Esta en una adaptación de la mini novela "Baster" de Jeffrey Eugenides y la película "The Switch".
Hay varios cambios entre la novela, la película y esto, pero de cualquier modo, la historia no es completamente mía.

Ni Baster, ni The Switch, ni Glee y sus personajes me pertenecen. Las únicas que son mías son las faltas de ortografía que encontrarán a continuación.

La pequeña narración de el comienzo es de Kurt.

Kurt tiene 28 años y Blaine 27.


Nueva York, hace siete años.

Mírenos. Corriendo… Siempre con prisa y siempre tarde. Supongo que por eso se llama 'human race'.

Lo que más anhelamos en el mundo es tener una conexión, para algunas personas sucede a primera vista, porque cuando se sabe, se sabe. Es el destino haciendo su magia. Y… que bien por ellos, que bien por aquellos que viven en una canción pop, y que se suben al tren express.

Pero así no es como realmente funciona, para el resto de nosotros en un poco menos romántico, es complicado y bastante desastroso. Se trata de malos momentos, oportunidades torpes, y de no poder decir lo que es necesario decir, cuando tienes que decirlo.

Al menos esa fue la manera en que me sucedió a mi.

Miércoles 10:43pm.

- Lo siento. – Kurt dijo con un tono de culpabilidad en el momento en que Blaine abrió la puerta de su apartamento. – Se me hizo un poco tarde y había un tráfico del infierno, pero… Traje comida china, Jing Fong, tu favorita. – Kurt sacudió las cejas de arriba abajo, antes de entregarle una de las bolsas blancas a Blaine, quien sacudió su cabeza con desaprobación y tomó ambas bolsas mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

Blaine se dirigió a la cocina y dejó las bolsas en el mostrador, mientras Kurt cerraba la puerta tras de el.

- ¿Moulin Rouge? – Kurt preguntó entrando a la cocina y sacando las cajas de comida de las bolsas de plástico, mientras Blaine sacaba el corcho de la botella de vino en sus manos.

El moreno tomó un par de copas de uno de los estantes. – De hecho… estaba pensando en que podríamos ver The Back-up Plan. – Dijo un poco nervioso.

- Pero a ti no te gusta Jennifer Lopez. – Kurt miró a Blaine con el ceño fruncido. – Siempre dices que esta sobrevalorada. –

- Y lo esta… – Blaine caminó a la sala, dejando la botella de vino y las copas en la mesa de centro. – Simplemente quería verla, la trama es buena. – Dijo dirigiéndose a Kurt quien venía atrás de el.

- De acuerdo, por mi esta bien. – Kurt sonrió y sirvió vino en ambas copas.

Treinta minutos después de que la película había empezado, Kurt se encontraba recostado en el sillón con su cabeza recargada en el regazo de Blaine mientras su mano inconscientemente jugaba con la de su amigo, pero de la nada, Blaine alejó su mano para tomar el control del televisor y pausar la película.

- ¿Que sucede? – Kurt frunció el ceño mirando a Blaine. – Ya no puedo esperar más, debo decirte algo. – Blaine dijo con una gran sonrisa en el rostro.

- ¿Tú… Tú estas saliendo con alguien? – Kurt preguntó sentándose.

Kurt solo obtuvo una pequeña risa. – No, no. Es solo… Tú… Tú sabes que yo puedo embarazarme ¿cierto? Que tengo el gen de embarazo en hombres… – Después de obtener un vacilante asentimiento por parte de Kurt, Blaine se puso de pie para tomar una hoja de papel doblada antes de entregársela a Kurt.

- ¿Qué… Qué es esto? – Preguntó mirando la hoja.

- Estos son los resultados de mis estudios, estoy completamente sano y soy totalmente fértil. – Blaine sonrió emocionado.

- Blaine, eso… Eso, es asombroso, pero sigo sin entender el punto de esto… – Kurt dijo sinceramente.

- Kurt, eres mi mejor amigo y por eso eres el primero en saber que… ¡Voy a tener un bebé! ¡Voy a ser papá! – Gritó el ojimiel con emoción.

Kurt parpadeó un par de veces, sin creer lo que acababa de oír. - ¿Tú que? – Kurt se puso de pie y comenzó a caminar al rededor de la mesa. – ¿Fue el dia del bar, cierto? El día que te fuiste con el chico rubio ¿No es así? Blaine, los condones existen por una razón. ¡Dios! ¿Que vamos a hacer? ¿Al menos tienes el número del muchacho? No puedo creerlo… – Kurt se sentó de nuevo junto a Blaine. – ¿Cuanto tiempo tienes? – Preguntó el ojiazul, tentativamente colocando su mano en el vientre de su amigo.

Blaine lo miro por unos segundos antes de estallar en risas. – No, Kurt, no entiendes. – Blaine tomó la mano de Kurt que se encontraba en su estomago y entrelazó sus dedos. – No estoy embarazado. –

- ¿No… no estas embarazado? – Preguntó el más alto, aún más confundido.

- No, aún no, pero estoy en eso. Fui al doctor y me dijo que mis niveles están muy bien, ahora solo debo encontrar al donador perfecto, ya sabes, va a ser inseminación. No necesito a alguien más para criar un hijo, gano lo suficiente y quizás solo tenga que mudarme a un lugar más grande. –

- ¿Por eso querías ver esta película? – Kurt sonrió.

El moreno asintió. – Ya sabes... tenía todo un plan pero... No pude resistirme.-

El castaño sonrió pero su sonrisa desapareció rápidamente. – ¿Esto tiene algo que ver con Josh? Porque si es así, no lo vale, esa era una relación desastrosa y simplemente deberías continuar, encontrarás a alguien, Blaine. Josh no era para ti. –

- No, Kurt. Josh no tiene nada que ver con esto – Blaine rodó los ojos – Esta es una decisión mía porque quiero ser papá, estoy cansado de intentar hacer las cosas como todos las hacen, simplemente sé que estoy listo para esto y lo haré, solo esperaba que me apoyaras y me ayudaras a encontrar al donador perfecto. –

- ¿Y que harás? ¿Contratarás un servicio? ¿Leerás currículos? No sirve. Supe de una mujer en Queens que pensó que compró el esperma de un atleta y en realidad era de un indigente, el niño salió indigente y cuando la mujer intentó demandar, ella perdió, Blaine. –

Blaine rodó los ojos. – Eso no es cierto, acabas de inventarlo. –

- Ese no es el punto. ¿Porque tiene que ser el esperma de alguien más? ¿Porque no el mío? – Kurt preguntó mirando a Blaine expectante, quien solo lo miro incrédulo. – ¿T-tu esperma? – Tartamudeó el ojimiel.

- Si, mi esperma sirve. – Kurt apuntó su entrepierna. – ¿Qué tiene de malo mi semen? –

- N-nada, no tiene nada de malo, estoy seguro que tienes el mejor esperma de todos. – Blaine dijo un tanto incomodo – Si, así es. – El ojiazul comentó asintiendo.

- Pero, somos los mejores amigos. ¿No es extraño? Sería extraño. – Blaine hizo una mueca. – Tienes razón, es extraño. – Kurt suspiró.

- Y además… ¿Como te lo digo? Eres un poco intolerante a la frustración y algo neurótico. – Blaine explicó. – Lo entiendo. – Kurt asintió.

- Y pesimista y un poco egoísta. – Blaine frunció el ceño. – Pero te quiero tal y como eres. – Añadió rápidamente al ver la expresión ofendida de el castaño.

Kurt sonrió. – Estoy feliz por ti. – Comentó antes de lanzarse a los brazos de Blaine y dejar un par de besos en sus mejillas. – Intentaré ser el mejor tío para tu bebé. – Kurt susurró.


Jueves 8:19am

- ¿Entonces Blaine tendrá un bebé? ¡Eso es horrible! ¿Tienes idea de lo que significa? No más salidas a bares, no más acostones y a pesar de eso tendrá que cambiar pañales con caca. – Sebastian hizo una mueca.

Kurt se encogió de hombros. – Se te olvido añadir que ya no tendrá tiempo para mi. – Kurt bufó, acomodando sus lentes.

Sebastian levantó una ceja. – Creí que ya lo habías superado. – Dijo con una sonrisa maliciosa. – El bebé aún no existe y ya estas celoso de el. Ja. –

- ¿De que hablas? –

- De tu amor a Blaine, pero esta bien, amigo, tienes derecho a enfadarte, yo lo habría hecho si me hubieran colocado en la zona de amistad desde hace nueve años, ese es un lugar frío e inhóspito, con especies peligrosas y…

- Hey, el no me… – Kurt intentó interrumpir

- Y después de todo eso ¿El devalúa tu semen? – Sebastian sacudió la cabeza con desaprobación.

- Que quede claro que el no me coloco en la zona de amistad. Yo… Simplemente nunca le hablé sobre mis sentimientos y ¿Sabes? Quizás es mejor así, lo más probable es que no hubiéramos funcionado y… Y de esta manera puedo estar cerca de el, sin perderlo nunca. – Kurt sonrió tristemente.

Sebastian lo miro y palmeó su espalda. – Ay, hermano, tu si que estas hundido.


Viernes 5:10pm

-¿Hola? – Preguntó Blaine al contestar su celular.

- ¿Si? ¿Hablo al celular de Blaine el hobbit? –

Blaine rió y negó con la cabeza. – Ja, ja. Eres muy gracioso – Comentó el ojimiel sarcásticamente.

Kurt soltó unas risitas. – ¿Que harás hoy? Fui al supermercado y compré tu vino favorito, podemos encargar de la comida Indú que me contaste la semana pasada. ¿Que dices? –

Blaine se lanzó en la cama y suspiró. – Es la fiesta de cumpleaños de Santana y por más que no quiera, debo ir, ya sabes como es ella…

Kurt tarareó en acuerdo. – En ese caso, creo que tengo una cita con el televisor y me beberé esa botella yo solo.

– Ven conmigo, solo iremos un rato y después iremos a tu apartamento y nos beberemos esa botella.

Kurt suspiró. – No creo que sea una buena idea, sabes que Santana me odia, obviamente no me querrá en su fiesta de cumpleaños.

- Kuuuurt – Blaine se quejó. – Por favor, por favorcito. – Suplicó.

- Ugh, de acuerdo. –

- ¡Si! Entonces paso por ti a las 8:00. Te quiero.

- Yo… – Yo te amo – También te quiero. – Susurró antes de colgar.


Viernes 8:22pm

– Debiste de haber comprado un regalo para Santana. – Blaine comentó mientras cruzaban la calle. – Es su cumpleaños numero treinta.

– Pero ella no me agrada. ¿Porque le compraría un regalo de cumpleaños a alguien que no me agrada? – Respondió Kurt, recibiendo una de las pequeñas risitas que hacían que su corazón brincará hasta el cielo. – ¿Y… Y como vas con lo de los donadores?

– Nada nuevo. – Suspiró. – Solo se que quiero un donador al que… Al que pueda conocer, no a cualquier donador anónimo. Quiero a alguien a quien pueda mirar a los ojos y estrechar su mano. Eso no es posible en un banco de esperma. – Blaine explicó y guardó silencio por un par de segundos. – Ah, tampoco quiero semen congelado, quiero que sea… fresco. – El ojimiel bajo la vista y se sonrojó un poco.

– Congelado es refrescante. – Kurt le guiñó el ojo y rió junto con Blaine. – ¿Que cualidades buscas? –

Blaine frunció el ceño y rascó la parte trasera de su cuello. – Uhm… Sentido del humor. El sentido del humor es muy importante. – Kurt negó con la cabeza. – ¿Porque todo el mundo dice eso? Todos sabemos que es una mentira. – Blaine rió.

– Bien… Entonces, la altura. Ya sabes, de mi parte no hay mucha entonces… Si. Altura. – Kurt sonrió y rodeó los hombros de Blaine con su brazo derecho. – No puedo esperar para conocer a mi futuro sobrino-hobbit. –