Disclaimer: Bleach y sus personajes pertenecen a Tite Kubo.

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Kuchiki Byakuya era la persona que podía tener todo lo que quería.

Él era líder de una de las familias más importantes de la Sociedad de las Almas. Él era el 28º cabeza del clan Kuchiki. Él era uno de los mejores guerreros del Gotei 13. Él era capitán del sexto escuadrón. Tenía honor, orgullo, poder. Lo que hizo que fuera muy arrogante. Era tan bello que podía tener a todas las mujeres que quisiera a sus pies.

Pero había algo que no tenía: el amor de su difunta esposa.

El hecho de ser tan prematuramente viudo, no era el mayor problema. Lo más difícil era tener que vivir día a día viendo el fantasma de Hisana en su hermana adoptiva, Rukia, aquella a la cuál prometió proteger. Aunque en ocasiones se equivocaba, como la vez que estaba dispuesto a tener que ejecutarla el mismo por cumplir con las normas. Aquello hizo que peligrara por completo la promesa que le hizo a Hisana en su lecho de muerte.

Siempre se le había hecho duro vivir con Rukia. Ella era una copia casi idéntica de Hisana. Le torturaba verla en los pasillos de su mansión. Creer ver a Hisana, pero la realidad era que se trataba de Rukia.

Reprimirse las ganas de acercarse a ella. Recordarse más de una vez que no era Hisana. Ella había muerto, y no la volvería a ver.

Kuchiki Byakuya se encontraba en el Mundo Humano para cumplir con una misión. A él no le agradaba estar en aquel lugar, prefería estar en el Seiretei, pero era orden del Capitán Comandante. Pero aquello ya no importaba.

No cuando un día, algo le llamo la atención.

Algo cambio.

Ahora él se encontraba dentro de un gigai, esperando que lo que vio la otra vez volviera a aparecer frente a él. No había explicado sus razones. No hacían falta. No quería hacerlo. Y de todas formas tampoco lo llegarían a entender.

Byakuya se encontraba frente a una mujer que era igual a Hisana. Por un momento creyó que podría tratarse de Rukia, como le había pasado otras veces. Pero aquel no era el caso. Las dos, aunque se parecieran, tenían sus diferencias, por lo que descarto la idea de que fuera Rukia.

Aquella mujer, sin lugar a dudas, era su Hisana. No podía creerlo. Nunca se imaginó que volvería a verla después de su muerte. Y ahora la tenía delante suya.

Ella iba caminando despreocupadamente hacia su dirección mientras él la miraba atentamente. Aquella situación era muy complicada para Byakuya. Y sin lugar a dudas era realmente incomoda. Él se quedó quieto observándola mientras ella pasaba a su lado. Byakuya apretó la mandíbula, sin saber qué hacer. Estaba perdiendo la oportunidad de poder volver a hablar con ella. La estaba volviendo a perder. Y no quería que aquello sucediera. No quería perderla de nuevo.

-Espera- fue lo único que llegó a decir Byakuya. Ni siquiera sabía porque lo había hecho.

Hisana paró en seco y se dio la vuelta para observar a aquel extraño hombre que la miraba fijamente y la había detenido. Trago saliva algo incomoda por la situación. Por un momento pensó en ignorarle y salir de allí, pero no quería parecer irrespetuosa.

Los dos se miraban fijamente sin saber que decirse. Ella abrió la boca para hablar, pero él la interrumpió.

-Hisana.- la llamó dándose cuenta de lo mucho que había extrañado aquello. Quería acercarse, pero temía que ella se asustara y se fuera.

-¿Cómo sabes mi nombre?- fue lo único que llegó a decir Hisana.

-Soy Byakuya- fue lo único que se le ocurrió decir al shinigami.

-¿Nos conocemos?- pregunto nerviosa por la mirada estoica de aquel hombre.

-Sí… hace mucho.- Byakuya suspiro resignándose en acercarse a ella. Observándola de manera severa, aunque por dentro estaba totalmente roto.

-Perdona. Pero no te recuerdo. Yo… me tengo que ir- dijo ella buscando una excusa- tengo prisa.

-Claro. Adiós Hisana.

-Adiós Byakuya.

El moreno se quedó de pie observando como ella se daba la vuelta. Nunca pensó que volvería a escuchar a Hisana decir su nombre. Pero ahora no podía hacer nada. Solo le quedaba observar como el amor de su vida volvía a irse. Ella no lo había recordado. No la culpaba. Era normal. Al fin y al cabo ella llevaba una vida totalmente diferente a la que antes tenía en la Sociedad de las Almas, y no recordaría nada de lo que pasó allí.

-Nii-sama.- escuchó detrás suya- es hora de irnos.

Byakuya seguía observando el lugar por donde Hisana se fue. Se giro y dirigió su mirada hacía Rukia. Después volvió a dirigirla al mismo punto anterior. Fue entonces cuando se dio cuenta de que aquel adiós tenía que ser definitivo. Tenía que olvidarse de su antiguo amor para poder dejar que otro nuevo apareciera.

-Sí. Vámonos.

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Es el primer Byahisa que escribo, y creo que también me ha salido un poco Byaruki sin darme cuenta jajajaja

En un principio sería solo un one-shoot, no tengo ningún trama pensado ni nada. Pero si hay gente que quiere una continuación o que sea más largo, puedo intentar buscar algún trama, pero esto no es del todo seguro, solo sería si se me ocurriera algo bueno y veo que hay bastante gente que me lo pide.