El muro de los caídos.

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Sinopsis: Después de su ultima gran "batalla" Ash reflexiona sobre su vida y obra. Lo que ah ganado lo que ah cambiado y mas importante. Lo que ah perdido.

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Inmortal

Cuando Ash se levantó ese día teniendo solo diez años de edad nunca se imaginó que llegaría a pasar por un cambio tan abrupto que le llevaría de ser prospecto a maestro pokemon, hasta un titan que enfrentaría a los enemigos más despiadados y monstruosos que nunca jamás hayan sido enfrentados.

Nunca pensó que llegaría a vivir mucho más allá de lo que pensó humanamente posible ni de los giros tan retorcidos que tuvo su vida y obra a lo largo de los años y francamente nunca se imaginó que a lo largo de su "extensa" vida que sus manos se teñirían de la sangre de cientos sino miles y porque no alardear, millones de enemigos que en torno a esta inesperada existencia pusieron en peligro su vida, la de sus allegados e incluso la humanidad entera.

Ahora después de haber seguido una vez más su deber pudo conseguir lo imposible. Salvar a la humanidad de la completa aniquilación, pudo poner en orden su mente. Dicha victoria había costado el sacrificio de su última compañera. La ultima de toda una saga de héroes y amigos casi hermanos con los que había sangrado y batallado desde mucho antes de siquiera soñar con vivir más de una vez.

Así es como había sucedido, él había vivido más tiempo del que humanamente debió de hacerlo, y esa sorpresa vino también con la desgracia, la pena de sufrir las muertes de sus allegados y sus compañeros amigos y familiares uno a uno o un grupo a la vez pero cada muerte se sintió como si el mismo hubiese sido el finado pero con la amargura que debía de seguir adelante probándose a sí mismos de ser los mejores y cada vez más esa carga se hizo más extenuante al tener cada vez menos colegas y más perdidas que sentir.

Sus ojos pudieron apreciar lo que nunca antes siquiera pensó contemplar. Desde la primera muerte que sufrió; siendo su inseparable compañero el cual murió en sus brazos, hasta la extinción completa de los pokemon. Los cientos de guerras que se dieron lugar en los años de su juventud a adultez e incluso su primer encuentro con la muerte tal cual debería de haber sido a manos del primer Némesis oficial que le enfrento.

Ni esa "muerte" le detuvo de regresar a ajustar cuentas con su adversario. Teniendo el placer de acabar con su vida tras casi derrotarle por segunda vez siendo esa ocasión asistido de su nueva compañera quien más allá de ser la damisela en peligro termino siendo una heroína de acero tan eficaz como él. De ella nunca olvido nada, ni esa mirada de castaño canela que aun ahora mucho, mucho, mucho tiempo después aún recuerda.

El nunca olvidaría tampoco la muerte de su madre, su única familia y su único puente con el pasado, sus sueños y aspiraciones, deseos que ya nunca podrían verse cumplidos. Esa fue la única muerte que el lloro con clara demostración de sus sentimientos cada vez más distantes y desconcertados. Cada vez sintiéndose menos él y más algo más ajeno.

Tras la muerte de su primer némesis, otros más aparecieron a lo largo de los años, cada uno con distintas ideologías, planes y ambiciones demenciales malévolas y hasta diabólicas. Llego incluso a enfrentarse al caos encarnado. Derrotándole prácticamente por puro milagro y la muerte de más de sus queridos amigos. El mismo creyó imposible que en algún momento muchos años más allá de lo que hubiese llegado su existencia biológica, el enfrento a hombres y monstruos, entes y fuerzas tanto humanas como provenientes de los rincones más oscuros de su mundo e incluso fuera de este.

Al final fue el la punta de lanza que hizo a la humanidad enfrentarse no entre ella misma sino contra un solo enemigo común, buscando la supervivencia de su especie. En esa última gran guerra enfrento a legiones de distintos enemigos luchando en su terreno y con sus reglas en más de una ocasión. Pero a estas alturas él hace mucho que había dejado de ser solo él. Cada batalla cada muerte y cada pérdida lo transformaban no solo en su ser sino en su apariencia. Mil y un rostros tomo y mil y un identidades tomo. Pero al final, había conseguido la victoria.

Él había conseguido salvar al mundo y postergar su legado. Enfrento incluso a dioses y demonios. Ahora mismo se había dado un duelo cara a cara al mal mismo, materializado como un ente masivo, titánico y basto tanto en longevidad como en maldad e inteligencia. Algo que prácticamente sería un dios.

Y aun así, Ash mismo había logrado derrotarlo. Pero esto último no lo hubiera logrado por sí solo. Su última compañera fallecida hacía mucho tiempo. Siendo su mente, su alma quizá transferida a algo artificial a una estructura artificial que se había fusionado con él en su mente siendo ahora los dos uno solo en mente y alma, en un solo ser.

Ella ahora se había ido, siendo su muerte la única forma de acabar con aquel mal antiquísimo y a la vez siendo la única forma de salvarlo. Ash no pudo sentirse más derrotado a pesar de su victoria pues con este sacrificio perdía finalmente su última compañía su única amiga y puede que la única mujer que llego a amar. Siendo ahora el ultimo de toda una legión de héroes que habían dado sus vidas en más de mil guerras por defender no tontas ideas o ambiciones sino únicamente la vida misma.

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Tantas muertes por defender la vida. Valía la pena el sacrificio. Eso pensaba.

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Ahora…después de su última gran victoria. Ash miraba su reflejo en un enorme ventanal mientras al fondo y del otro lado del cristal, podía admirar el mundo que lo vio nacer y crecer. Ese planeta azul y verde por el cual había hecho tanto y perdido a tantos. aun recordaba cómo era cuando lo vio en una fotografía siendo solo un niño. ¿Es que había cambiado tanto? La verdad es que sí.

Había cambiado, el azul se había vuelto un morado oscuro que desde esta orbita alta teñía el horizonte en un tono violeta. Un masivo huracán oscuro y rojo parecía destellar en el polo sur del planeta. El verde poco a poco estaba retornando recuperando parte de su antigua naturaleza. Sin embargo las manchas grises y marrones de las ciudades y desiertos tomaban gran parte de la tierra firme. El agua había distorsionado la geografía que conocía algún día.

Las huellas de la acción humana podían apreciarse aun a estas alturas en la órbita. Y las obras de ingeniería habían sido ya notorias desde hace años. Este mundo era el mismo por el que había luchado, pero ya no se veía igual a como lo recordaba a como lo vivió y experimento cuando solo era un chico joven entusiasta y feliz.

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"¿Hermosa vista, no le parece Jefe?" El capitán Milo le había llamado apareciendo desde un lado.

"Claro que lo es señor." Ash le respondió sin siquiera moverse.

"¿Importa si comparto la ventana contigo?"

"Eso no es problema señor."

"Siempre eh admirado este mundo. Yo soy de New Harmony. Pero aun considero este mundo como mi casa." Milo confeso con cierto mirar reflexivo.

"No hablas mucho cierto." Confeso al verlo como una persona callada. Contrastando enormemente con lo que sabíamos.

"Jefe no voy a mentirte. Yo también eh perdido gente allegada. Pero nada como lo que tú has pasado." Intento mediar palabas ante la insistente forma de actuar del aludido. Pero Ash solo se limitó a responder.

"El deber de un soldado es de proteger a la humanidad. Cueste lo que cueste." Recito esta oración como el emblema de una doctrina. Algo que haya adoptado durante estos años.

"Lo dices como si los soldados fuéramos máquinas y no personas. Y eso no es así"

"Bueno. Puedes quedarte con el puente panorámico. Lady Dawn nos visitara en una hora. Estoy seguro que te hará sentir mejor.

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Esta Dawn no era la misma que el recordaba. Era la última descendiente de su antigua amiga la vez que la vio se veía tan madura, adulta y formal. Por un momento pensó que no era ella. Sin embargo eso era mentira. El mismo la había puesto en ese trono por fuerza de su espada.

Suspiro. Medito lo que el capitán Milo había dicho. Su hermana de la batalla había dicho lo mismo. Lo de ser humano. Pero para Ash esa palabra hace mucho que no era una referencia a él. Solo el hecho de saber su edad lo ameritaba. Era el año 2589. Ash Ketchum había muerto hace muchos años. O al menos su identidad oficial lo había hecho. El por otro lado. Había vivido poco más de 500 años, luchando y librando batallas una tras otra mientras los vientos de la guerra soplaban con fuerza amenazadora.

Todos sus amigos, todos sus allegados compañeros y colegas habían muerto a lo largo de esos siglos de lucha. Y el mismo había tenido roces con la muerte más de una vez. De hecho él había técnicamente muerto más de una vez. Pero ni así lograba verdaderamente morir. Siempre regresaba y siempre lo hacía con mayor fuerza y poder. Como si alguien, quizá el destino quizá un ente más allá de lo que pedirán llamar vida burlonamente lo devolvía a la vida, lo salvaba o simplemente evitaba que el muriera de una vez.

Casi con burla podría pensar que lo quería para que el fuese un señor de la guerra y siguiera enfrentando los problemas de la humanidad sin detenerse a pensar en su propia humanidad muerta ya desde hacía mucho. Ni siquiera estaba viendo su propio rostro pues este ahora se hallaba oculto mientras el reflejo del ventanal le miraba. Una armadura impensable en su niñez lo miraba sin inmutabilidad o gesto aparente más allá del desgaste, daños y abolladuras que presentaba. Su verdadero rostro estaba ahí adentro pero hacia tanto que no lo había visto que ciertamente ya le costaba recordar cómo era.

Si….definitivamente Ash nunca imagino ese día cuando niño que él iba a ser más allá de lo que un simple humano podía realizar, tampoco que el perdería paulatinamente su vida y su humanidad al paso de los años siendo una vida considerablemente eterna y que aquella existencia seria encaminada a llevar la muerte a todos enemigos jurado del mundo que lo creo y lo armo.

Pero…a pesar de eso se sintió considerablemente más, triste por recordar una vez más las muertes de inocentes y justos que cayeron en esta larga odisea. Sintiéndose a la vez culpable de solo quedar él para dar testimonio de ello. Se sintió enormemente solo, más ahora con la partida de su última compañera. La extrañaba y a todos los que había perdido, pero no podía dejarse avasallar por esa pena y dolor. Aún estaba vivo, y si de algo significaba; era que aun debía probarse a si mismo de seguir siendo héroe y campeón, no solo por el sino por sus hermanos caídos.

El capitán Milo y la tripulación de la Infinity habían sido una nueva generación de campeones héroes que se habían sumado a su causa. Entonces podría ser que él no estaría solo por mucho tiempo. Honor a su última amiga perdida y levanto la mirada. Aquel casco de batalla inmutable solo respondió en su reflejo.

Ash aun estaba vivo, y si bien él no se consideraba un inmortal. Tampoco pensó que la muerte vendría a cobrarle factura en lo que quedaba del día y puede que tampoco viniera a hacerlo mañana. Puede que la muerte o mejor dicho, el destino le estuviera guardando sus deudas por estos últimos 500 años, bien podría guardárselos otros 500 años más. 1000 años más. ¿40000 años más? No lo sabía, solo estaba seguro de una cosa:

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Mientras continuará viviendo. Continuaría luchando. Seguiría haciendo amigos, y colegas, a los que inevitablemente perderá.

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Lo único que le quedaba era seguir adelante y probarse a sí mismo que él era el mejor.

Siempre el mejor. Mejor que nadie más…

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FIN


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Bueno y con esto concluyo este one shot. La idea era plasmar en un solo trabajo la idea o partes relativas a ideas de mucho fics que eh planificado desde que era niño. Si se podría decir que hacia estos fics desde niño pero cobraron más identidad como fics formales ahora en mi etapa adulta. En casi todos estos fics era Ash y un sequito de amigos, seguidores y aliados los que le seguían en su lucha cada vez más crítica contra las fuerzas del mal y el caos, como una especie de liga de súper héroes pero con distintos enfoques mas bien .

Muchos de esos fics los plasme en letra y papel otros rondan aun en mi mente pero la verdad es que dudo que todos ellos o la mayoría lleguen a ser escritos y publicados como fics formales aquí o en cualquier otro lado.

Por ello y aprovechando este 2 de Noviembre publico este one shot como una especie de resumen, entremezclando todos estos conceptos en una historia podría decirse incrédula pero bueno se entiende que intentamos hacer entender a los caídos que dejaron a Ash durante todas esas historias y si bien el llego a morir el destino mismo se encargó de eso. Evitándole morir formalmente añadiéndole el dolor de las pérdidas que tuvo que sufrir.

Bueno espero que les haya gustado y sino al menos se hayan molestad en darle unas leídas a las primera líneas. Y sino puede bueno al menos se dieron un paso por el título y la sinopsis. Un saludo para todos y un gran día de muertos para todos mis compatriotas.

Estaremos en contacto.