Los personajes de My little pony no me pertenecen.


Prologo: Eterna noche.

Nightmare Moon miraba su creación sentada en el casi destruido balcón de su habitación. Su larga crin azul con movilidad propia, parecida a una nube de ese mismo color, ondeaba en el viento, empapada por la lluvia que caía, que también mojo su armadura celeste y su cuero violeta muy oscuro, limpiando la sangre que se encontraba en su cuerno y en sus negras pezuñas.

"Al fin los ponis admirarán mi hermosa creación, mi larga noche eterna..." pensaba la oscura alicornio mirando el violáceo cielo, pero a pesar de su felicidad sentía como si algo malo pasara, como si algo le faltara... ¡Un poni que la acompañe durante su inmortal vida!. Estuvo minutos pensando y pensando, hasta que finalmente se decidió "Ella ha estado a mi lado desde que nació, estudiando bajo mi tutela, y me acompañó tanto en las buenas como en las malas..." pensaba mientras se levantaba y entraba al castillo, donde se encontraba el cuerpo muerto de su hermana, con una pequeña unicornio abrazando su cuello blanco, con desconsoladas lágrimas bajando por sus mejillas. Su grisáceo cuero estaba mojado por sus lágrimas, su crin azul con mechones más oscuros caía sobre el muerto cuerpo de la princesa solar y sus ojos verdes estaban más que llorosos...

"Princesa Luna... ¿Por qué hace esto...?" musitó la unicornio gris elevando su mirada, encontrando los verdes ojos de su tutora.

"Porque quiero que los ponis admiren mi tan preciada noche... Y quiero darte una buena noticia: ¡Te he elegido para que me acompañes durante toda esta larga noche eterna!" y antes de que la unicornio pueda parpadear, un fuerte rayo negro la golpeó, entrando en su cuerpo. Su cuero oscureció un poco, su crin se volvió tan negra como la noche con mechones blancos y sus circular pupila se volvió tan fina que parecía gatuna, manteniendo su mismo color de iris... La reina Nightmare Moon rió al ver a su pupila en aquel estado, bajo su control, que la acompañaría durante toda su eterna vida...

O eso es lo que creía...