Esta no es la historia de una chica como todo el mundo conoce: Una chica normal que hace muchos amigos, conociendo muchos lugares en el mundo, tener un amante y luego casarse y tener muchos hijos. Un Happy Ending.
Esta es una historia sobre una chica cuya aventura será un poco diferente como todos los demás: uno que encontrará el verdadero significado de la vida, lo que es la verdadera amistad y sobre todo a nunca rendirse a los sueños.
Esta es mi historia
CAPITULO 1: MI MUNDO DE TORMENTAS.
Mi nombre es Takuya Sekari, tengo 16 años y estoy en primer grado de la preparatoria. Digamos que no soy una chica normal como todas las perras que he conocido a lo largo de mi vida: las que he conocido solamente le gusta verse superficial para poder ligar con cualquier tipejo guapo y tener sexo, en otras palabras una golfa.
Yo se la verdad sobre como funciona esta sociedad y por eso me han excluido de su circulo, me he convertido es una escoria de la sociedad. Para ser sincera, ya no me importa lo que pueda suceder en este mundo. He vivido en una vida llena de miseria y odio que me convertido en una misántropa.
*Sonido en un autobús*
Finalmente llegó el autobús que me llevará directamente al escuela. Apenas pude oírlo mientras escuchaba una música en mi smartphone. Me da pena decirlo, pero soy una otaku hecho y derecho.
Abrió la puerta del autobús automáticamente y me subí paso por paso, puse mi tarjeta para registrar en el lector para poder entrar. Sin embargo, al ver el interior del autobús, estaba una persona que me estaba mirando, como si estuviera burlándose de mí.
Aquí vamos de nuevo… - murmuré, porque conozco a esa persona que está dentro del autobús. Como quisiera cambiar de autobús. Pero la siguiente parada será dentro de media hora y no puedo llegar tarde a la escuela. Ni modo, tendré que aguantarme.
Adentré al interior y vi a mucha gente (La mayoría son de mi escuela): algunos están charlando con sus amigos, otros jugando con sus smartphones o con sus consolas portátiles y algunos tomando una siesta. Como me irrita que sean tan despreocupados que me da ganas de darles una tunda en sus dientes. Ufff… pero ya no importa. Solo tengo que ir a mi asiento de siempre, hacia el fondo.
De repente, sentí algo en mi pie derecho y me caí hacia el suelo de metal. ¡Ouch! El golpe es muy fuerte sobre mi cara que apenas pude contener de hacer gritos de dolor. Lo que mas me molesta no es el dolor que estoy sintiendo en estos momentos, sino la risa burlona que estoy escuchando ahora.
Tan torpe como siempre, Takuya. – es la voz de una chica que está entre la multitud. Esa voz hace que mi sangre se hierve cada vez mas con su presencia. – como siempre será el hazme reír de todo Tokyo. Digo, de todo el mundo.
Okubo Sayaka, Es la persona que ha hecho mi vida aun mas miserable desde la secundaria. Tenemos exactamente la misma edad, estamos cursando en la misma preparatoria y en la misma clase. Es una chica muy hermosa: Tiene el cabello rubio, largo y ondulado que cualquier persona se quedaría hechizado, al igual que sus hermosos ojos zafiros. Igual que una princesa de los cuentos de hadas. Pero su personalidad es totalmente opuesto: ella es cruel, cínica y manipuladora, haciendo que cualquier persona caiga en sus redes.
Es mejor en no caer en sus provocaciones, me levanté y me fui sin mirar atrás.
¡Oye! ¡te estamos hablando! – Habló una de las perras de Okubo. Pero para nada voy a hacer caso.
Dé tiene caso. – dijo Okubo. – Esa inútil no nos hará caso, porque no le interesa nada lo que hay en su alrededor. Aunque nos burlemos, ella ignorara todo como si este mundo fuese transparente para ella.
Tal como dijo Okubo, No importa la clase provocación que intente, los ignoré todo como si este mundo no existiera las personas, excepto yo. Encerrándome en mi propio mundo.
Llegué al asiento que está en el fondo, me senté y nuevamente me puse los audífonos para no escuchar las voces de la gente que están adentro de este autobús.
Esa soy yo, una chica que ha vivido lleno de sufrimiento como si fuera una tormenta interminable: Jamás tuve una buena niñez, jamás conocí a mi padre… y a mi madre… mas bien mi madre adoptiva, la persona que mas querido en este mundo, falleció justamente en el día de la graduación de la primaria y desde ese entonces he vivido sola, sin nadie que me apoye.
Siempre he sido victima del bullying en la escuela. Con tanto caos y desesperación, hizo que me diera por vencida hacia la vida y los sueños. Desde entonces, ya no me importaba lo que pueda pasar a mis alrededores, mi vida está completamente vacía y rota.
Al llegar al escuela, me detuve por un momento en la entrada para ver el nombre de la escuela, la preparatoria Gokujo. Aunque sea una escuela que tiene mas 100 años, muy pocos graduados han logrado tener una vida exitosa. Que deshonra para una escuela con ese nombre, que significa "El mejor".
Cuando puse mi pie dentro de la escuela, apenas pude escuchar las voces de los estudiantes que están hablando sobre mí como "Otra vez ella", "¿Por qué no se va a otra escuela?", "Su presencia arruina el ambiente", etc.. Esas miradas de desagrado y frías ya es una costumbre para mi desde la secundaria, por eso ya no me afecta nada.
Legué a mi salón que es el 1-C, al abrir la puerta, lo primero que veo son mis compañeros que están charlando mientras que no llegaba el profesor. Sin embargo, todo el ambiente alegre se desvaneció en instante cuando entré.
Llegó la peste… - era el murmuro de un compañero mientras voy directamente a mi lugar, como si eso me importaba.
Llegué a mi pupitre que se encuentra al fondo del salón, me senté y miré afuera de la escuela desde la ventana, sumergiendo en mis propios pensamientos.
Buenos días, Takuya. – Es la voz de un compañero que me está dando los "buenos días." Yo simplemente alcé mi mano para saludarlo y listo.
El es Tate Yasuke, es un compañero de mi clase. Tenemos la misma edad y el mide alrededor de 1.85 y pesa como 100 kilos. Es enorme y gordo. Por lo que yo se, el es un muchacho muy amable y bondadoso, pero muchos se burlan de él por su físico y su ingenuidad.
Por favor, Tate. Takuya No te va hacerte caso. – dijo la chica del negro que está sentada en su pupitre.
Pero Shinomori, es falta de respeto de no saludar a alguien, en especial a un amigo.
Lo sé. Pero no creo que para ella nos considera sus amigos.
Ella es Shinomori Kaori. Podría decir que ella es una chica gótica, por su vestimenta de color negro. Usualmente los uniformes de esta escuela son de color verde en las chaquetas, grises en sus pantalones y faldas y corbatas son de color rojo. Pero ella se viste totalmente de negro; es mucho mas llamativo que a las "Gals" de esta escuela. Por eso la apodan la "Gothic gal"
No entiendo por que quieres ser su amigo, ella siempre nos ignora.
Yo creo que es tímida. Hay que darle algo de tiempo.
…
¿Tímida? ¿yo? Lamento decirte que no soy para nada tímida. Estamos a mediados de Mayo y solamente te he saludado y te he dicho palabras como "gracias" y "nos vemos", nada mas. Eres un buen muchacho, pero es mejor que no pierdas tu tiempo con alguien como yo.
¡hola Sekari!. – saludó un muchacho que apareció delante de mi. ¡maldita sea! Es más insoportable que Tate.
Hashimaru Hoshi. Bueno…. Se podría decir que es el otaku salido del closet. Como tipo otaku, siempre trae puesto sus lentes con vidrio de botella y habla con un lenguaje que solamente los otakus de alto nivel puede entender.
Bueno… veras…. - se puso algo nervioso y Junta sus dos dedos índices como si quiere decir algo pero le da pena. - E-estaba preguntando… s-si tienes tiempo libre….
No. - le dije con un tono frío y monótona.
Pero… no te dicho que…
No
¿estas loco o que? Ni loca saldría con alguien como tú. Se lo que intentas hacer. Estas tan desesperado en no tener novia y ser virgen. Es una de las desgracias de ser un otaku (incluyéndome) de no tener una parejas y recurre a las WAIFUS. Los siento Hoshi, vete y revuélcate con tu almohada con la funda de tu waifu.
Lo siento Hoshi. Tal vez para la próxima – Tate intentando animarlo poniendo su mano en el hombro de su amigo que está todo decaído.
Ya sabía que esto pasaría….
Je jeje
¡Ah! Se me había olvidado por completo. Hay una chica con lentes que se encuentra a lado de Shinomori, es mucho mas callada y seria que yo, Orimoto Minako. Lo único que sé de ella es que siempre la veo leyendo cualquier libro y nunca habla (al menos que el profesor la llame).
Y Así… Tate, Hoshi, Shinomori, Orimoto y yo, somos los únicos estudiantes de este escuela que han sido excluidos de su circulo social: Por ser gordo, por pervertido, por diferente, por inentendible y por despreciable; tanto que nos dio el título de FRIKIS. Me asombra que ellos no les afecta nada como los trata, pero tampoco no es de mi incumbencia.
Todos a sus lugares. – llegó el profesor y todo el mundo inmediatamente se fueron a sus pupitres.
Mi vida como estudiante no es tan bueno, pero tampoco malo. Mis calificaciones son del grado promedio pero tampoco quiero destacar. No soy buena en los deportes, ni tampoco estoy en un club escolar. No me interesa en nada, solamente quiero irme a mi casa para ver animes, jugar videojuegos y/o hacer la tarea.
Me pregunto que haré con mi vida después de graduarme. Quién sabe. Quizás Dios o lo que sea que exista sabe.
Después de escuchar las últimas campanas del día hoy, me sentí un gran alivio. Pensé que duraría a un más en este infierno del aburrimiento. Levanté y tomé mi mochila para irme de esta prisión educativa.
Nos vemos mañana. Y Cuídate mucho. – la voz de Tate hizo que me detuviera, sin mirar hacía atrás. ¿Qué debería hacer? ¿contestar o no?
Nos vemos. – le dije y me fui. Bueno, sería descortés de mi parte en no decir algo. Es lo que mi madres me enseñó.
Salí del aula, lo primero que veo es a okubo y a sus perras amigas en los pasillos, murmurando algo que no escucho por las voces de los estudiantes y profesores que están en los alrededores. Da igual.
Justo cuando bajaba de las escaleras, sentí algo en mi espalda como si fuera una mano y me empujaba hacia adelante.
¡Maldición! El empuje es demasiado fuerte que no pude mantenerme firme. Me estoy cayendo, no hay nadie quien ayudarme. Seguramente la persona que me empujó, me repudia y quiere eliminarme de su mapa. Poco o poco me acerco a chocarme al suelo, esto no se va a comparar con el dolor que sentí cuándo caí en el autobús. El suelo es más duro que una roca y probablemente me deje desfigurada o tal vez peor, morir.
Mierda, no quiero ver lo va a pasar cuando ya esté en el suelo. A si que decidí cerrar los ojos lo más fuerte que pueda para no verme después, cubierta de sangre.
De repente, sentí algo blando justo cuando choque mi cada. Era cálido y puedo escuchar una respiración.
¿quién fue? – son los gritos de una persona, un muchacho. Esa voz lo conozco…. No puede ser…. Eres…
Kojima…- murmure. Me quedé en shock después de abrir mis ojos. Es difícil de creer que Kojima me haya salvado de una caída segura.
Ninguna de las chicas que se encuentra arriba respondieron a su demanda y se fueron. Es normal, son unas cobardes.
Me separé un poco de el y le dije:
Te agradezco por haberme salvado. Pero no deberías juntarte con alguien como yo.
¿Qué estás diciendo? Tu y yo somos amigos desde la secundaria.
Amigos….
Shindou Kojima. Fuimos compañeros durante la secundaria y fue el primero que se me acercó a mi, pidiendo que fuera su amiga. Es un chico demasiado guapo, como los clásicos bishonnen que las chicas harían cualquier cosa por el con tal de ser su novia . Su personalidad es muy dulce y bondadoso, justo como Tate, y también muy maduro. Es alguien que admiro mucho y también lo envidio.
Pero no me gusta que alguien como él este con una basura como yo. Se metería en problemas por mi culpa y no quiero que suceda.
Déjame ayudarte. – se agachó para tomar mi mochila que estaba tirado al suelo y me la dio.
Gracias…. – me sentía tan apenada que pude verlo a los ojos.
Luego me di la vuelta, sin atrever a mirar atrás, dije:
Es mejor no nos veamos, Kojima
¿pero por qué?
Tu ya sabes….
El ya sabe cuáles son las razones, me conoce muy bien desde la secundaria. Aún así no quiere aceptar. Entiéndalo de una buena vez, Kojima.
Adiós.
¡Espera!
Lo ignore por completo y me dirigí hacia la salida de la escuela .
No quiero que nadie se junten conmigo, no quiero su amistad, no quiero que me entiendan, no quiero que me amen. Mi mundo es una tormenta que azotara con cada cosa que encuentre en mi camino. Viviré sola y moriré sola.
