Un pequeño joven de 1.60 se estaba preparando para ir a la universidad, era el primer día, por fin estudiaría la carrera que tanto deseaba y se alejaría de todos esos ignorantes que por años fueron sus compañeros, bueno excepto su mejor amigo, Erwin Smith, el único que podría hacerle competencia en inteligencia porque todos los demás son unos inútiles incompetentes, pero por puro milagro lograron pasar la preparatoria.
Rivaille Ackerman, el mejor estudiante desde la primaria, con unas notas excelentes y una personalidad fría, seca, que a simple vista parece alguien depresivo, totalmente serio pero que por alguna extraña razón termina atrayendo a muchas chicas por más mal que les hable.
¿Es que acaso a las mujeres les gusta que las traten mal? ¿Por qué entre más frío es con ellas más les atrae? Nunca comprendió eso de las mujeres que ha conocido.
La familia Ackerman tiene la fama de ser inteligentes y fríos, Rivaille, quien de cariño le dicen Levi, se crio desde pequeño con su prima Mikasa Ackerman, quien tiene la misma personalidad de Levi, pero sólo un poco más suave, ambos fueron criados por Kenny Ackerman, alguien de un carácter lleno de sarcasmo y una demostración de cariño un tanto peculiar.
Nunca ha demostrado un cariño como cualquiera lo haría por sus hijos, nietos, sobrinos, etc., él siempre ha sido burlón con ellos, en especial con Levi, ya que el pobre se quedó midiendo 1.60 y siempre aprovecha el momento de burlarse de su estatura, desde los cuatro años les ha enseñado a ambos a pelear, si no estudiaban como tal los dejaba sin comer por todo un día, si alguien los molestaba él les daba unos consejos no muy sanos para que se defendieran.
Después de todo Kenny nunca deseó ser padre, pero cuando los padres de ambos sobrinos murieron en un accidente siendo estos unos pequeños, no tuvo más opción que encargarse de ellos, ni loco los dejaría en un orfanato, esas mierdas son de lo peor.
Levi bajaba las escaleras ya listo para irse a la universidad, encontrándose con Mikasa desayunando lista para irse a la preparatoria.
—¿Dónde está el idiota de Kenny? —preguntó el mayor.
—Salió antes, parece que le hablaron para un proyecto importante o algo así—respondió la azabache restándole importancia.
—Como sea, comeré algo en la universidad.
—Conoces las reglas, no podemos comer nada fuera de casa, Kenny siempre dice que podríamos enfermarnos de diarrea si comemos fuera.
—Lo sé, y comería lo que hizo Kenny, pero ¿quién me asegura que se lavó las manos como debe ser?
Mikasa reviró los ojos, Levi siempre ha sido un maniático de la limpieza desde pequeño, por eso mismo tuvo que aprender a cocinar desde muy pequeño, no confiaba en que su tío se lavara las manos como tal, tampoco comía lo que Mikasa preparaba, no es que los despreciaba, aunque nunca lo decía valoraba cuando ellos hacen de comer, pero por seguridad prefiere cocinar él mismo lo suyo, ¿cuántas bacterias puede haber por no lavarse bien las manos?
—Como quieras—respondió Mikasa.
—¿Te irás sola?
—No, Eren vendrá a recogerme.
¿Eren? ¿Enserio ese chico todavía se interesa en recogerla?
Eren Jaeger, el ex novio de Mikasa, a Levi nunca le agradó ese chico, lo veía demasiado estúpido para su gusto, pero tal parece que a las mujeres les gusta o los chicos fríos o los chicos idiotas, y no era que Eren fuera un mal chico, siempre ha sido atento con Mikasa, pero sus notas no eran las mejores, en lo único que es bueno es en deportes, y alguien así no es un buen partido, al menos desde el punto de vista de Levi, pero a pesar de las cosas nunca se metió en la relación, Mikasa siempre ha sido madura y ha sabido controlar la situación, todo salió mal desde que Eren le confesó a la azabache que comenzaba a sentir cosas por su compañera de judo, Annie Leonhart, Mikasa no quería demostrar que eso la quebró, ya que ella sospechaba de eso pero se negaba a admitirlo, Kenny habló con ella diciéndole que un Ackerman no debe estar triste por estupideces, no es el mejor consejo pero al menos eso consoló de alguna manera a la menor, desde ese momento Kenny tiene vigilado a Eren negándole visitar a Mikasa, pero ambos hicieron las pases y se volvieron buenos amigos.
¿Es posible hacerse amigo de una ex pareja? Bueno Levi nunca ha sentido interés en una chica por lo que todavía no puede comprender los temas del amor a pesar de ser una persona adulta.
—Mikasa, Kenny ha dicho que no quiere a ese chico aquí.
—Lo sé, pero descuida no entrará, me esperará afuera.
—De acuerdo, sólo no te dejes atontar de nuevo.
—Descuida, no lo haré.
—Bien, nos vemos en la tarde.
—Nos vemos
Y sin más, el mayor salió de su casa.
El camino no era tan largo, la universidad no quedaba tan lejos, Levi iba en el metro leyendo un interesante libro sobre las torturas de la era medieval, ya saben lo típico.
Pero su lectura fue interrumpida por la molesta voz de una chica que no paraba de hablar, era una voz jodidamente chillona pero dura.
—¡Por fin llegó nuestro momento Moblit! ¡¿Estás listo?!
—S-Sí, pero deberías relajarte Hanji, la gente nos está mirando.
—¡Estoy ansiosa por hacer experimentos! En la preparatoria nos ponían límites ¡Era jodidamente aburrido!
Se podía ver la euforia en la mirada de esa cuatro ojos, era rara, se podía notar que es una mujer pero se veía muy tosca, y jodidamente alta, no tanto, pero más alta que Levi, y eso era suficiente para molestarlo.
Decidió ignorar a esa loca y a su apenado amigo, o quizás novio, quién sabe, no podía importarle menos al azabache, regresó su vista al libro esperando llegar a su destino.
La universidad era enorme, Levi se fijó en el mapa buscando su facultad, y cuando por fin lo encontró sintió mucho movimiento a su lado, miró de reojo.
No puede ser.
—A ver, ¿dónde está la facultad? ¡Mira Moblit! ¡Aquí está! —exclamó emocionada la mujer.
—Muy bien, entonces tenemos que ir allí y…—pero el pobre chico fue interrumpido por la chica de los lentes cuando lo agarró del brazo y lo hizo correr junto con ella.
Bueno, tal parece que esa loca estaría en la misma universidad que Levi, por lo menos no están en la misma facultad, eso es un alivio, detestaría tener que soportar a una chica así.
—Con que aquí estás.
Una voz conocida para el azabache se hizo presente, se dio media vuelta encontrándose con un rubio alto, muy alto maldita sea.
—Llegas tarde Erwin.
—Sólo dos minutos, descuida.
—Como sea, ya encontré la facultad, vámonos ya.
—Muy bien, ¿y qué tal estuvo tu mañana? —preguntó el rubio mientras comenzaban a caminar.
—Hubiera estado bien de no ser por una loca que gritaba cosas sin sentido.
—¿Conociste a una chica?
—No, sólo la vi, pero bueno, no tiene importancia.
—Bueno, vi a Mikasa salir de tu casa con ese chico.
Levi arrugó el entrecejo.
—Lo mejor será que Kenny no lo sepa o buscará a ese idiota hasta su casa, no sería buena idea tenerlo en prisión de nuevo—dijo el azabache.
El resto del día estuvo tranquilo, aunque claro, era normal tener compañeros escandalosos, aunque Levi y Erwin conocieron a un chico más o menos de su nivel según ellos.
Mike Zacharius, un tipo rubio…y alto joder.
Aunque es alguien raro que tal parece que le gusta olfatear a las personas apenas las conoce, pero fuera de eso es un tipo calmado e inteligente, no tardó en llevarse bien con ambos chicos.
Ya era hora de la salida, cada quien tomó su propio camino, Levi iba tranquilamente caminando para tomar el metro de camino a casa cuando de pronto.
—¡Cuidado!
Levi frenó de golpe, desconcertado, buscó a la persona dueña de esa molesta voz.
Debió imaginarlo.
Era esa molesta mujer de lentes.
—Casi pateas a ese tlacuache, se ve herido ¿te imaginas si lo hubieras pateado? ¡Que cruel!
Levi arqueó una ceja, bajó su mirada y en efecto, habá un tlacuache en su camino que parecía herido.
—Parece una rata—dijo el azabache con aburrimiento.
—Rata o lo que sea, lo llevaré a casa—dijo la chica mientras se acercaba al tlacuache para tomarlo entre sus manos.
—¿Lo adoptarás acaso?
—Algo así, pero suelo recoger animalitos de la calle para experimentar con ellos.
—¿Eres una asesina o qué?
—¡No! Jamás les haría daño, trato de ser cariñosa ¡Les compro juguetes!
Levi la seguía mirando con aburrimiento, era molesto ver a una mujer desde abajo, ¿cuánto mide esa cuatro ojos?
—Como sea, no tengo tiempo para esto.
—Oye quita esa cara, asustas al tlacuache con esa mirada de estreñido—dijo de repente la chica.
¿Qué rayos…?
—Yo tendré cara de estreñido, pero tú te ves como si te hubieras aliviado de una diarrea.
—Oh vamos no te amargues, me llamo Hanji Zoe ¿cómo te llamas tú?
Levi arqueó una ceja desconcertado, ¿qué clase de presentación repentina era esa? ¿Y si mejor la deja hablando sola? ¿Esa chica le pareció un fenómeno desde el primer momento en que la vio? Suspiró, podrá ser frío, pero nunca mal educado…bueno sí es mal educado, pero no mala persona.
—Rivaille Ackerman
—¿Rivaille? Que nombre tan raro.
Levi reviró los ojos.
—Dime Levi y listo joder.
—¡Oh mucho mejor! Por cierto, ¿te faltó leche en la niñez?
Una venita apareció en la cabeza de Levi, ¿qué estúpido comentario fue ese?
—Y a ti te seguro te criaron unas jirafas—contraatacó el azabache.
—¡¿Qué?! ¡Eso hubiera sido fantástico! Pero lamentablemente no—dijo Hanji decepcionada.
Levi tenía un tic en el ojo, nunca había conocido a una mujer tan rara como esa, tal parece que ama a los animales, pero ¿qué clase de amante de los animales experimenta con ellos? O será que sólo investiga su naturaleza quizás, no importa, esa mujer es un fenómeno.
—No perderé más tiempo contigo—dijo Levi dándose media vuelta.
—¡Oye espera!
—¿Ahora qué quieres?
—¿Eres amigo de Erwin Smith?
Levi arqueó una ceja.
—¿Lo conoces?
—¡Por supuesto! Él fue por un tiempo mi instructor en un gimnasio.
Levi la miró sorprendido (muy levemente sorprendido) es verdad que Erwin fue instructor de un gimnasio por un tiempo, con razón esa mujer se ve tan tosca.
—Pues que pequeño es el mundo—dijo el azabache.
—¿Verdad que sí? ¿No te sientes raro estar a un lado de él? Ya sabes, por la altura.
Esa mujer se estaba ganando una golpiza.
Molesto, Levi se acerca a ella y la toma fuertemente de la solapa mirándola con dureza.
—Mira cuatro ojos no te dejes llevar por el tamaño que tengo la fuerza suficiente para levantarte y lanzarte en el aire.
Hanji parpadeó por unos segundos, pero luego miró a Levi con una extraña sonrisa.
—Tienes poco sentido del humor, vamos anímate, apenas hemos terminado el primer día de clases.
Sin duda esa chica es una fenómeno.
—Tks, no tengo tiempo que perder contigo—dicho eso soltó sin delicadeza a la chica y siguió su camino.
Ninguna chica en su vida se había dirigido a él de esa manera, normalmente siempre lo halagan, lo cual llega a ser muy molesto, pero más molesto era soportar a una chica así, ¿enserio Erwin fue instructor de una loca como esa? Pobre, bueno, ojalá y no la vuelva a ver el día siguiente.
En otra parte, Mikasa iba saliendo de clases, estaba en el patio esperando a Eren quien estaba saliendo de su clase de judo, suspiró, podía imaginárselo feliz de entrenar con Annie, no podía negarlo, aún le dolía, tal parece que Eren vio en esa chica lo que no vio en la azabache.
—¿Estás bien Mikasa?
Mikasa levantó la vista encontrándose con uno de sus mejores amigos, Armin Arlert.
Se levantó de la banquita donde estaba sentada y asintió.
—¿Crees qué…?
—Sí, seguro Eren está platicando con ella.
Armin sonrió con tristeza, Mikasa lo comprendía.
Armin estaba enamorado de Annie y la única que lo sabe es Mikasa, nunca se atrevió a confesarlo en voz alta porque sabía que Eren también está enamorado de la chica, así que prefirió callarlo, sólo confiándoselo a la azabache.
—Armin
—Dime
—¿Qué tiene Annie de especial?
Armin pensó en sus palabras.
—No es como las demás, no sé cómo explicarlo, pero es como si ella escondiera algo, y te sientes cada vez más interesado en ella conforme más intentas conocerla, ella es…especial y fuerte, pero débil a la vez.
Era una explicación extraña, pero cada quien tiene sus razones para sentir algo por otra persona, y Mikasa lo sabía, ella tenía sus razones para amar a Eren.
Luego de unos segundos, por fin visualizan a Eren saliendo del salón.
—Lamento la tardanza chicos.
Mikasa y Armin se miraron, actuando como si nada.
—Descuida, vámonos—dijo Armin.
Y sin más, el trío salió de la escuela.
Levi caminaba tranquilamente a su casa…bueno, realmente no estaba muy tranquilo, la extraña conversación con esa cuatro ojos no podía salir de su cabeza, recordar ese momento seguía siendo raro.
—¿Qué le sucede a esa desquiciada? ¿Se habrá golpeado la cabeza? —susurró Levi—en fin, eso no me interesa.
Y con ese pensamiento, se adentró a su casa.
En otra parte, Hanji apenas salía del laboratorio de la facultad junto con Moblit.
—Bueno por fin hemos curado a este pequeño—dijo mientras acariciaba al tlacuache.
—¿Lo adoptarás Hanji?
—¡Por supuesto!
—¿Y cómo lo llamarás?
Hanji lo meditó por unos segundos hasta que se decidió.
—Keith Shadis
Moblit abrió los ojos con estupor.
—¿Realmente lo llamarás así? Pero creí que…
—Vamos, que él me haya rechazado no significa que olvidara lo que siento por él así de fácil, si no fuera por la diferencia tan grande de edad seguro sí me daría una oportunidad, pero por el momento es sólo un amor platónico.
Moblit la miró con sorpresa, es verdad que estuvo enamorada de su maestro de química en la preparatoria, no era un galán la verdad, sería el último hombre en la tierra en el cual una mujer se fijaría en él, pero Hanji tendrá sus razones para haberse fijado en él.
Los gustos de algunas personas son tan extraños.
Continuará…
