Kris Black
¡¡Hola!! Bueno, este es el primer fic que publico, así que ruego que me dejéis algún review, comentando qué tal es el fic. :D
Disclaimer: Todos los personajes, lugares, hechizos, objetos, etc, que reconozcáis son de la genial J.K Rowling. Los que no, es invención mía.
Capítulo 1
Odio a... le odio.
Un agudo pitido rompió el silencio en el que se encontraba el alto edificio de uno de los barrios de Bristol.
-¡Mamá! ¿Puedes decirle a la jirafa que apague eso de una vez? ¡Me aturde!-gritó una voz femenina.
-Lilian Evans: primero, el despertador es para que te despiertes TÚ, y segundo, no llames así a tu hermana.-le regañó otra voz desde la cocina del apartamento. Al oír eso, una chica pelirroja sacó una mano de debajo de su manta y tiró el molesto despertador al suelo de golpe.
-Al fin, paz.-murmuró.
-¡Lily! Si no te levantas ahora vas a perder el tren, ¿quieres que te recuerde lo que pasó…?
-Sí, sí, de acuerdo, vale, okay, ya está.-la interrumpió Lily.- Ya me levanto. Se levantó y se dirigió hacia el baño. Lo primero que hizo el llegar allí fue, como siempre, mirarse al espejo. Le devolvió la mirada una joven de 15 o 16 años, pelirroja, con unos bellos ojos verdes, y muy bonita. Se duchó pero, al salir, hubo algo que la entretuvo unos instantes: su reloj marcaba las 7.30 a.m.
Un grito se oyó por todo el edificio del tranquilo barrio de Bristol.
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-¡James Alexander Mathew John Potter!-gritó una voz de mujer que demostraba que estaba enojada.
-¿Y ahorita qué pasa?-le preguntó su hijo, entrando en la cocina. Era un chico de 15 años, con el cabello negro azabache todo revuelto, y unos ojos marrones tras unas gafas doradas. Era verdaderamente un chamo atractivo.
-¿Cómo que qué pasa? Son las diez y media, vas a llegar tarde a coger el tren.
-¡¿Las diez y media?!-preguntó él, sorprendido.- Si tengo tiempo de sobra…
-¡Merlín!-susurró su madre, mirando hacia el cielo.
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-¡LANA! ¡AQUÍ!-gritaba Lily, subida a un banco de la estación y moviendo los brazos llamativamente. Los muggles del andén se la quedaban viendo pero ella no les hacía caso.
-Basta, Lils, por favor.-le suplicó una de sus mejores amigas, Lana White, al llegar junto a ella.
También era una chica de 16 años, pero ella tenía el cabello negro y los ojos celestes. También era bonita, pero de una manera diferente que a la de Lily; ella transmitía calma, tranquilidad, cosa que a Lily le era totalmente imposible.
-Si vuelves a hacer algo así en público, fingiré que no te conozco.-añadió, avergonzada. Pero Lily no la estaba escuchando exactamente.
-¡KATE! ¡AMIGA, A TU DERECHA!-gritaba ahora, de nuevo sobre el banco.
-Merlín, yo no te he visto en mi vida.-declaró Lana.
-¡Lils!- gritó también Katherin Strong, su otra amiga, aunque no tan fuerte como Lily. -AMIGA, ¡te extrañé mucho!-exclamó ésta y se abrazaron como si no se hubieran visto en años. Lana, a su lado, giró los ojos pero acabó riendo por el dramatismo de sus amigas.
-Están locas…-comenzó-…pero no podría vivir sin ustedes.
-Yo, en cambio, viviría mucho más tranquila sin ustedes.-bromeó Lily. -¿Tranquila? ¿Tú?-preguntó Kate con escepticismo y ella y Lana rieron mientras Lils se hacía la ofendida, para luego salir corriendo hacia la barrera. Había visto algo.
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-No puedo creer que ustedes hayan llegado antes que yo.-declaró Remus Lupin, un chico de 16 años con el cabello castaño claro y los ojos dorados.
-Pues yo no puedo creer que tú creas en algo; si nunca crees en nada: no crees en el destino, no crees en las cartas, no crees que McGonagall esté enamorada de ti…-replicó James, riendo después del último punto.
-Te he dicho mil y una veces que…
-¿Qué dices tú ahora? ¡Si el año pasado te seguía a todas partes poniendo excusas más tontas que su tía!-le interrumpió su compañero de curso.
Remus se quedó sin saber qué decir, y finalmente articuló:
-Encuentro que ese punto es discutible…
-¿Por qué siempre usas ese tono de prefecto perfecto?-le cortó una voz masculina. Se dieron la vuelta y sonrieron al comprobar que el chico que había hablado era su otro amigo: Sirius Black.
Éste era un muchacho atractivo también, aunque poseía un encanto arrebatador. Su cabello oscuro le caía sobre el rostro ya que tenía una melenita perfecta; esto contrastaba con sus ojos grises y sus rasgos fuertes.
-¡Padfoot! (N.A: canuto es la traducción al castellano. En este fic decidí que voy a poner la mayoría de nombres en inglés, ya que me gusta mucho ese idioma)-exclamó James mientras le abrazaba.
-Prongs, tío, te extrañé mucho.-dijo Sirius emocionado.- No tener a nadie con quien pelear es muy aburrido.
-Gracias, amigo. Siempre consigues subirme la moral-replicó sarcásticamente James.
-De nada, hombre; para eso estamos.-contestó Sirius, sonriente.
-¡REMS! ¡SIRS!-gritó una voz a sus espaldas y Remus al instante sintió que alguien se le tiraba encima y se subía de un salto a su espalda. No necesitó voltearse para saber quién era.
-¡Lily! ¡Qué alegría verte, amiga!-dijo. Ella le dio un beso en la mejilla y se bajó de su espalda.
-Pero miren nada más a quién tenemos acá… ¡si es la pelirroja psicópata!-exclamó Sirius haciéndose el sorprendido y Lily adoptó una pose desafiante.
-Vaya, así que tú por aquí, ¿no, Black?-contestó Lily, burlona.- Veo que no querías dejar traumadas a tus millones y millones de admiradoras… es una lástima que yo no sea una de ellas para barrer el piso a tus pies.
-Si lo fueras, pelirroja…- dijo éste mirándola de arriba abajo y ella le dio un ligero golpe. -Me alegro de verte, pelirroja.-acabó diciendo con una sonrisa sincera.
-Y yo a ti…pero si sigues haciéndote más idiota en cada una de las vacaciones que tenemos, tendré que dejar de saludarte el primer día por miedo a que me lo arruines.
-Tranquila, a ti no te hace falta que alguien te arruine tus días; tu estupidez lo hace por si sola.-contestó él mordazmente, a lo que ella le sacó la lengua.
Fue entonces cuando Lily volteó para hablar con Remus y se fijó en que James también estaba allí. Simplemente se cruzaron las miradas, pero no dijeron nada. En realidad, ellos nunca se habían llevado muy bien, que digamos. Era cierto que James había estado durante mucho tiempo detrás de Lily, pero sólo de broma, y además siempre se habían hecho la vida imposible el uno al otro.
No podían explicar porqué se llevaban tan mal, era un odio instintivo que tenían por dentro. Remus y Sirius, que conocían perfectamente la relación Lily-James, se miraron y Remus dijo:
- Creo que debo irme al vagón de prefectos. ¿Me acompañas, Lils?
-Sí, obvio que te acompaño.
-"Obvio"- la imitó Sirius burlonamente. Lily tenía la manía de repetir siempre esa palabra, cosa que Sirius encontraba muy gracioso, por lo que siempre se burlaba de ella.
-Eh…Sirius, hermoso, ¿por qué no te vas al lago y te ahogas en él?-le dijo ella, mirándolo por encima del hombro. -Uff…es que en este tiempo hace frío, pelirroja.
-No te preocupes, no creo que muerto te preocupe mucho la temperatura. Tras decir esto, Lily y Remus se fueron hacia otro vagón.
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-Lils, ¿se puede saber dónde te habías metido? Te fuiste corriendo.-regañaba Lana a la mencionada en uno de los últimos vagones del tren en marcha.
-Respecto a la primera pregunta, sólo acompañé a Rems a su vagón; y respecto a tu comentario, sólo fui a saludarlo en cuanto lo vi.
-Oigan, ¿han visto a Austin en algún sitio?-preguntó Kate, mirando por la ventana del compartimiento hacia el pasillo.
-No, no le he visto. No había llegado al compartimiento de los prefectos, aún.-respondió Lily cruzando una sonrisa con Lana. Las dos sabían perfectamente que Austin Fight era el chico que tenía loca a su amiga; aunque la verdad era que los "enamoramientos" de Kate no duraban mucho.
-Pues… ¿les importa si…?-comenzó ella y sus amigas asintieron. Después de eso, Kate salió del compartimiento en busca de Austin.
-¿Dónde se habrá metido Erwan? Durante las vacas no supe nada de él…-comentó Lily.
Erwan Clarens era un compañero de Ravenclaw que también cursaba sexto año. Desde primero había sido muy amigo de ellas por un pequeño problemilla en el que se vio envuelta Lily y por el cual se conocieron.
-Yo sí que tuve noticias: se fue de viaje a Grecia, ya sabes, para ver a su familia. El problema es que va a llegar unos meses tarde porque su tío está enfermo. Le dieron ocho meses de vida y lo van a acompañar en sus últimos tiempos, ¿entiendes? -contestó Lana en voz baja y con cara de pena.-Dijo que estaría ocupado pero que ya nos escribiría él.
-¡Pobrecito! ¿Por qué no nos habrá…?-comenzó Lily pero se vio interrumpida por unos gritos de exclamación y risas que provenían del pasillo. Las dos salieron y consiguieron distinguir entre la gente a tres de los Merodeadores: Peter (N.A: éste no cuenta, ¿no?), Remus a un lado apartado y Sirius junto a James riendo a carcajadas. En el suelo se encontraban dos chicos pálidos y flacuchos que Lily reconoció como Avery (N.A: un hermano pequeño del que estudió con Voldemort) y como Lestrange. Los dos eran alumnos de cuarto.
-¡SIRIUS BLACK Y JAMES POTTER! ¿Tendrían la amabilidad de explicarme por qué dos alumnos de sexto atacan a dos alumnos de cuarto? Porque creo que mi cerebro no procesa la información ante esa bajeza.-exclamó Lily; verdaderamente, ella tenía mucho genio, y daba bastante… "respeto" cuando se ponía así. Pero ellos dos ya estaban acostumbrados a su carácter, de hecho, sólo les daba un poco de miedo, sólo un poco.
-No, Evans, no es la bajeza que estamos haciendo; es que tu cerebro NUNCA procesa información.- le respondió James y los demás rieron disimuladamente.
- Pues ya veo que no soy la única a la que el cerebro NUNCA le procesa la información, porque te hice una pregunta y tú me respondes a un comentario del que yo no te pregunté nada…
-Sólo quería sacarte de tu error; no es bueno engañarse a sí mismo.-respondió él con pose de sabio.
-Entonces tú debes de estar podrido en la maldad, porque llevas desde que eras así –Lily le enseñó su mano y puso los dos dedos a punto de tocarse – creyéndote la gran cosota.
-Es que eso no era engañarme a mí mismo, eso era decir la verdad.
-Perdona que lo dude.
-Sólo lo dudas tú de entre todo el colegio. ¿Quién es la anormal?-preguntó James empezando a enfadarse.
- Sin duda todos ustedes lo son, de seguro tú les embotaste el cerebro con tu estupidez.-contestó ella.- Debe haber sido verte, y cegarse con la idiotez que irradias.-añadió, contenta de haber logrado hacerle enfadar.
-Mira, Evans, si tú eres una anormal tarada que está en contra del mundo no es mi culpa, así que mejor aléjate de los normales, ¡porque aquí sobras!
Lily tardó unos instantes en reponerse pero enseguida soltó:
-¡Vaya, ¿te cuentas entre los normales? Eso sí que es una novedad…-comenzó.- ¡SEÑORES, James Potter se ha contado entre la resta de gente! ¡Esto es un milagro! ¿Seguro que tú eres Potter, no te metiste un golpe en la cabeza que te hizo recuperar la capacidad de pensar?
-Pues fíjate que no, no me di ningún golpe. ¿Estás tú segura de que eres la misma de siempre? Porque, si no te has dado cuenta, estás defendiendo a dos slytherins que se metieron con Peter.-le informó él con suficiencia y enojo.
-Como si se metieron con tu tía del pueblo, ese no es un motivo porque, si no te has dado cuenta -le imitó ella a la perfección.-, estabas atacando a dos compañeros, que hicieron mal y serán castigados como normalmente se castiga a la gente, pero que encima son menores que tú por dos años.-James le iba a contestar pero ella siguió.- Y creo que estos dos tienen más mérito que tú e incluso más valentía que tú, sí Potter, valentía –dijo al ver cómo James iba a replicar, ofendido.- ya que atacaron a un chico dos años más grande que ellos.
-Pero ellos eran dos contra uno y no tienen nada de valentía; si hubiera sido cualquier otro alumno de sexto, ni siquiera se habrían atrevido a mirarlo. Sabes que atacaron a Peter porque es débil.-declaró.
-¡Me encanta ver cómo hablas de las virtudes de tus amigos!-contestó Lily sarcásticamente.
-¡BUENO, BASTA YA!-Gritó Sirius.- James, tío, ya vámonos, no tiene caso y Lily tiene algo de razón, ¿okay?
Tras decir esto, arrastró a James tras él y los dejó a todos sorprendidos. Poco a poco, todo el mundo volvió a su compartimiento, sin dejar de comentar lo que había pasado. Todo el colegio, incluidos los profesores, estaban acostumbrados a las constantes peleas entre James y Lily, pero eso no impedía que todos siguieran divirtiéndose gracias a ellas.
-Odio a James Potter, lo odio.-declaró Lily cuando se sentó en su asiento, enfadada.
No muy lejos de allí, un chico de cabello negro azabache decía al mismo tiempo que ella:
-Odio a Lily Evans, la odio.
