Hola a todos, este es mi primer fic, realmente nunca pensé que terminaría escribiendo uno, la verdad no es lo mío, pero me esforzare por llenar sus expectativas e ir mejorando poco a poco, de antemano les agradezco que tomen un poquito de su tiempo para leer las loqueras que se me ocurren.

Este fic está dedicado a todos ustedes que escriben tan maravillosos fics, han sido mi inspiración. Especialmente a sakuraliz23 y a Scorpion25Akuma, les agradezco por sus increíbles historias siempre procuro estar al pendiente de sus historias, que debo admitir me he vuelto adicta a ellas, muchas gracias.

Los personajes de Skip Beat no me pertenecen, solo los tomo prestados para un sano entretenimiento.

Un lindo cuento para dormir.

En las oficinas de LME se puede observar a una pequeña niña de 5 años de cabellos de color café oscuro, atados en una media cola, de ojos cafés claros, de piel muy blanca (el vivo retrato de su madre Kyoko, si como leyeron, es hija de nuestra pareja favorita), con una sonrisa que podía cautivar a cualquier persona que se le acercara, aunque si la encontraban de mal humor era capaz de dejar a su pobre victima petrificada y al borde de un ataque de pánico (una clara herencia de sus padres), se encontraba huyendo de sus improvisados niñeros María-chan, que voluntariamente se había ofrecido a cuidarla, y que en esos momentos comprendió como se sentía las personas a las cuales anteriormente les había jugado bromas y corrían para atraparla, a un Yashiro ya muy cansado de correr , que en varias ocasiones cuando sus padres se encontraban trabajando él se hacía cargo de la pequeña, y aun Sawara-san con un ataque de pánico al pensar lo que le podría suceder en caso de que la niña se cayera, o sufría algún daño, este trío adoraba a esa pequeña y ella también los quería mucho ya que los consideraba como sus tíos, así la encontramos corriendo por todas las oficinas cuando al dar una vuelta por uno de los pasillos, al chocar con una persona se fue de espaldas contra el suelo.

Recuperándose del golpe voltio para ver con quien había tropezado y pedir disculpas, y al levantar la cara se encontró con el rostro que estaba buscando.

-Papi.

- Himeko, (significa princesa, no creo que haya otro nombre mejor que ese para esta niña) ¿Cuántas veces te he dicho que no andes corriendo por los pasillos?-

Poniendo una típica cara de padre regañón, que en cuanto su pequeña hija le hizo una cara de niña tierna que no rompe ni un plato, no pudo mantener más su semblante serio. Esa niña era su mayor tesoro, igual que su ahora esposa, esas dos niñas (por que Kyoko a pesar de los años seguía comportándose como niña, incluso aun le gustaban los cuentos de princesas) eran su vida entera.

A nivel profesional seguía siendo el actor número uno de Japón, además contaba ya con un gran renombre a nivel internacional superando el famoso nombre de su progenitor, y seguía increíblemente guapo, con su aire maduro y sofisticado, llevaba un traje color negro con una camisa color azul, sin corbata, se veía simplemente para comérselo, también Kyoko había alcanzado ser una actriz muy reconocida tanto a nivel nacional y su nombre ya comenzaba a resonar a nivel internacional, en fin tenían toda la dicha que pudieran desear.

Al instante se inclino para así poder darle un beso a su princesa.

¿Dónde dejaste a Yashiro?, ¿por qué no está contigo?

Después empezó a ver a los alrededores buscando a los niñeros de su pequeña, los cuales llegaron al lugar muertos de cansancio, además de que Sawara-san empezaba a respirar aliviado de ver a la pequeña en perfectas condiciones, ya que le tenían un miedo a lo que Kyoko le haría en caso de que algo le pasara.

En eso se aparece de la nada Lory Takarada, ya saben con su típico desfile (de donde sacara todo eso), pero ahora el desfile era de globos, serpentinas, muñecos de felpa por todas partes, algodones de azúcar, iba aventando dulces por todos lados, además de muchas personas disfrazadas de personajes de cuento y una carro alegórico en forma de castillo de cuento de hadas.

Al llegar al lugar donde Ren y su pequeña se encontraban, bajo del carro alegórico, y de inmediato recibido por Himeko con un tierno abrazo.

-Abuelito Lory, que lindo desfile (comprendan ella aun es una niña, no se da cuenta de la extrañeza del director)

- Es en tu honor pequeña Himeko.

En eso se acerca María- chan recordándole a su abuelo que ya era hora de ir a la cena con su hijo, que aprovecho varios días libres para visitar a María. Lory con una cara algo deprimida decide irse, ya saben seguido de su misterioso sirviente.

En eso Ren toma la mano de la pequeña, y junto con Yashiro y se despiden de Sawara-san. Una vez en el estacionamiento son interceptados por una admiradora de Ren, quien con el pretexto de un autógrafo descaradamente empieza a intentar coquetearle, a lo cual Himeko en complicidad con Yashiro, quien le da una lata de jugo, se le acerca a la susodicha y le deja caer el jugo en todo su vestido, provocando una ligera carcajada en Ren, a lo cual reacciona furiosa haciendo berrinche y se aleja, si, así es ninguna mujer con intenciones de coquetearle a su padre era permitida, además contaba con el apoyo de su niñero de cabecera Yashiro, fan número uno de la parejita.

Así subieron al carro, y después de dejar en su apartamento a Yashiro, emprendieron su camino a casa, una hermosa casa blanca con un amplio jardín, y muchas flores de colores muy variados, poco le faltaba para ser una mansión en toda la extensión de la palabra, ubicada en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Tokyo, al entrar los recibió Kyoko, con una apariencia más madura, un aire de sofisticación que la hacía ver indescriptiblemente hermosa , llevaba su cabello con su color natural, largo hasta la cintura y usaba un vestido color chedron de tirantes muy sencillo pero en ella lucia espectacular y más a los ojos de Ren, acababa de llegar de un viaje a Italia, la locación de su nueva película, y de inmediato la niña fue y abrazo a su mami dando muestra de lo mucho que la había extrañado.

- Mami, mami, te extrañe mucho, que bueno que llegaste, prométeme que la próxima vez me llevaras contigo. Además tengo muchas cosas que contarte, dentro de poco será el festival de mi escuela y me han elegido para interpretar el papel de un conejo, y ….

En ese instante Kyoko la interrumpió porque si la dejaba su pequeña hija podría seguir hablando toda la noche.

- Ya me contaras todo después ahora ve a lavarte las manos para cenar.

- Si, mami. Y rápidamente subió las escaleras rumbo al baño.

- ¿Cómo te fue con las grabaciones?- se acerco Ren para abrazarla y darle un beso, ya que la había extrañado mucho, pero debido a que tenía bastante trabajo no puedo acompañarla en ese viaje. A lo que Kyoko respondió con otro beso y abrazándolo con más fuerza.

- Muy bien, todo salió sin contratiempos, aunque…- se quedo con cara de duda de si debía o no contarle.

- ¿aunque?- la miro Ren con cara de preocupación.

- la verdad me encontré con tus padres en Italia, andaban vacacionando y decidieron venir a acompañarme a Japón para visitarnos.

No era que Ren no hubiera arreglado las cosas con sus padres, sino que cada vez que los visitaban era un misterio el tiempo que se quedarían, esta demás mencionar que entre ellos y Lory tenían por demás consentida a su hija, aunque él y Kyoko también la consentían bastante, él un poco más por que como era el vivo retrato de Kyoko pero en pequeño, y no se resistía a la tentación de darle lo que pidiera.

- ¿Y cuando llegaran?

No había terminado de hacer la pregunta y sonó el timbre de la puerta, al abrir se encontró con un Kuu Hizuri y una Julie (no me acuerdo si ese es el nombre de la madre de Ren), con una montaña de regalos y a su lado una Moko-san con cara de sorpresa por tantos juguetes, la cual había llegado para hablar con su amiga acerca del próximo papel del dorama que interpretarían juntas. Sobra decir que Moko-san quería mucho a Himeko casi como si fuera su propia hija, y ella la consideraba como una tía (su favorita) y por lo mismo era en cierta forma su modelo a seguir, pero las personas que más admiraba eran sin lugar a dudas sus padres.

En eso Himeko se encontraba bajando las escaleras y al percatarse de la presencia de sus abuelos y de Moko-san se dirigió hacia ellos para abrazarlos y darles besos y de paso recibir sus regalos (si nada perdida la niña).

Kyoko admiraba la escena muy conmovida ya que su pequeña tenía muchas personas a su alrededor que la amaban, pero la tuvo que interrumpir porque era la hora de la cena, y aprovecharon todos para ir a cenar, todo en un ambiente muy amigable y cordial

Al terminar pasaron a la sala y conversaron de cosas sin importancia disfrutando de la agradable atmosfera, hasta que decidieron que ya era hora de dormir, Ren tuvo que casi sacar a su padre a rastras porque no se quería separar de su preciosa hija y nieta, por su parte Julie trataba de hacer de réferi, intentando convencer a Kuu de que regresarían mañana, ya que ellos tenían su propia casa por las largas temporadas que pasaban en Japón por estar más cerca de su nieta, ya resignado se fue con la cara de niño que no recibió su dulce, así que después de despedirse las visitas se fueron.

Subió las escaleras donde se encontró con una imagen que no cambiaria ni por todo el oro del mundo, Kyoko terminando de vestir a su hija con la pijama (así tipo vestidito) de color blanco que la hacía lucir como un pequeño ángel, después de haberle dado un baño, y preparándola para dormir. Así que se quedo contemplando la bella imagen desde la entrada de la habitación de su hija, la cual estaba decorada con muebles de color blanco con detalles rosas, una cama con dosel y cortinas de color rosa, en las paredes bellas imágenes de cuentos de hadas, además una gran casa de muñecas, muñecos por todos lados, la mayoría de animales.

- Y bien ¿que cuento quieres para dormir?

- hoy quiero que me cuentes una historia de papi y tuya.

- ¿y cual quieres que te cuente?- pregunto Kyoko con un leve sonrojo

- quiero que me cuentes como te propuso mi papi que fueras su esposa.

Continuara.