Disclaimer: Los personajes de bleach no me pertenecen, de ser asi Matsumoto ya habría tenido hijos con Histugaya o con Shuuhei xD
UN PRESENTE PARA TÍ
Capítulo 1. Inoue
Era el 14 de febrero, Inoue Orihime despertó entusiasmada. Ése sería el día en que por fin le diera un chocolate a ese chico que la traía loca. Se levantó y tomo una ducha, estaba nerviosa. Se arregló como normalmente lo hace, aunque quizás poniendo un poco más de empeño en verse fenomenal. Él lo notaría, ella estaba segura. De pronto se detuvo. ¿De verdad quería que él notara lo bien que se veía? Sus pensamientos eran un arma de dos filos, primero quería que él lo notara, pero después ya no quería.
Sí, aquella mañana, Inoue Orihime salió corriendo de su casa, se le había hecho tarde por estar pensando si era bueno o malo que él se diera cuenta de lo que sentía.
Llegó a la escuela justo en el momento en que sonaba la campana que indicaba el inicio de la primera clase. Todo el esfuerzo por arreglarse el cabello de la mejor manera se había estropeado por su carrera y el viento. Ahora él pensaría que era una desarreglada.
Pero al entrar al salón no lo encontró. Inoue se preocupó. ¿Acaso había pasado algo malo, y ella no se había enterado? Sutilmente lo buscó junto a sus amigos, todos estaban excepto él. No sabía si sentirse aliviada, o doblemente preocupada. Al entrar el maestro al aula, se obligó a no pensar en él. Al menos durante el tiempo que duraba la clase.
Un par de horas después, cuando se escuchó la campana del receso, Inoue tomó sus cosas y salió a toda velocidad del salón sin decirle nada a nadie. Lo busco por toda la escuela, en la cafetería, las azoteas, las áreas verdes, incluso en la oficina del director, pero no había señales de él.
—Inoue, ¿pasa algo? —cuestionó de pronto Ishida Uryuu llegando tras de ella, Yasutora Sado lo acompañaba.
—Estoy buscando a Kurosaki-kun, ¿no lo han visto? —preguntó tratando de no parecer desesperada, el par de jóvenes negaron con la cabeza.
—Seguramente se le habrá hecho tarde y le negaron el paso a la escuela…
—Pero estamos en receso, si eso hubiera pasado él podría haber regresado en este momento —insistió ella todavía buscando con la mirada al pelinaranja entre los estudiantes que permanecían dentro del patio.
—No creo que le haya pasado nada malo Inoue, de lo contrario habríamos podido sentir su reiatsu…
—¡Eso es, Ishida-kun eres un genio! —gritó de pronto Inoue encontrando la solución a sus problemas. Miró su reloj, tenía todavía 10 minutos antes de que terminara el receso. Decidida, salió de la escuela a toda prisa sin decirles ni una sola palabra a sus compañeros, guiada por la energía de Kurosaki que simplemente no aprendía a ocultar.
Lo encontró sentado junto al río que corría de camino a la escuela. Inoue sintió un fuerte alivio, por lo menos él estaba a salvo…
—Uh? ¿Qué haces aquí Inoue? No me digas que a ti también se te hizo tarde —cuestionó de pronto el joven volteando a verla, ella sonrió y fue a sentarse junto a él.
—El receso está por terminar, ¿no piensas ir a clases hoy, Kurosaki-kun? —quiso saber la chica, Ichigo volvió su vista hacia la corriente del río.
—Supongo que aunque corramos no alcanzaremos a entrar… de cualquier manera, no tengo ánimos de ir —confesó meditativo el chico, Inoue lo miraba con embeleso, siguiendo todas sus facciones, la curvatura de sus labios, lo respingado de su nariz, lo profundo de su cuello… Inoue no se podía sentir más feliz si estaba con él.
—Kurosaki-kun…
—¿Mh? —y entonces él volvió a verla a los ojos. Inoue se sintió un poco avergonzada, pero controló el sonrojo de sus mejillas para sonreír y dejar escapar una risita, atreviéndose a apoyar su cabeza sobre el hombro del muchacho, que sorprendido no supo que hacer ni que decir.
—Si algo te preocupa puedes decírmelo, somos amigos —susurró Inoue soltando su maletín escolar, pero manteniendo entre sus manos una cajita. Ichigo asintió y dibujó en su rostro de nuevo esa pequeña sonrisa.
—Hoy… es 14 de febrero… —fue lo único que atinó a decir, mientras apoyaba un poco su cabeza junto a la de Inoue, podía percibir el olor de flores en ese largo cabello. Ella sintió un estremecimiento en su interior, los nervios aparecieron de nuevo, ¿cómo había sido capaz de acercarse tanto a Kurosaki? Otra vez no sabía si había actuado bien o mal. Queriendo tranquilizarse, fijó su vista en las manos de él, las tenía entrelazadas, apoyadas sobre sus piernas, y entre ellas había algo… algo que causo que Inoue dejara de sentir nervios para sentir otra vez preocupación…
—Kurosaki-kun ese chocolate… —comenzó a decir apartándose del hombro del chico para mirarlo a los ojos, pero él en vez de mirarla volteó hacia otro lado. Inoue sintió una fuerte opresión en su pecho, ¿desde hacía cuantos años él recibía un chocolate de manos de aquella otra chica? Tenía que saberlo, debía saber si tenía oportunidad… Armándose de valor, Inoue preguntó—: Kurosaki-kun, ese… ¿ese es el primer chocolate que recibes…? —La chica pudo notar una mueca en la cara del chico, que finalmente suspiró.
—Bueno… cada año, mi hermana Yuzu me prepara chocolates, es la única que me regala uno en 14 de febrero… es muy dulce y tierna… creo que en eso se parece a ti… —respondió volteando finalmente a verla, Inoue quedó impactada.
¿Acaso Ichigo estaba nervioso?
El nudo que sentía sobre su pecho al instante desapareció, una enorme sonrisa apareció en el rostro de la chica que lo abrazó por el cuello. La situación había sido tan inesperada, que Ichigo casi se va de espaldas, y tuvo que soltar el chocolate que sostenía en sus manos para evitar caer. Unos instantes después, la joven Orihime le soltó aunque permaneció frente a él, con esa gran sonrisa.
—Kurosaki-kun yo… yo hice esto para ti —dijo tras unos segundo, con un ligero sonrojo en su rostro, los ojos le brillaban y su corazón latía de forma acelerada. Ichigo bajó un poco la vista y vio la cajita que desde el principio su amiga sostenía: era más bien rectangular y tenía un envoltorio de color plateado junto a un discreto listón rojo que hacía de moño, esbozando una sonrisa, y sintiéndole las manos temblar, Ichigo lo recibió mirando a los ojos de Inoue…
—Arigato… Inoue… yo…
—Yo te quiero, Kurosaki- kun… yo te quiero…
Y cerrando los ojos, Inoue se inclinó hacia Ichigo y le robó un beso.
