Patrick entra en la cocina Göran está sentado en una de las sillas mirando la pizza sin verla realmente, su mirada vacía y sus hombros bajos demostrando la tristeza que siente. Camina hasta la silla frente a la de él y toma asiento; levanta un trozo de pizza y lentamente le da un pequeño mordisco, cuando traga siente en su garganta un nudo que le aprieta y que hace escocer sus ojos.
- Quizá no fue una buena idea después de todo – intenta aligerar el ambiente, pero Göran no contesta, solo sonríe con amargura mientras se levanta de su silla para salir de la cocina.
Patrick no dice nada ni intenta detenerlo, vio todo desde las escaleras; Sven había utilizado la estadía de Patrick en la casa como excusa para poder irse, la verdad era que había estado engañando a Göran.
Durante tres meses…
Con un pasante de su oficina…
El mismo pasante que trajo para que lo ayudara con sus cosas.
Apretó sus puños con rabia, Göran era un hombre bueno ni siquiera le había recriminado nada a Sven ¡AL CONTRARIO! Le había deseado suerte y que fuera feliz y el maldito Sven solo sonrió con descaro y tomo la mano de su amante y lo guio a donde se encontraban sus pertenencias, cargo las cosas en la camioneta de su amante para luego irse en dirección a la casa de su amante, porque sí, Sven también estaba viviendo con su puto amante.
Patrick jamás había sentido tanta rabia contra alguien.
Dos semanas después
A penas baja del taxi ve a Göran caminar apresurado en su dirección, tiene ojeras y su piel esta pálida, también está más delgado que la última vez que lo vio (lo que es mucho decir puesto que Göran de por si es delgado). Este está cerca cuando su ansiedad lo vence y corre el camino faltante para abrazarse a su cintura.
- Te extrañe – Le dice Göran con voz suave apretándolo con dulzura.
- yo también te extrañé – y no miente, de verdad extraño al hombre, fue el único que lo quiso a pesar de su actitud y su pasado, el único que le tendió una mano a pesar de que ello provoco que se separara del hombre al que amaba.
Un par de segundos más tarde ambos se separaron de su abrazo para mirarse a los ojos, se dieron una sonrisa amistosa antes de moverse de la entrada, Göran paso un brazo por sobre sus hombros y lo guio al patio trasero, una vez allí lo invito a sentarse.
- ¿Qué ocurrió con tu nueva familia? – le pregunto de esa forma que solo el sabia, sin ser invasivo mientras tomaba un sorbo de té.
- Eran amables, ya sabes, tienen dos hijos un chico y una chica – comenzó a hablar lentamente mordisqueando una galleta y observando la reacción de Göran a sus palabras, pero este solo lo miera con una pequeña sonrisa.
- ¿Sin perro? –
- Sip no tienen – dice como quien no quiere la cosa y ve al hombre bajar la mirada – y yo realmente, de verdad, quiero un perro. – al escucharlo levanta la cabeza rápidamente para mirarlo con sorpresa, comprendiendo sus palabra.
- Bueno… - comienza titubeante – Yo esta-estaba pensando en adoptar un cachorro – la voz de Göran se traba un poco y el ya no puedo seguir jugando con el hombre.
- Entonces creo que no queda otra opción – dice con una sonrisa – tendrás que adoptarme.
Y el hombre se lanza a abrazarlo con lágrimas en sus ojos.
- Te quiero Patrick, eres un gran hijo – al escucharlo no puede evitar las lágrimas que se le forman en los ojos.
- Y tú serás una gran madre Göran – suelta una risita para tapar el sollozo que quiere soltar.
- Patrick seré tu padre – dice con falso reproche.
- Eres demasiado Gay para ser padre, así que serás mi madre –
Göran no contesta, solo ríe bajito mientras lo abraza más fuerte y Patrick lo acompaña por que ahora tiene una familia, son una familia, solo los dos… y bueno un perro, porque él enserio, enserio, quiere un perro.
Luego de un rato ambos entran a la casa, Patrick aún tiene que contarle a Göran que huyo de la otra familia, solo espera que no lo regañe mucho.
