CHAPTER 1: reencuentro.

Era un día soleado en la Aldea de Konoha. Me levanté esa mañana con energía renovada y dispuesta a dar lo mejor de mi misma. Llevaba varios meses entrenando con mi primo, Neji, y la verdad es que el entrenamiento se notaba. Ahora era más fuerte. Hoy era el día que llevaba dos años y medio esperando. Hoy Naruto-kun volvía de su entrenamiento con Jiraiya-sama. Estaba más nerviosa de lo que pensaba que podía estar y eso que me había concienciado los días anteriores. Y es que si Naruto me gustaba con apenas doce años, ¿ahora? Siempre había admirado su fuerza, sus ganas de superación, su valor...pero también me parecía guapo. Así que ahora con dieciséis años no quería ni saber. Me vestí rápidamente y me coloqué el protector. Mis ojos de ese color perla característico del clan Hyuga brillaban inusualmente hoy. Bajé las escaleras y, al girar por la esquina, casi choqué con alguien, si no fuera por que pude esquivarlo en el último momento.

-Tán dócil como siempre, Hinata-sama – dijo la voz de mi primo.

-Buenos días, Neji-nichan – saludé.

-¿Nerviosa? - preguntó él con una pequeña sonrisa.

Me sonrojé.

-Bueno...un poco.

-No pasa nada, Hinata-sama. Estás muy guapa hoy, seguro que Naruto lo verá.

Sentí como me sonrojaba aún más.

-Oh...eh, gracias.

Él asintió y se fue por el pasillo.

Salí a la calle y me encontré con mis compañeros de equipo, Shino Aburame y Kiba Inuzuka. Al lado de este último, estaba Akamaru, quien ladró nada más verme.

-Buenos días, Shino-kun, Kiba-kun.

-Buenos días, Hinata-san. ¿Vamos a entrenar? - preguntó Kiba.

Asentí y salimos a las transitadas calles de la Aldea. Aún siendo primera hora de la mañana, había mucha gente en la calle: comprando, niños jugando a los ninjas...

Por el camino vi a una chica con el pelo rosa que se acercaba con un grupo de Gennis, Konohamaru-kun y sus amigos. Sakura-san estaba muy guapa aquel día e inmediatamente pensé en si se había puesto así solo porque venía Naruto. Hacía tres años, lo único que me paraba de no querer matar a Sakura-chan era que ella estaba claramente enamorada de Sasuke-kun. Pero ahora no sabía si podía no matarla. Había oído que Sakura estaba en manos de Tsunade-sama, así que si ella era tan fuerte como Tsunade, estaba acabada. Por otro lado, yo sabía usar las técnicas del clan Hyuga, así que podía hacerle daño tanto como ella a mi. Sacudiendo de mi cabeza esos pensamientos, la saludé cuando pasó. Ella sonrió y entonces yo me sentí mal por lo que había pensado. ¿Acaso Sakura-chan merecía todo aquello? No, nadie lo hacía.

Tan concentrada iba en mis pensamientos que no lo vi hasta que no lo tuve enfrente mía. Un chico con un traje naranja se encontraba delante mía. Había crecido considerablemente desde la última vez que la vi. Y madre mia si había crecido físicamente. Ese no era mi Naruto-kun de hacía tres años.

-Naru...Naruto-kun... - alcancé a pronunciar.

-Hinata-san – sonrió él. A su lado se encontraba Jiraiya, quien observaba la escena con una mirada divertida – Vaya, sí que has crecido. Tu pelo está mas largo. Y estás muy guapa.

Me puse tan colorada que pensaba que podría parecer un tomate. Y entonces me desmayé.

Naruto corrió hasta alcanzarme justo antes de caer al suelo, y me sujetó fuertemente.

-Cuidado, Hinata-san.

-Naruto-kun...Tú también has crecido – dije – Te ves más fuerte. Y más...guapo.

Lo que en realidad quería decir era: te ves muy sexy, pero no creo que eso hubiera quedado muy bien de mi parte.

-Gracias, Hinata-san. ¿Qué tal has estado? ¿Has estado entrenando?

Cuando conseguí estabilizarme, me soltó.

-Sí. Neji-nichan me ha ayudado.

-¡Genial! ¡Algún día deberíamos entrenar juntos!

-Cla...claro, Naruto-kun.

-Ahora mismo iba a comer Ramen, ¿quieres acompañarme?

-¿Quieres que y...yo te acomp..acompañe? - pregunté nerviosa.

-¡Claro! Venga, ¡vamos todos! Ero-sennin invita.

-¡¿QUÉ?! - gritó Jiraiya-sama, sorprendido.

Naruto echó a andar, seguido de Sakura-san, Kiba-kun y Shino-kun. Caminé hasta al alcanzarlos, y fuimos a comer ramen todos juntos.