Crónicas del terror Nuevo One Shot del Resident Evil, ésta vez relatado por un OC mío, un policía llamado Victor Sterling, ubicado entre los RE 2 y 3: Nemesis (con toques de What If) y cuyo escenario será la Central de la Policía de Raccoon City, justo antes de las llegadas de Claire y Leon y de Jill, por otra parte. No soy dueño de los Resident Evil, éstos pertenecen a sus legítimos dueños y empresas, solo soy dueño de mi OC y mi objetivo es solo entretener.
Advertencia de gore y clasificación "T".
La batalla había terminado, otros tres agentes de la Policía habían muerto y solo quedaban muy pocos supervivientes en la Central, el calor de las balas desperdigadas por el piso, el humo invisible que se elevaba, el olor a pólvora y mezclado con la muerte era un escenario aterrador para Victor Sterling, un Policía de 40 años, cabellos y bigote negro, delgado y alto, su camisa de mangas cortas junto con la corbata negra estaban manchadas de sangre, su rostro también, había matado a varios zombies con su escopeta hasta que solo quedaron él y un par de hombres más. Poco después de la pelea, escuchó un disparo, corrió hacia una de las habitaciones y se encontró con el Oficial David Ford que se había suicidado con su arma para no convertirse en un zombie, acabando con su vida en pocos segundos, ahora la responsabilidad de todo el R.P.D yacía en Edward Elliot, quien diseñó un plan, el cual consistía en instalar una bomba en la Avenida Principal y así diezmar a las hordas de infectados, para ganar el tiempo suficiente y sacar a la gente de allí, ya que el equipo de comunicaciones había resultado destruido por un ataque anterior.
Victor se recostó contra la pared y pasó sus manos por la cabeza, quería despertar, tal vez era una pesadilla y cuando abriera los ojos, él se encontraría en su cama, despertándose, listo para un nuevo día en aquella ciudad del Medio Oeste de EEUU, pero no fue así, lo intentó varias veces hasta que se dio cuenta de que no estaba soñando, aunque no fuera una fantasía, él estaba atrapado en una pesadilla de la vida real, le costaba digerir semejante horror, el tener que ver a sus compañeros y amigos morir a manos de los zombies era una situación bastante desgarradora y triste, quería llorar, quería gritar, maldecir, golpear a alguien, ya había vivido una experiencia horrible cuando su ex-esposa le había pedido el divorcio, culpándolo de algo que nunca había hecho, acusándolo de un supuesto "abuso sexual" contra su hija, pero eso resultó ser un engaño para quitarle la tenencia y de ahí destruirle la vida. Aunque Sterling demostró que jamás había cometido semejante atrocidad, su ex-mujer terminó por ganarle el juicio y perdió la custodia de su hija, llevando a que tuviera un episodio de depresión, justo antes de que empezara el "Incidente de las Montañas Arklay".
Sus compañeros, incluso el propio Jefe Brian Irons lo habían apoyado, demostrando que él jamás haría semejante locura contra alguien que era de su propio entorno y aunque perdió las esperanzas de ver a su hija, cuyo nombre era Luna, él decidió seguir adelante. Cuando llegó el mes de Julio y empezaron a escucharse noticias de "misteriosos asesinatos caníbales" en aquellas montañas, Victor había estado fuera de ese asunto, ya que era tema de los S.T.A.R.S; pero cuando éstos volvieron a la Ciudad y relataron todo lo que había ocurrido: La "Mansión Spencer", la cual era una tapadera, ya que allí se llevaban experimentos secretos en un laboratorio que pertenecía a Umbrella Inc, aquellos miembros de Élite intentaron exponer las pruebas pero fue inútil, toda la ciudad les dio la espalda, inclusive la Policía: Todos estaban comprados o tenían miedo de perder sus fuentes de trabajo. Era mejor ser "leal" a Umbrella antes que pasar hambre. Solo Víctor les dio su apoyo, en especial a Chris Redfield, Jill Valentine, Barry Burton, Rebbeca Chambers y Brad Vickers. Aquel chico le había contado todo lo ocurrido, en especial del viaje que haría para desentrañar toda esa farsa de que Umbrella no era responsable de nada, temían de que algo mucho peor fuera a ocurrir en Raccoon City y por eso empezó el viaje a Europa, hasta la Central de aquella empresa. Aquel policía se quedó en la ciudad, esperando que volvieran, pero ahora, cuando llegó Septiembre, las cosas que tanto habían temido aquellas personas, se hizo realidad: Los zombies deambulaban por las calles, hambrientos de carne humana, los miembros de S.T.A.R.S; que aún quedaban con vida, eran cazados por un monstruo llamado "Némesis", la Policía no estaba preparada para una situación así y para empeorar las cosas, la Central había sido atacada, muchos habían resultado muertos y heridos, habían civiles, dos presos y policías que intentaban hallar una manera de escapar, sin ser devorados por esos monstruos, pero todo resultaba ser imposible, para el colmo de todos, Irons había enloquecido, asesinado a los supervivientes como si fuera la temporada de caza y la Tarjeta-Llave del Arsenal se había extraviado, dejando a los agentes con reservas muy limitadas para enfrentarse a las hordas enemigas.
- Victor, ¡Victor!.- Le llamó Edward Elliot a su compañero y éste salió de aquel "trance".- Te necesitamos, ven.- Pidió y lo siguió hasta el Vestíbulo Principal, justo en donde estaba la Estatua.
En ese sitio, Edward le contó sobre el plan que tenía en mente, se llevaría a dos hombres hacia las alcantarillas y de ahí instalarían una bomba en aquella calle, la cual era señalada en un mapa que tenía en sus manos.
- A partir de ahora, serás ascendido a Sargento, ¿queda claro?.- Le dio ese rango a aquel hombre, el cual era un agente, nada más.
- Pero...pero ese era el rango de Samuel Anderson.- Dijo Victor, negándose a recibir dicho rango, pero Edward lo miró con seriedad, haciendo un gesto negativo con la cabeza.
- El Sargento Anderson murió hace unas horas en las calles, luchando con los nuestros y las Fuerzas de Élite S.P.F.- Anunció el castaño y de ahí le encargó lo que debía hacer.- Quiero que tú y los agentes que quedan con vida todavía, se hagan cargo de proteger este sitio, volveremos lo más pronto posible, ¿está bien?. Confío en ti.- Pidió aquel hombre y salió de allí hacia las alcantarillas.
Ahora él tenía un poder en sus manos, tenía que usarlo con cuidado, pero ¿cómo podría?. No contaban con suficientes municiones ni armas, su uniforme estaba manchado de sangre, él había cumplido las órdenes, siempre al servicio de la Justicia y de proteger a los ciudadanos, pero en ese momento, se sentía un completo inútil, no podía ni cuidarse así mismo. Todo valiente sucumbía ante el terror y era lógico sentirlo, esto no era una situación que podía resolverse de la noche a la mañana, era algo que superaba todos los límites y solo quedaba rezar. Fue entonces que tomó su escopeta junto con unos cartuchos, además de tener siempre su arma reglamentaria, para después dirigirse hacia donde estaban los demás agentes, entre ellos estaba Marvin Branagh.
El R.P.D. estaba asediado por aquellas bestias, era como la Ciudad de Atenas ante Esparta durante la "Guerra del Peloponeso", no solo estaba bloqueada por afuera, sino también por dentro, ya que en aquel sitio, también se había producido una peste que diezmó a la población: Raccoon City se había convertido en la Atenas del Siglo XX, pero en ésta habían muertos vivientes que no conocían la piedad, solo el hambre. Aquel hombre pensaba en su hija, rogaba que estuviera bien, que hubiera podido escapar, no quería desearle la muerte a nadie, ni siquiera a su ex-esposa, pero en un momento así, aquel hombre pedía que pudieran salvarse, aunque fueran solo sus compañeros.
Unas horas después, con la entrada como "punto de reunión" para los zombies, Marvin había tenido una idea y era conseguir ayuda del exterior, activando la Estatua, la cual tenía un pasadizo estrecho, del cual formaba parte del antiguo Museo de Arte que había allí, antes que a finales de los Años 80 fuera comprado para ser la Central de la Policía; contaron con la ayuda de aquellos supervivientes, logrando activarla y de ahí, Rita, una de las policías supervivientes, salió a buscar ayuda y la consiguió, aunque por desgracia Marvin había sido mordido cuando salió a los exteriores del R.P.D, atacado por un zombie que lo tomó por sorpresa y que cuando ingresaron aquellos seres, solo pudieron escaparse de allí los supervivientes, entre ellos el Policía Kevin Ryman, Rita, Harry, los dos presos y los supervivientes que estaban con aquel agente castaño, quedando Marvin y los muy pocos agentes allí y en donde Victor llevó a su amigo a un sitio seguro, tras haber matado a todos los zombies del Vestíbulo Principal.
- Vas a estar bien, Marvin, ¿sí?, estoy seguro que Rita volverá, pero resiste, ¿sí?, no te puedes morir ahora.- Pidió Victor, el cual estaba curándole las heridas, pero era en vano hacerlo, aunque lo vendara y todo, el daño ya estaba hecho.
- No...no hay tiempo, Victor...vete...vete de aquí...por favor...yo...estaré bien.- Le ordenó Marvin a su amigo, a quien le entregó una Tarjeta-Llave.
- ¡No! No te pienso dejar aquí, ni lo sueñes.- Se negó el hombre, pero el moreno le apuntó con su arma.
- Vete, Victor, ahora, es una orden...hiciste lo que pudiste...quiero que vivas, tu hija te necesita.- Fueron las últimas órdenes de aquel hombre, quien no pensaba bajar su arma por ningún momento hasta que su amigo le acatara el pedido.
Al escuchar la palabra "hija", el corazón de Victor se encogió, temía mucho por ella, por su seguridad, era una 15 años, pero no quería que nada malo le pasara, así que tuvo que obedecer, no sin antes tomarle con fuerza de las manos a Marvin.
- Has sido un gran amigo, Marvin, nunca te olvidaré, lo prometo.- Juró Victor, dándole un último abrazo de camaradería al moreno y de ahí, con lágrimas en los ojos, tuvo que irse de aquella habitación, dejando a aquel hombre en ese sitio, no sin antes ir hasta la terminal del Vestíbulo, insertar la Tarjeta-Llave y cerrar las puertas de esa zona con el "Cierre Electrónico".
Le temblaban las manos, su cuerpo parecía haberse caído al agua helada, le costaba comprender esa situación, así que para calmarse, tomó un cigarrillo que tenía guardado en aquel paquete que se había comprado hacía pocos días en aquel kiosko, antes de irse a su trabajo y de ahí activó el encendedor. Fumó un buen rato, intentando pasar el mal trago, pensó en Edward, ¿habría logrado la misión?. Justo en ese momento se escuchó una explosión, venía del lado Norte, justo en el Centro de la Ciudad, tal vez habría sido aquel grupo de tres personas que habían triunfado, pero era difícil decirlo con seguridad, ya que todo ese lugar estaba ardiendo por los incendios y explosiones. Se estaba preguntado por qué él tenía que haber salido con vida, por qué la suerte y no para sus amigos, tantas desgracias pero él estaba vivo, quería saber si podría escapar de allí, pero ahora no era su preocupación los zombies, eso estaba en segundo plano, lo que le aterraba era que el Jefe Irons lo encontrara y le disparara.
- ¡NO, JEFE, ESPERE, POR FAVOR, NO ESTOY INFECTADO, SOLO RUEGO, NO LO HAGA, POR FAVOR!.- Escuchó el grito del Oficial Ed y de ahí salió corriendo para ayudarlo, sin embargo, al llegar, se topó con aquel hombre muerto de un disparo por la espalda, bajo un charco de sangre, el impacto había dado en el corazón, matándolo en el acto.
Otro amigo más que perdía, otra desgracia más para esa "lista" que lo tenía marcado, parecía que se estaba burlando de él, quería disfrutar a cada rato toda esa "comedia", por así decirse, llevando a que ahora tuviera que matar a cualquier cosa que se moviera, sea un zombie o una persona.
Habían dado las 19:00 PM y en el edificio de la Policía ya no quedaban muchos supervivientes, casi todos estaban muertos, se habían suicidado o intentaban escapar por alguna otra forma. Victor se encontraba caminando por aquellos pasillos, evitando no ponerse cerca de las ventanas o puertas bloqueadas con tablones de madera, por un momento, él había pensado en iniciarse un incendio en todo el lugar para así matar a los zombies, pero desistió, era una idea estúpida y suicida, además de que podría resultar en su muerte, así que la tuvo que desechar.
- ¡AHHHHHHHHHHHHHH!.- Escuchó un grito y de ahí corrió pasillo abajo hasta encontrarse con una pequeña niña rubia, la cual estaba rodeada de varios zombies que iban tras ella, sin darle la posibilidad de escapar.- ¡No, por favor!.- Pidió ella, llevando a que Victor cargara la escopeta y comenzara a disparar contra aquellos monstruos.
- ¡Vete, huye, pequeña, huye!.- Le ordenó el policía, mientras que la pequeña huía de allí hacia otro lugar seguro.
- ¡Gracias!.- Agradeció la niña, cosa que eso hizo sonreír al agente, ya que anotó, aunque fuera pequeña, una victoria en esa "guerra".
Había salvado a esa pequeña rubia, sabía quién era: Sherry Birkin, la hija del matrimonio que trabajaba en la Planta Química de Umbrella Inc, él la había protegido, tal vez eso lo haría sentir mejor, pero ahora tenía que escapar de allí, así que supo que su momento había llegado, no sin antes encontrarse con Irons, el cual había enloquecido y le apuntó a una distancia cercana, por la espalda.
- No te vayas a mover, pequeña rata.- Le ordenó aquel castaño.
- Jefe Irons.- Sostuvo el policía de bigotes, viendo al asesino y antiguo empleador.
- Ja, ¿crees que te voy a dejar ir?. Te he estado observando, me han contado que estuviste en contacto con los ex-miembros de S.T.A.R.S; en especial con Redfield, ¿te piensas que soy estúpido?. No, no puedo permitir que nadie salga de mi ciudad y menos de un patético policía como tú.- Sostuvo el hombre, listo para disparar el arma contra la cabeza de Victor.
- Piense bien esto, Jefe: Usted no es más que una marioneta de Umbrella, ellos lo van a desechar, no sirve, solo es una herramienta, cuando esté terminado el trabajo, se acabó, no les será de utilidad, ¿para qué quiere seguir con esto?.- Intentó el hombre dialogar con él.
- ¡Guarda silencio, mierda!.- Ordenó y le dio un culatazo con su arma en la cabeza.- ¡No pienso caer en esa estupidez de la negociación contigo!.- Advirtió, pero en ese momento, las ventanas estallaron y desde el techo observó Irons una extraña criatura sin piel, sin ojos y una lengua junto con unas garras afiladas como cuchillas.- ¡MIERDA, MIERDA, ¿OTRA VEZ DE ESTAS PORQUERÍAS?!.- Preguntó y comenzó a dispararle a aquella bestia, dándole un escape a Victor, el cual evadió al rival, aunque éste disparara varias veces, todos los impactos dieron contra la pared.- ¡DE MÍ NO TE VAS A SALVAR, HIJO DE PUTA, TE JURO QUE TE MATARÉ!.- Prometió Irons, mientras que mataba a aquel "Licker" y de ahí reiniciaría la persecución una vez más.
Se había salvado, ya no había más remedio, aunque tuviera que permanecer allí, la última opción que tenía era escaparse, deambular por las calles, tenía poca munición para su escopeta y solo un cargador para su arma reglamentaria. Fue entonces que decidió largarse de allí, abrió la puerta de entrada y salió hacia los exteriores, cruzando hacia las calles, sería suicidio pero no había otro camino que ese.
Caminaba por aquellas calles, muchas estaban con las luces titilando en los faroles, los zombies deambulaban por doquier, se podían oír disparos y explosiones, las llamas de los incendios, cualquier criatura de Umbrella lo encontraría y sería su final, sin embargo no le importaba, prefería morir intentando salvarse, antes que convertirse en un muerto viviente. Vigilaba cada cuadra que cruzaba, observaba a sus alrededores y nada.
Estuvo allí, deambulando, perdido, desconcentrado, buscando a su hija, pensando que tal vez no estaría viva, hasta que en aquellos momentos, observó lo que parecía ser una barricada del Ejército, así que fue hasta ellos.
- Oye, mira.- Señaló uno de los Soldados, el cual apuntó con su arma.- ¡NO SE MUEVA!.- Advirtió aquel militar, ya que estaba en el Puente Raven de la Ciudad.
- ¡ALTO, LEVANTE LAS MANOS!.- Ordenó su compañero y Victor obedeció, puso la escopeta en su espalda y alzó los brazos al aire.
- ¡NO DISPAREN, SOY POLICÍA!.- Pidió aquel hombre de bigotes, mientras que ambos militares se miraban el uno con el otro.
- ¡¿Lo mordieron, agente?!.- Preguntó otro Soldado.
- ¡No!.- Respondió y de ahí fue un equipo médico, quienes lo llevaron adentro, fuera de la ciudad.
Dentro del campamento de refugiados, Victor se reencontró con muy pocos compañeros suyos de la Policía, entre ellos estaban Rita y Kevin junto con su grupo, sin olvidarse de los civiles que habían logrado escapar a tiempo de la ciudad.
Pasaron unas horas y tras una ardua investigación, los científicos y médicos finalizaron su estudio:
- Está limpio, no tienen ningún rastro del G-Virus en la sangre, adelante y perdone las molestias.- Informó el Jefe de aquel batallón, mientras que soltaban a Victor y éste salió del hospital de campaña, para dirigirse hacia donde estaban los demás supervivientes: Habló con el Alcalde Michael Warren y no supo qué decirle sobre el paradero de su hija, la cual había quedado en Raccoon City, le dio apoyo a Rita por el destino de Marvin, quién sabía lo que podía pasarle en la Comisaría y de ahí se sentó en una banca que había allí, necesitaba un respiro, pero alguien le llamó la atención.
- ¡PAPA!.- Escuchó una voz familiar y de ahí alzó la mirada, aquel policía se dirigió corriendo hacia aquella chica castaña y de 15 años, la cual se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza y llorando de la emoción.- ¡Papa, estás vivo!.- Se alegró la muchacha y los ojos de Victor se humedecieron de la emoción.
- Luna, Mi pequeña Luna, me alegra tanto volverte a ver.- Dijo aquel hombre, sin soltarse por ningún momento de ella.
La pesadilla había terminado para aquel padre, pudo reencontrarse con su hija, había vivido unos días de puro miedo, sin saber si podría salvarse, pero, tal vez fue la suerte o el destino que querían que viviera y lo hizo: Logró salir de la pesadilla y reencontrarse con sus seres queridos.
Fin.
Espero que les guste este One-Shot, dedico este fic para Un Tal Pinto y Hakendo Mitsuronairi; pronto haré más fics de David King-Yoko Suzuki, del Resident Evil: Outbreak File 1.
Nos vemos y buen comienzo de semana.
