijo Kagome.

Las tres se vistieron para el espectáculo. Ayame era pelirroja de ojos verdes, por lo que se puso un vestido rojo y negro que constaba de falda suelta negra con trazas rojas y en la zona superior y del pecho fijo de color negro con algunos bordados. Sango, castaña, se puso una falda negra y blanca de varias capas y vuelo, y un corsé rojo con dibujos en negro. Y Kagome se puso una falda negra también suelta y un corsé negro y rojo, que acentuaban sus grandes ojos y piel blanca como la porcelana. Se maquillaron unas a otras, resaltando lo mejor de cada una, y todas con el pelo suelto y botas negras. Las tres salieron del vestuario hacia la sala de ensayos, donde recibieron silbidos de sus compañeros.

Vaya chicas, estáis guapísimas – dijo un joven de ojos azules oscuros y pelo negro, no muy largo pero recogido en una coleta baja.

Gracias Miroku – dijeron las tres a la vez. El chico se encargaba de la batería.

Kouga se acerco a Kagome y le dio un cumplido que la chica recibió con una sonrisa. Todos allí sabían que a Kouga le gustaba Kagome, pero ella no podía corresponder a sus sentimientos y habían hablado de ello, así que él era un amigo especial, pero un amigo.

Bueno chicos, es hora de que salgáis al escenario – dijo el dueño del bar.

Ya vamos – dijo Kouga, que era como el representante de los que estaban allí. – Bueno chicos, llego el momento que hemos esperado durante dos años. Este concurso de hoy entre grupos es muy importante, ya que si hoy ganamos, pasamos a la siguiente ronda. Quiero deciros que estoy muy contento con este grupo que hemos formado. Ayame, nuestra bajista, eres espectacular cuando sales en escena – la chica se sonrojo – Sango, con el teclado, no hay quien te gane cuando te esfuerzas en ti misma – la chica le sonrió y murmuro en voz baja un "gracias" – Miroku, nuestro casanova, con la percusión eres un maquina – dijo mientras chocaban palmas en el aire – Kagome, vocal, tu voz resuena como los ángeles – la chica se sonrojo mientras sonreía.

Y también estas tú, Kouga, guitarra y vocal, que nos diste ánimos antes, ahora y siempre – dijo Miroku mirando a su amigo. Souta miraba orgulloso a su hermana y los amigos de ella mientras iban camino de cumplir su sueño, les dio ánimos y fue al bar. – ¡Vamos allá chicos! – dijo Miroku mientras todos decían "¡SI!".

Ooooooooooo

Espero que sean buenos – dijo un chico de cabello plateado a otro que estaba a su lado.

Seguro que si Inuyasha, ya verás – dijo este.

No se Hojo, ya sabes que esta música no es lo mío… -

Vamos, callaros ya, que van a comenzar – dijo otro chico que iba con ellos, también con el cabello plateado y los ojos de color ámbar.

Ya, ya Sesshomaru, no te pongas así – dijo su hermano Inuyasha.

Buenas tardes – dijo el dueño del local por el micro, mientras todos los allí presentes aplaudían – Esta noche comenzamos con el concurso de nuevos grupos y tras mucho esperar, esta noche tenemos tres actuaciones con una canción cada una, y el ganador cantara en segunda ocasión. Y ya, sin más dilaciones, el primer grupo de la noche, ¡demos un aplauso a "Dark Passion Play"! – todo el mundo aplaudió, ya que había gente que ya había ido a ensayos y habían corrido la voz, para que fuera bastante gente allí.

El escenario se volvió oscuro sin luz, y la música empezaba a sonar, y con ello, empezaba el concierto.

CONTINUARA

Hola! Esto es una paranoia que se me acaba de ocurrir, no sé, me aburría y salió esto mientras escuchaba Nightwish, de quienes son las canciones que pondré en el fic si lo continuo porque guste… jejeje!!

Muchos besos!! Y dejen reviews!!