Autor: Usagi—Asakura
Fandom: Hetalia Axis Powers
Disclaimer: Personajes a Hidekaz Himaruya.
Palabras: 378
Pareja Principal: Iván/Gilbert [Rusia/Prusia.]
Título: Feliz Navidad.
Resumen: "—Fröhliche Weihnachten* —murmuro el prusiano"
Advertencias: OOC de mi parte. Cosas sin sentido. Oh, nada fuera de lo común. ¿Cómo demonios un EUA—UK se volvió un Rusia—Prusia?
Notas: Fröhliche Weihnachten y Hristos Razdajetsja es como dicen los alemanes y rusos Feliz Navidad. Gracias a mi beta por darle una ojeada.
Feliz Navidad.
—¿Me amas? —preguntó.
—¿A-A qué viene eso? —musitó con desconfianza el joven albino.
—No lo sé.
—¿¡Cómo que no lo sabes!? —protestó Gilbert apresurando el paso, dejando a su acompañante detrás.
El aire jugueteó descaradamente con sus mejillas y con sus cabellos blancos desacomodándolos infantilmente. Se arregló la bufanda café y se viró a mirarle directamente.
—Nunca te diré la respuesta, lo sabes, ¿verdad? —le dijo.
El ruso le miró pasivamente, curvó sus labios fingiendo una dulce sonrisa.
—Realmente me amas, ¿verdad? —declaró de nuevo.
—Oh, claro, claro, lo que digas, ruso.
Gilbert siguió su camino sobre la nieve, produciendo un chistoso sonido conforme avanzaba. Se rascó la mejilla, sonrió altaneramente antes de voltearse a mirarle a los ojos de nueva cuenta.
—Tú sí que me amas —contraataco él.
—¿Tú lo crees? —respondió el ruso.
—Sí. Lo haces —aclaró el prusiano.
Iván calló, se acerco a él, le tomó la mano y lo atrajo hacia sí.
—¿Cómo sabes eso? —debatió.
—Porque siempre que me preguntas eso, extrañamente termino sin ropa —replicó enojado.
—¿Entonces…? —dijo Iván. Se acercó a sus labios, arqueó una ceja aún con la sonrisita amable que a Gilbert se la hacía molesta y poco creíble.
—Haz algo y te juro que te apuñetearé —gruñó el de ojos rojos antes de buscar alguna escapatoria ante su agarre.
El ruso se mantuvo en aquella posición, sonrió maquiavélicamente ante aquella amenaza. Y le besó con fuerza sin darle tiempo a reclamar.
Gilbert se quedó quieto y, sin percatarse de lo que realmente hacía, le respondió con ahinco. Le gustaba, a cierto punto debía admitir a regañadientes que no se le hacía tan asqueroso ser besado por el ruso. Disfrutaba con deleite el sabor amargo de los besos de Iván. Y era por eso que le odiaba con todo su corazón.
—¡Eres un maldito demonio! —bramó él. Frunció el entrecejo—. Te odio.
—Lo sé —Iván apretujó la mano de su compañero y viró su vista al cielo.
Los copos de nieve empezaron a caer, amontonándose rápidamente en el suelo. Gilbert estornudó y con su mano libre se frotó la nariz.
—Fröhliche Weihnachten —murmuró el prusiano.
Iván le sonrió dulcemente. Le besó la frente y siguió caminando debajo del cielo grisáceo de Rusia.
—Hristos Razdajetsja, Gilbert.
Fin.
Gracias. De Nada. Espero tener inspiración para escribir más de ellos. Porque el mundo necesita más de estos dos... (??)
